La trata de personas es un delito que también ocurre en Argentina. Según la Oficina de Rescate a Personas Damnificadas por el Delito de la Trata de Personas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, en 2011 se produjeron un total de 331 allanamientos, hubo 179 detenidos y más de 1.300 víctimas fueron rescatadas de las cuales, 150 tenían menos de 18 años.
El Protocolo de las Naciones Unidas sobre la Trata de Personas (Protocolo de Palermo) define la trata de personas como la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación [esto incluye, como mínimo, la explotación de la prostitución de otras personas u otras formas de explotación sexual, el trabajo o los servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, la servidumbre y la extracción de órganos]. 1(Artículo 3. Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Naciones Unidas (2000))
Argentina ratificó el Protocolo de Palermo y en abril de 2008 adaptó este documento a una Ley Nacional Nro. 26.364 de Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas. Este año el Senado Nacional dio media sanción a una modificación de la ley respecto al consentimiento de las víctimas mayores de edad cuyo objetivo es ampliar su protección. Actualmente la norma establece que no hay delito de trata de personas si la víctima mayor de 18 años presta su consentimiento. En caso de aprobarse la modificación en la Cámara de Diputados, el delito de trata quedaría configurado sin perjuicio de que la persona damnificada, cualquiera fuese su edad, haya o no prestado consentimiento. Se creó además, el Consejo Federal para la Lucha contra la Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas y el Comité Ejecutivo.
En Argentina, la protección de las víctimas está a cargo de dos organismos del Poder Ejecutivo: la Oficina de Rescate y Asistencia a las Víctimas del Delito de Trata de Personas y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Desde 2008 rige el Protocolo de Asistencia a Víctimas de Trata, según el cual la mayoría de las víctimas (tres cuartas partes) decide retornar a su país o provincia de origen; el resto prefiere no regresar y solicita ayuda para iniciar una nueva vida.
La Relatora Especial de Naciones Unidas sobre Trata de Personas, Joy Ngozi Ezeilo, señaló en el informe de su visita en mayo de 2011 que el problema de trata esglobal, y que Argentina es un país de origen, tránsito y reclutamiento de víctimas.
La mayoría de los niños víctimas de trata son destinados a la explotación laboral y en general arriban de Bolivia, Colombia, República Dominicana, Paraguay y Perú. En tanto, los niños y niñas víctimas de explotación sexual provienen de Brasil, República Dominicana, Paraguay y Perú. Argentina también es país de origen y de tránsito para mujeres y niñas con destino a otros países de América Latina y Europa (en especial Italia y España) para la explotación sexual. La trata también es interna. La Relatora Especial detalló que se traslada a las víctimas desde áreas rurales y provincias del norte como Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Tucumán a las ciudades más ricas de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Las Naciones Unidas estiman que mundialmente hay 2,5 millones de víctimas de la trata de personas (Organización Internacional del Trabajo, Hoja estadística sobre el trabajo forzado (2007)). Otras estimaciones sitúan la cifra entre 4 y 27 millones. Sólo en América Latina, más de 100.000 personas caen víctimas de la trata internacional cada año. (Departamento de Estado de EE. UU., julio de 2009.)
No obstante, dentro de esta región América Central presenta la mayor tasa de incidentes. 550.000 niños y niñas han sido víctimas de la trata en América Latina y el Caribe (“Every Child Counts New Global Estimates on Child Labour,” :IPEC---SIMPOC. 2002:27.).
La trata de personas es la tercera actividad delictiva más rentable del mundo, después del tráfico de drogas y de armas. En América Latina, la trata de personas ofrece altas ganancias y bajos riesgos: se estima que la trata con fines de explotación sexual genera unos 16.000 millones de dólares por año en la región (Organización Internacional para las Migraciones (OIM).). En Colombia, las 35.000 mujeres que son víctimas de la trata cada año generan 500 millones de dólares para sus explotadores (Interpol.). Las ganancias anuales derivadas del trabajo forzado relacionado con la trata se estiman en 31.600 millones de dólares en todo el mundo y en 1.300 millones en América Latina y el Caribe.( Patrick Besler, Forced Labour and Human Trafficking: Estimating the Profits, documento de trabajo (OIT, 2005))
La creciente desigualdad social y económica entre países y la disminución de opciones y recursos en los países en desarrollo, provoca que muchas personas busquen alternativas en otra parte. La falta de oportunidades de los jóvenes aumenta su vulnerabilidad a la trata, especialmente si deben migrar para mejorar sus condiciones económicas y sociales. Los países de América Latina se transformaron en países de origen, tránsito y destino para las víctimas de la trata.
Las víctimas de la trata terminan en el trabajo forzado, la prostitución forzada y la servidumbre doméstica. Las víctimas de la trata conforman el 20% o 250.000 de los 1,3 millones de personas víctimas del trabajo forzado en América Latina, la mitad de ellas son niños, sobre todo niñas, víctimas de la trata para la explotación sexual comercial (IBID.). Estas cifras no incluyen el creciente número de latinoamericanos que terminan en situaciones de trabajo forzado en Europa o Estados Unidos. En algunos países de la región, como Brasil y México, están en aumento los casos de secuestro de jóvenes por bandas de narcotraficantes que los fuerzan a participar en la guerrilla urbana.
Las víctimas son llevadas a la esclavitud por vía del engaño, la fuerza o la coerción. Pueden ser hombres, mujeres o niños de distintas clases y razas, que suelen provenir de países en desarrollo. A menudo caen víctimas de personas que conocen y en quienes confían, incluso amigos, vecinos y novios, como también de contratistas y agentes aparentemente confiables. En América Latina, el 80% de los explotadores son del mismo país que la víctima (UNICEF - TACRO. 2010.).
Las víctimas pueden sufrir abuso físico y emocional, violación, amenazas personales y familiares. Una vez atrapadas, son obligadas a trabajar largas horas y a vivir en condiciones infrahumanas a cambio de escasa o nula remuneración. Los explotadores se valen de las amenazas y la violencia física para dominarlas.
Las víctimas jóvenes de la trata y la explotación suelen ser obligadas a realizar prácticas sexuales riesgosas y a consumir drogas, lo cual aumenta el riesgo de contraer el VIH. El 43% de las víctimas de la trata son forzadas al comercio sexual (Organización Internacional del Trabajo, Hoja estadística sobre el trabajo forzado (2007)). En América Latina, el aumento de la vulnerabilidad debido a la pobreza, la limitación del acceso a las pruebas de diagnóstico del VIH y a los preservativos y la estigmatización y discriminación generalizadas frenan los esfuerzos por controlar el virus del sida Los tratantes usan diversas técnicas para mantener a sus víctimas esclavizadas. La mayoría las encierran, pero también usan tácticas como el endeudamiento, la confiscación de los documentos de identidad y teléfonos celulares, la amenaza, la violencia, el aislamiento y la retención de pagos.
UNICEF contra la trata, la explotación y el VIH. En América Latina, UNICEF colabora con numerosos interesados con el fin de proteger a los jóvenes de la explotación, el abandono y la violencia. En los distintos países, UNICEF participa en campañas de prevención, en la promoción de la reforma legislativa y la mejor aplicación de las leyes, y en la creación de herramientas técnicas para la policía, los oficiales de inmigración, los trabajadores sociales y las ONG. A fin de reducir la vulnerabilidad de los jóvenes al VIH y al riesgo aumentado de contraerlo, UNICEF está mejorando el acceso de los jóvenes a servicios esenciales de prevención, que incluyen la entrega de preservativos y la realización de pruebas de diagnóstico.
Alianza entre MTV y UNICEF. MTV EXIT ha logrado crear un enfoque consistente para educar a los jóvenes sobre el problema de la trata de personas y reducir la propagación del VIH en Europa oriental y Asia. Este enfoque se valió de la ventaja competitiva de MTV para llegar a influir en las actitudes y conductas de los jóvenes mediante campañas de comunicación integradas y de vanguardia, que han educado exitosamente a más de 20 millones de personas desde 2004, principalmente en las regiones mencionadas.
La combinación de los conocimientos técnicos y el trabajo en el terreno de UNICEF con la capacidad de MTV de llegar a los jóvenes y de influir en ellos mediante una programación eficaz genera una alianza poderosa para combatir la trata de personas, la explotación y el VIH.
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Jimena Mortti, Corporate Communications
jimena.mortti@mtvstaff.com | +5411 5295-5018
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