viernes, 11 de enero de 2013

Qué es la violencia doméstica y cómo protegerse. Consejos

Aunque puede afectarnos a todos, lo sufren principalmente las mujeres. Este tipo de abusos no sólo consiste en actos de violencia física, sino también psicológica y sexual.
 
La violencia doméstica se da cuando la agresión proviene de la pareja o de cualquier  otro integrante de la familia. Este tipo de abusos no solo consiste en actos de violencia física, sino también psicológica y sexual. Estos maltratos son sufridos  fundamentalmente por mujeres. A través de estas actitudes, los agresores buscan obtener el control en la relación. De acuerdo a los especialistas, la violencia doméstica se desarrolla en tres etapas: una primera de acumulación de tensión, en la que la persona violenta amenaza, grita y genera temor; una segunda fase de agresión aguda,  que puede implicar no sólo violencia física sino también psicológica y sexual; y una tercera de reconciliación, en la que la persona violenta se muestra arrepentida y  promete que no volverá a agredir.  Sin embargo, una vez concluida esta tercera fase, la tensión vuelve a acumularse y el ciclo a repetirse en períodos cada vez más cortos.
 
VIOLENCIA : DISTINTAS CARASProbablemente, la mayoría de las personas piensan en abuso físico cuando se habla de violencia doméstica. Pero hay muchas otras formas a través de las cuales los agresores pueden intentar obtener más control y poder en la relación. Si sos víctima de violencia doméstica, en algún momento probablemente el agresor te sometió a:
Aislamiento: te pone obstáculos para ver a tus amigos y familiares porque dice que ellos causan problemas en la relación o intentan “interponerse” entre ustedes.
• Abuso económico: tiene control total sobre la plata, te hace rendir cuentas de cada centavo que gastás; te priva de tus ingresos.
Abuso verbal, emocional y psicológico: te pone apodos, te denigra o avergüenza delante de la gente, critica tus capacidades como pareja o madre.
Intimidación: te inspira miedo solamente con una mirada, acción o gesto; consigue  que hagas lo que te pide después de recordarte “lo que pasó la última vez”.
Coerción y amenazas: te muestra un arma y amenaza con usarla en tu contra; te dice que va a “alejarte” de la familia o de los amigos, que va a lastimar a cualquier persona dispuesta a facilitarte ayuda.
Abuso físico: te empuja, te agarra, te golpea, te pega o te patea.
Abuso sexual: te obliga a mantener relaciones sexuales en contra de tu voluntad; hace que participes de actos sexuales que te generan incomodidad; te obliga a prostituirte.
Usar a tus hijos: te quita autoridad con tus hijos, amenaza con quitártelos, secuestrándolos u obteniendo la custodia; le “saca”  a tus hijos información sobre vos.
Subestimar, negar, culpabilizar: te hace creer que tenés la culpa del abuso o que te  agrede debido al estrés, la bebida o problemas en el trabajo; también puede negar completamente que haya habido abuso.
 
¿Sos víctima de la violencia doméstica?

Muchas personas se preguntan si lo que les pasa tiene algo que ver con la violencia doméstica, ya que la persona que las agrede nunca las ha golpeado. Para saber si sos víctima de violencia doméstica, tenés que preguntarte si la persona que te agrede:
  • ¿Su sola presencia te da miedo?
  • ¿Hace cosas para controlarte?
  • ¿Amenaza con lastimarte?
  • ¿Abusa físicamente de vos?

Si hace cosas que restringen tu libertad personal o te hacen sentir miedo, vos sos víctima de violencia doméstica. Y tenés más recursos que nunca para protegerte.
 
La seguridad ante todo
Es fundamental conocer los recursos a disposición de la víctima. Y así tomar medidas para asegurar tu bienestar.  Aunque ninguna persona tiene control sobre la violencia, todas pueden reducir el riesgo de sufrir daños planificando las medidas de seguridad adecuadas. Si fuiste abusada por tu pareja, probablemente sabés más de lo que creés sobre cómo protegerte y evaluar riesgos. Muchas víctimas sólo desean que termine la violencia y el abuso, pero no quieren poner fin a la relación. El amor, la familia, los recuerdos en común y el compromiso son lazos difíciles de romper. Las creencias  culturales o religiosas también pueden ser otros obstáculos, así como la condición de  inmigrante.  Pero incluso cuando se superan estas trabas y se desea poner fin al lazo, resulta difícil hacerlo porque se teme sufrir algún daño físico, emocional o psicológico.


Por eso hay que tener presente que toda decisión implica riesgos y que no existe una manera correcta o incorrecta de idear un plan de seguridad. Quizás decidas dejar a tu pareja por un tiempo o de manera permanente. Es lo que más te conviene si querés estar a salvo. Mantener una relación con una pareja violenta y sobrevivir requiere de mucha habilidad e ingenio. Se necesita “planificar la seguridad”, lo que probablemente  hacés todo el tiempo aunque no lo sepas, cada vez que hacés o decís algo para protegerte a vos o a tus hijos. La “evaluación de riesgo” que requiere este plan de seguridad sucede cuando decidís si una acción en particular mejora o empeora las cosas. Para armar tu propio plan de seguridad tenés que pensar en:
  • Pedir ayuda a un vecino o un amigo: tu vecino puede llamar a la policía si está al tanto de lo que pasa y escucha ruidos que llamen su atención. Un amigo puede actuar a tiempo si usás una palabra clave que ambos hayan acordado por adelantado.
  • Solicitar auxilio: pensá a quién llamar. A la policía, a las oficinas de asisencia a la víctima, a amigos, a familiares. Memorizá esos números o programalos en tu teléfono si podés hacerlo de manera segura.
  • Mudarte a un lugar seguro después de una discusión: es necesario evitar discusiones en el baño, el garaje, la cocina, cerca de armas o en habitaciones sin salida al exterior.
  • Irse de casa: pensá cómo saldrías y adónde podrías ir sin  poner en riesgo tu vida. Podés ir a la casa de amigos o parientes, a un hotel o a un refugio para víctimas de violencia doméstica. Tené preparado un bolso y números de teléfono de utilidad. Tené en cuenta cómo podés llegar a un lugar seguro: podés usar el transporte público o conseguir que alguien te lleve.
  • Incluir a tus hijos, en caso de que los tengas: asegurate que tus hijos conozcan la dirección y el número de teléfono de las personas que puedan darles una mano y que sepan cómo pedir ayuda. Explicales que por su propia seguridad no tienen que interponerse entre adultos que están peleando. Piensen juntos en una palabra clave para que ellos sepan que tienen que pedir ayuda o abandonar la casa.
  • Tener preparadas las cosas para llevarse: tus documentos y los de tu familia (partidas de nacimiento, pasaportes, documentos inmigratorios, registros de vacunación, carnet de la obra social o prepaga), escritos importantes (órdenes de  protección, acuerdos de divorcio o separación, órdenes de régimen de visitas o custodia, escritura de la propiedad o contrato de alquiler); las llaves de casa; medicamentos; anteojos; audífonos y otros artículos médicos, teléfono celular. Asegurate de llevar también todos los objetos que puedas utilizar como evidencia del abuso: fotografías de tus heridas, notas o mensajes amenazantes, copias de denuncias policiales, registros médicos). Pensá bien dónde podés guardar todo, de manera tal que tu agresor no lo encuentre.
Para recordar

Si sos víctima de violencia doméstica tenés que tener siempre presente que:
  • Vos no tenés la culpa.
  • No merecés ser víctima de abusos.
  • Hay gente dispuesta a ayudarte.
Después de la separación

Poner fin a la relación con la persona que te agrede es sólo el comienzo. Qué recaudos hay que tomar en casa y en el trabajo cuando el peligro continúa. Cómo mantener la salud emocional y hacer valer tus derechos.  Posiblemente, el peligro que se enfrenta no termina al abandonar el hogar o dejar a la persona violenta. Por eso es importante pedir ayuda, acercándose a los lugares especializados para que un profesional capacitado te acompañe a lo largo del proceso. Durante ese tiempo hay que tomar medidas de seguridad. Tenés que pensar en:
  • La seguridad en tu casa: es necesario cambiar las cerraduras de las puertas (en caso de que la persona violenta ya no viva con vos), tener a mano los teléfonos de emergencia y, en la medida de lo posible, estar siempre acompañada.
  • La seguridad de los chicos: en caso de ser necesario, enseñáles a usar el teléfono y a hacer una llamada por cobrar a tu número si se sienten en peligro.

Tené al tanto de la situación a la gente que cuida de tus hijos. Informá en la escuela quiénes tienen permiso para pasar a buscarlos y cómo reconocer a estas personas. A las personas que cuidan de tus hijos entregales copias de órdenes de protección, custodia y toda documentación judicial que venga al caso, además de números de emergencia. Si tus hijos usan sitios web de red social (MySpace, Facebook) aconsejáles que tengan cuidado con la información que publican. Podrían ayudar al agresor a ubicar a la familia si dan información sobre tu trabajo, la escuela o el lugar al que se mudaron.
 
CUIDARSE FUERA DE CASA
La persona violenta suele conocer las rutinas de la víctima: su lugar de trabajo, la hora a la que va y a la que vuelve, los negocios en los que compra, los horarios en que deja a los chicos en la escuela, etcétera. Muchas personas abusadas son acosadas por sus parejas en el lugar de trabajo. Si bien no es fácil modificar todas tus actividades, existen maneras de protegerte en tu lugar de trabajo sin tener que cambiar tu vida.


• En el lugar de trabajo: informá a tu jefe y al personal de seguridad sobre tu situación.

Averiguá si el empleador ofrece horarios de trabajo flexibles, o si es posible la transferencia a otro.
 
MEDIDAS QUE HAY QUE TOMAR
Después de la separación
Poner fin a la relación con la persona que te agrede es sólo el comienzo. Qué recaudos hay que tomar en casa y en el trabajo cuando el peligro continúa. Cómo mantener la salud emocional y hacer valer tus derechos. lugar. Pedí al Departamento de Recursos Humanos que te informe cómo aprovechar al máximo los beneficios de ausentismo, tales como licencia por enfermedad, vacaciones, motivos personales, etcétera. Entregá al personal de seguridad una foto del abusador y copias de órdenes de protección. De ser posible, pediles que te acompañen hasta la parada del colectivo. Cambiá el camino que tomás generalmente para ir y para volver del trabajo.

• En lugares públicos: cambiá tus hábitos, evitá ir a negocios, bancos y otros lugares a los que pueda ir a buscarte la persona violenta. En la medida de lo posible, tratá de estar acompañada. Cambiá los días y horarios de tus actividades sociales (servicios religiosos, clubes barriales, grupos comunitarios, etc).
 
MANTENER LA SALUD EMOCIONAL
Es importante protegerte físicamente, pero también que cuides tu salud emocional. La situación que atravesás puede ser muy estresante, confusa, aterradora y triste. Por eso, tenés que tener en cuenta estos consejos:
• Saber a quién llamar si te sentís deprimida, sola o confundida.
• No abandonar el estado de tu salud: hacerte chequeos médico, ginecológico y dental. Si no tenés obra social ni cobertura, podés ir  al hospital o centro de salud más cercano a tu casa.
• Pensá a quién podés llamar si te preocupa la salud y el bienestar de tus hijos.
• Tener siempre en cuenta adónde o a quién recurrir por apoyo si estás pensando en retomar la relación con la persona violenta y querés comentarlo con alguien.
• Reunirte con grupos de apoyo, participá en jornadas o clases de orientación ofrecidas por dependencias gubernamentales especializadas como la Dirección General de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
• Estar atenta a la cantidad de remedios y de alcohol que consumís, y qué hacer si necesitás ayuda.
 
HACE VALER TUS DERECHOS
En casos de violencia doméstica de alto riesgo es posible conseguir órdenes de protección. Sin embargo, también es necesario tomar ciertas precauciones para estar protegida. Pensá:
• Dónde guardar la orden de protección. Tenela siempre con vos o a mano. Sacale fotocopias y, si podés, digitalizala.
• Entregá copias de esa orden en la comisaría más cercana a tu casa, y también a tu jefe, líder espiritual, amigos cercanos, en la escuela de tus hijos, al personal de la guardería infantil, y a quien creas necesario.
• Si perdés la orden de protección o tu pareja la destruye, podés conseguir una copia en el tribunal que la emitió.
• Si la persona violenta no respeta la orden de protección, es necesario que llames a la policía y denuncies lo que está pasando.
 
En caso de ser necesario, comunicáselo a tu abogado, llamá a quien intercede por tus derechos y notificalo en el tribunal que lleva tu caso.
 
Oficina de Asistencia a la Víctima
Las víctimas de violencia doméstica pueden encontrar asistencia legal, psicológica y social en la Oficina de Asistencia a la Víctima y al Testigo de la Fiscalía General de la Ciudad de Buenos Aires. Direcciones, horarios y todo el asesoramiento.
 
Oficina de Asistencia a la Víctima y al Testigo (OFAVyT) – CABA
Dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, la OFAVyT es parte de un proyecto de descentralización que busca facilitar el acceso a justicia a través de puestos de atención estratégicamente  ubicados en distintos barrios de la ciudad. Esta oficina cuenta con un equipo interdisciplinario de profesionales (abogados, psicólogos y trabajadores sociales) que brindan un servicio integral de contención psicológica y asesoramiento legal.
 
LUNES A VIERNES, 9 a 20
 Balvanera (C. de los Pozos 155)
 Chacarita (Av. Forest 321)
 Nueva Pompeya (Almafuerte 37)
 Núñez (Av. Cabildo 3067)
 Palermo (Beruti 3345)
 Saavedra (Ramallo 4389)
 Villa Lugano (J. L. Suárez 5088).
 Villa Soldati (Lacarra y Janer)
 UOD Móvil (Pasaje L y Laguna)
 
Las 24 horas
La OFAVyT trabaja en conjunto con la Oficina Central Receptora de Denuncias, que atiende las 24 horas, los 365 días del año. Hay que contactarse al 0800-33-347225 (FISCAL),
denuncias@jusbaires.gov.ar, www.denuncias.jusbaires.gov.ar.
 
LA ASISTENCIA EN NUMEROS
El trabajo realizado por la Oficina de Asistencia a la Víctima y al Testigo en casos de violencia doméstica cuenta con las siguientes particularidades:
n Durante el 2° semestre de 2010, los profesionales de la OFAVyT brindaron 23 asistencias por día en casos de violencia doméstica.
 Casi el 50% del total de asistencias brindadas fue en casos de violencia doméstica
 El 86% de las asistencias se ofreció a mujeres
 El 35% de las asistencias fueron requeridas por denunciantes que tienen entre 30 y 50 años
 Un 18% de la asistencia en casos de violencia doméstica es requerida por inmigrantes, provenientes en su mayoría de países limítrofes.
 El 97% de la asistencia en violencia doméstica se llevó a cabo con residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
 El 86,2% de la asistencia brindada durante el primer semestre correspondió a denuncias por amenazas y por hostigamientos y maltratos.
 El 37% del trabajo semestral fue brindado a parejas que no están legalmente unidas.
 Entre el primer y el segundo trimestre de este año, el número de entrevistas y acompañamientos en casos de violencia doméstica aumentó en un 251%.
 En el mes de junio se produjo un crecimiento exponencial del 94,5%, con respecto al mes anterior, en el trabajo realizado en casos de violencia doméstica.
 
TAMBIEN PODES ENCONTRAR AYUDA EN ESTOS LUGARES
Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Lavalle 1250, PB; Tel: 4370-4600  internos 4510 al 4514; mail:
ovd@csjn.gov.ar. Funciona las 24 horas, los 365 días del año (fines de semana y feriados incluidos).
 
Dirección General de la Mujer (DGM)
0800-666-8537 (MUJER). Atiende las 24 horas a mujeres maltratadas. Los profesionales dan orientación e informan sobre los recursos disponibles: cuentan con refugios y Casas de Medio Camino para las mujeres y sus hijos. Se deriva a las consultantes a los servicios sociales, legales y terapéuticos que brinda el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. También funciona como un canal de orientación y derivación de los servicios que se prestan en la institución. La DGM, a través de sus Centros Integrales de la Mujer (CIM), ofrece espacios de contención para las problemáticas que recibe, terapia individual y grupal, asesoramiento legal sobre los derechos en general y en particular sobre cuestiones de nivel familiar, y capacitación en temas referidos a la violencia doméstica a mujeres.
 CIM “Villa Lugano”, Av. Escalada
4557, Tel: 4605-5059, lunes a viernes de 8.30 a 15.30.
 CIM “Isabel Calvo”, Piedras
1281, Tel: 4307-3187, lunes a viernes de 9.30 a 16.30.
 n CIM “María Gallego”, Francisco
Beiró 5229, Tel: 4568-1245, lunes a viernes de 8 a 17.
 n CIM “Alicia Moreau”, Humberto
I 470 – 1° Piso, Tel: 4300-7775, lunes a viernes de 12 a 19.
 n CIM “Elvira Rawson”, Salguero
765, Tel: 4867-0163, lunes a viernes de 12 a 19.
 CIM “Margarita Malharro”, 24 de noviembre 113, Tel: 4931-6296, lunes a viernes de 9 a 20.
 
Programa “Las víctimas contra as violencias”
137 (línea directa). Dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad  Derechos Humanos de la Nación, este programa tiene como objetivo la atención a las víctimas de abusos o malos tratos causados por ejercicio de violencias, en un ámbito de contención, seguridad y garantía de sus derechos. El profesional que atiende la línea 137 orienta a la víctima y en el caso de que sea necesario desplaza a tu domicilio un móvil no identificable con psicólogos y trabajadores sociales acompañados por dos oficiales de la Policía Federal Argentina, a los fines de dar una respuesta inmediata conteniendo a la víctima y desarmando al agresor.
 
Hospitales o centros de salud
Tienen equipos especializados en la temática. Averiguá en el hospital o centro de salud más cercano al lugar donde te encuentres.
 
 
 
Fuente: LARAZON

No hay comentarios:

Publicar un comentario