martes, 20 de noviembre de 2012

Psicología y Psicopatología del niño, el adolescente y su familia.

Resumen
La familia representa el “núcleo de socialización” mas importante para el niño, para lo cual se requiere que cumpla sus funciones de manera integrada, aportando elementos saludables para la formación de la personalidad.
Si analizamos las causas de la delincuencia, sobre la que existen diversas y variadas teorías, detectamos que una familia inestable o desorganizada puede favorecer el desarrollo de tendencias antisociales persistentes, ya que los estímulos nocivos facilitan que el niño introyecte modelos identificatorios negativos y recurra a ellos como forma de vida.
Los sueños o ambiciones frustradas y la falta de oportunidades constituyen otra fuerte incitación a ingresar al mundo delictivo, gestando un adolescente con valores distorsionados o ambiguos, los que señalarán que “nada está prohibido”, que los derechos ajenos carecen de valor, contribuyendo al mal endémico de nuestra sociedad, la inseguridad.
En el presente trabajo, se describen los diversos factores generadores de delincuencia infanto-juvenil.
 
Conclusiones
La responsabilidad en relación a la delincuencia juvenil no debe recaer sobre personas individuales, sino en toda una sociedad en donde la inestabilidad, la confusión y la desorganización afectan desproporcionadamente el funcionamiento de las familias, las que conciente o inconscientemente, exponen a sus hijos al peligro y a la desviación.
 
Introducción
La delincuencia juvenil es un fenómeno social muy representativo desde el siglo pasado. Se trata de un problema criminológico en permanente aumento en el mundo entero, tanto por su incremento cuantitativo como por su progresiva peligrosidad (cualitativo), que pone en riesgo la seguridad pública, atentando, asimismo, contra las buenas costumbres establecidas por la sociedad. Se extiende desde las zonas mas industrializadas hasta los rincones mas precarios, involucrando desde las familias ricas o acomodadas hasta las de mas bajos recursos.


Los datos que podemos obtener al respecto, son parciales, ya que suele tratarse de un  fenómeno oculto. Sólo los delitos denunciados son incluidos en las estadísticas oficiales y entre uno y otro puede haber diferencias del cincuenta por ciento o más y además, teniendo en cuenta que como los autores de la inmensa mayoría de los delitos contra la propiedad no son atrapados ni individualizados no hay datos oficiales precisos sobre su edad. y la magnitud de las denuncias varia según el delito y el año (1). Confundir la delincuencia general de una población con la que se denuncia, trae consigo, un conocimiento insuficiente sobre la cantidad, origen y desarrollo de la criminalidad, que a su vez hace poco eficaz, cualquier medida social o penal para  controlarla.. La población reclusa constituye solo una pequeña parte de la  población delincuente real, no representa todo el universo. Se considera así, un grupo incompleto, constituido por infractores sancionados, amonestados, o institucionalizados, pero que no son todos los delincuentes, sino los que cometen delitos más graves, por lo que no es representativa en cuanto a la conducta instrumentada. La mayor participación de personas más jóvenes en hechos delictivos, se advierte en forma indirecta a partir de indicadores tales como el aumento de adolescentes en la población carcelaria, o en los autores de homicidios (1).

Resulta importante distinguir algunos conceptos para luego introducirnos mejor en el tema.
 
  • Inadaptación social: Conducta que se apartan de la norma, sin que necesariamente tengan que realizar ninguna acción que entre en conflicto con su entorno.
  • Conducta desviada: Seria la expresión de la inadaptación a través de comportamientos que transgreden las normas sociales establecidas y que entrarían en conflicto con su entorno.
  • Conducta delincuente: Seria la conducta desviada penalizada por la ley.
  • Delincuencia: Conjunto de infracciones de fuerte incidencia social cometidas contra el orden público. Fenómeno de delinquir o cometer actos fuera de los estatutos impuestos por la sociedad. (considera frecuencia y naturaleza de los delitos).
  • Delito: Acto típico, antijurídico y culpable.
  • Delincuente: sería quien comete un delito contemplado en un determinado código penal.
  • Criminología: Ciencia empírica interdisciplinaria que se ocupa del crimen y de la personalidad, las motivaciones y las capacidades de reinserción del delincuente (1).
Antecedentes históricos
No existen dudas respecto de la existencia de un derecho penal precolombino, como por ejemplo el de los pueblos Aztecas, Mayas o Incas. Sin embargo, se desconoce la existencia de una regulación especial o particular para niños o jóvenes que cometieran delitos en el llamado derecho colonial americano.
 
El término de «delincuencia juvenil» fue acuñado en Inglaterra desde el año 1815. La legislación en relación a la criminalidad, se inicia a partir de la independencia de las colonias europeas, en el período republicano, contando, la mayoría de los países latinoamericanos hacia fines del siglo XIX, con una basta codificación en materia penal. No obstante, es recién a principios del siglo XX en que aparece la preocupación por la infancia en una gran cantidad de países, como resultado, por un lado, de la internalización de las ideas de la Escuela Positiva y luego de la Escuela de la Defensa Social, y por el otro lado, de la imitación de preocupaciones europeas y de EEUU por la infancia y adolescencia.

La primera legislación específica conocida fue la argentina, promulgada en 1919. A partir de 1920 y hasta 1960 se promulgaron la mayoría de las primeras legislaciones, siendo posible afirmar que durante ese periodo el derecho penal de menores se desarrolló intensamente, basado en las doctrinas positivistas-antropológicas. En la década del 60 y hasta 1980 se promulgaron y reformaron leyes especiales, caracterizándose ese período por una ideología defensista de la sociedad, fundamentada en el concepto de peligrosidad y de las subculturas criminales. Pero sin lugar a dudas, un hito en la historia del derecho de menores lo estableció la promulgación de la Convención de los Derechos del Niño en 1989 (1).

Adolescencia. Rol de la familia
La adolescencia es una etapa crucial del desarrollo, puesto que en ella comienza la participación activa en todas las áreas de interrelaciones humanas, consolidándose su integración a la sociedad.
 
Se debe comprender al adolescente como sujeto biopsicosocial, en quien se produce un fenómeno de crecimiento “transformador”, simultáneamente físico, psicológico, y la búsqueda de su propio espacio social. El adolescente es un receptor “ultrasensible” de las conductas del núcleo familiar conviviente. Los impactos recibidos pueden transformarse en sentimientos de rencor y conductas transgresoras.

La familia juega un rol primordial y decisivo en el comportamiento del niño por ser primer modelo de socialización, donde se adquieren las conductas básicas, incluyendo variadas formas de represión y regulación conductual, pudiendo transformarse en un factor criminógeno en la sociedad (HIRSCHI 1969), a través de relaciones negativas entre los miembros del grupo familiar. (2).

La disfunción familiar tiene gran influencia en la gestación de conductas transgresoras, ya que puede traer consigo carencias afectivas de tal intensidad, que provocan en el joven la búsqueda de compensaciones en otros ámbitos, ya que aquella no puede cumplir su función socializadora.
 
La ausencia de reglas, control o límites puede producir indecisión e inseguridad, y la ansiedad de éste proceso puede producir también en el niño agresividad e inadaptación; crece con ineptitud para tolerar cualquier frustración, de ahí la búsqueda ulterior de compensación y el refugio en la banda, propia de las barriadas periféricas y suburbios marginales, donde se alcanza un alto grado de desorganización social frente al mundo de valores considerados normales (2).

Las bandas, constituirán para el adolescente, el instrumento sustitutivo del papel de la familia, que ha fallado en los procesos de integración inicial. El joven puede encontrar intereses comunes y relaciones internas muy fuertes en ella, necesarias para mantener la cohesión del grupo, a través del cual puede realizar lo que le ha sido negado a su clase social y rechazar, al mismo tiempo, los valores de las clases medias a los que el delincuente responsabilizará de su marginación.

Función paterna
La conexión entre la ausencia del padre y delincuencia surge de múltiples trabajos de investigación, siendo ello un buen predictor no solo de delincuencia sino también de diversas adicciones. (Gottfredson y Hirschi,1990) y (Stern, Northman y Van Slyk,1984) (3).

La figura paterna juega un rol fundamental en:

  • Instaurar la capacidad de control de impulsos agresivos, es decir en la autorregulación.(Lisak y Roth 1990-Biller y Trotter, 1994)
  • Incorporación de la capacidad para postergar gratificaciones y buen predictor de empatía en el adulto (Sagi,1982- Biller,1993).
  • Prohibición del incesto como fundante de la cultura. Estructuración de lo intrapsíquico (Freud).
  • Asignar lugares y roles en la familia, protegiendo el encuadre familiar.
  • Promover la emancipación o salida o de los hijos de la familia, asegurando su apertura al grupo social. (Berenstein,1976 y 1981) (3).
Causas
Los estudios criminológicos mundiales señalan la multicausalidad del fenómeno de la delincuencia juvenil. Pero aunque nos basemos en cuestiones jurídicas, cada Estado está sujeto a su propio sistema jurídico. ¿Qué es lo que hace que un joven delinca?. En el origen de la transgresión adolescente encontramos varios tipos de causas: Hay jóvenes que cometen hechos que la ley califica como delitos, generalmente hurtos y robos con violencia en las cosas, por actitudes de contraposición a su familia y a las reglas sociales; otros en cambio, responden a claros, aunque no siempre explícitos, mandatos familiares y de su medio social.

 
Genética
La idea de que la herencia tenga influenza en la criminalidad, no implica que todo crimen tenga un origen hereditario, ni que este tipo de factores sean, por sí solos, capaces de producir la desviación criminal.

Según estudios realizados, se cree que un niño que fuera creado en una familia criminal, aprendiera modelos antisociales de conducta, los cuales a su vez enseñara a sus propios hijos.

Goring y Lund demuestran que los criminales con ambos padres criminales se encuentran en proporción mayor que aquellos en los que solo uno de los padres es criminal (3)

Kuttner demuestra que los hijos de criminales delinquen con más frecuencia que los hijastros de los mismos. Estudios realizados en niños adoptados sugirieron la presencia de un componente genético para la agresividad, aunque no siempre para la delincuencia. El riesgo de trastorno disocial se incrementa entre la descendencia de padres que tuvieron ese trastorno, trastorno antisocial de la personalidad y trastornos inducidos por consumo de sustancias (3).

Los estudios de adopción de niños cuyos padres biológicos eran delincuentes tenían más probabilidades de presentar TCD, que los hijos adoptados cuyos padres biológicos no lo eran. Los estudios realizados en gemelos han indicado una tasa de concordancia mayor para el comportamiento delincuente en los gemelos monocigotas que en los dicigotas (3).

Factores Neurobiológicos
 
  • Predominio relativo del sistema de recompensas sobre el inhibitorio, posiblemente por disfunción del sistema septohipotalámico.
  • Déficit en funcionamiento corteza prefrontal
  • Alteración de los sistemas. Serotoninèrgico y adrenérgico
  • Hipertiroidismo. Sme. disfórico de la fase luteínica
  • Hormonales, se ha relacionado agresividad y testosterona plasmática en varones adolescentes debido a la elevada proporción de trastorno disocial en ellos, no asì en prepúberes.
  • La epilepsia. Es ampliamente conocida como enfermedad criminógena. Puede hablarse de una personalidad epiléptica, caracterizada por la excitación, la agresividad y la suspicacia, agravada en los menores por falta de inhibidores.
  • Las secuelas de meningitis o de meningoencefalitis, cuando afectan las estructuras del sistema límbico, determinan conductas agresivas en los menores.
  • Las anomalías físicas y funcionales, son importantes en cuanto pueden impedir al menor a estudiar o trabajar adecuadamente. Se presenta en el menor un complejo de inferioridad y resentimiento contra la sociedad, lo que puede llevarlo a adoptar actitudes antisociales.
  • Retraso psicomotor
  • Crisis convulsivas. Crisis psicomotora
  • Traumatismos craneoncefàlicos. Traumatismos perinatales.
  • Graves problemas de aprendizaje y comunicación. - Ondas lentas en el EEG. (4).

Factores Psicopatológicos:
 
  • Trastornos de Conducta Disocial, T. Oposicionista-desafiante,
  • Trastornos de la Personalidad (Bordeline, Antisocial
  • Esquizofrenia. Trastorno Bipolar y otros.
  • Tóxicos: Alcohol- Sustancias psicoactivas (4).
Factores Sociales:
  • Desigualdad económica:
  • Desempleo- Desocupación
  • Baja escolaridad- Analfabetismo
  • Medios de comunicación: Actualmente ciertos programas televisivos e Internet reemplazan a la familia como formadora de costumbres sociales.
  • Escuela: desempeña un papel importante como agente socializador para niños y adolescentes. La institución escolar utiliza medios, procedimientos y métodos para mantener el orden y la disciplina las que son aplicadas a aquellos que violan las normas que rigen el comportamiento escolar.
Sin embargo, es necesario saber las causas que desencadenan el comportamiento en el adolescente. De no profundizarse en las razones de esa conducta las medidas disciplinarias no cumplirán su objetivo educativo, en tanto el adolescente mantiene los problemas, considerando a sus maestros como sus enemigos que solo lo juzgan, por lo que se distancia aun mas de la escuela, reforzándose la conducta desviada.
  • En algunos casos, el énfasis academicista o la excesiva competitividad a este nivel, promueven la aparición de comportamientos violentos o delictivos.
  • Subcultura delincuente: La pandilla; la vida callejera; el espíritu de burla a la policía y a la vigilancia, Existen comunidades o barrios en donde los jóvenes deben participar en “ritos de iniciación” para pertenecer a un grupo (robar , asaltar, cometer violación) (5).
Factores Familiares
Concordamos en el rol de modelo que representan los padres. La necesidad de aprender conductas adultas, de imitar ese modelo cercano, de seguir el ejemplo de los padres se incluye en la función educativa de la familia. No obstante, los adolescentes encuentran en ocasiones que el espejo está "empañado". Existen grupos familiares portadores de "indicadores de desajuste social".

 
Los factores hallados con mayor frecuencia en la familia de adolescentes con antecedentes delictivos son:

  • Rechazo parental.
  • Ausencia de la figura paterna.
  • Inestabilidad conyugal.
  • Falta de atención al niño (abandono físico o emocional).
  • Bajo nivel socio-económico? Por su imposibilidad de progresar y de lograr metas, se considera que ubican naturalmente en estratos socioeconómicos mas bajos.
  • Baja cohesión familiar.
  • Carencia de herramientas afectivas, cognitivas y conductuales. Esto trae aparejado: a) déficit en la comunicación intrafamiliar o patrones de comunicación predominantemente físicos. b) dificultad paterno-materna de asumir su rol con autoridad o lo hacen con disciplinas muy severas.
  • Familia numerosa
  • Historia de institucionalizaciones
  • Cambio frecuente de educadores:
  • Promiscuidad
  • Historia de abuso sexual intrafamiliar
  • Conductas adictivas o delictivas en progenitores (sobre todo el alcoholismo paterno).
  • Enfermedades mentales en familiares directos (4 y 5).

Teorías Criminológicas que relacionan la disfunción familiar con la delincuencia juvenil.
  • Teoría del control familiar
    GOLD (1963): “Si la familia ejerce escasa atracción sobre sus miembros, también ejercerá un bajo grado de control social sobre ellos”.En jóvenes delincuentes es frecuente NO identificación con el padre por:a) Fracasos sociales del mismo b)Disciplinas demasiados severas o demasiado consentidoras (2)
  • Teoría del control social:
  • TRAVIS HIRSCHI (1969) manifiesta que la conducta delictiva se desarrolla en base a presencia de 4 elementos: a) apego o conexión b) compromiso c) participación d) creencias
Conclusión: “La posibilidad de delinquir aumenta en la medida que se debilitan estos elementos constitutivos del vínculo social, jugando la familia un rol decisivo por ser primer modelo. Sin embargo, la presencia psicológica de los padres es mas importante aún que el control directo. Esto es si el joven se pregunta que pensarían sus padres si lo vieran cometer ese delito. Si no se formula la pregunta, es libre de pasar al acto.” (2)
  • Modelo de Coerción
  • PATTERSON (1992) piensa que los actos delictivos se presentan como consecuencia de una disciplina inadecuada.

La conducta antisocial se desarrolla en tres etapas:
Familia: si las pautas no son claras, desencadenan conductas agresivas o manipuladoras.
Escuela: al no internalizar pautas familiares, puede haber falta de habilidades de interrelación social con rechazo de pares Adultez: Inestabilidad laboral y afectiva (2)
  • Teoría de la interacción
  • Las interacciones negativas y coercitivas como ser el abandono, la escasa comunicación, la falta de vigilancia, la incapacidad de ejercer control de manera no agresiva, o la violencia conyugal, promueven a largo o mediano plazo, la conducta antisocial. (BURGOS-1991) (2)
  • Teoría de la Asociación Diferencial
  • SUTHERLAND Y CRESSEY (1970): “ La familia es la encargada de transmitir al individuo, una serie de valores favorables al respecto de la ley. En cambio, la subcultura delictiva, favorece la violación de la ley. Si esta última se impone respecto de la primera, el joven podrá transformarse en un delincuente”.

Otras teorías:
Psicoanálisis: Deficiencia del Super-yo, por descuido o rechazo temprano de los padres, lo cual interferiría en la formación de vínculos afectivos.
 
Piaget y Kolberg: Estos autores consideran que existiría un retraso en el desarrollo de la madurez o juicio moral (según niveles del desarrollo moral). Su concepción del mundo es personal, no interpersonal En términos sociocognitivos, significa que no pueden adoptar el punto de vista de otra persona, al mismo tiempo que el suyo propio. Son incapaces de subordinar lo real a lo posible, ni asumir el rol del otro.. Piensan de modo lineal; sólo tienen en cuenta las reacciones de los demás después de tratar de satisfacer sus propios deseos (4)
 
Según Kagan, los individuos con trastorno del comportamiento disocial o personalidad antisocial presentan un retraso en el desarrollo de la madurez moral y el funcionamiento cognitivo. Dicho autor describe el desarrollo moral y cognitivo sociopático como organizado en el segundo nivel epistemológico de Kohlberg, similar al niño en la edad de latencia. En ese nivel, el funcionamiento cognitivo es regido por lo que Piaget denomina operaciones concretas (4).
 
WINNICOT (1956): “La tendencia antisocial representa una pérdida o deprivación en etapas donde el niño ha constituido un yo y relaciones con terceros (alrededor de los 2 años)”.
 
DURKHEIM E.: “Cuando un sujeto, por contradicciones sociales, aspira a una superación de su calidad de vida por encima de sus posibilidades concretas, lo hará por medio de conductas desviadas o delictivas”.
 
COHEN. A. :“Toda conducta es siempre un recurso de adaptación. Si un niño se desarrolla en un medio percibido como seguro y gratificante, se comportará con seguridad. Si en cambio lo hace en un medio vivenciado como hostil, su conducta será defensiva”.
 
CLOWARD Y OHLIN: “El origen de la conducta delincuente es la frustración que sienten los jóvenes de clases sociales mas bajas al fracasar en su intento de mejorar su status social, atribuyendo ese fracaso a la sociedad. Así se genera la subcultura del delincuente” (7 y 8).
 
Diferencia de hallazgos
- Estudios criminológicos en EE.UU. sostienen una fuerte correlación entre familia disociada (incompleta o reconstituida) y delincuencia.
- En un estudio suizo “el caso suizo de los años 1990: familia disociada y delincuencia” el que fue realizado en 1992,en una muestra aleatoria de 970 entrevistas a jóvenes de 14 a 21 años, MARCELO AEBI (Universidad de Sevilla) concluyó que al igual que otros estudios europeos, que no había una relación estadísticamente significativa entre estructura familiar y delincuencia. Sin embargo, señaló que el consumo de drogas “blandas” era notablemente superior entre adolescentes que provenían de familias disociadas (9).
 
Casuística
Se exponen en escala cualitativa los indicadores hallados sobre un total de 265 adolescentes con comportamientos delictivos evaluados por nosotros en el Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario durante el año 2006 y hasta octubre de 2007.
1) Factores familiares que predisponen a la delincuencia (Gráfico1)
 
 
 
2) Conductas predelictivas (Gráfico2)
 
 
 
3) Accionar delictivo y tipos de delitos (35% solitarias, 65% grupales)
 
 
 
 
4) Hallazgos posdelictivos (Gráfico 6)
 
 
 
ConclusionesLa familia representa el “núcleo de socialización” mas importante para el niño, para lo cual se requiere que actúe de manera integrada, cumpliendo sus funciones e reproducción, protección y socialización. La calidad de esta última se encuentra estrechamente relacionada con las conductas delictivas desplegadas por el adolescente.
 
Una familia inestable o desorganizada puede favorecer del desarrollo de tendencias antisociales persistentes. Al desintegrarse la familia, también se desintegra la persona; entonces es ahí donde el individuo no le encuentra sentido a su vida, entonces se dedican a deteriorarse ellos mismos o a sus semejantes, ya sea robándoles, hiriéndolos o como se ha dado en otras situaciones, matando a familiares, incluso a sus propios padres. La ausencia física o psicológica del padre es un fuerte predictor de criminalidad, especialmente en el varón.  No obstante, nos preguntamos si factores tales como la excesiva competitividad, la falta de oportunidades , la necesidad de que niños y jóvenes se incorporen tempranamente al mercado de trabajo y la transformación de los roles tradicionales de género ¿No hacen que el sistema sea tanto o mas violento que las agresiones individuales de los jóvenes?.

Todo ello hace surgir la desconfianza y la intolerancia por la falta de certezas, restringiendo la socialización a los círculos mas íntimos, mientras los espacios públicos se transforman en lo “anónimo y amenazador”, estigmatizando la pobreza y la adolescencia y determinando su aislamiento por exclusión social.

De lo expresado se desprende que también la readaptación del delincuente se ve obstaculizada por la misma sociedad, que no favorece a la integración del ex convicto a ésta, privándolo de empleos que permitan poder tener una vida honrada, lo que lo lleva a reincidir en la delincuencia, como una forma de sobrevivencia. Así, los “muros de contención” (cárceles, hospitales, instituciones), por un lado, protegen a la sociedad de los “inadaptados”, pero también sirven para depositar y proyectar la angustia social ante una realidad cruel e implacable, quedando aquella “contenida” por el cemento (7).

La violencia y la delincuencia juvenil no son responsabilidad de personas individuales, se presentan en un contexto de múltiples variables, en una sociedad en donde la inestabilidad, la confusión y la desorganización afectan desproporcionadamente el funcionamiento de las familias, las que conciente o inconscientemente, exponen a sus hijos al peligro y a la desviación.

Las políticas implementadas hasta la actualidad, son , en general de carácter secundario o terciario, siendo necesaria la puesta en marcha de programas de prevención dirigidos a grupos de riesgo no específicos (conflictos familiares, fracaso escolar, consumo de drogas, interacción inadecuada con grupo de pares) (10).

No debemos limitarnos a la confección de un legajo, sino apuntar a un tratamiento integral, involucrando al grupo familiar y comprometiendo a las redes sociales del individuo.

Es decir, parafraseando a Basaglia: “O aceptamos una complicidad recíproca o comenzamos una recíproca responsabilización”.


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Por: Lancelle, Diana Marina
(Médica Pediatra del Cuerpo Auxiliar interdisciplinario- Fuero de Menores. Poder Judicial- Corrientes.)
Soler, Isaac Roberto
(Médico Pediatra del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario- Fuero de Menores-
Poder Judicial-Corrientes. Médico Laboral, Legista y Psiquiatra.)
Triay, Rosana Marcela
(Médica Psiquiatra del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario- Fuero de Menores –Poder Judicial-Corrientes. JTP de Medicina I, Area Psicología y Docente adscripta Ad-Honorem de la Cátedra de Sexualidad Humana- Facultad de Medicina- Universidad Nacional del Nordeste.(UNNE).
 
Bibliografìa
1) DE LA GARZA ,F. “La cultura del menor infractor”. Editorial Trillas, Mèxico. 1987.
2) OVALLES RINCÓN, A.”Incidencia de la disfunciòn familiar asociada a delincuencia juvenil”. Universidad de Zulia. 2007
3) CHOUHY, R. “Función Paterna y familia monoparental”. Family Therapy Ins. Washington D. C.
4) .BASILE H. “Psicopatologia de la conducta antisocial adolecen-te.Agresividad, violencia y delincuencia”en Basile H. “Curso virtual de Psicología y Psicopato-logía del niño,el adolescente y su familia” .2007
5) RODRIGUEZ MANZANERA L. “ Criminalidad de Menores”. México 1999. 3º Edición. Edit.Porrúa
6) SÁENZ, CH. “Familia y Delincuencia" Santiago de Chile. 2000
7) . VARELA, O., ALVAREZ, H.,SARMIENTO ,A., PULL, S.,REGUEIRA B.,IZCURRIA, M. en “La problemática Minoril” en Varela O. Álvarez H.,Sarmiento A.“Entre la Psicología y el Derecho. Cruzamientos discursivos”. 1ª Edición. Editorial Abeledo Perrot Lexis Nexis Argentina., 2006, pag.53-69.
8) VITIELLO B. Y JENSEN P. “Trastornos de comportamiento perturbador” en “Tratado de Psiquiatría” KAPLAN, H Y SADOCK. B. 6ª ediciòn. Edit. Intermèdica. 1995. Cap. 39 pg. 2235 a 2.248.
9) AEBI M. “Familia Disociada y delincuencia: El caso Suizo en los años 90” Revista electrónica de Ciencia Penal y Criminologìa. Madrid, 2003. núm 05- 08p. 08:28.
10) AMATO. M.I. “ Los senderos de la delincuencia” en Amato, M: I. “Delincuencia, Prostitución

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