lunes, 5 de noviembre de 2012

Informe final de la Comisión Especial de Acompañamiento para el esclarecimiento del Asesinato de Candela Sol Rodriguez – Parte 4/6

IV. Sobre los Testigos de identidad reservada
Antes de analizar el modo en que esta figura ha sido empleada en la Causa que nos ocupa, resulta necesario hacer referencia al marco jurídico-legal sobre el cual está construida la figura del testigo de identidad reservada. El artículo que regula el testimonio de identidad reservada es el 233 bis del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires, incorporado por la ley 14.257, dicho articulado establece:
“…ARTÍCULO 233 bis.- (Artí culo incorporado por Ley 14257) Declaración bajo reserva de identidad. Toda persona que desee aportar información o datos útiles para el esclarecimiento de un ilícito, podrá requerir al Fiscal declarar bajo estricta reserva de su identidad, cuando motivos fundados así lo justifiquen. En este caso, y en el supuesto del artículo 286 tercer párrafo, el testigo o denunciante no podrá ser citado compulsivamente al debate. Si el testigo no concurriere voluntariamente al debate oral, la declaración recibida bajo reserva de identidad en la investigación penal preparatoria, no podrá ser utilizada como medio de prueba para fundar la condena del imputado. En ningún caso podrá ser por si sola fundamento para la privación cautelar de la libertad personal…”


La utilización de testigos de identidad reservada en la Causa Candela fue uno de los aspectos más cuestionados. En las apelaciones que hicieron los letrados defensores de los imputados, solicitaron inclusive, la declaración de inconstitucionalidad de la norma legal. Sobre este aspecto, como se analiza en el Punto V.I del presente informe, ya se expidió la Cámara III de Apelaciones y Garantías del departamento Judicial de Morón, rechazando por unanimidad, el planteo de inconstitucionalidad del art. 233 bis del Código Procesal Penal.

Con todo, y a la luz de la experiencia del modo en que se utiliza esta figura legal, es que esta Comisión ha incluido entre las sugerencias al poder legislativo, que proceda a revisarla en el Código de Procedimiento Penal.

En idéntico sentido, la Dra. Mingolo, una de las Jueces de Cámara, en su testimonio ante la Comisión nos manifestó Dra. MINGOLO.- No sé qué es lo que a ustedes les interesa saber o qué desean abordar, porque creo que el fallo es claro en cuanto a la ineficacia y a la ineficiencia, fundamentalmente en los testimonios de identidad guardada o reservada, tal como se denominan.(…)

Por ley del Ministerio Público, los testimonios deberían ser tomados en una fiscalía. En el caso de que el fiscal no pueda, porque una investigación de este tipo requiere mucha actividad, hay secretarios, agentes, instructores judiciales y abogados para hacerlo. Es decir, hay todo un cuerpo para poder hacerlo, y no necesariamente tiene que recaer en la policía, sobre todo porque ese no es el espíritu del Código, según lo indica la ley 12061, desde hace mucho tiempo. La sugerencia de la Comisión respecto de la revisión del Art 233 bis, se basa justamente en la necesidad de garantizar que no pueda ser vulnerado “el espíritu del Código”, a través de la inclusión de medidas que encuadren con precisión la debida utilización de esta figura. Por otra parte, el Dr. Naldini planteó lo dificultoso que, para los Jueces de Cámara, había resultado identificar el modo en que los testigos de identidad reservada habían ingresado a la Causa. Dr. NALDINI.- Nosotros desconocemos cómo fueron traídos los testigos de identidad reservada a la causa. Formalmente sí sabemos que el oficial principal fulano se contactó con determinados testigos. Desconocemos el trasfondo de cómo llega ese funcionario policial a tomar contacto con ese testigo de identidad reservada, con lo cual no podemos afirmar que en esta causa esta modalidad responda a otra práctica también histórica, también de otras investigaciones, de centrarse en testigos de identidad reservada a los efectos de la dilucidación de la investigación. Esto el que lo puede saber es el fiscal.

Esta Comisión, en cumplimiento con su objetivo, se propuso indagar el trasfondo de cómo, por qué y qué función cumplen los testigos de identidad reservada en la Investigación Penal Preparatoria.


Aparición en el expediente. Recurrencias
A las 5.30 del 1º de septiembre, interrumpido el allanamiento, los peritos de la policía científica abandonan la casa de la calle Kiernan 992. ¿Qué tenían en ese momento? Nada. ¿Que aporte o prueba sobre el hecho investigado? Ninguna. Sin embargo, a las 7 de la mañana, llega un alerta a los medios: encontraron la casa donde habría estado cautiva Candela. Así lo manifestó ante la Comisión un periodista:
PERIODISTA.- Estuve a la mañana temprano, y enseguida llegaron las cámaras a Kiernan; tiraron el alerta y enseguida fuimos a la casa. (…)
Sr. ASESOR.- Primero una pequeña reflexión. ¿A la mañana qué se tenía como información? Nada, cero, porque los resultados de ADN estuvieron cinco días después. ¿Qué alerta te dieron?
PERIODISTA.- Siempre llegaba todo a C5N.
Sr. ASESOR.- ¿Pero cómo es la cosa, dijeron “ahí está”? ¿Cuántos allanamientos  ubo? Miles. No en todos estuvo ese circo que vos describiste. Mi pregunta es: ¿cómo se llega a eso?¿Quién tira la bola “es acá”?.
PERIODISTA.- Porque por lo general, hay siempre tres periodistas, más o menos - Paulo Kablan, que tienen un nivel más alto-, que tienen más llegada por el oficio, por el tiempo que hace que están laburando, que tienen más fuentes que le tiran  datos, y les dicen “che, andá para allá”. Entonces, te lo tiran a vos o te viene de rebote (…) Y ahí, a las 7 u 8 de la mañana, ya estaban todas las cámaras apostadas sobre Kiernan.
 
La señal C5N, a las 8.11 de la mañana transmite en directo desde el frente  de la casa. En el zócalo de videograf se lee: “Esta sería la casa donde la mantuvieron cautiva”. En off un periodista relata: “Acá tenemos imágenes de la casa donde presuntamente estuvo cautiva Candela”. En el portal de Clarín, a las 9.30 de la mañana se publica: “Esta madrugada, cerca de las 3, se ingresó a la vivienda en la que habría estado cautiva por lo menos durante seis días la nena de 11 años cuyo cadáver apareció ayer por la tarde cerca e la autopista Del Oeste tras permanecer nueve días desaparecida (…) según la información que los investigadores dejan trascender, la investigación por el asesinato de Candela Rodríguez parece estar arrojando sus primeros resultados”.
 
Insistamos en este punto ¿qué resultados había arrojado la investigación? El Crio. Potocki, titular de Policía Científica Morón, y coordinador del equipo pericial que trabajó en la casa de calle Kierman, lo explicó con claridad a la Comisión:
Sr. POTOCKI.- Ingresamos a buscar elementos que pudieran estar relacionados al hecho. Puntualmente no teníamos instrucciones particulares. Yo estuve en el hallazgo del cuerpo y la víctima apareció sin ningún tipo de vestimenta, estaba totalmente desnuda. También se sabía que había desaparecido un celular. Todos esos elementos podían estar relacionados a la víctima en forma directa. Por eso le hablaba de indicios visibles y no visibles o latentes, que son los rastros de origen papilar y también huellas genéticas que puedan llegar a quedar en el lugar.
 
Es decir, teniendo en cuenta los indicios o pruebas visibles (ropa coincidente con la que llevaba Candela, un celular) el resultado del allanamiento había sido negativo. Tampoco hallaron elementos que pudieran hacer pensar que podría haber sido el lugar de cautiverio (sogas, bolsas de residuo del tipo de las utilizadas para trasportar el cadáver), ni siquiera el aspecto general del lugar se condecía con un lugar donde Candela habría estado “por lo menos durante seis días” cautiva, tal como lo señalaron los peritos que participaron del allanamiento a la Comisión. Lo que habían colectado eran “indicios no visibles o latentes”(colillas de cigarrillos, un cable, un bols, entre otros) de los que, solo después de conocidos los resultados de las pericias, esto sería el 5 de septiembre, se estaría en condiciones de afirmar que se trataba de “los primeros resultados”. Sin embargo “los investigadores” (la policía) “DEJAN trascender” e instalan a través de los medios, desde el 1ª de septiembre que ya hay resultados, como si conocieran de antemano el contenido del análisis de las pericias. Y no sólo esto, como el tiempo apura y hay que consolidar estos “primeros resultados”, a través del primer testigo de identidad reservada, se llega al allanamiento de la casa de Néstor Altamirano, el carpintero, que tal como él refiriera, terminó preso “por darle de comer a un perro”. Esta vez, la orden de allanamiento la firma el fiscal Marcelo Tavolaro. Desde las primeras horas del 1º de septiembre de 2011, se empieza a escribir la acusación que pretenderá cerrar el caso de Candela Sol Rodríguez. En la construcción de esa acusación, los testigos de identidad reservada son piezas claves con las que se pretende hilvanar el relato, “atar cabos sueltos” y dar coherencia a los absurdos.

Básicamente, la función de los testigos de identidad reservada consistió en:
1 Incriminar a alguna de las personas naturalmente vinculadas a la vivienda de calle Kiernan 992.
2 Aportar una banda que, verosímilmente, haya podido cometer este crimen.
3 Vincular a los integrantes de la banda entre sí, con el lugar del hecho y con la familia de Candela.
 
4.1. Incriminar a alguna de las personas naturalmente vinculadas a la vivienda de calle Kiernan 992.
El mismo 1º de septiembre se le toma declaración testimonial a: GLADYS MABEL CABRERA, propietaria del inmueble de calle Kiernan 992 (Fs.3513/16 de las Actuaciones Complementarias); RAMON NESTOR ALTAMIRANO, vecino y amigo de los familiares de Cabrera que vivían en Kiernan 992, ya fallecidos (Fs. 3519/22 de las Actuaciones Complementarias); NELIDA ELOISA PISTAN, esposa de Altamirano (Fs. 3524/25 de las Actuaciones Complementarias); JUAN ANGEL INSIARTE, que había alquilado la vivienda de Kiernan 992 (Fs.3551/53 de las Actuaciones Complementarias); y a varios vecinos de las inmediaciones del inmueble. Como ya se ha señalado, citando al Dr. Adolfo Naldini, queda claro en estas testimoniales que los movimientos sospechosos y las personas extrañas que habían llamado la atención “nada tenían de particular”.


De la declaración testimonial de Gladys Mabel Cabrera : “Que con relación a la vivienda de calle Kiernan 992 de Hurlinghan es de su propiedad debido a que está llevando los trámites de sucesión, que en dicha propiedad vivía su progenitora y su hermana, las cuales fallecieron el año pasado por lo que la casa estaba deshabitada, con todos los muebles, prendas de vestir y elementos de la casa que nunca fueron sacadas del lugar. Que aproximadamente hace dos meses a la fecha, había tomado conocimiento de que una persona estaba buscando una vivienda para alquilar (…) que hace aproximadamente 15 días vinieron a ver la casa, les gustó, se pusieron de acuerdo en el precio del alquiler (…) esta señora se llama Katy y su esposo Juan Ángel Insiarte (…) Que al ponerse de acuerdo con el alquiler de la casa le pide a su abogada que redacte el contrato de alquiler, dónde recibe un seña en depósito. Esta persona (Insiarte) le pide permiso, si días antes puede pasar ya por la vivienda para pintar, que el día sábado pasado se presentó en la casa y se puso a pintar y se quedó hasta el día domingo trabajando, quien declara, ese día domingo llega a las 14.00 horas aproximadamente, encuentra a esta persona con la esposa y los hijos, observó que efectivamente la vivienda estaba pintada. Que en la parte de atrás de la vivienda existe un galpón de material con techos de chapa, lugar donde su inquilino no pudo llegar a tener acceso, dado que ese lugar está cuidado por un perro de su propiedad y es bastante malo con las personas (…) Que con relación a ese domingo 28 cte., posteriormente a que esta familia se retiró del lugar, quien declara, pidió un flete, tratándose de una persona llamada Gustavo, que se domicilia en el barrio de la Chacarita de Capital Federal, no pudiendo precisar dirección exacta pero de su casa tiene el teléfono que posteriormente lo aporta a esta Policía, con el objeto de retirar de la casa algunas pertenencias para repartirlas entre sus familiares por lo que se presentó una camioneta blanca tipo furgón o trafic, donde procedió a cargar sus pertenencias en varias cajas, siempre con la supervisión y autorización de quien declara. Que aclara, los días subsiguientes estuvo concurriendo a la casa, donde comenzó a separar otras pertenencias que se iba a llevar, otras que iba a donar y otras para otros familiares (…) Que el día de ayer, 31 de agosto de 2011, siendo aproximadamente las 12.30, 13.00 horas se presentó en la puerta de su domicilio un camión mediano de color azul y blanco perteneciente al Ejército de Salvación, con inscripciones a su costado que lo identificaba como tal, estas personas procedieron a sacar las bolsas con ropa, algunos libros y elementos de cocina (…) Hace constar que todos los elementos que cargaron al camión fue supervisado por quien declara y con su autorización. Que momentos después llega un vecino llamado Néstor, que vive sobre la calle Charrúa, a dos cuadras, el cual, juntamente con su hijo fueron hasta la casa a buscar unas maderas, donde armaron una especie de cerco para que su perro no se peleara con el perro del inquilino. Que siendo las 14 horas aproximadamente se presenta Juan, su inquilino, donde siguió pintando la vivienda. Que a las 15.00 horas se presentó en casa Alfredo Montero y su hijo (esposo de su madre biológica) entre tantas cosas fueron hasta el fondo donde está el galpón y sacaron algunas herramientas, ollas de hierro, etc. (…) Que a las 16.00 horas se presentó en la casa el flete que estuvo anteriormente en la casa y comenzaron a cargar un combinado musical, una mesa de jardín y tres bolsas, por lo que luego se fueron del lugar, juntamente con el Sr . Montero y su hijo, quien declara se quedó haciendo otras cosas en la casa con su hijo, Juan y Néstor, siendo las 19.30 horas se fueron del lugar Juan, luego Néstor y por último quien declara con su hijo”.


Las otras testimoniales no se contradicen en nada con la de Cabrera, al contrario, suman otros detalles. Son coherentes, detalladas y precisas. Tampoco entran en contradicción con las declaraciones de los vecinos. Aportan también probanzas documentales (el recibo del adelanto pagado por Insiarte, las boletas de la compra de pintura). Lo mismo cabe señalar del camión del Ejército de Salvación (que le pareció sospechoso al vecino Marcelo Galante en su declaración). En el Cuerpo VI, fojas 1009/1010, encontramos la testimonial de Raúl Javier Ramos, Subcrio. DDI Morón.
 
Entrevista a Diego Abel de la Fuente y Flavio Matías Juárez, empleados del Ejército de Salvación de Hurlinghan, quienes confirman que el 31-08-11, entre las 12 y 13 horas, retiraron bolsas de ropa y 4 cajas de vajilla del domicilio de calle Kiernan 992 de Villa Tessei, entregadas por Mabel Cabrera, viendo que la casa estaba vacía, sin muebles y nada extraño. Y acompañan la documentación que lo acredita.

En cuanto a Néstor Altamirano y su esposa, en particular, se recogen testimonios de vecinos que dicen conocerlos hace muchos años, que Altamirano es carpintero, que hace más de 20 años que vive en el barrio, y dos de ellos refieren que en la actualidad Altamirano está realizando algún trabajo para ellos. En lo que hace a su relación con la vivienda de la calle Kiernan, Altamirano señala en su declaración que “ese inmueble es propiedad de una familia ya fallecida hace un año aproximadamente, que resultaban ser amigos del deponente y su familia, quedando al cuidado de la finca, por lo cual el deponente concurre diariamente a darle de comer al perro de la ya fallecida Segunda Pachila, que fuera dueña del lugar”.
Asimismo, aporta otros datos de interés que es oportuno consignar: “Afirma que si alguien entrara a la casa, habría sido detectado por el perro y hubiera alertado con sus ladridos. (…) Así también los vecinos cuidan celosamente la vivienda para que nadie la usurpe, tanto es así que ni bien notaron que había gente trabajando en la casa, se presentó ante el deponente en su domicilio una vecina llamada Mabel, igual que la dueña de la casa, que vive sobre Charrúa entre Franklin y Ordoñez y le dijo alarmada que estaban usurpando la vivienda de Doña Segunda. Que el deponente la calmó explicándole que la habían alquilado, tal como ya sabía.”
 
Cabe señalar que esta vecina, Mabel, ante la requisitoria policial, confirmó los dichos de Altamirano.


En cuanto a Nélida Pistán, esposa de Altamirano, podemos leer en su declaración testimonial que: “en el día de la fecha (1º de septiembre) en circunstancia que la dicente regresó a su domicilio de viaje, precisamente de la provincia de Tucumán, donde se encontraba desde el miércoles ppdo., siendo que partió hacia allá el día martes a las 21:30 horas, es que halló en la vereda de su vecina, de nombre Violeta Almirón, domiciliada en Charrúa nº 1085 de este medio, personal policial…”. Es decir, prácticamente no tiene mucho para aportar porque durante esa semana, estuvo fuera de su casa, en la ciudad de Tafí del Valle, provincia de Tucumán.

En este momento, 2 de septiembre, ingresa al expediente la primera declaración de un testigo de identidad reservada. Será la primera de una serie con la que el fiscal construirá la acusación, como ya se ha señalado. Se transcriben y analizan a continuación los pasajes fundamentales de estas declaraciones que merecieron mayor valoración por parte del fiscal y se presentaron como prueba para afirmar que existen “elementos de convicción suficientes, y motivos bastantes para sostener” que Ramón Néstor Altamirano participó del secuestro y homicidio de Candela Sol Rodríguez, en calidad de “partícipe necesario”.

4.1.a. El primer testigo de identidad reservada que vincula a Néstor Altamirano con el crimen
(Declaración testimonial bajo reserva de identidad, recibida por fiscal Dr. Roberto M. Tavolaro y secretaria Dra. Guillermina Rappazzo. Cuerpo V fojas 760/761. 02-09-11)
Testimonio de testigo de identidad reservada de fs. 760/761, quien expuso que:
“...Que en la noche de ayer, 1º de setiembre de 2011, fui a la Comisaría de Barrio  Mitre a buscar a mi hija que había caído detenida. Que a la vuelta, le empecé a decir que se tiene que cuidar que vea lo que le había pasado a Candela y me dijo “yo sé todo”, a lo que le pregunté qué sabía y me dijo que en la semana que estaba desaparecida Candela, le había llegado un mensaje a Mariela, que es una señora que vive en una casa que es un aguantadero, que vende droga, que la casa es de ladrillo a la vista, muy deteriorada, en la calle Charrúas al lado del 1081, de frente del lado derecho; donde el pibe que vive en la esquina de lo de Candela, Juan, le puso: “viste que un fulano, del que no recuerdo el nombre, se va a comer a la pendeja”, haciendo referencia a Candela. Que después me contó que en la casa de al lado de la de Mariela, escuchó como una nena gritaba, rasguñaba las paredes y la arrastraban. Que los pibes que van ahí a consumir le contaron que el que la mató, la apretó hasta que se le salieron los ojos para afuera y le quedaron de color rojo (…) Que también sospecha de la casa de Mariela, ya que tiene varias habitaciones, y esa es gente de mal vivir, capaces de hacer cualquier cosa. Que Mariela es la que le da pastillas a todos los que van, que es un aguantadero donde llevan todo. Que de la casa de al lado de lo de Mariela, resulta ser Charrúas 1081 y 1085 de la localidad de Villa Tessei, Partido de Hurlingham; es una casa de dos plantas, de color amarillo y verde, en la planta alta colgada en uno de los ventanales una bandera argentina, y del lado mirando de frente, o sea al 1085, un portón de color negro que da a un pasillo al fondo. Que los que supuestamente habitan la casa del 1081 son Nelly y Osvaldo (…) Que en la casa de ladrillos deteriorados habitan NN Mariela, NN Palomo, pareja de ésta, un menor de diez años, Juampy, y una menor de 13 años, Micaela”.


Del análisis de esta declaración:
a) Se advierte cierta vulnerabilidad del declarante ante la policía, había ido a buscar a su hija que estaba detenida en la “comisaría de Barrio Mitre” (estimamos se refiere a la Subcomisaría de Barrio Mitre, dependiente de la comisaría 2ª de Villa Tessei)
b) Se trata de un testigo “de oídas”, como la mayoría de los testigos de identidad reservada que aparecen en la causa. En este caso, ni siquiera es de “oídas” de primera fuente puesto que refiere lo que le contó su hija, que a su vez lo escuchó de otros (Mariela y “los pibes que van ahí a consumir”). Habría otra confusa referencia de fuente (ya de tercer grado) un tal Juan, un pibe que vive en la esquina de lo de Candela. Estimamos que se refiere a Juan Manuel Falasco, domiciliado en Bustamante 327, que había sido vinculado a la causa y su casa allanada antes del hallazgo del cuerpo sin vida de Candela; dos días atrás, el 29 de agosto.
c) El dato que la declaración aporta sobre la muerte de Candela, puesto en boca de los pibes que van ahí a consumir (a la casa de Mariela) sobre que “el que la mató, la apretó hasta que se le salieron los ojos para afuera y le quedaron de color rojo”, parece tener inequívoca fuente periodística, con algo de fantasía o exageración propia. Ya se señalaba, desde un día antes de la testimonial en los medios, que había muerto por asfixia. En varias versiones se habla de estrangulamiento. La autopsia definió claramente que el deceso se produjo por asfixia mecánica por sofocación, es decir, obturación de las vías respiratorias con algún objeto (almohada) o con las manos, y no por estrangulamiento o ahorcamiento.
d) El párrafo que señala que “después me contó que en la casa de al lado de la de Mariela, escuchó como una nena gritaba, rasguñaba las paredes y la arrastraban”, junto con los que a continuación se analizan, tienen el mismo propósito: incriminar a Altamirano y su esposa. En principio no queda claro quién escuchó que una nena gritaba, rasguñaba las paredes ¿fue su hija o Mariela? Parece ser que su hija fue la que escuchó. Es decir, mientras estaba en lo de Mariela, tal vez comprando o consumiendo droga, ya que Mariela es la que le da pastillas a todos los que van, escuchó que, “en la casa de al lado”, una nena gritaba, etc. Primera aseveración respecto del lugar donde se producían estos gritos: la casa de al lado de la de Mariela.
e) Es llamativa la forma que utiliza el testigo para señalar cuál es la casa de Mariela al inicio de su declaración: “Mariela, que es una señora que vive en una casa que es un aguantadero, que vende droga, que la casa es de ladrillo a la vista, muy deteriorada, en la calle Charrúas al lado del 1081, de frente del lado derecho”. Para indicar cuál es la casa, dice que es la vivienda que está al lado de la de Altamirano. Hacia el final, vuelve con el tema. Como la casa sospechosa es la de al lado de lo de Mariela, puede ser la que corresponde a la numeración 1081 o 1085. De la que corresponde a la numeración 1085, solo refiere que es “un portón de color negro que da a un pasillo al fondo”. A la que tiene la numeración 1081 la describe con detalle (“es una casa de dos plantas, de color amarillo y verde, en la planta alta colgada en uno de los ventanales una bandera argentina”) y señala que los que viven en esta casa son “Nelly y Osvaldo, de aproximadamente 40 años”. Parece conocer más la casa que a sus moradores. Nelly puede ser Nélida Pistán, la esposa de Altamirano. Osvaldo, debe tratarse de un error, ya que Altamirano se llama Ramón Néstor. Y en cuanto a la edad, Altamirano tiene 55 años y su esposa 56, ninguno de los dos, por otra parte, aparenta tener 40 años. Segunda aseveración acerca de la casa: es la casa cuyo número es 1081, es decir; la casa de Altamirano. La declaración cumple su propósito: involucrar a Altamirano en el crimen.
f) Por último, señala que “también sospecha de la casa de MARIELA, ya que tiene varias habitaciones, y esa es gente de mal vivir, capaces de hacer cualquier cosa”. Es decir, genera sospechas sobre que la propia Mariela, que es la fuente, puede estar involucrada en la muerte de Candela y que, sin duda, vende drogas, es un aguantadero, y son capaces de hacer cualquier cosa. Es probable que esta declaración cumpla también el objetivo de poner a la propia Mariela en situación de vulnerabilidad, por si fuera necesario, en algún momento, que ella también testifique.


Es preciso analizar aún con más detenimiento en la declaración del testigo de identidad reservada, la aparición de datos que parecen tener como fuente el relato periodístico de los canales de noticias, aportados por la policía sin lugar a dudas. Ya se ha hecho referencia al modo que, en el relato, se describe la muerte de Candela (punto c). Se profundiza el análisis. El 31 de agosto, entre los elementos peritados del basural donde apareció el cuerpo de Candela, se encuentra una bolsa vacía de alimento balanceado para perros. El 1º de septiembre, había aparecido en todos los medios el secuestro de una camioneta blanca que pertenecía “a un familiar de Juan Manuel “El Gordo” Falasco”, por lo que su nombre había vuelto a adquirir notoriedad pública. El 1º de septiembre la policía secuestra una camioneta blanca que se dedicaba al reparto de alimento para perros, es una camioneta que “ya tenía pedido de captura”, y que se vincula “a un familiar directo de Juan Falasco”. Se especuló, durante toda la jornada, que esa podría haber sido la camioneta en la que se trasladó el cuerpo de Candela. Finalmente, resultó ser de la empresa donde trabajaba el novio de la hermana de Juan Falasco. Se ordenaron pericias genéticas, que días después, terminaron arrojando resultado negativo.

Pero hasta tanto, ya el día 2 de septiembre, el testigo de identidad reservada había mencionado que su hija le había dicho que “ese tal Juan le había mandado un mensaje de texto a Mariela en el que le decía “Viste que un fulano, del que no recuerdo el nombre, se va a comer a la pendeja”, aclarando que se refería a Candela. El único objetivo que cumple este párrafo de la declaración es aportar el nombre del tal Juan, mención que cumple el objetivo de vincular a Juan con la casa de calle Kiernan puesto que la camioneta de un familiar directo (la que reparte alimento balanceado para perros) es la que habría trasladado el cuerpo de Candela. Es preciso recordar lo que se emitía por el canal de noticias C5N ese 1º de septiembre a las 9.51:
PLACA: “PRIMERO EN C59”. EN EL ZÓCALO: “SECUESTRARON UNA CAMIONETA CON PEDIDO DE CAPTURA”. EN LA IMAGEN SE VE A JUAN MANUEL FALASCO HACIENDO DECLARACIONES A LA PRENSA. LO QUE SIGUE ES EL DIÁLOGO TELEFÓNICO QUE MANTIENEN EL CONDUCTOR EN PISO CON EL PERIODISTA PAULO KABLAN. LOCUTOR (OFF): “La policía secuestró una camioneta. Paulo, adelante.” Paulo Kablan: (EN OFF) “Sí, acaban de secuestrar una camioneta propiedad de un familiar de Juan Manuel Falasco, el Gordo Juan Manuel. ¿Para qué se utiliza esta camioneta? Para distribuir alimentos balanceados para perros. El dato que venimos comentando desde hace unas… desde ayer puntualmente, es este detalle que el cuerpo estaba envuelto en tres bolsas de consorcio, más una gran bolsa de alimentos balanceados para perros llena de piedras, evidentemente con la intención de arrojar un cuerpo al río… La bolsa de alimentos para perros llevó a los investigadores a un familiar de Falasco… Este detalle permitió el secuestro de la camioneta… Ahora, los investigadores están tratando de determinar si esta persona, familiar directo de Juan Manuel Falasco, el vecino, el ex convicto, tuvo algo que ver con el asesinato”.
En este contexto se inscriben las declaraciones del testigo que introduce a Juan el pibe que vive en la esquina de lo de Candela. Lo curioso del comentario del periodista es que “el detalle” que “llevó a los investigadores a un familiar de Falasco” y “permitió el secuestro de la camioneta”, es falso. Las bolsas de residuo negras, donde estaba el cuerpo de Candela, no estaban dentro de una bolsa de alimento para perros que contenía piedras. La perito que tuvo a cargo la búsqueda y recolección de indicios en la escena de aparición del cuerpo de Candela, Patricia Andrea Flores, de la Policía Científica de Morón, explicitó su labor en torno a la bolsa de alimento balanceado:
Sra. ARRIOLA.- Y por ahí, ¿camina gente?
Sra. FLORES.- Por ese sector, no, porque estaba lleno de basura. Era utilizado como un basural. Pero la calzada, lo que sería la calle Cellini, sí es muy transitada… Ahora que estoy mirando las fotos, recuerdo que había unas bolsas como las de los alimentos para mascotas, que se peritaron en búsqueda de rastros papilares.
(…)
Sr. ASESOR.- ¿Con relación a la bolsa con alimentos para perros, vos no tenés, como en otros casos, devolución de los resultados de los rastros que vos levantaste? ¿O se tomaron las bolsas enteras y se llevaron a analizar?
Sra. FLORES.- Yo la perité en el lugar.
Sr. ASESOR.- Por ahí sentiste comentarios periodísticos. Por ejemplo, en C5N, el periodista Kablan le dedicó mucha importancia a esta bolsa. (…) Él termina diciendo que el cadáver estaba envuelto en unas bolsas de nylon tipo consorcio y dentro de una bolsa de comida para perros que, además, contenían piedras (…) ¿En qué situación estaban esas bolsas en relación al cadáver?
Sra. FLORES.- Yo las perité porque estaban cercanas al cadáver. Solamente por esa cuestión. En el caso puntual que hubiese obtenido algún rastro papilar y que hubiese sido posible identificar alguna persona, hubiera sido un aporte que yo iba a realizar al Ministerio Público Fiscal, lo que después, quizás, le daría lugar a que interrogue a esa persona para saber en qué momento tiró esas bolsas.
Sr. ASESOR.- Claro, pero como otro elemento más.
Sra. FLORES.- Sí, porque estaba cerca del cuerpo. Para nosotros era vital en ese momento todo lo que se encontrara alrededor.


No deja de ser llamativa la distorsión del relato periodístico. De unas bolsas que estaban en el basural y de las que no se obtuvieron ningún rastro que pudiera aportar algo a la investigación, se pasa a una bolsa con piedras en la que estaba el cadáver. Y por ese camino se llega a involucrar nuevamente a Falasco.


La declaración del testigo de identidad reservada ha cumplido con creces su cometido: trae nuevamente a Falasco, señalando que está al tanto de la situación de Candela (sabía que un fulano se iba a comer a la pendeja) y que tiene relación con Mariela, lo vincula a la casa de calle Kiernan a través de la camioneta con la que el cuerpo fuera trasladado como hemos referido y aporta que “en la casa de al lado de la de Mariela, (casa de Altamirano) escuchó como una nena gritaba, rasguñaba las paredes y la arrastraban”.

Esta declaración, como ya hemos señalado, ocurre el 2 de septiembre. La vinculación de Falasco con el caso está candente en los medios. Parece oportuno vincular de alguna forma a una persona ya sospechada en la causa con la vivienda de calle Kiernan y el carpintero Altamirano.

Ese 2 de septiembre por la noche, a causa de la declaración del testigo de identidad reservada, se allana la vivienda de Charrúas 1081, donde vive Altamirano con su esposa hace 22 años (Cuerpo IV fojas 765/767).

Otra actuación policial, que se desarrolló el 1º de septiembre, se vincula al carpintero Altamirano, y resulta llamativa. Ordenaron a la perito Jimena Romero, que presta servicios en La Matanza, volver al lugar donde había sido hallado el cuerpo. Así lo refirió a la Comisión:
Sra. ROMERO.- Mi trabajo en el lugar fue hacer una ampliación del lugar donde encontraron el cuerpo de la nena. Yo trabajo en La Matanza y teníamos que hacer base en el lugar de Morón por una cuestión de que había mucho trabajo. En ese momento, en el lugar donde se encontró el cuerpo de Candela, ya habían hecho la inspección peritos de Morón, y por ende, cuando me citan para que vaya al lugar fue para hacer una reinspección del mismo. Se tomaron muestras de pintura en el lugar en donde se había hallado el cuerpo y se tomaron muestras de aserrín que había allí. El resto lo habían hecho anteriormente los peritos. Eso fue todo lo que hice en el lugar, no fue mucho más. (…)
Sra. GAINZA.- ¿A qué hora fue usted al lugar en donde hallaron el cadáver de la niña?
Sra. ROMERO.- Era tarde. La verdad que no recuerdo el horario. No sé si está en la pericia. Ahí está el LEF, pero no recuerdo, más o menos habrán sido las 4 ó 5 de la tarde. ¿No?
Sra. GAINZA.- ¿Cuál era el trabajo concreto que usted tenía que hacer ahí?
Sra. ROMERO.- Una re inspección.
Sra. GAINZA.- ¿Es rutina?
Sra. ROMERO.- Depende del hecho. Depende de cómo vaya surgiendo el hecho. Si el hecho surge a la noche, se hace una re inspección de día, por una cuestión horaria, porque no hay iluminación en la zona.
Sra. GAINZA.- ¿Cuántas horas habían pasado?
Sra. ARRIOLA.- 4:05 según la LEF.
Sra. GAINZA.- ¿Cuántas horas de diferencia?
Sr. ASESOR.- 24 horas prácticamente.
Sr. D'ONOFRIO.- ¿El lugar estaba cercado, protegido?
Sra. ROMERO.- No, cuando llegué ya no había más nada. No estaba precintado.


Es decir, 24 horas después de que “había pasado una manada de elefantes”, sin ningún tipo de preservación posterior del lugar se le ordena re inspeccionar el lugar donde apareció Candela con el objeto de buscar aserrín y restos de pintura.


El fiscal Lisa hace referencia a esta circunstancia en su testimonio ante la Comisión:
Sr. LISA.- (DESPUÉS DEL PRIMER ALLANAMIENTO) … se cierra la casa y empezamos a hablar con vecinos, a preguntar quién cuidaba la casa. Y ahí nos explicaron que era un hombre que vivía a una cuadra y media. Entonces, fuimos a buscarlo para tomarle declaración testimonial. Se lo llevó personal policial, y si no recuerdo mal él dijo que era carpintero. Y recuerdo que se había encontrado viruta; en realidad no era que se había encontrado, sino que había viruta o algo de eso en el lugar en donde apareció el cuerpo. Un día antes de que un testigo de identidad reservada aluda al carpintero y su esposa vinculándolos al hecho, y sin que hubiera ningún indicio que vinculara a la vivienda de Kiernan 992 como lugar del cautiverio, ya se había ido a buscar aserrín al lugar donde apareció el cuerpo sin vida de Candela.
Por si fuera poco, el lugar del hallazgo del cuerpo, además ya se había limpiado. Así lo corrobora un periodista que brindó testimonio en la Comisión:
Periodista: (..) Después, por ejemplo, otra cosa que me pareció tremenda, fue respecto del lugar en donde encontraron a Candela, en el basural, que no era tal basural, porque había como un reguero. Hay una foto de Clarín que yo pasé al otro día, cuando encuentran a la nena,con la camioneta dada vuelta, y al día siguiente mandaron a limpiar todo, no guardaron nada, o sea, de un basural pasó a ser un campo de golf, con todo con el pasto bien cortadito. O sea, no guardaron la escena secundaria ni un solo día; nada, lo borraron todo al otro día, y a las veinticuatro horas eso ya estaba perfecto.


Hay cuatro características recurrentes en las declaraciones de los testigos de Identidad reservada que se sintetizan en el análisis de este primer punto, puesto que se aludirá a ellos en el desarrollo de los apartados que siguen. Son:
1) Vulnerabilidad del testigo de identidad reservada frente a la policía
2) La gran mayoría son testigos de “oídas”.
3) Todos incluyen datos que tienen como fuente ostensible el relato periodístico de los canales de noticias.
4) Procuran hilvanar un único relato.
 
4.1.b. La primera testigo de identidad reservada.
(Declaración testimonial bajo reserva de identidad, recibida por fiscal Dr. Roberto M. Tavolaro y secretaria Dra. Guillermina Rappazzo. Cuerpo V fojas 826/827 04-09-11)
Dos días después de la primera declaración, el 4 de septiembre, un nuevo testigo de identidad reservada se presenta. Su declaración profundiza y amplia el relato de la declaración anterior, ya analizada. Se puede afirmar que la función central de la declaración anterior (presumiblemente de la madre) es introducir la nueva declaración que, por su contenido, parece ser realizada por la hija del declarante anterior: Es decir, la persona que el 1º de septiembre estaba detenida en la comisaría de Barrio Mitre. Por su importancia en la formulación de la acusación fiscal contra Altamirano, transcribimos en su totalidad, los dichos sobre Altamirano, su esposa y Kiernan 992 :
“Que el día martes 23 del corriente, a la mañana, vi a Néstor junto a la mujer, que estaban con un bolso, un tupper, plata y unos pasajes. Que la mujer de Néstor, Nelly, estaba media rara que miraba para todos lados. Que por la tarde yo estaba dando vueltas por el barrio y vi a Candela que estaba a la vuelta de mi casa. Que Néstor el carpintero le llevó comida, que el mismo martes Néstor y su sobrino que tiene unos 24 años, el cual es de tez blanco, ojos oscuros, de pelo negro, grandote y que tiene un Gol de color azul se llevaron a Candela, pero no por la fuerza. Que a Candela le prometieron que le iban a dar comida y ropa y la llevaron a la casa de Néstor y Nelly que queda en Charrúas 1081 de Villa Tesei, a la tarde, que el martes a la noche cuando estábamos todos durmiendo, escuché cómo a alguien le tapaban la boca, unos pasos y cómo rasguñaban las paredes, que yo golpeé la pared y ahí empezaron a rasguñar, volví a golpear y después no escuche más nada. Que al rato, Mariela, Jazmín y yo escuchamos una frenada de un auto, por lo que salí y escuché que una nena gritaba “Ayuda, Ayuda”, y la subieron al Gol azul del sobrino de Néstor y se la llevaron para la casa rosa de la calle Kiernan. Que Nelly en verdad no se fue de viaje y el martes a la noche volvió, no sólo la vi yo sino todos. Que el miércoles pasé por la puerta de la casa rosa y los vi a Nelly y a Néstor, adentro de la casa rosa. Que a la noche si pasabas por la casa rosa, escuchabas pasos y que se movían mesas. Que yo vi a Néstor que tenía pintura rosa en las manos, lastimado y un pelo largo negro enganchado de la uña. (…) Que el fin de semana antes que aparezca muerta Candela, el Gol de color azul del sobrino de Néstor daba vueltas por la zona, Que este Gol no sé efectivamente si es del sobrino de Néstor, pero va y viene a la casa de Néstor. Que uno de esos días lo vi a Néstor con una bolsa de color gris entrando a la casa, que la bolsa estaba vacía. Que Micaela, me contó que tenía los ojos rojos cuando la mataron, como para afuera. Que un amigo mío, Maxi, también la vio a Candela caminando por la calle Bonorino. Que el día que vino la policía a la casa de Néstor, éste los atendió desde el piso de arriba y les dijo que Nelly estaba de viaje, pero en verdad Nelly estaba adentro. (…) Que hay varios vecinos que la vieron a Candela, como ser Maxi de 21 años de edad, que vive en El Cóndor y Ontiveros...”.
 
Se analizan las afirmaciones que se vierten, poniéndolas en contexto, toda vez que sea necesario, para su mejor comprensión.
1 “Que el día martes 23 del corriente, a la mañana, vi a Néstor junto a la mujer, que estaban con un bolso, un tupper, plata y unos pasajes. Que la mujer de Néstor, Nelly, estaba media rara que miraba para todos lados.
Según la declaración testimonial que Nélida Eloísa Pistán realizó en sede policial el 1º de septiembre, ella había partido, con destino a Tucumán, el martes 23 de agosto a las 21.30. En este contexto se entiende la afirmación del testigo. Aunque no se aclara, ni el fiscal pregunta, parece ser que la persona que testifica los ve en la vereda, tal vez frente a su domicilio, el comentario de “miraba para todos lados” da esta idea. Asimismo, el ir cargados con un bolso, tupper etc. Nélida Pistán aparece mencionada como “Nelly”, al igual que en la declaración anterior. Altamirano con su nombre correcto (“Néstor”) y no “Osvaldo”, como lo denominó erróneamente el testigo anterior. Lo que más llama la atención es la referencia a que ve que tienen “plata y unos pasajes”. Se puede reparar a simple vista que las personas llevan un bolso y un tupper, pero ¿cómo hizo para ver plata y unos pasajes? El Fiscal no le pregunta cómo pudo ver esto, no parece asombrarle. El dato, más que de la observación, parece provenir del conocimiento, por otro medio, de que Nélida había afirmado que ese día viajó.
 
2 Que por la tarde yo estaba dando vueltas por el barrio y vi a Candela que estaba a la vuelta de mi casa. Que Néstor el carpintero le llevó comida. ¿Dónde la vio? ¿A qué hora? ¿Con quién? ¿Cómo estaba vestida? ¿Qué estaba haciendo? ¿Cómo sabe que Altamirano le llevó comida? El Fiscal no formula ninguna pregunta. Si, como se infiere, la persona que testifica vive, o suele pernoctar en la casa de Mariela, vecina de Altamirano, es posible que la expresión “estaba a la vuelta de mi casa”, aluda a la vivienda de Kiernan 992. Es decir, la testigo afirma que Altamirano le llevó comida a Candela a la casa rosa, (Kiernan 992). ¿Lo vio a Altamirano llevando una olla de comida desde su casa a la vivienda de la vuelta donde Candela estaba secuestrada o retenida mediante un engaño? ¿Cómo saber que esa olla o tal vez el tupper a que alude al principio de su declaración contenía comida para Candela? ¿El propio Altamirano se lo refirió? ¿Cómo llega a esta conclusión? El fiscal no lo indagó. Podría ser un dato más, al pasar, entre tantas vaguedades que dice la testigo que, aún así, podría servir de indicio para orientar la investigación y buscar pruebas que corroboren los dichos. Lo sorprendente, y por eso es preciso analizar este punto, es que al día siguiente de esta declaración testimonial, se producen las primeras cinco detenciones (todas vinculadas a la vivienda de Kiernan 992). Entre ellas se encuentra la de Altamirano. Así lo anticipa Clarín en su portal, ese mismo 5 de septiembre, a las 23.44:
“Entre los arrestados se encuentra la dueña de una casa allanada tras el crimen, ubicada a pocas cuadras del sitio en que fue hallado el cuerpo. (…)
También hay un hombre acusado de llevarle la comida durante el cautiverio”.


Las detenciones se producen porque ese 5 de septiembre llegan los resultados de laboratorio que establecen que se encuentra perfil genético compatible con el de Candela en un bols y un vaso hallados en la vivienda de Kiernan 992. Un día antes que se conocieran los resultados del análisis de ADN, un testigo con reserva de identidad establece, con la vaguedad que hemos señalado, que Candela comió y bebió en Kiernan 992. La investigación “necesitaba” que Candela comiera y bebiera (usara un vaso y un bol, por ejemplo) dentro de la “casa rosa”. La declaración de la testigo cubrió esa necesidad. De hecho, a partir de los dichos que acabamos de analizar, Altamirano quedó como “el que le llevaba comida durante el cautiverio”.


3 que el mismo martes Néstor y su sobrino que tiene unos 24 años, el cual es de tez blanco, ojos oscuros, de pelo negro, grandote y que tiene un Gol de color azul se llevaron a Candela, pero no por la fuerza. Que a Candela le prometieron que le iban a dar comida y ropa y la llevaron a la casa de Néstor y Nelly que queda en Charrúas 1081 de Villa Tesei, a la tarde.
Se continúa analizando el relato, intentando hilvanar las frases para comprenderlo. El martes por la tarde la testigo ve, o por algún medio se entera, que Altamirano le lleva comida a Candela que, presumiblemente está en Kiernan 992. Luego (ese mismo martes), la persuade de acompañarlo a su casa prometiéndole que le iban a dar comida y ropa. El hecho se fija temporalmente. Es a la tarde. Es decir, por la tarde del martes 23 de agosto, a poco de llevarle comida, la traslada voluntariamente a su casa (Charrúas 1081), tentándola con darle de comer. No parece razonable.


Menos razonable es que la testigo tome conocimiento hasta de lo que hablaron Altamirano y Candela, de las promesas que, supuestamente, Altamirano le formuló a Candela. ¿Cómo lo supo? ¿Estaba presente? De ser así, la testigo sería parte de la banda. ¿Se lo contaron? ¿Quién? Nada de esto indaga el fiscal. Tampoco sobre la particular situación de Candela. No parece estar cautiva. Se la llevan, pero no por la fuerza. ¿Se conocían previamente? ¿Qué la motivaba a permanecer por su voluntad y sin avisar a su familia junto a un carpintero de 56 años, relativamente cerca de su casa? Aparece otro personaje en la declaración. Un sobrino de Altamirano, del que no se da su nombre pero sí sus señas particulares y el dato que se traslada en un Gol de color azul. Supuestamente, este sobrino acompaña a Altamirano a la casa de Kiernan 992 y colabora con el traslado de la niña hasta Charrúas 1081. Más adelante, en la misma declaración la testigo refiere que “el fin de semana antes que aparezca muerta Candela, el Gol de color azul del sobrino de Néstor daba vueltas por la zona, que este Gol no sé efectivamente si es del sobrino de Néstor, pero va y viene a la casa de Néstor”. No hemos encontrado ninguna otra referencia a este cómplice ni en la Causa, ni en las Actuaciones Complementarias.

Por último, el martes 23 de agosto por la tarde, a más de 24 horas de la desaparición de Candela, la noticia ya había tomado estado público y la policía había iniciado las tareas de búsqueda que incluían rastrillajes. No parece creíble que sus captores lleven y traigan a Candela de la vivienda de Altamirano a la de Kiernan 992, que está a la vuelta, a unos 200 metros, salvo que exista una necesidad imperiosa o un propósito definido. Nada dice la testigo sobre esto. Nada indaga el fiscal.


4 que el martes a la noche cuando estábamos todos durmiendo, escuché cómo a alguien le tapaban la boca, unos pasos y cómo rasguñaban las paredes, que yo golpeé la pared y ahí empezaron a rasguñar, volví a golpear y después no escuché más nada. Que al rato, Mariela, Jazmín y yo escuchamos una frenada de un auto, por lo que salí y escuché que una nena gritaba “Ayuda, Ayuda”, y la subieron al Gol azul del sobrino de Néstor y se la llevaron para la casa rosa de la calle Kiernan.

Por los dichos de la testigo, el martes a la noche la situación cambia. Ahora Candela parece estar cautiva contra su voluntad. La declarante pernocta en la casa de Mariela, lindera a la de Altamirano. Está durmiendo. Se despierta porque escucha “como a alguien le tapaban la boca” y “unos pasos” ¿Cómo será el sonido de alguien al que le tapan la boca? ¿Será suficientemente fuerte como para despertar a alguien que duerme en la casa vecina? Los rasguños a la pared vienen después. Golpea la pared y ahí empezaron a rasguñar. Al rato, Mariela (la dueña de la casa), Jazmín (no sabemos quién es) y la declarante, escuchan la frenada de un auto. Nada se dice de NN Palomo (pareja de Mariela) y los dos menores (Juampi y Micaela, de 10 y 13 años respectivamente) que según testigo anterior viven en la casa de Mariela. La declarante sale y, aparentemente, nada ve sino que ESCUCHA que una nena gritaba “Ayuda, ayuda”. Sin embargo, algo debe haber visto, porque a continuación afirma: “la subieron al Gol azul del sobrino de Néstor y se la llevaron para la casa rosa de la calle Kiernan”. ¿Cómo pudo VER esto? Ella estaba durmiendo; se despierta por el ruido que hace alguien a quien le tapan la boca; escucha una frenada y sale, estimamos que a la puerta de la casa; ve que suben a una nena al Gol azul del sobrino de Altamirano y arrancan. ¿Cómo pudo VER que la llevaban a calle Kiernan 992, que está a la vuelta, a unos 200 metros de donde estaba parada?
 
5 Que Nelly en verdad no se fue de viaje y el martes a la noche volvió, no solo la vi yo sino todos. No vamos a abundar sobre esta afirmación. Quedó perfectamente probado en la causa que Nélida Pistán efectivamente viajó a Tucumán. Se presentó prueba (información dada por la empresa Flecha Bus, fs. 4906 del cuerpo XX de la causa), inclusive el ticket de una compra en Coto, realizada por Nélida Pistán en Tucumán, que aportó su defensa. De no haber mediado está situación, la esposa de Altimarano también hubiera sido detenida, como de hecho se intentó. Es decir, quedó demostrado en ese momento que la testigo mentía sobre el particular. En cuanto a la afirmación “no sólo la vi yo sino todos”, cabe destacar que no existe un sólo testimonio que avale los dichos de la testigo. Ni sobre la permanencia de Nélida Pistán, ni sobre ninguna de sus afirmaciones; salvo, parcialmente, por la propia Mariela, que el 2 de septiembre, habiendo sido allanada su casa, presta declaración testimonial, en la que dice llamarse Mariela Susana Núñez, ser vecina lindante con Néstor Altamirano, y haber escuchado, hace una semana, ruidos en la casa de Altamirano, definiéndolos como “ruidos de subir y bajar la escalera” (fs. 3807 del cuerpo XX de las actuaciones complementarias).
 
6 Que el miércoles pasé por la puerta de la casa rosa y los vi a Nelly y a Néstor, adentro de la casa rosa. Que a la noche si pasabas por la casa rosa, escuchabas pasos y que se movían mesas. Que yo vi a Néstor que tenía pintura rosa en las manos, lastimado y un pelo largo negro enganchado de la uña.


Recordemos que lo último que sabemos es que el martes a la noche trasladan a Candela en el auto del sobrino de Altamirano a Kiernan 992. Y ya es por la fuerza, tanto que la niña pide ayuda a los gritos. Es decir, el miércoles 24 de agosto, según los dichos de la testigo, Candela está cautiva contra su voluntad en Kiernan 992. La testigo declara que pasa por la puerta de la casa rosa (que ese miércoles 24 de agosto aún no era rosa) y ve a Nélida Pistán, (que en realidad sabemos que estaba en Tucumán) y a Néstor Altamirano, dentro de la vivienda. ¿Cómo los ve? ¿Estaban las ventanas abiertas? De ser así, deberían haber estado en la habitación del frente, a la derecha del living de acceso, que tiene dos ventanas levadizas. Pero es difícil que esto haya sido posible. Tal como relató a la Comisión el Comisario Mayor Marcelino Cottier, Jefe de Criminalística, que participó del allanamiento, las ventanas levadizas estaban cerradas y carecían de correa: “Se procedió a ingresar al lugar. Es una casa con ingreso a un living, y enfrente, en el lateral derecho, hay una habitación matrimonial, la cual tiene dos ventanas levadizas, en las cuales faltaba la cinta de levantar”.

¿Estaban en el living con la puerta abierta? Es llamativo que teniendo a una niña cautiva en el interior mantengan las puertas de la casa abierta; más si tenemos en cuenta que, tal como lo señaló la autopsia, Candela no sufrió violencia durante su cautiverio ni estuvo bajo los efectos de sedantes; y que, según los dichos de la testigo, la noche anterior tuvieron que taparle la boca, ella rasguñaba paredes y gritaba “Ayuda, ayuda”. La casa de la calle Kiernan es pequeña, manteniendo la puerta abierta queda sumamente expuesta toda la casa. No entendemos cómo, pasando por el frente de la casa pudo ver la testigo que en su interior estaban Altamirano y su esposa. Lamentablemente, el fiscal no indagó en la testimonial tampoco sobre este punto.

En cuanto a la afirmación “que a la noche si pasabas por la casa rosa, escuchabas pasos y que se movían mesas”, además de la vaguedad del dicho, no se corresponde con la situación de tener una niña cautiva en una casa abandonada, que los captores llamen la atención en horario nocturno produciendo ruidos de pasos o movimientos de mesas perceptibles desde el exterior por cualquiera que pasara caminando. Más en el caso de Candela, con la repercusión mediática que poseía y la cantidad de despliegue policial en la zona. Por otra parte ningún otro testimonio corrobora los dichos de la testigo.  En la calle Kiernan, en particular, se hicieron numerosos relevamientos vecinales en busca de información útil para la investigación. En el informe producido por el Comisario Inspector Fernando Chirino, Segundo Jefe Departamental Merlo, por ejemplo, de los resultados del rastrillaje y relevamiento vecinal realizado por personal a su cargo, entre el 31 de agosto y el 1º de septiembre, en la denominada Zona 06, delimitada por Ontiveros, Maestro Vergara, Kiernan y Charrúas, nada aparece sobre el particular. Sobre calle Kiernan concretamente, se consignan relevamientos en los siguientes domicilios: Kiernan 635, 725, 761, 785, 799, 803, 820, 822, 836, 842, 847, 849, 872, 875, 884, 896, 903, 904, 905, 912, 920, 930, 931, 936, 937, 942, 948, 950, 960, 961, 963, 970, 980, 981, 984, 986, 990 (lindante con “la casa rosa”), 992 (de la que se consigna que se encuentra abandonada), 998 y 999. Algunos dieron negativo por ausencia de moradores, pero en ninguna de las declaraciones tomadas a los vecinos que respondieron a la requisitoria policial surge alguna información que pueda corroborar o, al menos, dar verosimilitud a los dichos de la testigo de identidad reservada. Por último, la curiosa afirmación “yo vi a Néstor que tenía pintura rosa en las manos, lastimado y un pelo largo negro enganchado de la uña”, no resiste el menor análisis. Se trata de reforzar los lugares comunes instalados por la investigación policial y los datos de los medios, con la falta de precisiones que caracteriza toda la declaración. ¿Cuándo lo vio a Altamirano con las manos manchadas de pintura rosa? La inmediata referencia temporal es el miércoles 24 de agosto en que, según sus dichos, pasa y lo ve dentro de la casa. Pero no puede ser así. Ese miércoles aún no existía la pintura rosa en la casa ni se habían iniciado los trabajos de pintura. Según la declaración de los directamente involucrados, el inquilino Insiarte inicia los trabajos de pintura recién el sábado 27, por la tarde, ya que arriba a la casa a las 16.30. Comienza los trabajos y se queda a pernoctar con su esposa y los dos hijos de ella. El domingo 28 de agosto, el inquilino Insiarte trabaja en la pintura de la vivienda hasta las 14.30, en que se retira. Por la propia declaración de Altamirano, corroborada por las demás personas que estuvieron o pasaron por la casa ese domingo y los datos que surgen del relevamiento vecinal, sólo estuvo pintando Insiarte. Altamirano no estuvo ese domingo en la vivienda de Kiernan 992. ¿Tal vez el lunes 29 de agosto? Insiarte no fue a pintar ese día, y nadie vio que se hiciera ningún trabajo de pintura.

Altamirano declaró que ese lunes fue a última hora de la tarde a dar de comer al perro y encender las luces, ya que Gladys Cabrera, que había llegado a la casa para acomodar pertenencias que iba a retirar, se fue a las 17.00. Por otra parte, según los datos aportados por la autopsia, es probable que para ese lunes 29 de agosto Candela ya estuviera muerta. Por otra parte, si hubiera tenido las manos sucias de pintura rosa no lo incrimina en la comisión de ningún delito. Se considera el dato al sólo efecto de seguir analizando, aún a riesgo de abundar, la coherencia y verosimilitud de los dichos de la testigo, ya que a partir de ellos se imputó y aprehendió a Altamirano, para luego solicitar y conseguir su prisión preventiva, y la de Hugo Bermúdez.

Mucho más preocupante es la inclusión en su discurso de la referencia a que Altamirano estaba “lastimado” y tenía “un pelo negro enganchado de la uña”, sin que el Fiscal profundice sobre el tema. El Juez Dr. Naldini, que analiza en la fundamentación de su voto la declaración de esta testigo, señala: “Se encuentra suficientemente acreditado que quien pintó la casa de Kiernan fue Juan Inciarte y no Altamirano, y que en su domicilio no fueron encontrados rastros de pintura rosa; y en cuanto al pelo negro enganchado en la uña no merece siquiera un comentario por lo inverosímil que resulta”.

El Juez Naldini señaló con acierto que “el Fiscal utilizó este testimonio para requerir el encarcelamiento de los imputados, sabía que la testigo mentía o al menos fabulaba, razón por la cual no debió utilizar el testimonio para requerir la medida de coerción”. La Comisión debe preguntarse también si tienen algún sentido los dichos de esta testigo que merecieron del Juez Naldini la calificación de “fantaseosos”.

¿Qué mueve a la testigo a fabular estas afirmaciones? Está detenida, su madre (o padre) va a la comisaría a buscarla. Tal vez se trate de una joven menor de edad, consume drogas, teniendo en cuenta las declaraciones de la madre (o padre) y las suyas propias. Es vulnerable, como ya se ha señalado, frente a la policía.

¿Qué función cumplen dentro de la causa las fabulaciones de esta testigo? La policía ya aportó a la investigación la casa donde presumiblemente estuvo cautiva Candela. Aún no están los resultados de ADN, pero “los investigadores” ya han instalado en los medios que ES la casa. Ya se ha realizado el allanamiento a la vivienda de Altamirano el 2 de septiembre, con una cobertura mediática extraordinaria. La Secretaria de la Fiscalía 6, la Dra. Rappazzo, lo señaló a la Comisión:
Sr. DONOFRIO.- ¿Usted estuvo en el allanamiento de la casa de Altamirano?
Dra. RAPAZZO.- No, yo llegué al allanamiento y estaban todos los medios. No me pude bajar y me volví.

El allanamiento se transmite en vivo. A las 22.00, ya está en los portales de noticias de los principales medios. Así lo da a conocer Clarín a las 22.04 en su portal
Allanan otra casa en la que se cree que estuvo cautiva Candela Es en la calle Charrúas 1081 en Hurlingham, a unas ocho cuadras de donde fue encontrado el cuerpo de la nena de 11 años. Los investigadores del caso admitieron que “hay pruebas importantes” y que “no están desorientados”.


Ese mismo día, con anterioridad al allanamiento a la casa de Altamirano, se había realizado el allanamiento de la casa lindante, donde reside Mariela (Mariela Susana Núñez), lugar que frecuentaba la testigo, quedándose inclusive a pernoctar. Como ya se ha señalado, se le toma declaración testimonial, en la que se limita a señalar que: “…hace aproximadamente una semana atrás escuchó ruidos en altas horas de la noche provenientes de la vivienda lindera… Que se trata de ruidos de cómo subir y bajar las escaleras…”.


Pese a no conocer el resultado de las pericias de ADN levantadas en Kiernan 992, la policía actúa como si ya lo conociera. De los implicados con la casa: propietaria y su hijo, carpintero, inquilino, esposa del inquilino y sus dos hijos, fletero, tornero (medio hermano de Gladys) y su hijo, y el Ejército de Salvación; se destacan Gladys Cabrera (propietaria del inmueble) y Altamirano. Cabrera es depiladora, vive en Buenos Aires y en el barrio es, prácticamente, una desconocida. De ella es muy difícil obtener datos en el barrio. Altamirano, de todos los que durante esa semana pasaron por la casa, es el único que vive en el barrio. Pero es difícil encontrar quienes puedan testificar contra él. Solo dos personas como ya se ha analizado.

El 2 de septiembre: una persona lo menciona, aunque confunde su nombre (lo llama Osvaldo).
El 4 de septiembre (un día antes de que se conozca el resultado de la presencia de ADN de Candela dentro de la vivienda de Kiernan 992) , la hija de esta persona se presenta a declarar y lo incrimina diciendo:


7 Que tuvo a Candela en su casa,
8 Que le llevaba comida a la “casa rosa”,
9 Que está lastimado y tiene un pelo negro enganchado en la uña,
10 Que eso puede implicar un forcejeo con la niña que se resistía,
11 Que pudo haberla asfixiado hasta que le quedaron “los ojos rojos, como para afuera.”
12 Que pudo estar involucrado en el traslado del cadáver porque la testigo también señaló que “uno de esos días lo vi a Néstor con una bolsa de color gris entrando a la casa, que la bolsa estaba vacía”.
La Dra. Rapazzo ante la Comisión dirá sobre el particular:
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Usted recuerda el rol de Altamirano, por ejemplo, en el hecho?
Dra. RAPAZZO.- No recuerdo exactamente cómo describimos el hecho, pero sí que había sido partícipe necesario del homicidio de Candela.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Del homicidio?
Dra. RAPAZZO.- Partícipe necesario.
Sr. DÓNOFRIO.- ¿Y el rol activo que tuvo?
Dra. RAPAZZO.- El rol activo, si mal no recuerdo, es que la había mantenido cautiva dentro de su casa por un determinado tiempo, que no puedo especificar.
Era uno de los que tenía la llave de la casa de la calle Kiernan, igual que la señora Cabrera; eran las dos únicas personas que tenían la llave, lugar en donde se encontró ADN de la nena, tanto en un bol como en un vaso. Yo no participé de este allanamiento, pero sí lo recuerdo.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿En la casa de Altamirano no se encontró ningún rastro?
Dra. RAPAZZO.- En la casa de Altamirano no se encontró absolutamente nada de la nena. Sí se encontró ADN de la señora Cabrera, pero no de la nena. (…)
Sr. D´ONOFRIO.- Entonces, ¿primero estuvo cautiva en la casa de Altamirano y después en la casa de la calle Kiernan?
Dra. RAPAZZO.- No se puede establecer. No le puedo decir ni siquiera si estuvo, cuántas horas o no. Solamente por hechos testimoniales tenemos eso, no tenemos ningún testigo directo del hecho.
Sra. LARRABURU.- ¿Qué testimonial?
Dra. RAPAZZO.- Hay una testimonial de identidad reservada que habla sobre que estuvo en la casa de Altamirano y en la casa de la calle Kiernan. Si mal no recuerdo, se llega por un vecino porque había movimientos extraños, y se decide allanar; ahí aparece el ADN. Después, si hay más testimoniales, la verdad no recuerdo; específicamente, esa sí me acuerdo.
Sra. LARRABURU.- ¿Antes o después del 308 es la testimonial del testigo de identidad reservada?
Dra. RAPAZZO.- Creo que antes, porque se utilizó para el 308. (…)
Sr. D’ ONOFRIO.- La Fiscalía, en el desarrollo del hecho, establece que hay dos lugares donde estuvo Candela: en la casa de Altamirano y en la casa de la calle Kiernan, sin descartar que pudo haber estado en algún otro lugar. ¿A qué atribuye que no haya habido ningún otro rastro físico de su paso por ahí?
Sra. RAPAZZO.- No le puedo decir. En lo de Altamirano, solamente se entiende que estuvo por los dichos de los testigos, no porque haya ADN, porque ADN no hay.
En el discurso periodístico también, como lo hace la Auxiliar letrada, se significan y validan los dichos de esta testigo. Los dichos se “filtran” a los medios y la versión periodística los ordena, dando sentido a las incoherencias. En el portal de noticias de Clarín, el 07/09/11 a las 20:52: “Los datos, que se conocieron hoy, de la declaración de un testigo de identidad reservada fueron los que la Fiscalía utilizó como argumento para que el juez de Garantían N°4 de Morón, Alfredo Meade, libre la detención de las cinco personas aprehendidas en la madrugada del lunes: la depiladora y dueña de la casa de Kiernan al 900 Gladys Cabrera (41) y el carpintero Ramón Néstor Altamirano (55, de la casa Charrúas 1081) están acusados de partícipes necesarios del crimen” (…) Además, este testigo admite que la nena de 11 años habría estado cautiva en las casas del carpintero Altamirano y en la de la calle de Kiernan 992, que pertenece a Gladys Cabrera, según informaron hoy fuentes judiciales. (…) Lo que siguen son párrafos de la declaración del testigo de identidad reservada: "El martes 23 de agosto a la mañana vi a Néstor, el carpintero, con la mujer (NdeR:Nelly), con un bolso, Tupper y plato... Nelly estaba rara, daba vueltas y se movía para todos lados. La vi también a Candela a la vuelta de mi casa...". "Néstor y el sobrino se fueron en un Gol azul. Llevaban comida y ropa... No se  llevaban a la nena por la fuerza. Le habían prometido comida y ropa..."."Se fueron Néstor y Nelly a la casa de Charrúas 1081. El martes cuando dormía le taparon la boca, escuché unos pasos y cómo rasguñaban las paredes. Golpeé, y empezaron a rasguñar más fuerte. Volví a escuchar golpes, y después nada. También después una frenada de un auto, y una voz pidiendo ayuda. Subieron a un auto azul, se fueron a la casa rosa de Kiernan...". "El miércoles pasado por la noche en la casa escuché pasos y movidas de mesas... Después lo vi a Néstor con pintura rosa en la mano y un pelo largo enganchado en la uña...".


Es sorprendente reparar en que  todas las modificaciones (algunas destacadas con negrita por nosotros) tienden a dar más coherencia y ajustar los dichos de la testigo.

Por el plan de trabajo y la metodología establecidas en la Comisión, se pudieron comparar: la lectura y análisis de la declaración en el expediente, con el testimonio de una de sus responsables directas, la Dra. Rappazzo, y el relato de este hecho realizado por los medios. Pero también se escuchó, en la Comisión, el testimonio de Néstor Altamirano. Sus dichos completan el análisis y revelan la hondura y gravedad del problema. Transcribimos fragmentos de su declaración: “Me llevaron detenido, me interrogaron, primero fui como testigo a la comisaría, y por sorpresa me preguntaron cosas que yo no sabía de que se trataba. Me preguntaban de todo, de mis amantes, de si yo tenía fiestas sexuales con menores, todas esas cosas. (…) Bueno ahí me tuvieron hasta la 1 de la mañana, declarando, y después me vinieron a buscar. Allanaron mi casa y no encontraron nada. Me vinieron a buscar un día lunes, que yo llegaba del trabajo en bicicleta, me estaba esperando un auto y me dijeron que el comisario quería hablar conmigo. Yo salí así, como estaba, desabrigado, sin medias, pensando que iba y venía. Me tuvieron ahí, me tomaron declaración, me preguntaron sobre todo este tema de la chica, que dónde la tenía. Me acusaban, directamente, si yo era amante de la dueña de casa. Aturdido, no podía creer lo que estaba escuchando. (…) Después, a las dos de la mañana, más o menos, no me acuerdo, porque a esa hora ya estaba totalmente aturdido, me entran en un salón, más o menos la mitad de este, unos hombres que supuestamente eran los jefes de ahí, y me querían hacer decir en un último intento que confiese dónde, lo que yo sabía, a quién le tenía miedo. Entonces, uno que estaba sentado al lado mío me pega fuerte en la nuca. (Hace el gesto del golpe). Y me dice “decí lo que sabés”, me pasó un escalofrío por todo el cuerpo, y me volvió a pegar. Entonces ahí, en ese momento, recién reaccioné, porque hasta ese momento no podía entender lo que estaba pasando. No sabía nada, no tenía nada que ver. Y le digo “Yo quiero un abogado porque me están tratando de hacer decir cosas que yo no sé”. Y me dicen “bueno te vamos a poner un abogado, pero a él le vas decir todo lo que sabés”. Y me llevaron esposado, detenido, y me hicieron firmar un papel que decía “partícipe necesario”, o algo así. Me llevaron esposado a la comisaría de Ituzaingó, a la Tercera”.

“Después estuve ahí incomunicado, y me llevaron a la fiscalía para que me designen un abogado porque yo no tenía abogado, ni tenía la menor idea. Y me atendió el defensor oficial Rampolla. Y él me preguntaba, me volvía al mismo interrogatorio, me decía que diga lo que sé, que cuente. Y yo le decía que no tenía nada que ver, que no sabía nada, absolutamente nada. Había dos secretarias y les dice “chicas salgan afuera, salgan un momento, cierren la puerta”. Una vez que se van, me dice “Yo soy tu confesor. Decime lo que sabés”. Yo le decía “No sé nada. ¿ Qué quiere que le diga?” “Decime: ¿en tu casa van a encontrar algo positivo, algo?” “Nada, no hay nada”. Me decía: “por ejemplo, los rasguños que tenés en el pecho…” porque tenía unos rasguños acá (Se señala el pecho). Le digo que “Estos rasguños son de una perrita que tengo que se me sube acá…” (Se señala el hombro), “…y cuando yo la quiero bajar me rasguña”. Y me dice “Eso no sirve, fijate que eso es mentira, si fueran de una perrita habría un montoncito”. Y yo le digo que es una perrita. SI quiere hacemos la reconstrucción, delante del fiscal, o donde quiera usted (…) Después viene y me dice “Uy, estás complicado, estás hasta las manos”. Y me dice “mirá, vamos a hacer una cosa, porque vos vas preso seguro, te van a condenar seguro. Lo que vamos a hacer, para aliviar un poco la pena, es que vamos a decirle al fiscal que vos solamente le dabas de comer a la nena, pero que no la mataste”. Y yo le dije “no, no pudo decir eso, si yo no lo hice”. Entonces no declaré”.

Lo que resta en la declaración de la testigo de identidad reservada cumple otra función. Introduce, de modo abrupto, un nuevo personaje: “Hugo” (“Que Hugo es un transa que anda en el barrio, y en la semana lo vi que fue a la casa rosa también” (…) “Que tanto Hugo, Nelly y Néstor, iban y venían a la casa rosa. Que Candela estaba ahí adentro”). Para comprender la importancia de esta inclusión se debe incorporar otro elemento al análisis. Hugo Bermúdez, como se verá en el punto 4.1.c , ya ha ingresado al expediente. Y es preciso vincular los dos escenarios.

Consultada la Dra. Rappazzo sobre el modo en que se había llegado a vincular al resto de los imputados, todos en mayor o menor medida vinculados a actividades delictivas, con la depiladora de Capital Federal y un carpintero que hace 22 años que vive en el barrio, a quienes todos conocen y que anda en bicicleta, contestó: “No le puedo decir cómo llegamos al encuentro entre Gómez, López, Bermúdez y Moreira, que cometían ilícitos habitualmente, con Cabrera y Altamirano, que no tienen antecedentes ninguno de los dos”.


4.1.c. Ampliación y contradicciones
(Declaración testimonial bajo reserva de identidad, recibida por fiscal Dr. Tavolaro y secretaria Dra. Guillermina Rappazzo. Cuerpo XV fojas 3.855/3.856 16-09-11)
La testigo de identidad reservada, cuya declaración testimonial se acaba de analizar, se presentó nuevamente el 16 de septiembre (12 días después de su primera declaración) a fin de ampliar su testimonio. El propósito principal de su nuevo testimonio es ampliar sus dichos sobre Hugo Bermúdez. Hugo Bermúdez es detenido el 7 de septiembre. Buena parte de la acusación contra él, el sexto detenido, se basa en los testimonios aportados por esta testigo en la declaración anterior. Pero esto será analizado en el punto 4.2. En cuanto a sus dichos sobre Altamirano, Cabrera y las dos casas de cautiverio, que ahora se analizan, la testigo afirma que “ratifica sus declaraciones aportadas anteriormente”. Es ostensible el interés, pese a la ratificación que quiere hacer, por ordenar algunos de los datos aportados. Sin embargo, al hacerlo, cae en flagrantes contradicciones que, como es habitual, no merecen indagatoria por parte del fiscal. Así la testigo señala: “Que entre el martes y el jueves siguiente a que Candela desaparezca, yo me encontraba en el comedor de mi casa, empecé a escuchar ruidos en la casa de al lado y de golpe escuché la puerta de arriba de la casa de al lado y no escuché más nada, que esto era más o menos las dos o tres de la mañana”.
 
En la declaración anterior había señalado que fue el martes por la noche y que ella estaba durmiendo cuando la despertó el ruido de alguien a quien le tapan la boca y pasos.

Que a eso de la cuatro de la mañana, yo ya estaba acostada, y empecé a escuchar como que subían y bajan la escalera de al lado y volví a escuchar como que cerraban la puerta otra vez. Que la mujer dueña de la casa en la que vivía, estaba conmigo cuando escuchamos los pasos, y me decía: “Escuchá, la escalera”.
 
Con esta declaración coherentiza sus dichos con la testimonial de Mariela Susana Núñez (la dueña de la casa) en la que, como ya se señaló, se refiere a ruidos de subir y bajar la escalera.


Que al día siguiente, era tarde, y estaba en mi casa, y vino Mariela, y me dijo, escucha, se están llevando a alguien, entonces fui para afuera, y en ese instante escuché la frenada de un auto, que vi que era un Gol oscuro, y vi como el auto se iba arando y vi como que doblaba para el lado de la casa de Kiernan 992.


En su declaración anterior, sucedía todo en la noche del martes. Ahora no aparecen los gritos de “Ayuda, ayuda” y que ve cómo suben a una nena al auto. Salva entonces la inconsistencia de haber visto al auto ir a “la casa rosa”, por esta versión más razonable: vio que “doblaba para el lado de la casa de Kiernam 992”.

Se referirá con más precisión a la casa donde estuvo cautiva Candela. Hasta ahora siempre la refería como “la casa rosa”, expresión poco apropiada para alguien del barrio que conoce el lugar y a sus protagonistas. Ningún vecino la llama “la casa rosa”, por la sencilla razón de que no era rosa. Recién el domingo 28 de agosto, para sorpresa de los vecinos apareció pintada de rosa (inclusive en algunas de las declaraciones de vecinos, describen el color como “salmón” o “naranja”). La denominación “la casa rosa” es policial- periodística. Para los vecinos antiguos del barrio, es la casa de Segunda Pachila, o “lo de Pachila”. Para los más nuevos, la casa abandonada de Kiernan.
 
4.1.d. Dos testigos de identidad reservada, vecinos colindantes de Kiernan 992
(Declaraciones testimoniales bajo reserva de identidad, recibidas por fiscal Dr. Tavolaro y secretaria Dra. Rappazzo. Cuerpo X fojas 1.888/1.889 10-09-11 y fojas 1890/189110-9-11)
El 10 de septiembre, se reciben dos declaraciones de testigos que piden se reserve su identidad. Sin embargo, por sus dichos, al identificarse como vecinos colindantes de la vivienda de Kiernan 992, no quedarán resguardadas totalmente sus identidades. Uno sería la persona que vive en Kiernan 990, otro en 994, salvo que la misma persona haya declarado dos veces el mismo día. En la casa de calle Kiernan 990 se domicilia Juan Aurellio Cavalleri, quien no sólo había prestado declaración testimonial, sino que fue uno de los testigos de los allanamientos a Kiernan 992. En su declaración no hace referencia a los hechos consignados en las dos declaraciones de testigos de identidad reservada. Parece poco probable que nueve días después de su declaración, se vuelva a presentar, esta vez haciendo reserva de su identidad.


La primera (Cuerpo X fojas 1.888/1.889), no trae novedades a la causa, el único propósito parece ser reafirmar, con otro testimonio, la vinculación de Kiernan 992 con el hecho y señalar que Altamirano es, en realidad, una mala persona. También aportará que la vivienda de la familia de Gladys Cabrera “siempre fue una casa rara”. Se consignan algunos pasajes de la misma: “Que entre las 02:00 y las 03:00 de la mañana del día lunes 29 de agosto de 2011, yo me encontraba durmiendo, cuando escuche que como gritos, como que alguien discutía, en la puerta de la casa sita en calle Kiernan 992 de la Localidad de Villa Tesei, partido de Hurlingham, que también escuché la puerta de esta casa como que abrían o cerraban una reja, que miré para la calle y no vi a nadie, y me volví a dormir”.

Como se pretende afirmar que posiblemente Candela haya sido asesinada en esa casa, en fecha estimada 29 de agosto, es oportuna esta declaración, que no dice nada pero sugiere. Nos parece innecesario insistir con la cantidad de testimonios que contradicen esta afirmación.

“Que hace muchos años, cuando vivía la vieja, Segunda, tenían varias gallinas, y a veces en mi terreno me aparecían gallinas muertas, como que hacían Umbanda. Que siempre fue una casa rara”. “Que el día domingo 28 de agosto de 2011, estacionó en la puerta de la casa sita en la calle Kiernan 992 de la localidad de Villa Tesei, Partido de Hurlingham, una traffíc de color blanco, más moderna a la que tienen secuestrada, (…) Que esta camioneta, tenía dentro muchas latas de plástico de pintura de 20 litros, que la puerta de la camioneta estaba abierta, así que cuando pase por al lado vi el interior de la misma”.

Nuevamente, los testigos de identidad reservada introducen en el relato latas de pintura y alguna Trafic blanca, aunque no tengan la menor relevancia. La reiteración de la existencia de una “Trafic blanca”, se inicia el mismo 31 de agosto, cuando en el relevamiento “en espiral” una vecina declaró haber visto en la zona, cerca de las 12 horas del día 31 de agosto, a una camioneta Trafic color blanca, circulando a escasa velocidad y a su conductor, una persona de aproximadamente 50 años, en actitud sospechosa, mirando hacia ambos lados de la calzada (Testimonio de Estella Maris Bonetto fs. 3358 del cuerpo XVIII de las actuaciones complementarias).

A partir de este dato, la Trafic blanca del novio de la hermana de Falasco, primero, y la Trafic blanca del fletero que contrata Cabrera, cayeron bajo la mira de la investigación. En el caso de la declaración de la testigo analizada en el punto anterior, agrega que Hugo Bermúdez, además de la Partner bordó que todos mencionan y que efectivamente usaba, también circulaba en una Trafic blanca. En cuanto a las “muchas latas de pintura” que observa en su interior, resulta llamativa la mención. Para el domingo 28 cuando, según el testigo, estacionó una Trafic con latas de pintura, Inciarte ya había iniciado los trabajos de pintura. El propio Insiarte en su ampliatoria señala: “Que el miércoles (24) llegué a eso de las diez de la mañana y esperé en la puerta de la casa hasta las once que llegó la señora Gladys. Que de ahí me fui a comprar la pintura al Plaza Oeste y me vine con un remis hasta la casa nuevamente y pinté el dormitorio de los chicos” (fs. 832/834 de la I.P.P). De hecho, la factura de compra de pintura que fue presentada como prueba en el expediente, está fechada el 24 de agosto. Además de pinceles, rodillos, lijas, tonalizadores, etc. la factura consigna la compra de dos (2) latas de Latex Lider de 20 litros. Dos latas no parecen “muchas latas”. El tema es irrelevante, la forma e intención del armado de estos relatos, no. Por ejemplo: El 1º de septiembre, como ya se señaló, a las 8.11 de la mañana, C5N da la primicia de “la casa donde presuntamente estuvo cautiva Candela”. En diálogo telefónico, el movilero comenta con el periodista Kablan las alternativas: “Una vecina nos contó hace instantes que un grupo de gente pintó el frente de la casa el domingo…”. Kablan comenta: “un día… poco habitual para algo así”. Todos sabemos que es absolutamente habitual que se aproveche el domingo para pintar la casa en los barrios.


En la segunda declaración, que en el expediente esta contigua (Cuerpo X fojas 1890/1891), no hay referencia a la pintura. El testigo declara: “Que el día miércoles 31 de agosto de 2011, me encontraba en mi casa, acostado en la cama durmiendo la siesta, y siendo aproximadamente la hora 15:30, el perro que tengo estaba muy inquieto y no dejaba de ladrar, me levante y fui hasta el patio, observando que el perro trataba de saltar a la casa lindera, que esta casa queda en la calle Kiernan 992 de la localidad de Villa Tesei, Partido de Hurlingham, por lo que me subí para ver si ocurría algo, observando que en la casa mencionada, había un hombre' agachado casi contra la pared lindera, que tenia puesto una remera blanca, con pelo castaño medio larguito, a la nuca, y una mujer que estaba a unos 3 mts. de distancia del hombre, que la mujer era de pelo negro por los hombros, con raya al medio. Que entonces les dije que el perro estaba muy inquieto, y la señora me dijo que me quede tranquilo, que estaban limpiando por que habla muchas ratas. Que el hombre estaba cargando cosas en una bolsa de color negro”. (…) “Que a los quince minutos de esto, el perro se calmo, y no escuche a nadie más. Que al rato me entere que habían encontrado el cuerpo de Candela, pero no le preste atención, que al día siguiente relacione cuando la policía fue para esta casa. Que a estas personas no las había visto nunca antes”.
 
Las descripciones coinciden con las de Insiarte y su pareja que, según el testigo, están limpiando porque había muchas ratas. En realidad, Juan Insiarte, ese día estuvo pintando, desde las 12.30, 13 horas, en que arribó, hasta las 17.30; y su esposa no fue ese día. Por otra parte, como ya fue señalado, la actividad y concurrencia fue muy intensa ese miércoles 31 de agosto, mucho más allá de las 15.30, 15.45, en que, según el testigo “no escuché a nadie más”. De hecho, además de Insiarte pintando, pasaron el fletero Valenzuela, el tornero Alfredo Monteros y su hijo (medio hermano de Gladys) que fueron a buscar cosas en los fondos para llevarse, retirándose a las 16.30; y la señora Cabrera y su hijo de diez años que se retiraron a las 19.30.


Nada de lo relatado por el testigo parece tener ninguna relación con el hecho, salvo la sugerencia:“Que el hombre estaba cargando cosas en una bolsa de color negro”.

Es llamativo en estas declaraciones la referencia a la “moralidad” de Altamirano que el primer declarante (Cuerpo X fojas 1.888/1.889) pone en boca de “un vecino”: “Que en el día de la fecha (10 de septiembre) me encontraba hablando con un vecino del caso de Candela, y yo le dije "Che, metieron preso a cualquiera, ese carpintero.." y la persona esta me dijo: "sí, ese carpintero es un hijo de puta, se culió a la madre, a la hija y la abuela..". (Se refiere sin duda a Segunda Pachila, su hija y Gladys Cabrera).

Esta afirmación remite al contenido de algunas de las preguntas del interrogatorio policial al que se refirió Altamirano en su testimonio: “Me preguntaban de todo, de mis amantes, de si yo tenía fiestas sexuales con menores, todas esas cosas. (…) Me acusaban, directamente, si yo era amante de la dueña de casa”.

El 10 de septiembre, en que el testigo declara, Nilda Pistán, la esposa de Altamirano, es abordada por los medios a la salida de tribunales donde había sido recibida por el Juez Meade. “Es un engaño terrible, no la conocíamos a Candela”, afirma.

Desde la detención de los cinco imputados se generalizan las manifestaciones de vecinos en apoyo de los detenidos. Las marchas por Candela son reemplazadas por las “marchas de los perejiles”. En su edición del 7 de septiembre, Clarín publica una nota que grafica elocuentemente la situación en el barrio de “la casa rosa”: Dicen que son gente honesta y de trabajo. Y que no tienen nada que ver con el caso.


Por CANDELARIA SCHAMUN
El barrio lo defiende. Lo conocen como “El carpintero”, un hombre correntino, flaco y rubio, que siempre andaba en bicicleta. Es Ramón Néstor Altamirano, que ahora está imputado por el caso Candela. Según sus vecinos, era el encargado de darle de comer al perro de la casa de la calle Kiernan 992 (…) Pero los investigadores, que encontraron allí muestras de ADN de la víctima, creen que en realidad a quien alimentaba era a la nena. “No mata a una mosca. Pobre tipo, están apurados por agarrar a alguien y se meten con trabajadores que no tienen nada que ver con el caso. Este pobre hombre es un perejil”, dice a Clarín un vecino del barrio que lo conoce. (…)
 
“Nosotros no podemos creer que ahí estuvo la nena. Seguimos el caso todos los días. Son buenos vecinos, pero nunca se sabe que hacen puertas adentro. Los fines de semana venía la dueña con su hijito a darle de comer al perro”, dijo Susana, una mujer que vive frente a la casa señalada por los investigadores. Susana recordó que el hijo de la dueña de la casa –Gladys Cabrera, también detenida– amaba al perro. “Es bravo, le daban de comer desde lejos y la mujer nunca dejaba que su hijo se acercara solo”, dice la mujer mientras baldea el frente de su casa.


“El carpintero no jode a nadie, es un laburador de toda la vida. (…) “Estamos sorprendidos que un tipo así, que cuida a su mujer que tiene cáncer, este metido en esto. No lo podemos creer. A todos nos hizo algún trabajito con la madera”, explicó otro vecino, indignado.

Desde el expediente, un testigo de identidad reservada parece presentarse para dar respuesta a esta situación.

La Comisión se ha ocupado de analizar estas dos declaraciones porque el Fiscal las incorpora como “TESTIMONIOS OFRECIDOS POR FISCALIA PARA SOLICITAR LA PRESION PREVENTIVA” (Cap. III. Punto V.- AUTORÍA Y RESPONSABILIDAD ). No porque guarden relevancia para la investigación de lo sucedido.
Ese mismo día, 7 de septiembre, en que Clarín publica la nota de “los perejiles”, el Dr.Casal, Ministro de Seguridad y Justicia de la provincia, enfrenta duros cuestionamientos sobre el accionar policial en una reunión informativa ante presidentes de bloques y autoridades de la Cámara de Diputados provincial. En la edición de Clarín del 8 de septiembre, su corresponsal en La Plata, Fabián Debesa, señala: “Fue un encuentro a puertas cerradas que incluyó una exposición detallada del caso. Según pudo reconstruir Clarín, el funcionario consideró que se trató de un “homicidio limpio”, porque los responsables no dejaron indicios previos y actuaron “con gran profesionalismo” para concretar el delito”. Realmente, es poco creíble que una banda formada por una depiladora, un carpintero, un fletero, un tornero de 75 años y su hijo, todos sin antecedentes penales puedan ejecutar un “homicidio limpio” y actuar “con gran profesionalismo”. Se impone conseguir imputados que tengan un perfil más acorde con las circunstancias, más allá de los que vinieron junto con la casa.


4.2. Aportar una banda que, verosímilmente, haya podido cometer este crimen.
El sexto detenido en la causa es Hugo Elvio Bermúdez. El 7 de septiembre, por la mañana, es aprehendido. Por la tarde, allanan su domicilio, Avellaneda 290, en Morón.


Es el primer detenido con antecedentes y que, a priori, no se encontraba naturalmente vinculado a la vivienda de Kiernan 992. ¿Cómo llega a la causa? El 2 de septiembre, el Oficial Principal Pablo Daniel Lezcano y el Subteniente Pedro Ríos, ambos de la Comisaría de San Antonio de Areco, declaran haber participado de los relevamientos vecinales “ordenados por la superioridad” en la zona de Kiernan 992. Les corresponden las manzanas comprendidas entre las calles Oyhanarte, Sanabria, Carhué, Le Breton, Bell Ville y Garrigos. Desde las 18.30 a las 20.45, relevaron 55 domicilios. En un sólo caso, ante la consulta policial sobre “si tenía conocimiento o dato alguno para aportar a la presente investigación” la respuesta fue positiva. Se trata de la declaración de Castillón, Sergio Ernesto, domiciliado en calle Garrigós 4241 quién señala que “había tomado conocimiento que una joven que vive y se domicilia en calle Oyhanarte entre Le Bretón y Bell Ville, en una vivienda de color blanca, la cual posee, como referencia, una paloma en el techo, y la misma se llama Patricia Lobos, tenía conocimiento quién había matado a la joven Candela, y que la misma no quería hablar por miedo a que la maten a ella y a su madre. Como así también hizo mención que esta tal Patricia tenía convivencia con delincuentes, y que su novio, alias ‘El Orejudo’, tenía antecedentes por el delito de piratas del asfalto”. Los funcionarios policiales de San Antonio de Areco dan la novedad a sus superiores telefónicamente, y se hace presente en el lugar el Comisario Mayor Sabino, Jefe de la DDI Mercedes, acompañado de su personal y el Crio. Mayor Toso, Director de la DDI Lomas de Zamora.

A partir de esta declaración, ese mismo 2 de septiembre, se producen tres testimoniales. En principio, Patricia Lobo, la novia del Orejudo, que sabe quién mató a Candela. Seguidamente, Yesica Anabela Gaab, amiga de Patricia. Por último, María Josefa Cuatrone, madre de Patricia Lobo. Las tres breves declaraciones aparecen en los Legajos de Actuaciones Complementarias Policiales, fojas 3.766, 3.767 y 3.768, respectivamente. Más allá de que se puede precisar que “el Orejudo” es Hugo Bermúdez, nada sustancial aportan que vincule a Bermúdez con el hecho. Patricia Lobo, en particular, refiere que lo que sabe del caso es lo que ve por televisión y que Ilan, el hijo de su amiga Yesica, estuvo en el lugar donde apareció el cuerpo de Candela y les contó lo que vio. Su amiga Yesica coincide, en general con el relato de Patricia Lobo. En cuanto a María Josefa Cuatrone, en lo sustancial, reproduce lo dicho por Castillón, en cuanto a que su hija Patricia sabe, pero por miedo no habla.

Entre el 10 y el 28 de septiembre, declaraciones testimoniales de estas personas aparecen en el Expediente, y son utilizadas por el Fiscal en su acusación. La última en declarar es Patricia Lobo, cuya testimonial está fechada el 28 de septiembre, veintidós días después de su declaración ante autoridades policiales. Pero lo llamativo de estas apariciones en el expediente es que declara un nuevo testigo, vinculado a este grupo. Es la pareja de María Josefa Cuatrone. Su testimonio amplía y completa el de su pareja (la madre de Patricia Lobo). Se trata de José Ramiro Castillón Claros, que el 14 de septiembre brinda declaración testimonial. Llama la atención que esta persona tiene el mismo apellido que la del único vecino que aparece aportando información en el relevamiento policial del 2 de septiembre al que hicimos referencia. Efectivamente, los datos que llevaron a Patricia Lobo los aporta Castillón, Sergio Ernesto. Doce días después se presenta a declarar Castillón, José Ramiro. Se transcriben algunos fragmentos que clarifican su vinculación con Bermúdez y la manifiesta animadversión y rencor que le profesaba (foja 3519):
“Que Hugo Bermúdez, vivió conmigo en mi casa, cuando salía con mi hijastra, que vivió unos cinco a seis meses en mi casa. Que después lo eché. Que este hombre me hizo la vida imposible (…) Que una vez, Hugo, le mordió el cuello a mi mujer, que es una persona muy agresiva, manipuladora, es más tengo una denuncia hecha contra él por amenazas y abuso de armas.”.

Por su parte, María Josefa Cuatrone declaraba el 10 de septiembre (fs. 2084/2086): Que la dicente manifiesta que conoció a Hugo Bermúdez a través de su hija, ya que mantuvo una larga relación con la misma llegando a convivir (…) Que en ese tiempo, llegó a ser seducida por el mismo, y tener relaciones sexuales a la vez que estuvo con su hija, abusando de su confianza.”

Es entendible el rencor de José R. Castillón contra Hugo Bermúdez:  Teniéndolo alojado en su casa en tanto pareja de su hijastra, mantuvo enparalelo relaciones con su pareja. Es comprensible que Castillón, Sergio E. (sin duda pariente del anterior) compartiera este rencor contra Hugo Bermúdez, ya que el conflicto llegó a tener fuertes dimensiones que incluyeron denuncias por amenazas y abuso de armas, agresiones y la expulsión de Hugo Bermúdez de la casa de Castillón, José. Es decir, así como el 31 de agosto, a través de un dato aportado por un vecino en un relevamiento vecinal, aparece la vivienda de Kiernan 992 como lugar del hecho; el 2 de septiembre ingresa a la causa “el autor material”.

Así como a la casa de la calle Kiernan se llega por las entendibles sospechas que a un vecino le provocan la aparición de nuevas personas en la casa y algunos movimientos, que rápidamente pudieron ser explicados; creemos que aquí se llega a Bermúdez por el entendible rencor que sienten los Castillón (Sergio y José) y la propia María Josefa Cuatrone contra Hugo Bermúdez. Digámoslo en palabras del Juez Naldini cuando se refirió a la casa de Kiernan 992: “Como se puede apreciar, las razones por las cuales se allanó la vivienda de Kiernan 992 no guardan ninguna relación con el hecho investigado”. (…) “Es por ello que el análisis de la prueba incorporada con posterioridad al allanamiento, debió haber sido realizado con una rigurosidad que no han tenido ni el Fiscal ni el Juez de Garantías. Sin duda llama la atención que luego que se realizara el allanamiento de la finca – insisto, por motivos para nada sospechosos-, y luego que fuera individualizada en los medios de comunicación, surgieran testigos de identidad reservada (cuya fiabilidad analizaré más adelante) que vincularan a dicho inmueble con lo ocurrido”. Estamos en condiciones de afirmar que las razones por las cuales se llegó a vincular a Hugo Bermúdez con la causa no guardan ninguna relación con el hecho investigado. En consecuencia, llama la atención que luego que se realizara la vinculación de Bermúdez con la causa, surgieran testigos de identidad reservada que vincularan a dicha persona con lo ocurrido. Porque exactamente esto es lo que sucedió. Dos días después, la misma testigo de identidad reservada que incriminó a Altamirano afirma “Que se comenta en el barrio que Hugo fue quien la mató, que a él se le fue la mano”.

El 2 de septiembre, objetivamente, lo que la investigación policial obtiene es un perfil:
13 Una persona con antecedentes, vinculado al barrio porque tiene “una novia” a pocas cuadras de Kiernan 992,
14 Posibilidad de encontrar testimonios entre los vecinos barriales que hablen mal de él (no hay riesgo de “marchas de los perejiles”), y un grupo de personas con motivos suficientemente poderosos como para no tener demasiados escrúpulos en incriminarlo, como de hecho sucede, con Castillón y Cuatrone pocos días después, cuando se presentan a declarar en la causa.
No hay nada más. Este perfil, adecuado para subsanar los problemas que enfrentaba “la investigación”, será señalado dos días después por un testigo de identidad reservada como el “autor material”.


4.2.a. La testigo de identidad reservada que incrimina a Hugo Bermúdez
(Declaración testimonial bajo reserva de identidad, recibida por fiscal Dr. Roberto M. Tavolaro y secretaria Dra. Guillermina Rappazzo. Cuerpo V fojas 826/827 04-09-11)
Ya se ha analizado precedentemente cómo se construyen estos relatos y sus características; inconsistencias, incoherencias, generalidades y falacias. La Resolución de Cámara señaló las falencias procesales. La Comisión analiza cómo, a través de diversos testimonios de identidad reservada, se va conformando la “banda” a la que se imputa la autoría del hecho. Como ya se ha dicho, la misma testigo de identidad reservada cuyo testimonio cumplió la función de criminalizar al carpintero Altamirano para que las muestras de ADN no fueran la única prueba que uniera a la casa de la calle Kiernan con el hecho, es la que responsabiliza a Hugo Bermúdez de haber asesinado a Candela Sol Rodríguez.


En las dos declaraciones hace referencia a Bermúdez. En la primera, del 4 de septiembre, en forma abrupta, lo introduce, sin que se registre la mediación de una pregunta de parte del fiscal. Señala la testigo: “Que Hugo es un transa que anda en el barrio, y en la semana lo vi que fue a la casa rosa también. Que en la semana le mando un mensaje a Mariela diciendo que se iba por que estaban haciendo allanamientos y tenía miedo y Mariela le dijo, bueno, pero a mí no me metas en tus quilombos. Que después de ese mensaje Hugo no apareció más, que Hugo vive sobre la calle Kiernan llegando a Vergara, en una casa blanca con pared, con rejas rojas, con puerta de chapa rojo, en la esquina, que a la mujer de Hugo le dicen La Pato, porque se llama Patricia, y tienen una camioneta blanca y una roja. Que tanto Hugo, Nelly y Néstor, iban y venían a la casa rosa.” (…)

“Que se comenta en el barrio que Hugo fue quien la mató, que a él se le fue la mano. Que Hugo conocía a Candela y a la familia y éste tenía problemas con la familia de Candela”.
Con estos datos, el Fiscal solicita el 7 de septiembre la detención de Bermúdez (fojas 1355/1362), y el Juez de Garantías, ese mismo día, la autoriza (foja 1440). También ese día se le toma Declaración (Art. 308) y Bermúdez accede a declarar afirmando su inocencia.

El Fiscal no subsana la vaguedad e inconsistencias de los testimonios, en búsqueda de profundizar en la veracidad de los dichos. ¿Cuándo fue a la “casa rosa”? ¿En qué circunstancias lo vio? En esa misma “semana”, a partir que recibe el mensaje Mariela, “Hugo no apareció más”. No consta en el expediente ningún cruce telefónico que confirme que Hugo y Mariela se comunicaban. Tampoco se corresponde el supuesto mensaje con los hechos. Pasó “esa semana” (del 22 al 31 de agosto) y Hugo no se fue a ninguna parte. De hecho, a Bermúdez lo detienen el 7 de septiembre en su domicilio, que no es Kiernan llegando a Vergara, sino Avellaneda 290 de Morón. No se corresponde el hecho de que no lo haya visto más, como reafirmación de lo dicho por Bermúdez en el mensaje (que se iba porque estaban haciendo allanamientos y tenía miedo), con la acusación de ser el autor material, ya que en la acusación se establece que le dio muerte entre el 29 y el 30 de agosto en la vivienda de calle Kiernan 992. La mención a que tiene “una camioneta blanca y una roja”, para agregar a la Partner bordó que realmente conducía, la ya mítica Trafic blanca vinculada por el discurso policial- mediático al hecho. La poco creíble aseveración con que vincula sus dos relatos: “Que tanto Hugo, Nelly y Néstor, iban y venían a la casa rosa”; y la vaga y nunca probada vinculación de Bermúdez con la familia de Candela: “Que Hugo conocía a Candela y a la familia y éste tenía problemas con la familia de Candela”

Resulta gravísimo que el fiscal haya solicitado y el Juez de Garantía, Dr. Meade haya validado la prisión preventiva de Hugo Bermúdez, sindicándolo como autor material, a partir de lo manifestado por esta testigo: “Que se comenta en el barrio que Hugo fue quien la mató, que a él se le fue la mano”.

Tal como sucedió con los dichos sobre la calle Kiernan, rápidamente se filtra a información al “expediente mediático”, cuyo indudable actuario es la cúpula policial: “Según fuentes de la investigación, tendría antecedentes por venta de drogas, conocía a Candela y a su familia, con quienes habría tenido problemas”. (portal de noticias de Clarín 07/09/11, 21:04)
“Candela: señalan a último detenido como autor material del crimen "A Hugo se le fue la mano", declaró hoy ante la Justicia un testigo de identidad reservada, en referencia al sexto demorado en el marco de la investigación, y agregó que "tenía problemas" con la familia de la nena asesinada” (Diario El Día, edición digital, 7 de septiembre, 21.40 hs)


4.2.b. Se consolida la imagen de Bermúdez como “psicópata sexual”
(Declaración testimonial bajo reserva de identidad, recibida por fiscal Dr. Roberto M. Tavolaro y secretaria Dra. Guillermina Rappazzo. Cuerpo XV fs. 3.855/3.856 16-09-11)
El 16 de septiembre se produce la segunda declaración testimonial de esta testigo de identidad reservada. A diferencia de la anterior, la mayor parte de la ampliatoria está destinada a Hugo Bermúdez: “Que Mariela lo conoce bien a Hugo, que Hugo cuando desapareció Candela empezó a pasar por la zona con la Trafic blanca de él, que es una trafic, relativamente nueva. Que también tiene una camioneta roja, cuadradita, que atrás tiene para abrir. Que también tiene camiones Hugo. Que Hugo es muy violento, que siempre se le hace el novio a chicas, de más o menos 12 o 13 años, se las lleva al Shopping, les compra ropa para después tener sexo con ellas, y si no quieren las golpea. Que a su ex pareja, Patricia, la golpeó un par de veces, hasta una vez la dejó en el hospital toda golpeada. Que Hugo es pirata del asfalto y vende droga. Que a la hija de Mariela, Micaela, la quiso agarrar una vez, pero no la termino agarrando, que como Micaela se droga, él le decía que le daba droga. Que Mariela es muy amiga de Patricia la ex de Hugo, por eso se conocen. Que después del hecho que se la llevaran a Candela, de la casa de Néstor, vi la camioneta Traffic, en la cuadra de la casa de Kiernan, varias veces. Que cuando vi la Traffic de Hugo, también vi a un hombre con una moto negra grande, que se encontraba parado justo en la puerta de la casa de Kiernan 992, que ese día que lo vi, eran como las cinco de la tarde. Que este hombre, es grandote de cuerpo y de cara. Que con el de la moto estaba otro hombre, que no sé quién es y no me acuerdo bien como era. Que en esa semana, Mariela, me dijo que el que tenía a Candela había sido Hugo, que vuelvo a decir que es muy violento y capaz de cualquier cosa. Que Mariela me dijo, que era muy raro que Hugo ande pasando por la zona con una Traffic. Que las juntas de Hugo, van siempre a la calle Kiernan y Santa Mónica. Que Hugo vive en Morón con la familia”.


Han pasado doce días cruciales para la investigación. En esta declaración, la testigo corrige algunos datos erróneos de sus testimonios anteriores y amplía o precisa otros. Hugo vive en Morón con su familia (no sobre la calle Kiernan llegando a Vergara). Patricia Lobo es “la ex de Hugo” (no su mujer). Las juntas de Hugo van a Kiernan y Santa Mónica. Hugo es “pirata del asfalto” además de transa del barrio. Precisa que la camioneta blanca es una Trafic, agrega que posee también camiones, dato falso que refuerza su vinculación a la piratería del asfalto y modifica la caracterización de Hugo, ya no es solamente un transa del barrio. En ésta declaración no ve a Hugo ir a la “casa rosa”, ve a su Trafic en la cuadra de la calle Kiernan; más razonable y en concordancia con otras declaraciones. También señala la “extrañeza” de Mariela al verlo circular en una Trafic blanca, con lo que ajusta a la realidad este dato, ya que todos señalan a la Partner bordó como su vehículo y de hecho es el que se secuestra en el domicilio de Avellaneda 290 de Morón. Establece el vínculo entre Mariela y Hugo (Mariela es muy amiga de Patricia, por eso se conocen). En cuanto al “hombre con una moto negra grande, que se encontraba parado justo en la puerta de la casa de Kiernan 992”, hay que señalar que dos días antes, el 14 de septiembre, el entonces testigo de identidad reservada Roberto Anibal, había referido que Fabián Gómez se desplazaba en “una moto Zanella 200 de color negro”. Este dato se vincula con una ampliatoria que el testigo Marcelo Galante realizó al día siguiente de la declaración de la testigo que estamos analizando (17 de septiembre). Estos “enlaces” se analizan en los puntos 4.3. y 4.4.

Lo más significativo de esta declaración es la inclusión del perfil psicológico y las preferencias sexuales de Hugo Bermúdez, a los que no había aludido siquiera en su declaración anterior. En los 12 días que separan las dos declaraciones se han encadenado diversas circunstancias. En primer lugar: Hugo Bermúdez está detenido y acusado de ser el autor material del hecho.

El 7 de septiembre de 2011, los doctores Brero, Lombardo y Rullán Corna, forenses del Cuerpo Médico Morón, elevan informe pericial, ampliación de la autopsia practicada el 31 de agosto al cadáver de Candela (Cuerpo VIII, fs. 1408/1419). Con los resultados de la pericia histopatológica realizada por la División de Patología Forense de La Plata, ratifican como causal de muerte la  asfixia mecánica por sofocación. Pero también se precisa la naturaleza de las lesiones observadas en el ano. En las conclusiones médicos legales del informe señalan: “…coincidiendo con lo observado macroscópicamente al momento de la necropsia, que origino la toma de la muestra a nivel del ano, se observan lesiones de carácter vital y reciente, que comprometen estructuras superficiales y profundas. Como mecanismo de producción, se reconoce el traumático, compatible con la acción de un elemento duro y romo”.

Al ser consultados por la Comisión, los doctores Lombardo y Rullán Corna, explicitaron los alcances de esta afirmación, señalando que la niña fue abusada. Señaló el Dr. Lombardo:
SR. ASESOR.- ¿Este hecho como lo calificaría?
DR. LOMBARDO.- No soy abogado.
SR. ASESOR.- ¿Y según su experiencia?
DR. LOMBARDO.- Treinta y cinco años.
SR. ASESOR.- ¿Qué calificación le daría cualquier fiscal?
DR. LOMBARDO.- Ha sido abusada, evidentemente, no cabe duda. La hepatóloga lo dice, yo lo vi, lo fotografié. No es que lo tenga que calificar yo. (…)
DR. LOMBARDO.- Lo que estoy diciendo es que esa acción puede haber sido consentida. Pero yo creo que aquí no hubo consentimiento. (…) Para mí no hubo consentimiento, hubo lisa y llanamente una violación. Lisa y llanamente una violación. (…)
SR. ASESOR.- Una pregunta que tal vez no es clave pero que hace al contexto de la situación. Cuando se describe la lesión se la considera “vital”, estaba con vida; y “reciente”. Ese reciente, ¿qué lapso de tiempo puede abarcar, dos horas una, cinco o veinticuatro?
DR. LOMBARDO.- (…) Decimos horas, muy poco tiempo antes de la muerte, por la coloración que ya tenía el anillo, no estaba verde, no estaba amarillo, o sea que tenía horas.


Es decir, el 7 de septiembre, los responsables de la investigación saben con certeza que Candela ha sido abusada analmente poco tiempo antes de morir. Es posible que el propio homicida la haya violado antes de darle muerte. En cuanto a las características más probables de la asfixia mecánica por sofocación, el Dr. Lombardo señala que lo más probable es que haya sido con la palma de una mano: “Yo diría que hubo violencia, más que de una almohada, de una palma; por esas lesiones que aparecen”.


En ninguna de las declaraciones testimoniales que se refieren a Hugo Bermúdez anteriores al 7 de septiembre, existen alusiones a sus preferencias sexuales, ni a características que lo puedan presentar como un pervertido, un psicópata sexual o un sádico.
1 El 2 de septiembre, Sergio H. Castillón se refiere a Bermúdez como “el Orejudo” y señala de él que tiene antecedentes por pirata del asfalto.
2 El 2 de septiembre, María J. Cuatrone se refiere a Hugo Bermúdez y señala que “es de nacionalidad uruguayo, el cual se dedicaba a la piratería del asfalto y se lo conocía con el apodo de Orejón”.
3 Patricia Lobo, su ex pareja con la que aún mantenía relaciones, ni se refiere a Hugo Bermúdez en su declaración del 2 de septiembre. Lo propio sucede con la declaración de su amiga Yesica Gabb, de esa misma fecha.
4 Lo propio sucede con la testigo de identidad reservada que estamos analizando. Recordemos que en su primera declaración, del 4 de septiembre, se refiere a Hugo y lo define como “un transa que anda en el barrio”, sin ninguna otra referencia, pese a que en esta declaración lo sindica como el que mató a Candela.
Por el contrario, en fechas posteriores al 7 de septiembre, es decir, cuando los que conducen la investigación ya saben que Candela fue violada poco antes de morir y que el asesino probablemente uso sus manos para obstruir las narinas y la boca, aparecen en las declaraciones precisas referencias a las preferencias sexuales de Hugo Bermúdez que hacen que su perfil coincida con el del probable asesino. Inclusive, las mismas personas que ya habían declarado sin hacer la menor referencia a este tema, como vimos, en sus nuevas declaraciones introducen profusa información sobre el particular.

Así, María J. Cuatrone declara nuevamente el 10 de septiembre en sede policial (Cuerpo XI, fs. 2084/2087). Como ya se ha señalado, afirma que mantuvo relaciones sexuales con Hugo Bermúdez mientras el mismo era pareja de su hija. El grueso de su declaración lo dedica a describir las preferencias y prácticas sexuales de Hugo Bermúdez. Veamos los pasajes más significativos: “Que Hugo sentía mayor atracción por las mujeres jovencitas (…) que tenía el morbo de hacerle cualquier tipo de actividad o juego que conlleve hacerle notar a Hugo que la persona con la que estaba se hallaba sufriendo o padeciendo dolor, queriendo en oportunidad llegarla a atar para mantener relaciones, agarrarla del cabello y tirárselo, apretarle la cabeza, el cuello o cualquier parte del cuerpo, o querer introducirle cualquier elemento que tuviera a su alcance, llegando a mantener sexo anal, vaginal o bucal, sin importarle cualquier situación de dolor de la otra persona, con tal de que Hugo sienta placer, y en ocasiones al mantener relación bucal con el miembro de Hugo éste llegaba a introducírselo sin sacarlo hasta terminar con la relación, no importándole si la dicente podía respirar o no, llegando en ocasiones a taparle la boca y quizás hasta la nariz como parte del juego sexual y con ello evitar que su pareja hiciera ruidos. Que la dicente considera que en la intimidad es un pervertido y muy violento y considera que necesita ver que la persona con la que esté llegue a sufrir para que Hugo se sienta complacido”.


En cuanto a Sergio Castillón, no vuelve a presentarse, pero sí lo hace el 14 de septiembre José Castillón, pareja de María J. Cuatrone (Cuerpo XIII, fs. 3519/vta.). Ya se hizo referencia a esta declaración en el punto anterior. Aquí solo se destaca lo que refiere a Hugo Bermúdez en el tema que nos ocupa: “Que una vez una vecina me conto que este Hugo había ido a una escuela religiosa que hay cerca de mi casa, y este hombre perseguía a las nenas y las acosaba. Que también por comentarios de un papa de la escuela, me dijo que Hugo les vendía drogas a las nenas rapiditas”.


En cuanto a la testigo de identidad reservada, cuya segunda declaración del 16 de septiembre estamos analizando, nos interesa destacar dos pasajes de su declaración ya transcripta: “Que Hugo es muy violento, que siempre se le hace el novio a chicas, de más o menos 12 o 13 años, se las lleva al Shopping, les compra ropa para después tener sexo con ellas, y si no quieren las golpea. Que a su ex pareja, Patricia, la golpeó un par de veces, hasta una vez la dejó en el hospital toda golpeada. (…) Que a la hija de Mariela, Micaela, la quiso agarrar una vez, pero no la terminó agarrando, que como Micaela se droga, él le decía que le daba droga”.


Es llamativo que, fuera de este pequeño núcleo de personas, ninguno de los numerosos testigos que son interrogados sobre Bermúdez, inclusive sus parejas anteriores, hagan la menor referencia a esta circunstancia. Nos limitamos a los testimonios utilizados por el propio Fiscal para formular la acusación contra Bermúdez, señalando lo que sobre su persona refieren: Testimonio de Jorge Luis Ríos (fs. 1613/vta.): “Preguntado si conoce al señor Hugo Elvio Bermúdez, responde que sí, que lo conoce del barrio y que para con una mujer de unos 30 años de nombre Patricia desconociendo el domicilio de la misma ni el de Hugo. Que todos los conocen a Hugo, pero la mayoría se hace el desentendido porque Hugo tiene antecedentes penales y estuvo preso, y sabe como todo el mundo que éste vende droga”.
Testimonio de Facundo Elías Laborda (fs. 1614): “Preguntado si conoce a Hugo Elvio Bermúdez, responde que sí, que sabe el mismo es un transa de la zona, más conocido por los jóvenes del barrio que por las personas mayores”.
Testimonio de Juan Manuel Cabrera (fs. 1958/1959vta.): el deponente manifiesta que conoce a dicho sujeto desde hace aproximadamente 10 años. Que lo conoce del barrio, por cuanto esta persona vivía a la vuelta de su casa y hace aproximadamente más de un año se mudó de dicho lugar. Que sabe y le consta que fue a vivir a la calle Avellaneda 290... Morón, ya que el deponente concurrió a esta casa a pintar... Que también le consta que Hugo vivía en la calle Cellini 4085 de Villa Tesei, que este lugar corresponde al domicilio de su actual suegra... Que en esta casa sigue viviendo esta mujer, pero sabe que en algunas oportunidades se queda varios días en la casa de Hugo, y éste último también concurre algunas veces a dicha vivienda a visitar a su suegra. Que la vivienda donde reside el deponente se ubica a doce cuadras del domicilio de la calle Kiernan 992 de este medio... que en ese sector, es decir el que se ubica en la calle Kiernan, Hugo es conocido, ya que se crío y vivió en la zona... que preguntado por si Hugo frecuentaba la zona o conocía a alguien que viviera en la vivienda de la calle Kiernan, el dicente manifiesta desconocer si Hugo conocía a alguien de dicha vivienda”.
Testimonio de Jesica Anabela Gaab (fs. 4302/4304vta.): Que preguntada por su conocimiento hacia Hugo Bermúdez, la deponente refiere que es su amigo desde que éste sale con Patricia, o sea unos dos años y medio aproximados. Que Hugo Bermúdez mantiene una relación sentimental con Patricia desde hace seis años a la fecha, pese a que en ese lapso Hugo Bermúdez tuvo otras relaciones paralelas, y también se juntó con Mariana Pérez, una amiga de Patricia, no obstante ello Hugo nunca perdió contacto ni relación con su amiga Patricia Lobo, pese a que entre otras, Hugo tuvo relaciones sexuales con la madre de Patricia. Que preguntada dice que Hugo siempre fue a su casa a ver a Pato, y ha pasarle dinero”. Del testimonio de Juan Ramón Cáceres (fs. 4521/4522): Que al lado de mi casa, vista de frente, del lado izquierdo, tiene como vecinas a la Sra. Leticia, que tiene una hija de nombre Mariana, y que se puso en pareja con un hombre de nombre Hugo, el que como dije me enteré viendo la televisión que es de apellido Bermúdez. Que ese tal Hugo estuvo viviendo en dicha finca hasta unos seis o siete meses antes de la desaparición de la nena Candela. (…) Que sabe por comentarios, y porque me consta que este Hugo no era una buena persona, en esa casa siempre hubo lío, el hijo varón de la señora Leticia fue muerto por la policía cuando andaba robando, así que siempre hubo lío allí. Que es todo cuanto puede decir y recordar”. Del testimonio de Patricia Viviana Lobo (fs. 5475/5476): Que hace 7 años que yo conozco a Hugo Bermúdez, estuvimos conviviendo en un principio en la ciudad de Carhué donde alquilábamos y después en Villa Mitre en Hurlingham en la calle Palermo, no me acuerdo la altura, ahí vivimos 2 años hace unos 4 años atrás. Después nos fuimos a vivir juntos a la casa de mi mamá unos 6 meses, hasta que me peleé y lo eché de mi casa, porque a mí me gustaba andar en la calle y no quería convivir, y un día que volví a casa me entere que Hugo se había “pasado” a mi mamá. Entonces Hugo se fue a vivir con Mariana Pérez que era mi amiga, y yo los había presentado. Que desde ese día no la vi más a ella pero a Hugo sí lo seguí viendo siempre porque me ayudaba económicamente y yo me acostaba con él, ese es nuestro trato”. Que preguntado donde lo veía a Hugo Bermúdez en los encuentros que mantenía en la actualidad, dice: A mi casa no podía ir después del quilombo que se había armado con mi mamá, él me llamaba por teléfono y nos encontrábamos a 4 cuadras de mi casa, me pasaba a buscar y íbamos al telo, o sino a la casa de Yésica, donde se quedaba a comer con nosotras, y un par de veces se quedó a dormir conmigo en esa casa. De Hugo yo sabía que era camionero, y que trabajaba con empresas, pero igual se decía que andaba con el tema de “Piraterías” pero yo no sabía nada”.


Es decir, testigos que, pese a tener muy mal concepto de Bermúdez, no manifiestan una marcada animosidad personal contra él, o no se encuentran en una situación de vulnerabilidad ante la policía, no hacen ninguna referencia a esta supuesta característica de la personalidad de Bermúdez. Desde luego, tampoco hay antecedentes penales que lo involucren con hechos de pedofilia, trata, ni violencia o agresión a sus parejas. Desde este contexto la Comisión se pregunta: ¿Por qué María Josefa Cuatrone y la testigo de identidad reservada no hicieron la menor referencia a esta marcada característica de la personalidad de Bermúdez en sus primeras declaraciones, anteriores al 7 de septiembre de 2011? Porque los que conducen la investigación aún no sabían con certeza que Bermúdez debía ser psicópata sexual.


4.2.c. Un testigo de identidad reservada aporta el 80% de la banda
El 4 de septiembre de 2011, el Oficial Principal César Mauricio Rodas Pérez, Jefe de una Unidad Investigativa de la D.D.I. Morón, brinda declaración testimonial en la que informa que “en la fecha, tomó conocimiento de la existencia de dos personas que podrían aportar elementos de interés para la causa que se investiga.” Señala a continuación que se entrevistó con ambos por separado. Evaluando sus dichos constata que “ambos poseen datos que se relacionan y que podrían ser de interés”. Los invita a prestar declaración testimonial “a lo cual sólo accedieron en calidad de testigos bajo identidad reservada”.
Así ingresa Roberto Aníbal, el entonces testigo de identidad reservada a la causa. En su primera declaración (realizó cinco) involucró en el hecho a Fabián Gómez, alias el Mono; Leonardo Daniel Jara, alias Leo o Loco; Ricardo Alderete; Fabián Espíndola; José Luis, alias EL Pollo, un tal Guillermo, otro sujeto, apodado el Loco; y Perrota, alias el Negro. No todos quedaron imputados en el hecho. Fabián Gómez, Fabián Espíndola, Guillermo López (un tal Guillermo) y Leonardo Jara, fueron acusados, con las falencias ya señaladas por la Resolución de la Cámara III de Apelaciones y Garantías, de ser partícipes necesarios, con pequeños matices en la caracterización de esta colaboración necesaria sin la cual el delito no se  habría podido cometer.


El caso de NN El Pollo, es particular, ya que pasó de ser sindicado por este testigo como partícipe de la banda, a transformarse él también en testigo de identidad reservada.
Con razón, el Fiscal Tavolaro ha valorado en reiteradas oportunidades el aporte de este testigo; hizo lo propio ante la Comisión:
Sra. GAINZA.- ¿Cómo formó su convicción, con qué medios de prueba usted llegó al convencimiento sincero de que el “Topo” Moreira es el autor intelectual y de que Bermúdez es el autor material del crimen?
Sr. TAVOLARO.- Eso está explicado.
Sra. GAINZA.- Si no puede explicármelo, dígame que ya está y listo. Dígame usted.
Sr. TAVOLARO.- El convencimiento es a partir de los testimonios que fuimos recolectando, el principal el de Roberto Arturo Aníbal, a quien le creo firmemente, y es la persona que les dije que fue baleada y tiene tres tiros en las piernas. Nadie va a ir a balear a un testigo si el mismo es mentiroso y miente.


El propio Roberto Aníbal ha manifestado también públicamente el valor de su aporte al “esclarecimiento” del caso. En el testimonio brindado ante la Comisión manifestó:
“Ustedes pregúntenle al fiscal Tavolaro o a Guillermina Rapazzo, a ver, a ver qué dicen, a ver todo lo que yo aporté a la causa, que digan ellos todo lo que me hicieron hacer. (…) ¿Sabe qué me dijo ese Tavolaro? El 80 por ciento es tuyo de esta causa (…) Si a vos te pasa algo… como diciendo…”si rueda tu trasero”, va a rodar el mío y yo no quiero perder los 25 años que tengo de carrera…” (el destacado es nuestro).
Antes de profundizar el análisis de sus declaraciones testimoniales, resulta pertinente hacer referencia al testimonio que Roberto Aníbal brindó ante la Comisión. La circunstancia de que este testigo hubiera renunciado a la reserva de identidad, permitió a la Comisión tomar conocimiento directo de su persona. De esta manera, y en este único caso, la Comisión estuvo en igual condición que la de los policías que aportaron los testigos de identidad reservada y del Sr. Agente Fiscal que les tomó declaración testimonial y valoró sus aportes a la hora de fundamentar su acusación.
 
Descripción de la banda
La primera circunstancia que se destaca es la descripción general de la banda, su vinculación con Carola Labrador y el supuesto móvil del hecho según su testimonio:
Sr. ANIBAL: Bueno, enfrente mío hay dos galpones donde estos delincuentes que son…piratas del asfalto se llaman ¿no? (…) Enfrente, entonces, tenían los dos galpones que todos los días metían camiones de mercadería, todo robado. Ahí estaba Espíndola, Gómez, López, Leonardo Jara y el orejón Bermúdez.
Sra. ARRIOLA.- ¿Todos se conocían entre ellos y trabajaban juntos?
Sr. ANIBAL.- Todos se conocen, igual es como que se conocen de la banda de la mamá; y este caso no se esclareció por culpa de la mamá, porque si ella hubiese dicho la verdad de entrada, esto se hubiese terminado hace rato. Lo que pasa es que mienten, mienten porque hay otra cosa más pesada, otros personajes que no quieren involucrar.
Sra. GAINZA.- ¿La banda de la mamá, qué es eso?
Sr. ANIBAL.- De la mamá…el primer marido de la mamá ¿qué es? Pirata del asfalto (SE REFIERE A PERROTA); el segundo marido de la mamá ¿qué es? Pirata del asfalto. Bueno, si usted se equivoca una vez, no se va a equivocar dos veces en la vida ¿no? Muy simple, la mamá es como la hermana. La hermana en San Martín ¿ qué hacía? Vendía droga. Bueno, ella hacía lo mismo, conocía a todos estos vagos y estos vagos se conocían todos y hacía… (NO SE ENTIENDE) … cuando salía en la tele y decía, “No, a mi hija no”. Basta de mentiras, en el barrio la conoce todo el mundo.
Sra. GAINZA.- A ver, ¿la señora Labrador conocía a estos que nombró, Jara, Bermúdez, López, Gómez, etcétera, porque les vendía droga ?
Sr. ANIBAL.- Sí.
Sra. GAINZA.- No porque estuviera en la banda de los piratas del asfalto.
Sr. ANIBAL.- Se conocían todos.
Sra. GAINZA.- Sí, bueno, pero se pueden conocer y… ¿no estaba ella en ese negocio de la piratería del asfalto?
Sr. ANIBAL.- ¿El negocio que ella hacía? Ella se quedó con la plata, por eso, no devolvió la plata de cosas que habían hecho, no devolvió toda la plata y por eso la agarran estos a la piba. A la piba la agarran para, como quien dice en criollo, apretarla, para que devuelva la plata. Como saliste a los medios y empezaste a decir…
Sra. GAINZA.- Pero la plata ¿de qué era?
Sr. ANIBAL.- La plata de la droga y de una cosa de extorsión que habían hecho
hacía…
En su primera declaración testimonial, como se verá más adelante, también hace referencia a las actividades delictivas de Carola Labrador. Ignoramos en base a qué criterio el fiscal valoró positivamente sus dichos inculpando a Espíndola, Gómez, López y Jara (a Bermúdez ni lo menciona, lo incorporará tardíamente) y desechó la acusación a Carola Labrador.
 
Caracterización de sus integrantes
Resultó también de interés para la Comisión la caracterización de la banda, y de algunos de sus integrantes en particular, que formuló Roberto Aníbal. Hemos optado por extraer de sus dichos los pasajes más destacados y claros sobre el particular, ya que su discurso es por momentos errático, redundante, con acotaciones que distraen del eje principal de su relato, resultando confusas. Valga como ejemplo este fragmento en que se refiere a Espíndola: “Y la señora de ese Espíndola, esa…(no se entiende)… tiene dos hijos y tiene un hijo con ese sarna y tiene un hijo con otro señor, porque ella está casada con otro. Los papás de ellos son correntinos y vivían enfrente y cuando se separó, mirá lo que te estoy contando, cuando se separó la señora del otro hombre, que está trabajando en otro lado, la misma hermana, esa morocha que …(no se entiende)… es tremenda delincuente, tremenda drogadicta igual que el marido que es remisero….(no se entiende)… por eso está con ese sarna. Cómo va a tener un sarna que no labura en ningún lado, no tiene dónde caerse muerto y vive robando. Bueno, la juventud es así ahora, las mujeres piensan así ahora, no todas, algunas no?”.

Lo sustantivo para la Comisión resulta lo que sigue:
“No les da la cabeza para hacer todo lo que hicieron no? (…) no tienen cabeza, ya lo dije, no tienen cabeza para hacer todo lo que hicieron si no hay otra persona que los guiaba, que les decía ‘hacé esto, hacé lo otro’, no lo hacían. (…) Porque no son para ir a robar un banco o un camión blindado, son rateritos, que van y roban cosas así (…) Ya les dije, esa persona (POR ESPINDOLA)) es capaz de tocar timbre para ir a robar porque así son. Pero también son delincuentes, son tremendos delincuentes (…) Sí, yo sé que andaban robando, que tranzaban con la policía (…) Más te puedo decir, hoy robaban dos camiones y capaz que agarraban siete u ocho mil pesos cada uno y ¿qué hacían? Todos con drogas, camperas, vos pensás que iban a pensar en comprar una cama o algo, no, vivían el momento, capaz que caían en cana y no tenían ni diez pesos para pagar al abogado. Esa es la realidad, no es que son vivos, pícaros (…) (REFIRIÉNDOSE NUEVAMENTE A ESPÍNDOLA) Yo sabía que andaba con todos estos porque los otros robaban y éste ¿sabés qué hacía? era el que manejaba los camiones, le daban dos mil, tres mil pesos. (…) los más peligrosos son el Leo Jara, Gómez, el Topo Moreira, ni sabía que tenía ambulancias el Topo Moreira; Bermúdez, todos esos son los más peligrosos”. Es contradictorio que los inculpe y, a la vez, reconozca que no tenían condiciones para encarar un hecho como el de Candela Sol Rodríguez. Los caracteriza como “rateritos”, a quienes “no les daba la cabeza para hacer todo lo que hicieron”.
 
Relacionamiento del testigo con los integrantes de la banda y el personal policial
Es importante destacar sus dichos sobre las circunstancias en las que conoce a estas personas y el tipo de vínculación que mantiene con ellas. El Fiscal Tavolaro también se refirió a estos aspectos en su testimonio ante la Comisión, al dar respuesta a una de las críticas que la Resolución de Cámara señala, en tanto que los testigos de identidad reservada no “daban cuenta de sus dichos”: “Me voy a tomar la licencia no de hacer una crítica, pero sí de dar otra mirada a la que resolvió la Cámara; porque la Cámara se queja de que no se dieron razón de sus dichos. Y él (SE REFIERE A ANIBAL), en su primer testimonio da razón de sus dichos, dice “Yo usualmente les presto plata, y me vinieron a buscar porque necesitaban una moto porque tenían que ‘pirar’, como dicen ellos. Es decir, tenían que irse, desaparecer, porque estaban con “el bondi” de Candela. El hombre dio razón de sus dichos, y por qué. Era su actividad habitual colaborar con esta gente. No cabe duda de que este muchacho aparte de ser carnicero está en ese mundo, con el que colabora, presta plata y no sé qué más”.
En cuanto a Roberto Aníbal, señala en su testimonio:
Sr. ANIBAL: Siempre iban al negocio todos estos, yo los conozco porque iban al negocio, me iban a comprar la carne y hacía menos de un año que había salido porque estaba preso Leo Jara. Entonces iban, me compraban carne y me decían “Che Roberto, hoy tenemos un camión de electrodomésticos, che Roberto…” a mi que me importa si tenés un camión de oro si ese es tu trabajo no? Por eso los conozco bien, ellos venían y me contaban las cosas que pasaban. (…)
Sr. LOPEZ MUNTANER.- Vos decís que los conociste hace tres o cuatro años a Jara…
Sr. ANIBAL.- No, a Jara no, Jara hacía menos de un año que había salido en libertad. A los otros sí, siempre iban a comprar. (…)
Sr. LOPEZ MUNTANER.- Sabés que me cuesta, capaz que tiene que ver con la zona. Me cuesta entender que haya tanta complicidad entre el dueño de una carnicería con cuatro o cinco tipos que están dentro de una banda de delincuencia y que te estén contando, vamos a poner un abogado, vamos a hacer esto, a esta le va a pasar aquello… ¿vos en algún momento tuviste complicidad con la banda o tuviste…
Sr. ANIBAL.- No, nunca compartía nada, ni una coca, ni una gaseosa. Es más, si yo hubiese querido, ellos robaban camiones de carne, es mi trabajo y le podría haber comprado, tenían pollos y les podría haber comprado. ¿me entendés lo que te quiero decir? Es robado, es más barato, porque es la verdad, podía haber hecho eso. Ya lo dije, ellos venían y me contaban todo, no sé, era como… porque no tienen cabeza, ya lo dije (…)
Sr. D´ONOFRIO.- Aníbal, sitúanos un poco. Vos estás dentro de un supermercado chino, está el dueño del supermercado, vos tenés el puesto…
Sr. ANIBAL.- Al fondo, sí, al fondo.
Sr. D´ONOFRIO.- Ellos venían a comprar carne, se ponían a charlar, a tomar mate, cómo es…
Sr. ANIBAL.- No, mate conmigo nunca tomaron, ni una coca, ni una gaseosa, nada. Sr. D´ONOFRIO.- Los que iban a tomar mate eran de la policía.
Sr. ANIBAL.- Los únicos que venían a tomar mate eran de la policía, con ellos no compartí nada, ni un vaso de agua. Ellos venían a comprar, a veces me decían
“Roberto, me das tal cosa o tal cosa”… (…)
(…) Sr. D´ONOFRIO.- ¿Vos decís que a Bermúdez lo conocés de cuatro o cinco años?
Sr. ANIBAL.- Yo lo conozco por los otros a Bermúdez. Más trato tuve con Gómez, con López, con Leo Jara, con todos esos.(…)
Sr. D´ONOFRIO.- Ellos iban seguido a comprar carne…
Sr. ANIBAL.- Y venían a comprar carne, a hacer cosas así y capaz que decían vamos a robar a tal lado, me han dicho un montón de veces ¿Querés que le robe al matarife? Seguro que me lo han dicho, tampoco me voy a hacer el tonto…
Sra. ARRIOLA.- ¿Alguna vez le prestaste plata a alguno de ellos?
Sr. ANIBAL.- Sí, a uno de ellos sí. Dos o tres veces a estos sarnas les presté, me decían “Che Roberto mándame mil pesos para caminar”, caminar significaba la droga y echarle nafta al auto. Los autos son todos mellizos, no es ninguno legal. Y entonces venían a los dos o tres días y me daban dos mil pesos. Es el único lazo que yo tenía con ellos y que les vendían la mercadería de carne.
 
Lo propio sucede con la policía, existe un conocimiento previo, una familiaridad que queda en evidenciada en su testimonio:
Sr. D´ONOFRIO.- Otra cuestión que me gustaría que me aclares. Ya, más o menos, explicaste cómo es la relación con esta gente ¿cómo era la relación con la policía? Los muchachos de la cuadrícula que venían, pasaban, tomaban mate…
Sr. ANIBAL.- Ellos venían siempre, se ponían ahí a charlar, venían más para tomar mate, no para otra cosa, a veces venían y compraban carne también o a veces les daba…
Sra. GAINZA.- ¿Te la pagaban?
Sr. ANIBAL.- ¡Qué va a pagar la policía!… (…)
Sr. ANIBAL: Estos siempre venían al negocio a tomar mate, pasaban, entonces ahí agarré y les conté todo. No les conté, yo no le quería contar, ellos empezaron a decir, mirá esto es cerca de tu casa, cómo no sabés de esto…entonces como era la …(no se entiende)… agarré y le dije mirá, yo sé esto y esto y esto, vino fulano hoyy me contó.
Sra. GAINZA.- ¿A quién le dijiste?
Sr. ANIBAL.- A Alejandro, le dicen el Cordobés, Alejandro Rodríguez se llama. Tengo todo, llámalo a la radio, delante mio, no hay problema.
Sra. GAINZA.- ¿Fuiste a la policía a decirle esto?
Sr. ANIBAL.- No, yo les dije a ellos en el negocio. Yo no fui nunca a ninguna policía.
Sra. GAINZA.- ¿Por qué fue la policía al negocio?
Sr. ANIBAL.- Iban siempre a tomar mate, los que andan en camioneta, que andan paseando, tenían una Ford Ranger blanca; y a veces iban al negocio, paraban ahí, tomaban mate; entonces, charlando así, me dicen “che, mirá el caso de la piba”, yo no les iba a decir nada, para qué me iba a meter en problemas, “si sabía quién era, lo que me contaron, si vive cerca de donde yo estaba”. Cuando sucedió todo esto les conté. Entonces ellos llamaron al jefe de él. (…)
No es que yo los conocía de un día a todos los que trabajan ahí, hace dos o tres años que van a tomar mate y ya es como que tenía confianza. Yo ponía la pava, ellos hacían mate, no es que los conocí en el momento y les dije. Bueno, como se los conté, me dijeron que no me iban a involucrar en nada. Y no es que me involucraron, ellos no me involucraron, ellos fueron y le dijeron al jefe… (…)
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Quién es el primero con el que tomás contacto en la policía y le empezás a contar todo esto?
Sr. ANIBAL.- Yo le conté esto a Sebastián Figueroa y a Rodríguez de la DDI de Morón.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿De dónde los conocés a ellos?
Sr. ANIBAL.- De ahí, porque iban al negocio, de la Brigada que andan por todos lados, iban al negocio.
Sr. D´ONOFRIO.- Los de la Brigada iban a…
Sr. ANIBAL.- Ellos siempre pasaban. En la semana pasaban dos o tres veces.
Sr. D´ONOFRIO.- No te parece medio raro que si enfrente hay un galpón donde funcionaba una banda de piratas del asfalto …
 
Relación entre los funcionarios policiales y la banda. Denuncia de cohecho.
Según el relato de Roberto Anibal, a su carnicería, ubicada dentro de un “supermercado chino” van habitualmente los integrantes de una banda que roba y reduce mercadería y con los que mantiene una fluida relación. Al mismo lugar, concurre habitualmente personal policial, en particular integrantes de la DDI Morón (la Brigada). Con ellos también mantiene una fluida comunicación.
La Comisión indaga sobre este punto:
Sr. D´ONOFRIO.- Yo iba a empezar por ahí, si la gente de la Brigada iba a tu carnicería y los delincuentes iban seguido a tu carnicería, en algún momento se cruzaban…
Sr. ANIBAL.- ¿Usted me escuchó lo que dije en el primer momento? Estos de Morón tranzaban con estos vagos.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Pero se conocían?
Sr. ANIBAL.- Y claro que conocen a todos los vagos. ¿Cómo puede ser que yo entro camiones robados y no me van a meter preso? ¿quién soy yo? Ya estaría preso hace rato. Por eso esas son las cosas oscuras que le estoy diciendo. Si le va a preguntar a Chaparro o a alguno de esos, seguro que le va a decir que no lo conoce, para cubrirse él, no va a venir a decir como le estoy diciendo yo abiertamente. No le va a venir a decir que tranzaba con fulano y sultano, no le va a venir a decir eso. Eso se va a caer de maduro. Tampoco va a decir que lo conoce porque es capaz de decir que nadie se conoce. Pero usted me trae a Sebastián Figueroa, a Rodríguez, yo le voy a decir y ellos mismos le van a decir todo lo que le estoy diciendo. Por supuesto que él se va a querer cubrir y va a decir que no lo conoce, cuando pasa un caso de esos nadie se conoce. Cuando van a agarrar la platita sí se conoce todo el mundo. Por qué esos delincuentes cuando lo …(no se entiende) la ley de Morón…(no se entiende)… porque no es mentira, es verdad, yo esto lo estoy diciendo y es verdad, yo lo he visto con mis ojos, no es que me lo vino a contar el del costado o el de al lado, te estoy diciendo que yo lo vi y sé lo que hacían. Eso te lo puedo asegurar porque te lo puedo decir yo. Yo no tengo ningún problema, traémelo acá adelante mío. (…)
Sí, la policía transaba todo con ellos. La policía, todos transaban, puedo dar nombre y apellido de todos los personajes que transaban con ellos. Y nunca pasaba nada. Chaparro. Ese iba y transaba con todo el barrio. (…) ese señor Escalante, está en Hurlingham, trabajó como seis años en Hurlingham. Bueno, toda esa banda (SE REFIERE A LA POLICÍA), como ese que está acá, que es subcomisario, no sé qué, (SE REFIERE AL OFICIAL PRINCIPAL CÉSAR MAURICIO RODAS PÉREZ QUE TAMBIÉN HABÍA SIDO CONVOCADO POR LA COMISIÓN) como el otro Aquino, todos esos tranzaban con todos estos vagos”.
 
Sin duda, esta afirmación plantea un grave problema. El funcionario policial que aporta un testigo de identidad reservada, en el convencimiento de que “podría aportar elementos de interés para la causa que se investiga”, esacusado de cohecho por este testigo, señalando la connivencia previa del personal policial con los denunciados.
 
Acuerdos con la cúpula policial
Hay otro aspecto que resulta, de acuerdo al análisis de la Comisión, muy preocupante. ¿Existió algún acuerdo entre la conducción de la Mesa de Crisis que tenía a cargo la investigación y el testigo con el objetivo de motivarlo a declarar? ¿Qué tipo de acuerdo? ¿Incluyó este acuerdo, además, los propios contenidos de sus declaraciones? El testimonio de Roberto Anibal a la Comisión, es revelador sobre esta cuestión. : “Después que me metieron en este lío, cuando leí el caso, les dije, ‘A mi no me metan en nada, porque tengo familia e hijos y los conozco a todos esos, no me metan en nada’. ‘No, quédate tranquilo, nosotros no te vamos a meter en nada’ (…) ‘Nosotros hacemos esto y vamos a ascender’ (…) ‘quédate tranquilo que vos sos testigo encubierto, nadie se va a enterar’.”
 
Así refiere Anibal el primer acuerdo, con Sebastián Figueroa y Rodríguez de la DDI de Morón (según sus dichos). Llama la atención que primero lo metán en el lío, y después lea el caso. Luego hace referencia al acuerdo con la cúpula policial (y autoridades judiciales y políticas) en una reunión:
Esos señores ¿sabés que me prometieron a mi? Estaban Paggi, un señor morocho, grandote, así, de vos gruesa, orejón; Maztquin, petisito, medio gordito, canoso; Casal; Castronuovo; Améndola (SOCIO DEL ESTUDIO DEL DR. BURLANDO). Estaba Guillermina Rapazo, el fiscal Tavolaro, Chebriau, Soria, y dos o tres más de traje que no me acuerdo. (…) Sentados en una mesa todos esos, agarraron, me sentaron en una punta y me dijeron: ‘No hablés nada, escuchá bien, abrí bien las orejas. Escuchá bien lo que te vamos a decir nosotros’. Así me dijo: ‘Vos Roberto sos un héroe para la Argentina, ojalá que haya diez tipos como vos, que tenga los huevos como vos’ -así, con el perdón de la palabra- por todo lo que hiciste.’ (…) ‘Dejá tu casa, dejá tu negocio’. Y yo les dije: ‘No puedo dejar mi negocio, con ese negocio yo mantengo a mi familia, yo vivo de eso’. (…) Y me dijo: ‘No, no, no, ¿no entendés vos?’ Me dijo, ‘dejá todo, nosotros te vamos a dar treinta veces mejor que ahí’. ‘Desde mañana - lo miró a Flores que estaba en un rincón y le dijo – ‘desde mañana le das un grupo’ Y Soria estaba ahí como Director de Morón. ‘Con un grupo mañana se van a buscar, de dónde sea, el capital. Eso te lo va a dar Policía, nosotros, la Policía. (…)
“Gracias a vos, nosotros seguimos sentados en este sillón”. Así me lo decían. Pero en este caso tan resonante, venían las elecciones ¿no? Como diciendo: ‘Nos salvaste las papas, porque iban a rodar las cabezas de arriba para abajo’. Así de claro me lo decían ellos. Entonces, si usted sabe que yo con esto mantengo mi familia, usted me está haciendo quitar todo esto que yo mantengo mi familia, diciéndome que me va a dar treinta mil veces, y yo como un estúpido le creo. ¿Me entiende?
Más adelante, ante una pregunta de la Comisión, Roberto Anibal precisa quién es el que le formula las promesas en esa reunión:
Sr. D´ONOFRIO.- Casal es el que te dijo toda la policía está con vos…
Sr. ANIBAL.- No, eso me dijo Castronuovo.
Sobre el Comisario General Castronuovo, al igual que sobre otros funcionarios policiales, se refirió en particular:
“Ese Castronuovo es otro re mentiroso, es la peor persona que puede haber de mentiroso que es. Habla muy bien, porque es una persona educada que habla muy bien, te hace sentir que sos el rey pero no cumple nunca con lo que dice. Un montón de cosas a mi me dijo y nunca cumplió con nada. Nunca nadie cumplió conmigo por eso estoy pasando una situación muy, muy fea ¿me entiende?” (…) “Ellos lo único que hicieron fue comprar un equipo completo de máquinas de carnicería en Castelar, la casa es Pizarro y Víctor Venna. Iba a pagar el que es el segundo, que está en La Matanza con ese Chebriau. Ese fue el que pagó todo eso”. (…)
Sobre el Comisario Mayor Chebriau y su particular función brindó detalles:
Sr. ANIBAL.-Con ese sinvergüenza he hablado más de veinte veces. Más, más, si ese sinvergüenza es el que hacía para pagar los alquileres, hacía todo él y yo tenía que ir a él porque es el que daba la plata para pagar.
Sra. GAINZA.- ¿Para pagar qué?
Sr. ANIBAL.- Para pagar el alquiler del negocio, todo eso pagan todo ellos. Está en Avenida San Martín al 2600. Ahí tengo carnicería, ahí tengo todo.
Sra. GAINZA.- ¿Otra carnicería?
Sr. ANIBAL.- Cuando a mi me hacen dejar el negocio, casa, todo diciéndome que me van a dar treinta veces mejor, ellos van y compran toda la maquinaria y me meten ahí pero sin darme nada, me dieron simplemente la maquinaria.
 
Las promesas involucraron, según sus dichos, el cobro de la recompensa, siempre postergado. Según sus dichos, el propio Dr. Burlando colaboró con este propósito:
“Después me presentaron a Burlando y él hizo una nota, hizo un papel para pedir rever lo que yo había declarado primero, que no quería nada, para que me paguen la recompensa ¿me entendés lo que te quiero decir? Así fue. ‘Después que el juez Meade, que estaba en la causa, el Juez de Garantías Meade pase la preventiva a todos, el fiscal Tavolaro va a hacer rapidísimo para que cobres la recompensa que es lo mínimo que te merecés. ¿me entendés?’ Y estaba el fiscal Tavolaro. Y el fiscal hizo todo eso. A mí me dijeron: ‘Antes de fin de año vas a cobrar’.
Después me mandó a decir, que estaba la feria. En febrero, después que se levante la feria. Después, ahora, porque todo lo que hicieron quedó adentro de la Cámara y quedó ahí. Ahora cuando fui, hace poquitos días, me dijeron que hay un Fiscal General que sacó todos los papeles de la causa y todas las declaraciones las firmó este fiscal nuevo.
Su relación con Maztkin, ante quien siguió presentando su reclamo, inclusive el mismo día en que prestó testimonio ante la Comisión, se prolongó en reuniones que mantuvo después en la sede del Ministerio de Seguridad y Justicia. Así las referenció:
“… Apenas entrás, está la policía y hay un molinete como en los trenes. Cuando entrás hay un patio grandísimo y hay como una capilla, después están los edificios donde están todas las oficinas y ahí, abajo, en el segundo, ahí está ese Matzkin (…) Y me sentaba y el señor me decía: ‘Tranquilo Roberto, tranquilo, ahora te vamos a dar ayuda y te vamos a hacer esto y te vamos a hacer el otro, tranquilo’” Siempre mintiendo.
Varias veces refirió a la Comisión lo desesperante de su situación actual, su rencor por las promesas incumplidas, y sus temores:
“Y yo aporté tantas cosas, hice tantas cosas a cambio de nada. Ellos me metieron en este barco…(no se entiende)… a mí lo que me calienta, con el perdón de la palabra, lo que me duele es que estos sinvergüenza, caraduras que tienen todas las facilidades (…) por qué no cumplen, por qué no dicen ‘Toma Roberto, esto te prometimos’ (…) Pero no me lo dieron ¿quién me dio? Y después es más fácil que digan que yo estoy loco, ¿loco por qué? No, basta, hasta acá llegué, yo no los voy a esperar más, si no me solucionan el problema rápido voy a los medios (…) Pero por lo menos, que todo el mundo sepa la verdad, qué clase de personas son. Porque yo, si digo todo lo que dije en un medio, yo sé perfectamente que me va a matar primero la policía que los chorros. Ya me lo hicieron (…) hasta me quisieron matar, la misma policía. Cuando venían los medios ¿sabe qué me hacían? Cuando yo compartía la coca, me mandaron pastillas para dormir, me mandaron como dos o tres. Y casi paso para el otro lado. Y todo eso está asentado en el Hospital Posadas. A mí no me llevó un policía común, a mí los que me llevaron fueron Chebriau, Soria. ¿Me entienden? No cualquiera me llevó al Hospital, me querían hacer pasar como que yo había tomado esas cosas de las hormigas, ese talco blanco, (…) Y yo les dije: ‘Yo no voy a ir a ningún medio.’ Y hasta hoy nunca fui a ningún medio, les cumplí. ¿Ellos qué cumplieron conmigo? Nada. (…)
Hace como catorce días que no voy a laburar porque cuando me pasó ese secuestro (HACE REFERENCIA A UN SUPUESTO INTENTO DE SECUESTRO DEL QUE FUE VÍCTIMA, AL IGUAL QUE DE OTROS ATENTADOS ANTERIORES), me dijeron: ‘Quédate en tu casa y no salís más a ningún lado’. No me dejan salir a ningún lado, estoy como un preso. (…) Es muy difícil. Les pedí que me buscaran un psicólogo para que… y lo toman a risa. ¿qué quieren, que cometa una locura? Para decir, ‘Este loco cometió una locura’. Eso es lo que quieren, a eso me están llevando. (…)
Yo en el primer momento, como les dije a todos, nunca quise nada. Porque si yo fuera vivo, (…) venía en ese momento y le decía ‘dame tanto’, y no te quepa la menor duda de que me lo iban a dar. Me lo iban a dar porque si no aparecía, no paraban la bronca, como dicen ellos; si no hacían las cosas, seguro que iba a explotar una bomba ¿me entendés? Por eso hicieron todo lo que hicieron. (…) Porque si yo no encuentro una respuesta yo…ya le dije, no es ninguna amenaza, me voy a los medios y se acabó todo y digo todo como fue. Si se cae la causa, si perjudico a quien perjudico, no me importa; ya llevo bastante tiempo ¿no?
 
Caben algunas acotaciones. Consultado reiteradas veces sobre el contenido de su revelación “a los medios”, nunca lo expresó con claridad. Lo más concreto, es que refiere que él puso en conocimiento de los funcionarios policiales la información que tenía sobre el caso cuando aún la niña estaba con vida:
Sr. ANIBAL.- Yo se lo di el día miércoles, el caso fue el 22 de agosto, un día lunes feriado y yo se lo di el miércoles. Ellos fueron a laburar el lunes…
Sr. RUESGA.- ¿Qué le dio?
Sr. ANIBAL.- Le di todos los datos, quién la tenía a la piba, a dónde estaba y qué le iban a hacer.
Sra. GAINZA.- ¿A quién se lo dio?
Sr. ANIBAL.- A la DDI de Morón, a Sebastián Figueroa, a Alejandro
Rodríguez…esos señores están trabajando en la DDI de José C. Paz ahora.
 
En varias oportunidades volvió sobre este tema. No parece guardar relación esta circunstancia con su expresión “me voy a los medios y se acabó todo y digo todo como fue. Si se cae la causa, si perjudico a quien perjudico, no me importa”.


Por otra parte, señaló ante la Comisión que desarrolló una profusa tarea investigativa, a instancias de los funcionarios policiales, que incluyeron tareas de inteligencia, cámaras ocultas, etc. Sin que esta tarea haya tenido el debido reconocimiento. A moso de ejemplo, para dimensionar el alcance de sus dichos:
“Y encima esos señores, ¿saben qué me dieron? Una birome, de esas que parecen como de oro, que usted la aprieta acá arriba y se tilda, yo la única birome que conozco es esta o alguna otra para escribir no? Me dieron una birome así para hacer las cámaras. Si ustedes han visto las cámaras ocultas cuando está adentro de mi casa ese Flores con un buzo gris, que estaba comiendo mortadela y tomando jugo de naranja y estaba diciendo todo, contando que fue esto y fue el otro, como esa un montón de cámaras más que no las pasaron por la tele”. (…)
Sra. GAINZA.- ¿Quién le dio la lapicera?
Sr. ANIBAL.- Esa lapicera me la dio, éste de La Matanza Chebriau y Subirá. Chebriau es el director de La Matanza y Subirá. Entonces ahí yo cuando me dieron esa birome, yo iba y tenía que decirle, “fulano de tal vive en tal lado, en tal lado y en tal lado”. (…)
Sr. D´ONOFRIO.- A vos la policía te daba la cámara para hacer…
Sr. ANIBAL.- Sí, yo trabajaba de policía, de todo, hacía de todo yo arriesgándome a mí, si me pegaban un cohetazo, si me mataban…
Ya se han señalado las características de su discurso, que permanente conspira contra la comprensión del relato. Se ha ordenado para facilitarla. Con todo, la versión completa de su testimonio se encuentra en el Anexo Versiones taquigráficas”, correspondiente a la reunión de la Comisión de fecha 5 de julio de 2012.

Por último, si el Fiscal, como lo señaló ante la Comisión, cree firmemente en los dichos del testigo, y en ellos principalmente funda su convencimiento de que el “Topo” Moreira es el autor intelectual y de que Bermúdez es el autor material del crimen, tal como lo refirió a la Comisión, debió escuchar como lo hicieron los integrantes de la Comisión que: 16 la mayoría de los integrantes de la banda imputados en el homicidio de Candela conforman, en realidad, “la banda de la mamá” de Candela.

17 el móvil fue vengarse de Carola Labrador y no de “Juancho” Rodríguez, el padre.
18 el personal de la DDI Morón, entre ellos el Oficial Principal RodasPérez, que aportó al testigo, “tranzaba” con los integrantes de la banda sindicados como responsables del crimen que investiga.


19 el grueso de la investigación la condujo la policía y la efectivizó Roberto Anibal.
 
Se analizan a continuación las cinco declaraciones, que tuvieron lugar entre el 5 y el 29 de septiembre. Las tres primeras ante autoridades policiales. En ellas, no sólo se conforma la banda sino que se va construyendo también el relato acusatorio. La “materialidad ilícita” con que el Fiscal sustenta su pedido de prisión preventiva del 5 de octubre de 2011.
 
Primera Declaración Testimonial. “Componentes del grupo delictivo”
Tal como se señaló, el 5 de septiembre, el Oficial Principal Rodas Pérez toma declaración testimonial a Roberto Anibal (Cuerpo V, fs. 943/944) bajo “reserva de identidad”. Se transcriben los pasajes centrales de esa testimonial:
“...el día 26 del corriente (agosto), una persona de nombre Fabián Gómez, alias el “Mono” (…) Se enteró que estaba desesperado queriendo vender unas motos porque tenía que viajar, y se lo vio muy nervioso, haciendo comentarios que ‘se tenía que descartar algo’. Posteriormente, al día siguiente, la misma persona ante pregunta sobre la nena desaparecida, que era algo obvio para preguntar porque era tema de conversación por la desaparición de mucha trascendencia, esta persona comentó que ‘La madre miente en la tele, ella vende drogas, que el que le traía la droga era alguien de la villa 18 de San Martín, que sabía bien quién tenía a la nena; que la misma vende drogas en las zonas de las villas de Hurlingham; y que el padre de la chica era pirata del asfalto; que lo conocía bien, que había trabajado con ellos en ese rubro de ilícitos y que se había quedado con un vuelto; Que éstos lo habían cagado en plata a él y a los amigos, que eran unos hijos de puta. ‘Sabés cómo va a aparecer la nena, en una bolsa de residuos, así la van a encontrar’. Nunca se hizo cargo directamente de haber participado, pero tampoco era categórico que no, pero comentó que ‘estaba cerca’. Que luego, el martes 30 de agosto, esta persona estando con dos sujetos en un lugar determinado, comentó que ‘Ahora estaba tranquilo porque se había sacado un peso de encima’. También comentó en conversación ‘la nena va a terminar en una bolsa de residuos en el río, o le van a prender fuego, ya se van a enterar’ (…) Que el comportamiento de éste, sumamente nervioso en esas circunstancias del viernes y sábado de la semana anterior, no es habitual en dicha persona. Que con respecto al sujeto mencionado como Fabián Gómez, como lo expresara anteriormente, se trata de una persona de mal vivir; se moviliza en un Astra bordó prestado y se dedica a cometer distintos rubros de ilícitos, entre los cuales se destaca y es más habitual el de piratería del asfalto y de comercialización de drogas; siendo otros componentes del grupo delictivo Leonardo Daniel Jara; Ricardo Alderete; Fabián Espíndola; José Luis, alias “el pollo”; un tal Guillermo; otro sujeto apodado el “Loco”... otro importante de apellido Perrota alias “el Negro”...”.
 
Su testimonio se compone enteramente de dichos (así serán todos). La particularidad es que se trata de dichos de los posibles autores del delito, que se auto incriminan. Esta característica se irá incrementado a lo largo de sus declaraciones. Todo lo que va conociendo acerca de lo sucedido se lo comentan los propios autores. El propio Anibal lo manifestó a la Comisión:
Sra. ARRIOLA.- ¿A Espíndola usted lo vio entrar en Kiernan? Sr. ANIBAL.- (…) Yo no lo vi que entró adentro de la casa porque voy a mentir, yo no lo vi a ninguno de esos tampoco que agarraron a la piba, que la llevaron…(no se entiende)…que alquilaron ahí en Hurlingham, yo no vi todo eso. Yo digo lo que ellos me dijeron”.

Resulta dudoso que sabiendo, como era inevitable que supieran, la fluida relación de Anibal con el personal policial de la DDI Morón, no sólo confiaran en él sino, sin motivo o necesidad, lo pusieran al tanto de su involucramiento en un caso tan grave y resonante.

La función de esta primera declaración, más que incriminar específicamente a una persona o grupo de personas, logra ofrecer a la investigación un amplio espectro de posibles imputados, para engrosar la exigua y poco creíble, lista de los imputados que había hasta ese momento: la depiladora, el carpintero, el fletero, los torneros.
 
Segunda Declaración Testimonial: Sumar a Hugo Bermúdez
La segunda Declaración testimonial se produce el 10 de septiembre, también ante autoridades policiales. No es posible precisar si se realiza en “en sede policial” porque en las actas no consta, y el propio Anibal lo niega (yo les dije a ellos en el negocio. Yo no fui nunca a ninguna policía). ¿Qué les dijo esta vez?
“...Que el día miércoles 7 del corriente mes, se enteró que Fabián Gómez había hecho comentarios respecto a: “Menos mal que cayó ese peruano Hugo; que no cayó el pendejo, porque sino los iba a mandar al frente a todos ellos por el quilombo de la pendeja. Que Hugo se la va a bancar, nosotros le vamos a poner el abogado, en dos o tres meses lo van a soltar y que seguramente él iba a negar todo”. Que esta gente había hecho comentarios también “que había un testigo que no se conoce la identidad que vive cerca de la casa donde estaba la pendeja, y que ellos sabían quién era y que lo habían ido a apretar y que éste había negado que había declarado en la Comisaría y también que iba a salir a desmentir todo con la apretada que le habían pegado…”.
Entre su primera y segunda declaración, se había producido una novedad importante en la investigación, había sido detenido, el 7 de septiembre, Hugo Bermúdez. Se lo sindicaba como “autor material”. En su primera declaración, Anibal no lo había mencionado.

Es llamativo que ahora sí lo incluya. La Comisión sostiene que el sentido de esta inclusión es, como ya se ha visto a lo largo del análisis precedente, ingresar a Bermúdez en la lista ya denunciada con el objeto de unir los dos relatos que se habían ido construyendo, hasta ese momento, paralelos. El objetivo se logra. Pero se evidencia un problema. Roberto Anibal hace referencia a “ese peruano Hugo”. Hugo Bermúdez es uruguayo. En ninguno de los numerosos testimonios que sobre Hugo Bermúdez se colectan en la otra vertiente lo refieren como “el Peruano”. Lo llaman “Hugo”, “Orejón”, “Uruguayo”. Ni siquiera su descripción física puede justificar el error, Hugo Bermúdez es de tez blanca, 1,75 m de altura, teniendo como característica orejas grandes.
 
Un nuevo y oportuno testigo de identidad reservada
Ese mismo día, a las 22 horas, según consta en Acta de Procedimiento obrante en el Cuerpo XI, foja 2.081, el Oficial Principal Fabián Roberto Aquino y el Sargento Daniel Alejandro Quintana, ambos numerarios de la DDI Morón, se encuentran abocados a tareas investigativas “tendientes a obtener elementos de interés o el testimonio de alguna persona, que pudiera aportar datos (…) en los aledaños al lugar de la desaparición de la menor”. Pese a lo inconducente de la actividad encarada, encuentran una persona que se les acerca con el deseo de declarar “sin que su identidad sea puesta a conocimiento”. Al escuchar sus comentarios, los consideran de posible interés en el marco de la investigación. Se trasladan a la Comisaría 2ª de Villa Tesei y le toman declaración bajo reserva de identidad. A las 23.45, culmina la diligencia (Cuerpo XI, fs. 2.082/83)

¿Qué información o dato de interés aportó a la investigación? Sólo señala que lo conoce a Bermúdez hace 7 u 8 años. Que en esa época su pareja era Rosa María Guardía, que vivían con dos hijos de ella y una hija de Bermúdez, y otras circunstancias familiares. Que en dicha época se dedicaba a la piratería del asfalto. Refiere nombres y apodos de los que, en ese entonces, integraban con él una banda delictiva. Que estuvo detenido unos 8 meses en la zona de Bahía Blanca, aparentemente por un camión de combustible. Que por los inconvenientes que tuvo, se dedicó a la comercialización de estupefacientes. Hasta que, concluyendo la declaración, aporta un dato importante para la investigación: “Indica que muchos le dicen Peruano, pero en realidad él es uruguayo. De apodo El Orejón”. Ahora sí, Roberto Anibal puede llamar “Peruano Hugo” al uruguayo Bermúdez.
 
Tercera Declaración. “Requerido a fin de ampliar”
Al día siguiente, 11 de septiembre, el testigo de identidad reservada Roberto Anibal, es “requerido a fin de ampliar sus dichos, específicamente respecto a las manifestaciones que realiza en fecha 10 del actual, en la cual nombra a un tal PERUANO HUGO”.

El grueso de declaración está destinado a reafirma que “un tal Peruano Hugo” es Hugo Bermúdez: “Preguntado si conoce o tiene referencia para aportar de esta persona sindicado, manifiesta que sí, que sabe a quién se refiere, que este sujeto es una persona de aproximadamente unos 50 a 56 años de edad, alrededor de 1.75 metros de altura. contextura media, de tez blanca, teniendo como característica orejas grandes, al cual lo vio por última vez hace 5 o 6 meses atrás junto con FABIAN GOMEZ, LEONARDO JARA y otros dos muchachos que no conoce, en la vía pública, cerca de la plaza Urquiza, que se ubica en la localidad de Hurlingham”.
 
A partir de aquí señala diversos aspectos de la historia de Hugo Bermúdez, en buena parte coincidentes (o repeticiones) de la declaración del testigo de identidad reservada de la noche anterior. Hasta que llega nuevamente a su propósito: “Que es por ello que cuando le nombraron al PERUANO HUGO, y que pusiera en conocimiento de las manifestaciones escuchadas, enseguida lo relacionó con la gente que la primera vez nombrara, FABIAN GOMEZ. LEONARDO JARA. FABIAN ESPINDOLA, ALDERETE, EL POLLO, PERROTA y EL LOCO, que se dedican entre otras cosas a la piratería del asfalto robos de autos, drogas y salideras bancarias (…) Agrega que se enteró que FABIAN ESPINDOLA actualmente estaría internado en el Hospital Haedo, y corno lo dijera antes, a raíz de un problema que habían tenido entre los integrantes de la banda, y que esto habría ocurrido la noche del martes y/o madrugada del miércoles de esta semana, cerca de la casa del citado.”

Bermúdez ya es uno más de la banda.
Cuarta Declaración Testimonial. Recapitula y ordena en Sede Fiscal
El 14 de septiembre tiene lugar la cuarta declaración testimonial de Anibal, primera que realiza en sede judicial. Están presentes el fiscal Tavolaro y la Secreteria Guillermina Rapazzo (Cuerpo XIII, fs. 3517/3518). El propósito central es, justamente, que luego de 9 días y tres declaraciones testimoniales a funcionarios policiales, la versión que se fue consolidando, sea ratificada y ampliada en sede judicial. Cotejándola con las tres anteriores, intenta ser una versión más ordenada y circunstanciada de los hechos. No hay mucho más para agregar. Que en la primera haya declarado que su encuentro inicial con Gómez fue el 26 de agosto y en esta el 23, es una sutileza frente a las situaciones que Roberto Anibal ha planteado en su testimonio ante la Comisión. Como ya se ha señalado, por su renuncia a la guarda de identidad , la Comisión escuchó el testimonio de Roberto Aníbal en forma directa, y pudo compararla con la versión que consta en el expediente. Sobre sus encuentros iniciales con Fabián Gómez, en el expediente dice: “… Que el día martes 23 de agosto de 2011, como a las siete de la tarde, vino a mi negocio Fabián Gómez y otro sujeto mas petiso, que no sé el nombre, y Fabián, que es pirata del asfalto y anda en la droga, me dijo, que me tenía que pedir un favor y me pidió un número de teléfono de otro pibe porque tenía que vender unas motos, para irse porque estaba desesperado. Que yo como no lo tenía encima ese número le dije que se lo traía al día siguiente. Que el miércoles, cuando yo llego al local, el me estaba esperando en la puerta, que esto era como las 08:30 de la mañana, que Fabián vino solo en una moto Zanella 200 de color negro, y me pidió el numero otra vez, y yo le dije que no lo tenía, entonces le dije que si sabía donde vivía este pibe de Palomar, por qué no iba, y me dijo que no podía ir hasta ahí, entonces, me pidió que le pidiera el aparato celular a uno de los empleados del local, para llamar, y yo le dije que no, por qué no llamaba del de él, y me dijo que desde su celular no podía llamar, haciendo referencia como que lo venía persiguiendo, entonces yo le pregunte, por qué lo venían persiguiendo, si era por la piba Candela, y se quedó como callado, y empezó a decirme, que la madre de candela Carola, estaba mintiendo, que mentía todo el tiempo en televisión, que ella sabe todo, que está metida en la droga y que esta mina sabía dónde estaba la hija y quién la tenía, y terminó diciendo que la nena iba a terminar en una bolsa de residuos”.
 
Así refirió Anibal los mismos hechos a la Comisión el 5 de julio de 2012:
“Cuando sucedió todo esto, el día miércoles, fue Fabián Gómez, ese grandote, López, el Leo; y eso está todo grabado en cámaras igual. Fueron a la mañana temprano diciéndome que se querían escapar a Córdoba. Me dijo: ‘Che, Roberto, necesito un favor de vos’. ‘¿Qué querés?’, le digo yo. Me dice: ‘Necesito cinco mil pesos porque nos queremos escapar a Córdoba’. ‘No, yo no tengo esa plata, yo tengo que pagar mañana el matarife’, le dije. ‘¿A qué hora viene el matarife así le robamos’, me dice. ‘No, acá no le vas a robar, porque le llegás a robar y yo voy a decir que fue fulano y fulano’ le dije. Entonces justo, en el negocio hay tele, estaban pasando el caso las 24 horas y justo estaba la madre cuando decía “Aguantá hija, no van a poder con nosotros, estamos cerca”. ¿No decía esas palabras Carola? Entonces, el hombre se quedó mirando fijo la tele ¿no? Y agarró y dijo -¿lo digo con las palabras que dijo?- apuntando con la mano ¿lo dijo así como lo dijo nomás?: “A vos hija de puta también te vamos a matar” ¿me entendés? “A vos te vamos a matar hija de puta” entonces yo agarré y le dije: ‘¿Qué, vos tenés a la piba?’ Y ahí me empezó a contar, sí, nosotros la agarramos por un trabajo que le dio a los otros, que le dio el Orejón Bermúdez. Por eso el Orejón Bermúdez es el … (no se entiende)… que hay ahí en la Villa Corea, ahí es donde está la mafia de la droga ¿no? Entonces este es el que le decía tomá, le daba a este, le daba al otro, …(no se entiende)…para vender droga. Cuando se quedaron con la plata, ese Bermúdez, a los de Villa Corea, los peruanos, les dijo: ‘O la plata o la merca’.  Entonces, como éste le vendía la mercadería a los otros, robada. Entonces agarró y dijo: ‘Mirá tengo este problema, así y así, por eso secuestran a la piba, por eso la agarran. Esto me lo contaron todo ellos, Gómez, López”.


Resulta importante recordar que el fiscal Tavolaro manifestó ante la Comisión cómo construyó su convicción para dar fundamento a su acusación: “El convencimiento es a partir de los testimonios que fuimos recolectando, el principal el de Roberto Arturo Aníbal, a quien le creo firmemente”. Huelgan las palabras.


Quinta Declaración Testimonial
El 29 de septiembre se realiza la quinta y última declaración testimonial de Anibal. Se efectúa en sede de la Comisaría 2º, pero ante el Fiscal Tavolaro, según consta en el Acta (Cuerpo XXIII, fs. 5519/5520). Esta testimonial es clave para entender la mecánica de armado de la causa. Con ella se incorpora al Topo Moreira, ausente en las cuatro declaraciones anteriores; se despliega un relato completo del suceso; se atribuyen funciones y se articulan los escenarios donde habría estado cautiva Candela: San Martín, Kiernan 992 y Cellini 4085 (vivienda de la suegra de Bermúdez). Se logra articular las piezas. Prácticamente, conforma el relato fáctico que asume el fiscal Tavolaro. Fundamentalmente sostenido por este testigo de dichos que refiere en su declaración los dichos de otra persona (“un conocido mío de nombre Osvaldo”) “...que el día 27 de setiembre de 2011, un conocido mío, de nombre Osvaldo, que no sé el apellido... vino a mi casa y cuando estábamos charlando del caso de Candela, me contó que a la nena la levantaron en un Suzuki Fun gris, Leonardo Jara, el Topo Moreyra y otro más que no me acuerdo, que la patente del Suzuki es EEH-492, que la llevaron a la casa de la calle Kiernan y la tuvieron ahí como tres días y de ahí como había lío con los medios, la llevaron a la casa de Cellini 4085, y la terminaron matando. Que también me comentó que cuando la pasaron de casa en casa, iban tres autos, haciendo de campana. Que Jara, el sábado a eso de las 11 y media de la mañana, vino a mi negocio en un Gol blanco de la línea nueva, con vidrios polarizados, que no se bajó porque sabe que hay cámaras y que lo están buscando y bajó su chofer, para pedirme plata, porque está sin nada, que yo me acerqué al auto y vi que Jara tenía dos fierros, refiriéndose a armas, uno en la cintura adelante y otro atrás, que me dijo, si se me cruza un pato, refiriéndose a la policía, o lo mato o me mata, que es muy peligroso”.
 
En 24 días y cinco Declaraciones Testimoniales, este testigo de identidad reservada realiza aportes sustantivos a la Instrucción Penal que conduce el Fiscal Tavolaro. En total, el expediente judicial consta de 93 cuerpos, entre la Causa principal y los Legajos; unas 18.600 fojas de las que sólo insume 7 fojas el aporte realizado por Anibal. Sin embargo, hacen parecer innecesarias o irrelevantes a buena parte de las 18.593 fojas restantes. Realmente le deben mucho a Roberto Anibal las autoridades policiales de la investigación y el Fiscal.
 
IV. 3. Los testigos de identidad reservada en la construcción de los vínculos de la banda: entre sus integrantes, con la escena del crimen, con la familia de la víctima
El 3 de julio de 2012, la Comisión recibió el testimonio del Dr. Meade, Juez de Garantías que había entendido en la causa de Candela Sol Rodríguez. El mismo Juez que había avalado los pedidos de prisión preventiva del fiscal Tavolaro, fue muy crítico a la hora de evaluar su propia actuación y la del Fiscal. Uno de los aspectos que destacó es el de las comunicaciones entre los integrantes de la banda imputada del hecho:
Dr. MEADE .-Lo que no pudo este Juzgado tener, fue la posibilidad, cuando fue advirtiendo este deterioro, una cosa sencilla, que no estaban las comunicaciones entre ellos.
¿Cómo hace usted para organizar todo este operativo sin llamarse por teléfono con ninguno? (…) Lo que digo está documentado, y lo que no está documentado es una conversación que tuve con Tavolaro, y le dije “¿qué pasa acá?”. Pero no está documentado así que lo digo y puede desmentirlo.
Sr. ASSEFF.- Doctor, ¿quién no se comunicaba con nadie?
Dr. MEADE.- Los imputados no se comunicaban entre sí. Les estoy diciendo que hay una parte de lo que les voy a decir que no está documentado. Estuve con Tavolaro y le dije “No están las comunicaciones entre quienes estaban tan bien organizados”; y Tavolaro me dice “No, lo que pasa es que han sido muy hábiles, triangulaban”. Y yo no lo pude imaginar a Altamirano triangulando, porque esos son procedimientos de los espías. Pero esto no está documentado, esto se los cuento para hablar de mi sensación. No se comunicó ninguno entre sí”.
 
El expediente judicial revela que no sólo no se comunicaron entre sí, sino que, en muchos casos, no existe el menor vínculo entre los actores, ni siquiera se conocen.


Lo propio se puede afirmar de los vínculos de la supuesta banda con la supuesta escena del crimen. Salvo los casos de Gladys Cabrera y Altamirano, naturalmente vinculados a la vivienda de Kiernan, para el resto de los imputados, ante la falta de pruebas, hubo que recurrir a los testimonios de identidad reservada para establecer su vinculación con el lugar donde “había aparecido ADN de Candela”.

Tampoco se vislumbran relaciones comprobables entre los imputados y la víctima o su familia; lo que en los hechos significó, también, que no se pudiera establecer el móvil del crimen. En este sentido, la tardía incorporación de Moreira a la banda y el papel de autor intelectual que le asigna el Agente Fiscal, vienen a cubrir este vacío. Roberto Anibal, como testigo más importante, cumplió todas las funciones. No sólo conformó el 80% de la banda sino que, en sucesivas declaraciones, fue incorporando a su relato, como ya se señaló, a las dos figuras claves que habían surgido desde otras vertientes: Hugo Bermúdez (el autor material) y el Topo Moreira (el autor intelectual).

Básicamente, el camino elegido fue introducir en sus dichos a los imputados, después de que fueran aprehendidos. Así, Bermúdez es aprehendido el 7 de septiembre y tres días después, el 10 de septiembre, Anibal hace referencia en su tercera declaración al “Peruano Hugo”. Lo propio hace con el “Topo” Moreira. El 26 de septiembre es aprehendido Moreira y el 29 de septiembre, en su quinta declaración, Anibal señala que le contaron que “a la nena la levantaron en un Suzuki Fun gris, Leonardo Jara, el Topo Moreyra y otro más que no me acuerdo”. El mecanismo puede parecer burdo, pero mereció la valoración del Fiscal y el aval del Juez de Garantías.

Es redundante, para los fines de esta Comisión, analizar cada uno de los testimonios con guarda de identidad que en la investigación cumplieron la función de vincular lo que en la realidad estaba desvinculado. Basta demostrar que han sido aportados por la policía y aceptados por el Fiscal para cumplir esta función que la orfandad probatoria de la causa no cubre. Algunos, inclusive, han hecho explicita manifestación en sus testimoniales, de su voluntad e interés en colaborar para alcanzar este cometido. Tal el caso del testigo de identidad reservada que el 15 de septiembre declara: “Que este Fabián Gómez, Leo Jara, Guille, tenían relación con el primer marido de Carola, todavía no sé qué relación, pero la voy a averiguar”. (Cuerpo XIV, foja 3666)


IV.3.1 Pruebas indubitables
En esta función de vincular lo que no tenía conexión en el expediente ni en la realidad, los testigos de identidad reservada establecen, en la lógica de la causa, una relación de confirmación recíproca con las “pruebas indubitables” de la Investigación Penal. Se retroalimentan. Por una parte, encontrada la prueba, las testimoniales con guarda de identidad la confirman, vinculando hechos y personas con la prueba. Por otro, la prueba dota de verosimilitud y credibilidad a los testigos al avalar “científicamente” sus dichos. Esto se da en el inicio de la causa (ya bajo carátula de homicidio agravado) con el hallazgo de perfil genético compatible con el de Candela en la vivienda de la calle Kiernan y, hacia el final, con los tardíos resultados de la pericia de voz de la llamada de amenaza extorsiva del 29 de agosto. El cotejo de la grabación con las voces de los imputados, determinó la correspondencia con la voz de Leonardo Jara.


Ya se analizó con holgura lo referente al ADN de Candela en Kiernan 992. ¿Qué sucedió con el reconocimiento de la voz que realiza la llamada del 29 agosto?

La llamada, cuyo contenido sigue obrando en los “Legajos reservados”, la escuchó el país entero cuando se emitió por el canal de noticias C5N y se replicó en todas las señales mientras se transmitía el entierro de Candela. Había que vincularla, necesariamente, con alguno de los imputados. La vinculación se establece a través de la testimonial del “Pollo”, uno de los más controvertidos testigos con reserva de identidad.

El 13 de septiembre, al momento de su declaración testimonial (Cuerpo XII, fs. 2365/2367), le hacen escuchar la grabación de la llamada para que diga si reconoce la voz: “Que en este acto se le hace escuchar la escucha telefónica en la cual un sujeto masculino, entre otras palabras dice "decile a la conchuda.... devuelva la guita..." y manifiesta que sin lugar a dudas esa voz le resulta ampliamente conocida y es la de Fabián Gómez, persona a la que se refiriera precedentemente”. Así, dentro de las vagas responsabilidades que se le atribuían a cada uno de los imputados, Gómez quedó signado como “el que habría realizado la llamada”.

La defensa de Fabián Gómez solicitó que se realizara una pericia de voz para cotejar la grabación con la voz de su representado. El 25 de septiembre de 2011, el fiscal Tavolaro libra oficio solicitando a la División Fónica de la Dirección de Policía Científica de Gendarmería, realizar cotejo de voz de todos los imputados con la grabación resguardada. Recién el 10 de abril de 2012, la Dirección de Policía Científica de Gendarmería produce Informe con los resultados de la pericia (Cuerpo XLVI, fs. 10.334/10.370). En ella se determina: “Que del estudio realizado sobre la voz extorsiva identificada como ‘VOZEXTORDDC1’ y la voz indubitada del imputado Leonardo Daniel Jara Navarrete (…) surge la correspondencia entre ambas voces”.

Ya no con Fabián Gómez, sino con otro de los imputados (Jara), la pericia de voz viene a CONFIRMAR, en tanto prueba indubitable, los resultados de la investigación, que, para ese entonces está muy cuestionada. Esta pericia avala, por ejemplo, el testimonio de Roberto Anibal que había declarado que “un conocido mío, de nombre Osvaldo, que no sé el apellido... vino a mi casa y cuando estábamos charlando del caso de Candela, me contó que a la nena la levantaron en un Suzuki Fun gris, Leonardo Jara”. Recordemos que las apelaciones a los Autos de Prisión Preventiva estaban siendo analizadas por la Cámara III de Apelaciones y Garantías de Morón y se anunciaba el derrumbe de la Causa, como de hecho sucedió. Recordemos, también, que esta Comisión ya había sido creada y se había anunciado su primera reunión con el aporte de testimonios para el 11 de abril, un día después.

En su reunión del 24 de abril de 2012, la Comisión recibió el testimonio de Mariano Alberto Balestrero Pinto, perito de parte de la defensa de Fabián Gómez, que había participado de la pericia de voz realizada en Gendarmería. Traía una grave denuncia. Según su testimonio en la pericia habría sido manipulada la placa de voz para que de positivo la voz de Jara. Se transcriben fragmentos de su testimonio: “Yo fui contratado como perito de parte en la causa de Candela. La primera vez que voy me comentan que había una similitud muy alta entre la voz de Gómez y la voz indubitada, o sea, la voz extorsiva. Me dieron un porcentaje altísimo, supuestamente. Esto me llamó la atención porque por mi parte había ya peritado la voz y me había dado que no era.” (…) “Cuando empezó a sonar la voz de Gómez percibí que era más que evidente que no era la voz, a simple oír, pero el gendarme estaba más que empecinado en marcar que era la voz de Gómez. Entonces buscaba, seguía, insistía, cosa que es algo bueno, pero es el programa el que dice “sí” o “no”. En este caso, de tanto marcar los errores que tenía Gómez al hablar y lo bien que hablaba la persona de la voz indubitada, dije que era evidente que no se trataban de la misma persona.” (…)
“Ahí el gendarme me dijo que quería que le hiciera un favor. (…) Me pidió que escuchara una voz. Comencé a escucharla, y tenía similitudes, aunque no era igual –la persona estaba muy nerviosa cuando estaba hablando-, y en este caso era la voz de Jara”. “El gendarme me dice ‘¿qué pensás?’. ‘¿Qué pienso de qué?’, le respondo. ‘¿No es igual?’, me pregunta. Le digo que tiene similitudes, pero no es igual la voz de Jara a esta voz. ‘Pero para nosotros es’, me dice el gendarme.  Así que yo por dentro decía que primero me aseguraban que era la voz de Gómez y ahora, que se dieron cuenta de que no era la voz de Gómez, me querían convencer de que era la voz de Jara. (…) Y me decía ‘Me llamó Rapazzo y me están pidiendo por favor que saque, que saque, que saque, y que lo necesitaban, por favor’. (…) Yo me quedé callado. Me hacía el tonto. Es más, en la relación, me trataban ellos muy bien. Entonces, había un buen clima.” (…)


Quedó establecido que, terminada la pericia, Mariano Pintos iba a ser  convocado para firmar los resultados. A partir de aquí, mantiene con el perito de gendarmería frecuentes comunicaciones telefónicas, porque se prolonga el resultado de las pericias: “Empiezo a hablar por handy con él y le pregunto: ‘¿Alguna novedad?’ Y me dice: ‘No, no podemos dar con la voz de esta persona’. (…) Estoy hablando de Jara. Entonces, le digo: ‘¿Cómo van a hacer?’ ‘Vamos a buscar otro silabeo en otras partes, para poder sumarlos a la frase’. (…)
“Lo llamo el jueves y me dice: “Es imposible. No podemos dar con la voz. No nos da la voz. Igual, tenemos quince lugares más de donde sacar el silabeo para poder entrar’. Yo digo: ‘Miren que es un asunto de mucha repercusión y es muy complicado’. Dice: ‘Sí, por eso. Lo que yo quiero hacer es que no me puedan impugnar nada. Entonces, voy a buscar todas las vueltas para que no me puedan impugnar nada, porque el caso está pendiente de un hilo’. Como no daba, la pasaron para la otra semana. (…)
Era una relación como de amigos. Cuando lo vuelvo a llamar la última vez, antes de la fecha pactada, me empieza a hablar de manera cortante. Le digo: ‘¿Alguna novedad?’ ‘Sí’. Digo ‘¿Cómo fue todo?’ ‘Positivo.’ (…)
Finalmente, se pacta la reunión en sede de Científica de Gendarmería para la firma de la pericia. “Y yo buscaba la zona de Gómez, que era la que me correspondía firmar. Pero me dio a entender que tenía que firmar todas las hojas: Tiene que rubricar todas las hojas”. Le pregunté: ‘¿Todas las hojas?’ Me respondió: ‘Sí, todas las hojas’. (…) no es que firmé el “positivo” de Jara. Firmé el valor del documento como base científica para el apoyo negativo de Gómez. Estaba todo ahí, no era que estaba separado Jara por un lado, y Gómez por el otro; estaba todo junto. (…) Ahí pregunté si podía ver los gráficos. Yo quería ver los gráficos porque quería saber cómo fue que Jara dió. No estaban los gráficos. Yo buscaba el espectrograma, que es donde se nota más el tema de voz. Y me dice: ‘Acá están los gráficos’ (…) Yo decía para mí que esto se puede vulnerar de cualquier manera. A la voz indubitada la distorsiono un poquito para que el programa no la reconozca y le pongo de nombre, como nuevo documento, el nombre “Jara”. Entonces, cuando me toma la voz, es obvio que si es la misma me va a tomar un parecido muy alto.” (…)
Sr. D’ONOFRIO.- ¿Vos decís que quizás la vuelta que le encontraron para que dé ese positivo es hacer pasar la misma indubitada como la de Jara?
Sr. MARIANO.- La misma indubitada distorsionada como la de Jara, es la única manera. (…)
“Eso es lo que tenía que contar. Al principio no daba, y después, de repente, luego de dos semanas exhaustiva de búsqueda –que supuestamente no daba- la voz dio positivo. Esa mi gran duda: ¿cómo fue que dio positivo?” (…)
“Ellos estaban empecinados con Jara, porque ya Gómez no les había dado, el otro ya había terminado. Quedaba uno solo. Y el único que quedaba era Jara. Yo estaba delante del mío, que era Gómez. Con Gómez no había dado el porcentaje que ellos habían dicho o la similitud que ellos había dicho, y supuestamente por eso habían llamada a una nueva plana. Y el único que quedaba era Jara.” (…)
Sr. FOGLIA.- ¿Jara no tenía perito de parte?
Sr. MARIANO.- No, no tenía. Ese es uno de los puntos débiles. No tenía nadie que audite la voz. Si la persona hubiera estado en ese proceso, en el que la voz era exhaustivamente revisada, estando el perito de parte al lado, se iba a marcar como negativo
 
Esta Comisión no puede asegurar la pertinencia de los dichos del testimonio del perito. La gravedad del tema amerita, como esta Comisión lo hace, sugerir al Dr. Ferrario, el fiscal ahora a cargo de la investigación, la realización de una nueva pericia de voz al imputado Leonardo Jara. Felizmente, en este caso, es posible revisar la “prueba indubitable”, tan cargada de dudas.


Lo que ya está probado, y hace al análisis que la Comisión se ha propuesto, es que una medida tan importante como el cotejo de voz de los imputados con la llamada de amenaza extorsiva que había recibido la familia, tenga que ser solicitada por la defensa del imputado. Para el Agente Fiscal parecía un tema resuelto. Así lo refirió a la Comisión la Dra. Rapazzo:
Sra. ARRIOLA.- ¿Tuvo contacto con Gendarmería para solicitar el resultado de las pericias de voz?
Sra. RAPAZZO.- Sí, tanto yo como el doctor Tavolaro tuvimos contacto telefónicamente (…) Gendarmería tardó más de cinco meses en hacer la pericia.
No sé cuántas veces hablé, pero fueron varias porque tardaban mucho. (…)
Sra. ARRIOLA.- ¿Había alguna necesidad de solicitar premura y rapidez? Sra. RAPAZZO.-
 
La premura que se le pidió a los gendarmes fue porque los doctores González (DEFENSORES DE F. GÓMEZ) estaban bastante apurados y querían que salga la pericia. El fiscal y yo sosteníamos que el que había hecho el llamado era Gómez, pero ellos insistían que no era, y entonces por eso querían la pericia rápidamente. Ellos habían presentado un escrito de pronto despacho preguntando por qué no se había hecho la pericia, cuando, en realidad, la pericia se había solicitado al momento que ellos la pidieron.


Es necesario reiterar cual es el elemento de convicción suficiente en que se basaban el fiscal Tavolaro y la secretaria Rapazzo para sostener que “el que había hecho el llamado era Gómez” El testimonio con reserva de identidad de “El Pollo”, identidad que hoy todo el mundo conoce porque ha sido publicado hasta en los diarios. Es imperioso recordar cómo llega el Pollo Flores a presentarse como testigo de identidad reservada en la causa. Entró primero como sospechoso, después fue aprehendido y, finalmente se transformó en testigo de identidad reservada.


El que lo sindica como parte de la banda que secuestró y asesinó a Candela es Roberto Anibal, en su primera declaración del 5 de septiembre. El 12 de septiembre su domicilio es allanado y él es aprehendido. Así lo refleja Clarín en su portal de noticias:  Tras la liberación de tres imputados, arrestan a dos nuevos sospechosos Uno es remisero y fue trasladado a una comisaría de Villa Tesei. El otro se encontraba en un hospital, ( se trata de ESPINDOLA) donde se recupera de una golpiza. Antes, el juez dispuso la liberación de dos torneros y un fletero, imputados por encubrimiento.

Uno de los demorados es un remisero de 35 años, apodado "El pollo" y padre de dos hijos. Fue aprehendido durante un allanamiento efectuado en una casa de Galeno al 1100, en William Morris, donde los investigadores habrían secuestrado una pistola calibre 9 milímetros. El hombre, de acuerdo a voceros policiales, tendría antecedentes por robo.


Al día siguiente, 13 de septiembre, declara ante el fiscal Tavolaro y la secretaria Guillermina Rapazzo, en calidad de testigo de identidad reservada. Involucra a Leonardo Jara, Guillermo López y Fabián Gómez (que ha sido la pareja de su actual mujer). Le hacen escuchar la grabación y jura que “sin lugar a dudas esa voz le resulta ampliamente conocida y es la de Fabián Gómez”.

¿Para qué realizar una pericia si la policía ya aportó una prueba tan indubitable?
 
IV.3.2 El lugar del hecho
Como ya se señaló, el mismo día (4 de septiembre) y el mismo personal de la DDI Morón (Rodas Pérez), que consiguió a Roberto Anibal, aportó otro testigo de identidad reservada, que vino a cumplir esta función. Es ilustrativo su caso para demostrar, una vez más, cómo la policía conduce la investigación, y el papel asignado a los testigos de identidad reservada. Como en su tercera presentación manifiesta ser de oficio remisero, nos referiremos a él con este apelativo.
 
Primera Declaración Testimonial
El 4 de septiembre el Remisero declara ante el Subcomisario Gustavo Alberto Palozuk, en la Comisaría Segunda de Villa Tesei (Cuerpo V fs. 942). En su declaración se refiere a Espíndola, vinculándolo con el hecho. Todavía Roberto Anibal no había declarado (lo hará al día siguiente), pero, como ya vimos, se trata solo de una formaildad. Anibal manifestó ante la Comisión que, en realidad, nunca fue a sede policial a declarar, que les contaba lo que sabía, en el negocio, a los policías y ellos anotaban:
Sr. LOPEZ MUNTANER.- Vos no declaraste? No es una declaración?
Sr. ANIBAL.- Yo voy diciendo y ellos van escribiendo a su medida, no sé cómo la van escribiendo. Eso no sé cómo lo escribieron ellos.
 
Es decir, dos testimonios distintos introducen coincidentemente a Espíndola.
Lo que tienen en común es que ambos han sido contactados por el mismo personal policial. ¿Qué refiere el Remisero sobre Espíndola? “Que una persona que conoce como de apellido ESPINDOLA cuyo apodo es “EL PERRO”, días atrás, con posterioridad a la aparición del cadáver, le comentó como sabiendo a quién se refería el comienzo de una frase “y seguro que fue….” Parando el relato y continuando diciendo “seguro que fueron los morochos de atrás del puente San Pedro”. Que si bien no acotó nada más al respecto, al dicente por la forma de manifestarse, le dio la impresión que sabía más de lo referido y que no continuó la primera frase porque se arrepintió de dar detalles”. “Que al referido ESPINDOLA, lo vio ingresar en el domicilio de calle KIERNAN 960 de Villa Tesei, tratándose de una finca sin tapial ni alambrado hacia el frente, y edificada a un metro aproximadamente de la línea municipal, pintada color blancas las paredes y también la puerta y ventanas, con rejas negras y también se lo puede ubicar en un conventillo ubicado en calle Garibaldi 1961 entre Victoria y Alsina de Hurlingham.”


Lo central de esta declaración es, sin duda, vincularlo con la vivienda de Kiernan “Lo ve ingresar”). El problema es que equivoca la numeración de la vivienda (960  en vez de 992) y la propia descripción del inmueble. Segunda Declaración Testimonial El 9 de septiembre, entonces, vuelve a prestar declaración en la Comisaría 2º de Villa Tesei. Esta vez, ante el Subcomisario José Alberto Cuadrado y el Oficial Principal Cesar Rodas Pérez (Cuerpo X, fs. 1996/1997). El motivo de su ampliatoria es enmendar su error:
“Que comparece a fin de ampliar sus dichos que, conforme consta en declaración testimonial (bajo reserva de identidad) suya de fecha 04 del actual. Que desea indicar que una vez que hubiera declarado ante esta Prevención, circunstancialmente concurrió nuevamente al domicilio en donde había visto ingresar al mencionado Fabián ESPINDOLA, en el domicilio de la calle Kienann 960 de este medio, ya que quería estar seguro de dicho domicilio y viendo que se había equivocado, desea rectificar la dirección del mismo y explicar las causales de su error” 2) Que la primera vez que fuera a dicho sitio, fue cuando observo a ESPINDOLA , que estaba sobre la calle Kiernan, esta persona hizo como que iba a entrar a una casa pero rápidamente pensando seguramente que el deponente no lo estaba mirando ingreso a la vivienda lindante a esta última, que viéndola de frente era a la izquierda de aquella que hizo "el amague" de entrar. Que en ese momento era de noche. Que recuerda claramente que estaba estacionado un semi – Que posteriormente a esa situación otrá vez en horas de la noche, poco antes de declarar en estas actuaciones había concurrido al lugar a fin de reconocer el domicilio donde había ingresado ESPINDOLA. Que en esa oportunidad lo hizo rápidamente y de noche, por lo cual al ver la vivienda ubicada en la calle Kiernan 960 de este medio, considero que este era el lugar donde había ingresado dicho sujeto. Luego de prestar testimonio en estos actuados, en momentos circulaba con su vehículo y circulando circunstancialmente por cercanías de este sitio, es que decidió pasar nuevamente por el lugar pero en esta oportunidad ya más calmo, y siendo que existía luz diurna y contando con mas tiempo. Es así que al pasar noto que se había equivocado al dar esta finca, ya que esta casa (por la de 960) guarda gran similitud con otra vivienda del lugar la cual se ubica en la numeración 992”.
 

En el resto de la declaración, largamente responde la requisitoria policial sobre este punto, justificando su error. Por último, aprovecha la ampliatoria para agregar datos sobre Hugo Bermúdez: “Que a esta altura desea agregar que habiéndose enterado de la detención de HUGO BERMUDEZ. la cual ocurrió posterior a su primera declaración, desea indicar que le ha llegado a su conocimiento a través del comentario de un sujeto que sabe que tiene varios antecedentes penales, y del cual no puede aportar mayores datos, quien comentó que el detenido HUGO, mantenía algún tipo de relación con CANDELA, que le daba dinero a ella pero desconoce algún otro dato más, ya que como dijera fue un comentario”.
 
Ese mismo día, Rhodas Pérez, el oficial que lo contactó, que le tomó declaración testimonial, realiza una diligencia para identificar claramente el domicilio al que se refiere el testigo: “Que comparece a fin de dejar constancia que hoy se entrevisto con uno de los testigos de identidad reservada, específicamente aquel que mencionara su error en la ubicación de un domicilio sobre la calle kiernann, que a los efectos de identificar el mismo claramente ambos concurrieron al sitio, y conforme los dichos de este testigo logro establecer que el domicilio en cuestión (donde habría visto a ESPINDOLA) es en la calle Kiernann número 992 de esta ciudad. Que este domicilio es aquel que se sospecha que estuvo cautiva la menor victima” (Declaración testimonial de Rodas Pérez, Cuerpo XI, fs. 2008) Rodas Pérez, al día siguiente, sigue desarrollando tareas investigativas, que obran en las fojas 2009 y 2023. Básicamente se trata de la reunión de información y antecedentes de los sospechados Gómez, Jara y Espíndola, y consolidar la corrección en cuanto a la dirección de la vivienda: “Asimismo indica que respecto al domicilio de la calle Kiernnan 960 de este medio ha sido descartado de la investigación, debido a que este lugar fue señalado por el testigo de identidad reservada en forma errónea, siendo que el lugar correcto, en donde él había visto al mencionado ESPÍNDOLA era en la calle Kiernann .numero 992”.


Ese mismo día, 10 de septiembre, el Comisario Javier Eduardo Subirá, jefe del Gabinete Antisecuestro de la DDI Morón, es “comisionado a los fines de  evacuar y certificar los dichos traídos a conocimiento por parte del testigo deidentidad reservada, donde se señala al investigado ALBERTO FABIAN ESPINDOLA SINFRON en el domicilio de la calle KIERNAN NRO. 992” (Cuerpo XIII fs. 3509). En su declaración señala: “… habiendo recabado información del testigo de identidad reservada en cuestión, y habiendo certificado sus dichos tras averiguaciones practicadas en los lugares habitúes del sindicado testigo, en especial en su lugar de trabaja, de lo que no se puede exponer a fines de preservar su identidad, es que arribó a la información de que el día que señala a la persona investigada, y la ubica en el domicilio sindicado en la calle KIERNAN, fue el día 26 DE AGOSTO DEL AÑO 2011, a las aproximadamente 18,45 o 19,00 hs…..”


Llama la atención la autonomía con la que se mueva la policía. Contacta testigos, orienta las declaraciones, deshace o enmienda las mismas conforme se va necesitando. Lo señaló ante la Comisión la Jueza Dra. Sandra Mingolo, cuando al referirnos su impresión al leer y analizar el Expediente, lo sintetizó con un frase: “Volví al Código Jofré”.

El expediente está plagado de huellas e indicios de este armado amañado de la investigación policial y la complicidad fiscal. El Informe ha rastreado y puesto de manifiesto las más evidentes. A esta altura, más que la vivienda de la calle Kiernan 992, es el propio Expediente judicial, el verdadero escenario del crimen.
 
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Fuente: (AgePeBA - Agencia Periodística de Buenos Aires)

 

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