viernes, 26 de octubre de 2012

Informe final de la Comisión Especial de Acompañamiento para el esclarecimiento del Asesinato de Candela Sol Rodriguez – Parte 3/6

III. Sobre el hallazgo del lugar de cautiverio (calle Kiernan 992)
Se fuerzan los escasos datos obtenidos de un relevamiento vecinal para construir “el lugar del cautiverio de la niña”. Las pruebas de ADN en dos objetos móviles como único elemento de vinculación de la casa de Kiernan 992 con el hecho.


El 31 de agosto, a las 18.00, con el reconocimiento por parte de Carola Labrador del cuerpo de su hija sin vida, se inicia otra etapa del proceso.

Desde las 17.00, la policía tiene la certeza que la niña arrojada en una bolsa de residuos es Candela. Más allá de las pericias y relevamientos de rigor, se toma la primera decisión operativa de esta segunda etapa. Así lo explicó el fiscal Tavolaro a la Comisión:
“Desde ese momento, se utiliza lo que dice Raffo, en su libro “La Muerte Violenta”: un espiral, que es un timbre, un puerta a puerta, como vendedor de libros, buscando a ver quién podía saber algo”.


Los resultados de esta acción dieron un giro brusco e inesperado a la investigación: a pocas horas del hallazgo del cuerpo, encontrar el lugar donde, supuestamente, se había desarrollado el cautiverio de Candela y, tal vez, su homicidio. ¿Quién tomó esta decisión del relevamiento “puerta a puerta” que resultó ser tan trascendente para el posterior desarrollo de la investigación? El fiscal Tavolaro al respecto manifestó en su testimonio: “Reconozco que es un defecto personal mío. Ahí la emoción me ganó, y la verdad es que muchas ganas de seguir no tenía. En las imágenes difundidas sobre el hallazgo del cuerpo se puede ver, que incluso fueron criticadas, porque decían que el fiscal tenía que estar ahí, que yo no estaba, mi cara no estaba ahí, porque estaba llorando detrás de un camión de la Policía  Científica. Sí estaba mi colega, el fiscal que estaba de turno ese día, y mi otro colega el secretario de la Fiscalía. Yo realmente no podía seguir y ellos se encargaron, junto con el personal policial, con el comisario Bianchi y no me acuerdo quién más, de empezar un trabajo en espiral, tomando como centro el lugar de hallazgo del cuerpo, y puerta a puerta, buscando algo que pudiera llamar la atención”.
 
El Dr. Lisa es el colega de Tavolaro en la Fiscalía Nº 6 de Morón. En su testimonio ante la Comisión se preocupó en demostrar que a la causa la seguía Tavolaro, que “el director de esta investigación era él”, que él ni siquiera había leído la causa, pero colaboraba en los momentos difíciles, como sin duda lo fue el hallazgo del cuerpo sin vida de Candela. En general, los testimonios policiales que se recibieron en la Comisión, coinciden en que fue el Crio. Mayor Bianchi, Jefe de Zona Oeste, el que tomó la iniciativa y organizó, con varios grupos operativos, el relevamiento policial “puerta a puerta” en espiral, tomando como centro el lugar del hallazgo del cuerpo. Por otra parte, es una medida lógica y habitual en los protocolos policiales. Tal como lo señaló el fiscal Tavolaro, Raffo lo explica muy bien en su libro “La Muerte Violenta”. Es un método de análisis, de observación, de recolección de posibles pruebas o indicios (“Método por espiral: En este método se parte del centro de la escena y luego se va realizando la observación en forma circular hasta llegar a los extremos del lugar. Utilizado comúnmente en lugares abiertos, grandes”). En este caso, en la modalidad “puerta a puerta” el propósito era encontrar alguien que haya visto algo llamativo: un auto que haya frenado bruscamente en el lugar o salido a gran velocidad, una camioneta de la que hayan bajado un bulto, móviles o personas merodeando sospechosamente en el lugar, etc. Es decir, cualquier indicio que pudiera aportar una pista sobre los homicidas, sobre los que habían dejado allí el cuerpo de Candela. Lo curioso es que esta operación previsible da un resultado inesperado. Encuentra lo que no estaba buscando: el lugar del cautiverio.
 
Resultados del relevamiento vecinal
Tal como señala el fiscal Tavolaro estaban “buscando algo que pudiera llamar la atención” “Lo que primero llama la atención es esa casa de la calle Kiernan.” Del relevamiento de los legajos de las Actuaciones Complementarias Policiales, se observan las testimoniales de funcionarios policiales sobre los relevamientos vecinales realizados el 31/08 y el 01/09 (Cuerpo XVIII entre Fs. 3.304 y Fs.3.440 y Cuerpo XIX entre Fs.3.513 y Fs.3680). Entre los centenares de vecinos que fueron interrogados sin que tuvieran información útil que aportar a la investigación, se encuentra el testimonio de un vecino, Marcelo Alejandro Galante, quien señala haber visto movimientos sospechosos en la vivienda de Kiernan 992. El mismo 31 de agosto, al ser interrogado por personal de la Comisaria Merlo Primera, dicho vecino explicó que “desde el último fin de semana pudo observar movimientos de personas entrando y saliendo a los cuales desconoce, las que hicieron tareas de reparación en el frente y que el día 31 de agosto del año en curso colocaron unas chapas en forma vertical en lo que sería la entrada de autos impidiendo la visión hacia los fondos y que en hora del mediodía se apersonaron dos masculinos los que se movilizaban en un camión frontal con caja tipo furgón, color blanco, teniendo a los costados la inscripción del Ejército de Salvación, los que mediante la utilización de un carro de mano con rueda retiraron elementos de dicha finca cargándolos en el camión y retirándose del lugar” (fs. 3359/3360 del cuerpo XVIII de las actuaciones complementarias).


En el fallo de la Sala III de la Excelentísima Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial Morón, fechada el 17 de abril de 2012, el Señor Juez Dr. Adolfo Naldini manifestó sobre el particular:  “Lo observado por Marcelo Galante y posteriormente expuesto a las autoridades policiales es lo que motivo el allanamiento a la finca sita en Kiernan 992 realizado en las primeras horas del día 1° de Septiembre. Si bien pudieron ser atendibles las razones por las cuales, al Sr. Galante en primera instancia y luego a los investigadores del caso, les pareció sospechoso lo narrado por el primero, lo cierto es que nada tenían de particular los sucesos advertidos por dicho vecino.

Me explico, dos son las circunstancias que han motivado la sospecha que justificó el registro del inmueble en cuestión. Por un lado, los movimientos de personas entrando y saliendo…las que hicieron tareas de reparación en el frente; y por el otro, que en hora del mediodía se apersonaron dos masculinos los que se movilizaban en un camión frontal con caja tipo furgón color blanco teniendo a los costados la inscripción del Ejército de Salvación los que…retiraron elementos de dicha finca. No obstante, sabemos hoy que las personas que entraban y salían de la finca (y que realizaron las reparaciones), eran los futuros inquilinos de la misma, me refiero al Sr. Juan Insiarte, a su pareja, la Sra. Katerine Soledad Tineo Olaechea, y los hijos de esta última, Gustavo Adolfo Ventura Tineo de 15 años de edad y Jairo Andrés Ventura Tineo de 13 años de edad (fs 3551/3553 del cuerpo XIX, de las actuaciones complementarias y 832/834 del cuerpo V, 4264/4267 y 4268/4269 del cuerpo XVII); también sabemos que las dos personas que retiraron los objetos de la vivienda en un camión del Ejército de Salvación, eran Diego Abel de la Fuente y Flavio Matías Juárez, empleados de la citada entidad de bien público, que habían concurrido al lugar a instancias de la Sra. Gladys Mabel Cabrera, la que, a raíz del alquiler del inmueble, deseaba donar parte de sus pertenencias (ver testimonio del Subcrio. Raúl Ramos a fs 1009/1010 del cuerpo VI). Amén de los citados testimonios, lo aquí reseñado se condice con lo detalladamente explicado por la Sra. Cabrera y el Sr. Ramón Néstor Altamirano, tanto al deponer testimonialmente como al ejercer sus defensas materiales (fs. 3513/3514 y 3519/3522, del cuerpo XIX de las actuaciones complementarias y fs.1365/1369, 3869/3874 y 7779/7785 de los cuerpos VII, XV y XXXIII).

Creo de interés destacar, para realizar un correcto análisis sobre los posibles movimientos sospechosos de dicha vivienda, lo percibido por los restantes vecinos que habitan sobre la citada arteria. En el informe confeccionado por el Comisario Inspector Chirino en el que consta el relevamiento vecinal realizado el día 31 de agosto mediante el cual se logro dar con el testigo Galante, se entrevistaron a otros 29 vecinos de la calle Kiernan (desde la altura catastral 700 al 900), y ninguno de ellos observó circunstancias que pudieran ser relevantes para la pesquisa (fs.3359/3360 cuerpo XVIII de las actuaciones complementarias). Del informe elaborado por el Comisario Inspector Felix Albornoz en dicha fecha, se desprende que distintos funcionarios policiales se entrevistaron con otros 24 vecinos que se domicilian sobre la calle Kiernan, desde la numeración catastral 920 a la 1144, ninguno de ellos percibió movimientos extraños en la vivienda ubicada en el 992; sólo la Sra. María Alicia Nieto (kiernan 1001), el Sr. Rafael Camilo Maldonan (kiernan 1025) y la Sra. Jorgelina Susana Silvera (kiernan 963) observaron tareas de reparación en la finca y a menores de edad jugando en la vereda, e interpretaron (correctamente) que la finca había sido alquilada (ver fs.7460/7462 del cuerpo XXXII)”.

Sin embargo, en base al testimonio aportado a la policía por Marcelo Galante se resuelve el allanamiento de la casa Kiernan 992. La orden de allanamiento firmada por el fiscal Lisa no se encuentra, pese a su importancia procesal, en los Cuerpos de la Causa. Curiosamente, aparece en los Legajos de Actuaciones Complementarias Policiales (Cuerpo XVIII Fs. 3.369), fechada el 1-9-11.

Es importante señalar lo sucedido durante las 10 horas que van desde la llegada de funcionarios policiales y judiciales a la escena de aparición del cuerpo (17.00 horas del 31 de agosto) y el inicio del allanamiento de la vivienda de calle Kiernan (3.00 horas del 1º de septiembre), por resultar cruciales: La conmoción que produjo la noticia. La irrupción de la madre y las más altas autoridades políticas y policiales en la escena del hallazgo del cuerpo. El quebranto del fiscal Tavolaro. La extraña filtración en los medios, a través de C5N, de la confusa llamada extorsiva recibida el 29 de agosto en el teléfono de la familia. La llegada del padre de Candela desde el penal de Magdalena a la morgue judicial donde estaba el cadáver de su hija.
 
El velorio.
El traslado del padre a la comisaría 2ª de Villa Tesei, muy avanzada la noche, para prestar declaración ante el fiscal Tavolaro. Paralelamente se produce el relevamiento vecinal organizado por la policía bonaerense, el testimonio de Marcelo Galante, el vecino de calle Kiernan que señala la casa sospechosa. Su posterior declaración en la comisaría de Villa Tesei, ya pasada la medianoche, en que ratifica y amplia su primera declaración durante el relevamiento vecinal. La decisión de allanar la vivienda de calle Kiernan, en función de estas declaraciones. En este contexto, poco o nada tuvo que ver la fiscalía en la decisión de allanar la vivienda de la calle Kiernan, más allá de formalizar la actuación. En este sentido, es entendible que el acta de allanamiento aparezca en la causa en un legajo de actuaciones complementarias policiales, separado de los cuerpos centrales. El fiscal Lisa narró así las circunstancias de esas horas en su testimonio ante la Comisión: “Y ordenamos ahí que se golpee puerta por puerta, en todo el radio, para ver si alguien había visto alguna actitud sospechosa, una bolsa o que hayan cargado una bolsa en una camioneta. Hasta que surge una información, de que había habido una camioneta blanca en la calle Kiernan, y que habían estado cargando bolsas, y que la casa estaba desocupada, que no vivía nadie hacía un año. Eso fue lo que nos informaron. La persona a la que se le tomó declaración había dicho que allí habían vivido dos mujeres que habían muerto, y que a la casa la cuidaba un vecino. Entonces, vino el padre esa noche, y se le hicieron preguntas para ver si se le podía sacar información. Y 4 ó 4 y 30 de la mañana decidimos allanar el domicilio”.


Puede tratarse de un error del fiscal al recordar las circunstancias de esa noche. De ser cierto, los fiscales habrían decidido “allanar el domicilio” una hora y media después de iniciado el procedimiento. Lo que no cabe duda es que no estuvo presente al inicio del procedimiento. La vaguedad y confusión con que narra a la Comisión el allanamiento que él condujo evidente:
Sr. LISA.- Entró Policía Científica para preservar el lugar del hecho -perdón el lugar del hecho no, el que van a allanar-, y se revisó el living. Primero entran ellos, para preservar, entran ellos, hacen todo el reglamento que tienen que hacer, y atrás entramos nosotros. Y luego se revisó la cocina y el baño. Y bueno, ya era tarde, eran las 5 y 30 de la mañana, se cerró y se dejó custodia. Y empezamos a hacer preguntas a los vecinos.
Sr. D´ONOFRIO.- Para tener un poco claro el último momento. Aquí estuvieron un subcomisario de la DDI de Lomas de Zamora y otro…
Sr. LISA.- No, no conozco mucho.
Sr. D´ONOFRIO.- Tampoco lo pretendo, pero son los dos primeros que entraron para asegurar que no hubiera nadie ahí. ¿En ese momento ustedes estaban afuera con Científica?
Sr. LISA.- Estaba afuera Científica, y estábamos nosotros que llegamos.
Sr. D´ONOFRIO.- Como el subcomisario, en ese momento, refirió que después de haber recorrido la casa y de encontrar el arroz ahí, en la heladera…
Sr. LISA-. Yo no vi el arroz
Sr. D´ONOFRIO.- No, no. El llamó a la superioridad, pidiendo…
Sr. LISA.- Nosotros fuimos a la casa. En verdad, ya habían abierto lo que era la reja, habían abierto el candado. Pero no recuerdo bien, y no le quiero mentir, pero no recuerdo la hora exactamente, serían las 4 y pico. En las respectivas actas del allanamiento y en todos los testimonios de los que participaron del mismo, se consigna con claridad la hora de inicio del procedimiento: las 3 de la mañana.
 
El allanamiento
La Comisión recibió el testimonio de todos los funcionarios policiales que participaron del allanamiento, cumpliendo distintas funciones. Es importante reseñar, a partir de sus dichos, el procedimiento y algunas llamativas circunstancias que se dieron.

Los primeros en ingresar fueron dos oficiales de investigaciones. Uno perteneciente a la DDI Morón (Oficial Principal Fabián Aquino) y otro perteneciente a la DDI de Lomas de Zamora (Subcomisario Guillermo Pacheco). No es lo usual conformar un grupo operativo con dos funcionarios de distintas dependencias que, tal como lo manifestaron, era la primera vez que se veían. El subcomisario Pacheco explica esta circunstancia: “Yo trabajo en la DDI Lomas de Zamora. Después del hecho de Candela, mayormente la policía convoca a personal de diferentes dependencias, nos tocó ir a Morón. Fuimos luego de que fue hallado el cuerpo de Candela, cuando trascendió la noticia por los medios. (…) Estuvimos ahí, creo que después de las 17 o 18 horas, y me dijeron que vaya a allanar un domicilio que era en la calle Kiernan. (…) “Mucho de la investigación no sabía porque fuimos convocados ahí en el momento y, mayormente, se maneja como algo muy de las personas que manejan la investigación, no trascienden las líneas investigativas para no tener contacto con nadie, ni que se deforme la investigación, o que se tome algún rumbo desconocido, o se avise a alguien. Es muy “top secret”. Es: “Vaya, haga esto, cuénteme que hay ahí”, y listo”.
 
A lo largo de su testimonio, se contradice palmariamente de esta afirmación, sobre su desconocimiento de las “líneas investigativas”. Aunque extenso, es pertinente destacar aquí fragmentos de sus dichos ante la Comisión. Candela comió arroz con pollo.
Sr. RUESGA.- De acuerdo a tu experiencia, ¿daba la sensación de haber estado ocupado ese inmueble?
Sr. PACHECO.- Ya habían hecho la autopsia de Candela, y creo que en el estómago tenía arroz. Y cuando abrimos la heladera había un “Tupper” con arroz. O arriba de la mesada. Había arroz cocido, con pollo. (…)
Sra. ARRIOLA.- ¿Encontró ese recipiente con arroz? ¿Lo vió?
Sr. PACHECO.- Si, por eso paso la novedad a mi jefe. Había jefe de jefes de jefes. Llamé y le conté que acá había arroz, como dijeron, puede ser que haya estado acá Candela, y mandaron a la gente de científica.
Sra. ARRIOLA.- ¿En ese momento ya sabían que el resultado de la autopsia decía que había arroz en su estómago?
Sr. PACHECO.- Ya se sabía.
Sra. ARRIOLA.- Ustedes estaban en la casa, ¿y ya lo sabían?
Sr. PACHECO.- Exactamente. Sí, porque allanamos después de la medianoche. A Candela la encontraron a las 5 o 6 de la tarde. Ya había explotado en todos los medios. Le llamo explotar cuando sale en todos los medios.
Sr. D’ONOFRIO.- O sea que la policía científica no entra inmediatamente con ustedes. Ustedes la convocan después que entran y hacen un primer ....
Sr. PACHECO.- El trabajo de Investigaciones es entrar, ver que no hay nadie, no había para tener a nadie, entonces lo único que queda es levantar rastros.
Sr. RUESGA.- ¿Cuánto tardaron en venir?
Sr. PACHECO.- Ya venía toda la comisión, porque en esa época estaba toda la unidad conformada. Siempre estaba un grupo de investigaciones, un grupo de seguridad, llámase infantería, caballería para resguardar la cuadra, el lugar, la manzana y la gente de científica.
Sr. D´ONOFRIO.-¿Ustedes llegaron antes de las 3 de la mañana?
Sr. PACHECO.- Si.
Sr. D´ONOFRIO.- Porque a las 3 de la mañana comienzan las pericias. ¿En qué momento tomaste conocimiento del resultado de la autopsia?
Sr. PACHECO.- Antes de hacer el allanamiento. Nos dijeron vayan a este domicilio, fíjense que hay ahí adentro, estamos buscando el lugar donde estuvo cautiva Candela. En la autopsia sale que tenía arroz en el estómago. O sea que en estos días estuvo comiendo, así que había que revisar eso.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Esa notificación, más o menos a qué hora fue?
Sr. PACHECO.- Después de la medianoche. No recuerdo bien. Ya había pasado la medianoche…
Sr. D´ONOFRIO.- Lo que pasa es que nosotros estamos hablando del final de la autopsia, más o menos para esa hora. Las vísceras no fueron analizadas en ese momento, fueron analizadas después en el laboratorio. ¿De qué manera se establece que había arroz en las vísceras?
Sr. PACHECO.- Si le digo le miento.
Sra. ARRIOLA.- Pero alguien te da ese dato.
Sr. PACHECO.- Sí, lo que pasa que “on line” siempre se maneja una información, desde el lugar con algún jefe, y un jefe le comenta a otro.
Sr. D´ONOFRIO.- Y a vos te notifican formalmente que están buscando determinada cuestión, que como dato saliente la nena había comido arroz.
SR. PACHECO.- No, no me acuerdo. La que puede llegar a saber, es la gente de Científica, porque son los que tenían el cuerpo y era el personal que estaba haciendo la autopsia.
Sr. D´ONOFRIO.- Lo que quiero establecer es que, como no hay posibilidad de que esa información la hayan tenido a esa hora y estamos hablando de que lo mandan a buscar arroz, ¿de dónde surge la información de que había arroz? ¿Precisamente en la autopsia?
Sr. PACHECO.- Si. (…) Capaz que tenía en la boca restos, se habrán fijado.
Sra. ARRIOLA.- Pero ese dato, te acordás que te lo dieron. El del arroz.
Sr. PACHECO.- Sí.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Normalmente con qué superiores te manejabas?
Sr. PACHECO.- No me acuerdo quien estaba porque se iban turnando. Estaba el jefe de operaciones de la DDI Morón. Creo que también estaba la investigación a cargo, en donde estaba el comisario mayor Chebriau. No sé si figurará.
Sr. D´ONOFRIO.- Sí.
Sra. ARRIOLA.- ¿Chebriau se comunicaba con vos por teléfono?
Sr. PACHECO.- No, no. Pero me acuerdo que estaba ahí. (…)
Sr. D´ONOFRIO.- Lo que te pediría es que nos digas, si llegaras a recordar, quién te dio la información del arroz.
Sr. PACHECO.- No, la verdad es que había estado todo el día trabajando en Lomas. A las 7 de la tarde fui convocado para ir allá. Ya llevaba más de 17 horas y uno habla con cuatrocientas personas por día. Y con todas las personas que uno habla, nos cuentan problemas.
Sr. LOPEZ MUNATER.- Lo que pasa es que da la impresión que es una llamada que te hace un superior, minutos antes de que vos hicieras el allanamiento de la casa de la calle Kiernan. Digo, es significativo, porque esta llamada no es cualquier llamada. Es una orden que se te está dando; en donde vos tenés que allanar una casa en donde supuestamente estuvo Candela. Vas y apenas llegás, vas a buscar arroz, y encontrás arroz (…) te tiene que quedar el nombre de la persona con que hablaste. (…)
Sr. PACHECO.- Sí, pero la verdad que estaría inventando.
Sr. LÓPEZ MUNTANER. – Está bien.
Sr. PACHECO.- Amén de que no era un hecho de mi jurisdicción. Sería lo mismo que los manden a otra provincia a cualquiera de ustedes. Cabe señalar que esta es la única diligencia que realiza el Subcomisario Pacheco en toda la investigación del Caso Candela.
 
Deben analizarse algunas circunstancias, bastante confusas, de la narración del subcomisario Pacheco. Desde luego a esa altura se ignoraba qué había comido Candela. Y en realidad nunca se pudo establecer, tal como refirieron a la Comisión los médicos forenses. Lo que se observa y se hace constar en la autopsia es que se encuentra papilla “color blanquecina, blanda, digerida”, que “si bien tenía característica de putrefacción, era papilla forme. Este aspecto es un asunto por demás de relevante: Pacheco recibe un mensaje de “la superioridad” cuyo contenido muy probablemente indica que hay que encontrar evidencias de lo que comió la niña (“ había que revisar eso”) y que esas evidencias bien pueden ser arroz o algo parecido (“En la autopsia sale que tenía arroz en el estómago”), puesto que este tipo de alimento, al ser digerido puede parecerse al contenido que aparece en la autopsia y del que sí, a esa hora de la madrugada se tiene conocimiento (“después de la medianoche”).


La función del personal de comando que acompaña a los peritos es garantizar la seguridad del lugar, de ninguna manera buscar la existencia de posible evidencia o prueba. El arroz con pollo se encontraba en una olla dentro de la heladera. En consecuencia, el subcomisario Pacheco, además de garantizar que no hay moradores y peligro, busca si hay arroz. Abre la heladera, ve la olla con arroz y pasa la novedad a su jefe, del que, por más esfuerzo que realizó la Comisión para que recordara, no pudo decir su nombre. Supuestamente, a partir de esta información, “mandaron a la gente de científica”. Pero la “gente de científica” ya estaba en el lugar, fuera del domicilio, sólo esperando que el subcomisario Pacheco asegure el lugar para ingresar. ¿A qué hora allanó la vivienda de calle Kiernan el subcomisario Pacheco, buscando si en la casa había arroz?

Debe señalarse que si bien este aspecto no tuvo la menor relevancia procesal en lo que a la causa en si misma se refiere, si resulta trascendente para determinar la hipótesis de la “construcción” del lugar del hecho. Al respecto se considera el relato del allanamiento que realiza el fiscal Lisa: “La verdad es que la primera noche, cuando se hace la autopsia, los médicos que la realizaron dijeron que, a pesar de que ya estaba medianamente digerida la comida en el cuerpo de la nena, suponían que podía haber comido algún tipo de arroz o fideos cortitos con pollo. Luego, llegamos a la casa y encontramos en la heladera un bol con arroz y pollo, entonces pensamos “algo hay acá”. Después está el ADN que salió positivo”.


Nos diría uno de los médicos forenses que realizaron la autopsia:
Sr Asesor: “ Es posible determinar qué origen alimenticio tenía la papilla?
Dr Lombardo (médico forense que realizó la autopsia): Creo que era blanquecina. Cuando se digiere, y más con tanto proceso de digestión, es muy difícil de determinar, a no ser que sea un trozo de carne muy maciza.
Sra Arriola: No se puede aseverar qué comió?
Dr Lombardo: No en este caso.
 
Los dichos de Pacheco, un subcomisario de una Dirección de Investigaciones de la Policía Bonaerense, para explicar lo inexplicable resultan sumamente graves. Pero más relevante aún resulta señalar que un fiscal, que debe conducir las investigaciones, con total desconocimiento de las técnicas y procedimientos periciales de una autopsia (hasta le agrega el pollo), repita acríticamente, un relato policial que no resulta validado con posterioridad es inaceptable.


El allanamiento concluyó a las 5.00 de la mañana del 1º de septiembre. A las 9. 30 en el portal del diario Clarín se publica: “Por lo menos según la información que los investigadores dejan trascender, la investigación por el asesinato de Candela Rodríguez parece estar arrojando sus primeros resultados. Mientras se investiga el entorno familiar, fueron allanadas una vivienda en la que presuntamente estuvo cautiva Candela”. Ese mismo día, pero a las 23.19, el mismo portal publica: “Casi en simultáneo con la marcha (SE REFIERE A LA MARCHA DE PROTESTA VECINAL), efectivos de la Policía Científica y del Grupo Halcón realizaron excavaciones en busca de más pruebas en la parte trasera de una vivienda deshabitada, ubicada en Kiernan al 900. (…) Allí, hay un galpón en el que se encontraron restos de comida que coinciden con los detectados durante la autopsia en el cuerpo de la víctima”. El relato se cierra. Hubo que voltear una puerta para acceder a la habitación donde estaba el vaso.

Lo mismo se puede señalar en relación a la habitación donde estaba el vaso en el que se encontró ADN de Candela. Al ser un objeto trasladable, era previsible que pudiera levantar sospechas de haber sido “plantado”. En su relato ante la Comisión, el fiscal Tavolaro, que no participó del allanamiento, refiere cómo accedieron a la habitación donde, entre otros elementos, se encontraba el vaso del que se levantaron las muestras: “Uno de los dormitorios estaba cerrado con llave, la cual la tenía la señora Cabrera (…). La señora había juntado todos sus enseres y los había puesto en un cuarto porque no había hecho tiempo de retirarlos, cosa que programó para el miércoles. Ese vaso estaba dentro de ese cuarto cerrado. Hubo que romper la puerta para sacar el vaso y ver lo que había dentro del mismo”.


Ya que no estuvo en el procedimiento, se estima que esta información la obtiene el fiscal Tavolaro de un informe “in voce” que le suministró el Dr. Lisa, ya que no consta en el Acta de allanamiento. Se transcriben fragmentos del diálogo que el fiscal Lisa mantuvo con la Comisión sobre el particular:
Dr. LISA.- … Y había una habitación cerrada en donde se encontró el vaso. No sé qué sacaron, sé que hisoparon, pero no sé qué sacaron. Y después yo no tuve más intervención.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Era una habitación cerrada?
Dr. LISA.- Un cuarto cerrado. (…)
Sra. ARRIOLA- ¿La habitación estaba cerrada o estaba abierta?
Dr. LISA.- Estaba cerrada. (…)
Dr. LISA.- La habitación está pasando el baño. Yo no pude haber ingresado nunca el primer día ahí, porque yo llegué al living y a la cocina.
Sr. D’ONOFRIO.- O sea, ¿usted no recorrió la casa?
Dr. LISA.- Sí, pero después que se “peinó”.
Dr. LISA.- Yo no ingresé el primer día, porque ellos acá no habían levantado pruebas.
Sra. ARRIOLA.- ¿Cómo sabía entonces que había una habitación cerrada con llave?
Dr. LISA.- Porque me dijeron ellos.
 
La fuente, finalmente es policial. Al fiscal Lisa “le dijeron” que estaba cerrada con llave. Nuevamente, este dato revela el “armado” de un discurso. Para disipar sospechas sobre el famoso vaso en que se encontró ADN de Candela, es mejor que, al momento del allanamiento esté en una habitación cerrada de la que solo tiene la llave Gladys Cabrera, propietaria del inmueble. Mejor si hay que “romper la puerta para sacar el vaso”. Pero esto nunca sucedió.

Aún a riesgo de ser tediosos, se transcriben las respuestas de los peritos de Policía Científica y de personal de comando que participó en el allanamiento, de modo de fundamentar sobre el particular y no dejar dudas sobre el particular:
 
1 Subcomisario Marcelo Cristián Gómez, técnico superior en criminalística, con  especialización en papiloscopía y levantamiento de rastros. Este oficial, entre otras diligencias, fue quien registró fotográficamente todos los ambientes, aún los que en ese momento no se peritaron. Es necesario señalar aquí que el allanamiento se interrumpe alrededor de las 5 de la mañana para ser retomado a las 16 hs.
Sra. ARRIOLA.- Este es el mapita de la casa. ¿Algunas de estas habitaciones que usted no peritó estaban cerradas y era difícil abrirlas?
Sr. GÓMEZ.- Que yo recuerde, no. Las puertas estaban todas abiertas. Cuando yo estoy trabajando en este lugar, el doctor Lisa, de la Fiscalía, me hacía preguntas sobre el resto de los ambientes. Le dije: “Doctor, yo trabajo con rigor y con método. No voy a ir a otro lugar, porque estoy trabajando acá. Cuando termine de peritar este ambiente, me voy a trasladar al otro ambiente. Si usted quiere, yo lo acompaño y vemos lo que hay”. Y lo vimos con el doctor. Vimos el baño. Me dijo “Por favor, fíjese”. Vimos el baño y estos dos cuartos, y detrás de esta puerta estaba una mesita con la olla que se ve en la foto. Había un termo, mate y al costado había un vaso. Lo fotografié y esa fue mi labor.”
Sr. RUESGA.- ¿Estaba la puerta cerrada con llave?
Sr. GÓMEZ.- ¿Si estaba cerrada con llave, dice usted? No lo recuerdo. Pienso que no. Nadie me abrió la puerta y yo no la abrí. No tenía llave.
 
2 Crio. Potocki, titular de Policía Científica Morón, coordinador del equipo pericial
SRA. ARRIOLA.- ¿Ustedes ingresaron a algunas de las habitaciones o algunas de de las dependencias de la casa? ¿Algunas estaban cerradas? ¿Tuvieron que hacer fuerza para abrir o pudieron acceder relativamente fácil a todas?
SR. POTOCKI.- No, todos los recintos internos no tenían mayores obstáculos. Que yo recuerde no lo tenían.
 
1 Subcomisario Pacheco. DDI Lomas de Zamora. Responsable de asegurar el lugar. Junto con el Of. Ppal Aquino son los primeros en ingresar a la vivienda.
Sra. ARRIOLA.-Irrumpen y miran todas la habitaciones, recorren para ver si hay alguien.
Sr. PACHECO.- Claro, aseguramos el lugar, vemos que no hay moradores (…)
Sra. ARRIOLA.- Cuando entran a la casa, ¿recordás que hubiera alguna habitación que estuviera cerrada y que fuera difícil de entrar?
Sr. PACHECO.- No.
 
Este relato, indudablemente falso que construye la policía, parece tener como propósito eliminar sospechas sobre la posibilidad de que el vaso haya podido ser manipulado. Por eso dirá el Fiscal Tavolaro que tuvieron que forzar una puerta, que estaba cerrada y que justamente allí estaba el vaso que, luego se informará, tendrá restos de ADN de Candela. Sin embargo, como lo revelan los testimonios de Gómez, Potocki y Pacheco; la puerta no estaba cerrada. Sin duda una maniobra que aumenta la sospecha de la manipulación del ADN.
 
Interrupción en el allanamiento.
El allanamiento, que había comenzado a las 3 am, sufre una interrupción a las 5.30 am aproximadamente. Se resaltan los testimonios de quienes participaron del mismo acerca de esta situación:
Sra. ARRIOLA.- ¿Quién dio la orden de terminar ese día?
Sr. LISA.-Lo que pasa que por la hora dijeron “seguimos mañana”. Ya venían del lugar del hecho, del lugar en donde se encontró el cadáver, no del hecho. Se trabajó desde las 4 de la tarde hasta las 4 y 30 de la mañana, se cerró el lugar y se dejó con custodia.
El Fiscal responde, sin mencionarla explícitamente, que es la policía la que le dice “seguimos mañana”, puesto que ¿De qué otro actor puede estar hablando?. O se trataba de él mismo, que en realidad era lo que correspondía, o era la policía. Además explica que “ya venían del (…) lugar donde se encontró el cadáver”. Sin ninguna duda habla del personal policial.


Y parece inferir que estarían cansados, puesto que la expresión “se trabajó desde las 4 de la tarde hasta las 4.30 am “reitera que quienes llegaron a casa de Calle Kiernan venían del lugar donde se encontró el cuerpo.
El Fiscal está confundido. Los peritos que estuvieron en el levantamiento de evidencias físicas en el lugar del hallazgo del cuerpo no son los mismos que los que peritaron la casa de Calle Kiernan. Sólo uno de ellos, Elías Larrosa está en los dos lugares, pero en ninguno de ellos levanta evidencias. Es dibujante. En el lugar del hallazgo del cuerpo solamente firma el acta de peritaje de las bolsas que contenían el cadáver. Es el testigo ya mencionado. En calle Kiernan hace el croquis ilustrativo de la casa. Tampoco sabe a ciencia cierta a qué hora termina el allanamiento en esta primera etapa, que en realidad según todos los testimonios concluye entre las 5.30 y las 5.45 am aproximadamente.
Sen Muntaner: (…) ante semejante conmoción, que era la desaparición y la muerte de Candela (…) se empieza a hacer el peritaje y se corta en la mitad porque están cansados lo peritos. Es así?
Dr. Lisa: Aparte, por un tema de luz. A mí me explicaron y me dijeron: “Mire, es tarde, hay cosas que hay que verlas a la luz del día”. Yo lo desconozco, porque no soy perito (…)
Sen López Muntaner: Esto es lo que está dentro de los parámetros normales?
Dr Lisa: No sé si es normal. Lo que quiero que Ud. entienda es que nosotros no somos peritos.

Además de resultar muy llamativo que el argumento que la policía le da a  Lisa para interrumpir el allanamiento sea que hay poca luz (todo el allanamiento transcurrió de noche. En todo caso a las 5.30 am cuando se interrumpe se está más cerca del amanecer que a las 3 am cuando comienza). Lisa se ampara en no ser perito para intentar justificar su absoluto desconocimiento de lo que estuvo ocurriendo. Se concluye, después de leer todo su testimonio, en que el Dr. Lisa estuvo “de paso” en este allanamiento.

Es la policía la que decide dónde se hace el allanamiento, cuándo empieza, cuándo se interrumpe y cuándo se retoma nuevamente. Hay alguna precisión surgida de los testimonios que permite identificar o determinar qué oficiales estuvieron en dicho allanamiento
Sr. ASSEFF.- ¿Quién te dio la directiva? (habla de la interrupción del allanamiento)
Sr. GÓMEZ.- Estaban coordinando el licenciado Cottier, el comisario inspector Potocki y el jefe de la superioridad pericial. También estaba presente personal de la Fiscalía. Yo recibo directivas de la Fiscalía, coordinada por los superiores.
Sra. GAINZA.- ¿Quién dio la orden?
Sr. GÓMEZ.- Yo interpreto que la orden me la dan mis superiores. Mi superior jerárquico inmediato en la cadena de mandos es el comisario inspector Potocki. También estaba el coordinador científico regional, el inspector López. Estaba el superintendente Pablo Vázquez. Es decir, yo cumplí directivas de mis superiores en forma taxativa. Si no me equivoco, me lo dijo López. (…)
Sr. COTTIER.- En el segundo día se hace así. El día anterior se corta por el superintendente (…)Sr. COTTIER.- Después del hallazgo del cuerpo de la niña, lo que se hizo en la madrugada del 1º de septiembre de 2011, por disposición del superintendente de Policía Científica, fue enviar un grupo de peritos a efectos de trabajar en esa casa, la cual estaba custodiada por personal de la DDI, no sé si local o de las que trabajaron en el lugar.
El jefe de la Superioridad pericial es el Superintendente de Policía Científica, Pablo Vázquez. Es él quien efectivamente da la orden de interrumpir el allanamiento. Se impone entonces indagar si es habitual que se interrumpan los allanamientos y, en ese caso, por qué razones. Paralelamente a ello, conocer si el tiempo que se empleó en colectar las primeras evidencias, a juicio de los peritos, fue suficiente o no. Y, un asunto también importante, si es o no habitual que sea otro grupo de peritos el que retome un allanamiento cuando este se interrumpe.
Sra. ARRIOLA.- ¿Es usual que se interrumpan los operativos y se desdoblen, como en este caso? ¿A usted le ha tocado en otra oportunidad?
Sr. GÓMEZ.- Normalmente, en los hechos que son muy complejos, se corta la labor pericial y se reabre el acto pericial en una segunda etapa. A mí me ha tocado ir a hechos de homicidio y estar ocho, diez, doce horas trabajando, y como hay que conservar una gran concentración para preservar la evidencia, para que el proceso pericial brinde un buen resultado, se corta y se reanuda el acto en otro momento. No es habitual, pero suele suceder.
Sr. GÓMEZ.- No. Por eso le decía que si yo hubiese continuado con la labor, en forma indiscutible, uno sabiendo la especialidad, en una bombilla donde se toma mate, en un vaso, es factible encontrar rastro genético. Lo hubiese buscado. Ningún perito lo hubiese dejado Sr. GOMEZ.- Habremos finalizado cinco y pico. Era una escena para trabajar muchas horas. No sé cuántas horas estuvieron los otros grupos.
Sra. ARRIOLA.- A su juicio, ¿fue un trabajo exhaustivo el que hicieron en la recolección de rastros, fue profundo?
Sra. MOLINA.- ¿En esos ambientes?
Sra. ARRIOLA.- Donde usted estuvo participando, en esos tres.
Sra. MOLINA.- Me gusta trabajar con más tiempo todavía. Nosotros pensamos que íbamos a volver, más descansados. Pero mandaron un grupo de Casos Especiales que hay en La Plata.
Sr. RUESGA.- ¿Mucho más tiempo todavía?
Sr. MOLINA.- Mucho más tiempo.
Sra. ARRIOLA.- ¿Es común que se cambien los grupos? En su experiencia, ¿el grupo que empieza, aunque descanse, continúa?
Sra. MOLINA.- Ante un caso de esta amplitud, vienen de otros lugares. De lo contrario, trabajamos de la misma delegación. Es raro que, en un homicidio en Morón, venga gente de La Matanza. En este caso, fue especial porque estaba toda la policía apuntando a este caso.
 
El análisis de las respuestas a los interrogantes formulados lleva a las siguientes conclusiones: No es habitual que los allanamientos se interrumpan.


Sólo en casos que requieren de una gran concentración y llevan muchas horas de trabajo suele interrumpirse el procedimiento con el objeto de que el grupo de peritos descanse y retome luego su labor. Se habla de más de 8 horas. No es este el caso.


Hay consenso entre los peritos en la idea de que hubieran preferido trabajar más horas. Fueron pocas. Menos de tres. “Me hubiera gustado trabajar más tiempo”; ningún perito lo hubiera dejado (hablando de la necesidad de peritar el vaso, la bombilla, el mate en ese momento; no dejarlo para después). Dieron por sentado que iban a ser ellos mismos quienes regresarían horas más tarde, descansados, para retomar la labor. Esto no fue así. Pese a  retomar el allanamiento a las 16 hs del 1 de septiembre; es decir alrededor de 10 hs más tarde, lo que hubiera permitido que fuera el mismo grupo el que retomara la tarea; no fue así. Fue “un grupo de Casos Especiales que hay en La Plata” el que continúa el trabajo. Esto es poco habitual, ya que en casos “de esta amplitud”, como refiere la perito Molina, se trabaja con más gente de la misma delegación de investigaciones. Es decir, aplicando este criterio, deberían haber sido personas de la delegación de Morón las que le dieran continuidad.

La misma perito dirá que “toda la policía estaba apuntando a este caso”, por eso lo considera especial. Se considera que se refiere a la presión por lograr el esclarecimiento que seguramente experimentaba por esos días la policía bonaerense.

Resulta un grave apartamiento a los procedimientos habituales la interrupción del allanamiento que ordena el Comisario General Pablo Vázquez. No se está ante un caso que requiera sostener concentración por mucho tiempo para los peritos. Si bien podrían traer cansancio acumulado de otros días; ninguno de ellos había estado levantando evidencias físicas en el lugar del hallazgo del cuerpo que se había producido 10 hs antes aproximadamente. Trabajan menos de tres horas, lo que no constituye un lapso de tiempo en modo alguno prolongado. Y, finalmente, todos ellos admiten haber querido continuar con el levantamiento de rastros en la casa.

La orden de interrumpir el allanamiento, además, se da cuando ya se han peritado el ambiente de ingreso a la casa, la habitación contigua al mismo y la cocina (allí se halla un bols que se levanta para ser peritado en el laboratorio, que es el que contiene granos de arroz). Faltaría peritar a ese momento otros tres ambientes: el baño, una habitación prácticamente vacía y la habitación en la que se halla el vaso que contiene ADN de Candela.


¿Estuvo Candela Sol Rodríguez en calle Kiernan 992?
El Juez Dr. Naldini, en los fundamentos de su voto de la Resolución de la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías, al que ya se hizo referencia, se cuestiona si realmente Candela Sol Rodríguez estuvo cautiva en la vivienda de calle Kiernan 992. La primera consideración del Juez, a la que ya se aludió, se refiere a los motivos por los que se resolvió el allanamiento:
“Las razones por las cuales se allanó la vivienda de Kiernan 992 no guardan ninguna relación con el hecho investigado. No cuestiono la entidad de los dichos de Galante para motivar la diligencia que se desarrolló en la finca, sino lo sorprendente que resulta que luego de haber sido sindicada la casa (por equivocados motivos) como posible escenario de los hechos, de todas maneras se hubiera logrado dar (conforme la hipótesis del fiscal convalidada por el Juez de Garantías) con el lugar de cautiverio de la niña y de su posterior asesinato”.
A esta consideración, suma en su exposición otro elemento: “lo increíblemente concurrida que estuvo la vivienda -sí es que allí se pretendía tener cautiva a la menor para posteriormente darle muerte”. El Dr. Naldini realiza un exhaustivo análisis de las personas que transitaron por la vivienda de Kiernan 992, desde el 22 de agosto (fecha de la desaparición de Candela), hasta el 31 de agosto (cuando aparece su cuerpo sin vida), a partir de los testimonios obrantes en la causa: Lunes 22 de agosto (día del secuestro de Candela).
A las 15:30 horas arribaron al inmueble Juan Angel Insiarte, el inquilino, su esposa y los hijos menores de edad de esta última, ya se encontraba en el interior de la morada Gladys Cabrera, junto a su hijo de 10 años de edad, quien los esperaba para exhibirles la casa.

En horas de la tarde Nélida Eloísa Pistano, esposa de Néstor Altamirano, concurrió al lugar a darle de comer al perro y encender las luces de la vivienda.-
 
Martes 23 de agosto
En horas de la mañana la Sra. Nélida Pistano fue a la vivienda para apagar las luces, y regresó a las 19:00 horas, antes de viajar a la provincia de Tucumán, para nuevamente alimentar al perro y prender las luces.
 
Miércoles 24 de agosto
A las 10:00 horas llegó Juan Insiarte y debió esperar en la puerta de la finca a que llegara la Sra. Aproximadamente a las 11:15 horas arribó la Sra. Cabrera y junto a Insiarte ingresaron al inmueble. Cerca de las 17:00 horas ambos se retiraron del lugar.-
 
Viernes 26 de agosto
Estuvieron en la vivienda Gladys Cabrera y su hijo menor de edad.
 
Sábado 27 de agosto
Cerca del mediodía arribó a la finca la Sra. Cabrera, junto a su hijo menor de edad. Más tarde llegó Altamirano (a quien Cabrera fue a buscar junto a su hijo). Cerca de las 16:30 horas arribó a la vivienda Juan Insiarte. A las 17:30 horas la Sra. Cabrera y su hijo se retiraron del lugar. Aproximadamente a las 20:00 horas llegó la esposa de Insiarte, acompañada de sus hijos adolescentes.
 
Domingo 28 de agosto
Pasado el mediodía arribó al lugar la Sra. Cabrera y su hijo, y en ese momento se retiraron los hijos de la esposa del inquilino que, junto con su madre y Juan Insiarte se habían quedado a pernoctar en la vivienda. Cerca de las 14:00 horas arribó a la finca el fletero contratado por Cabrera, y a esa misma hora se retiraron Insiarte y su pareja. Aproximadamente a las 14:30 horas se fueron de allí la pareja de Gladys Cabrera, Gladys Cabrera y el hijo de ésta.
 
Lunes 29 de agosto
G. Cabrera regresó a la finca en horas del mediodía y se retiró a las 17 horas. Luego, cuando la nombrada ya no estaba, concurrió el Sr. Altamirano para darle de comer al perro.
 
Martes 30 de agosto
Cabrera, junto a su hijo menor de edad permanecieron en la vivienda entre las 10 y las 17 horas. Un vecino fue a la finca a pedirle que lo tuviera en cuenta si pensaba vender la casa. También concurrió Altamirano, quien en bicicleta y acompañado por el hijo menor de Cabrera llevó a su casa los sillones que ésta última le había regalado, para lo cual tuvo que realizar varios viajes.
 
Miércoles 31 de agosto (día en que se halló el cuerpo de Candela el que –conforme la sospecha del Fiscal- habría sido retirado de la finca en esa fecha) La Sra. Cabrera concurrió al inmueble junto a su hijo (refirió que ese día compró aceite y un yogurt y que mientras su hijo jugaba con el perro ella bendijo la casa). Más tarde arribó Altamirano. Entre las 12 y las 12:30 llegaron al lugar los empleados de la ONG “Ejército de Salvación”. Más tarde arribó J. Insiarte quien continúo pintando la vivienda. Cerca de las 15 horas llegaron los fleteros contratados por Cabrera. Aproximadamente a las 16:30 se retiraron, junto con el fletero. Luego, a las 17:30 se retiró Insiarte; y por último, a las 19:30 se fue Cabrera junto a su hijo.-
 
Concluyendo, Naldini señala:
“No parece razonable que la Sra. Cabrera, si es que había acordado alquilar el inmueble para que allí se mantuviera cautiva a una menos de edad,  simultáneamente lo ofreciera en alquiler, le permitiera a sus futuros inquilinos comenzar las tareas de refacción, concurriera al lugar con su hijo menos de edad (cuando allí se encontraría también- conforme la imputación- la niña o su cuerpo ya sin vida”, y también convocara, para el día en que el fiscal sospecha que el cuerpo fue retirado de la finca, a su medio hermano y al padre de éste, al fletero, al Ejército de Salvación, y al frustrado locatario (además de ir ella personalmente al lugar junto a su hijo de 10 años)”.


A partir de este análisis que genera una profunda sospecha acerca de la posibilidad de que Candela estuviera cautiva en esa vivienda, resulta importante tener una visión de las características de esa vivienda.

Para lograrlo, y en virtud de la presencia ante esta Comisón de los peritos que realizaron el levantamiento de rastros en la Casa de Calle Kiernan 992, se les preguntó acerca de la apreciación que habían hecho respecto de las características generales de la casa de la que tomaron esas evidencias.

Debe señalarse que se trata de peritos con larga trayectoria y experiencia en la materia. Tal el caso del Comisario Mayor Marcelino Cottier; Jefe de criminalística de la Superintendencia de Policía Científica, del Comisario Víctor Potocki, a cargo de la Delegación de Policía Científica de Morón, entre otros.

Interesa a la Comisión relevar estas impresiones puesto que es preciso caracterizar el contexto en el que aparecen las únicas evidencias físicas de la posible presencia de Candela Sol Rodríguez en esa casa.
SR. RUESGA.- De acuerdo a la experiencia o lo que pudo ver, ¿le parece que en ese inmueble pudo haber estado la menor retenida durante un tiempo?
SR. POTOCKI.- Eso lo estuve evaluando, más allá de que trato de ser lo más objetivo en lo posible. Respeto de la exposición, esa vivienda tiene enfrente fácilmente visible a la calle los portones, y si ingresa algún vehículo con personas creo que se tiene que tener una tarea de inteligencia previa como para llevar en cautiverio a una menor o a cualquier otra persona. Creo que se tiene que ser mucho más hábil que todo el vecindario de este lugar, en cuanto a que nadie haya visto a la víctima en ese lugar. No se puede descartar; a mí me daba la impresión que ese lugar, en principio, estaba muy expuesto a la vía pública, al barrio, por la ubicación y porque la vivienda tiene un portón ciego por donde puede ingresar un vehículo y no se ve ningún muro. Tiene una puerta de acceso, también, un portón que estaba cerrado con candado, pero están muy expuestos. Creo, de acuerdo a mi experiencia, que hay que ver el horario en que se pudo haber ingresado al lugar, o con un vehículo. No hay ningún indicio que hayan ingresado con un vehículo al interior del inmueble.” (…)
“El baño no estaba muy utilizado, y tenía signos de no haberse utilizado recientemente, por ejemplo la ducha, salvo que la hayan limpiado. Lo que pude observar en los azulejos por el aspecto que tenían era que no se utilizaba diariamente (..). En la cocina, tampoco daba mucho aspecto de ser utilizada, si bien había se había rasqueteado la pintura vieja, había polvillo, y tampoco daba la impresión de que se utilizara diariamente para cocinar o preparar alimentos. La heladera estaba prácticamente vacía con algunos elementos en su interior. Debajo de heladera había un bol con restos de elementos –no sé si arroz- y en el frezzer tenían paquetes congelados, con tres paquetes con alimentos congelados, que no daba el aspecto de ser alimentos recientes sino que son lo que conocemos cuando algo está más de una semana o un mes adentro de la heladera, y el producto tiene un congelamiento de larga data. (..)Tampoco descartamos que haya estado ahí. No lo puedo descartar.
Sra. ARRIOLA.- Le da la impresión de que no. ¿No lo descarta pero le da la impresión?
Sr. POTOCKI.- Exactamente. Es una vivienda que está expuesta y creo que tener una persona allí es difícil, si está voluntariamente o no, aunque desconozco la tarea investigativa.


Comisario Mayor Marcelino Cottier
Me pareció un lugar desprolijo, falto de higiene, muy desprolijo en cuanto a la  pintura del lugar y el aseo personal. Si bien había en el lugar utensilios y demás, como que había sido habitado, también constatamos que había una habitación que había sido destinada como depósito de todos los elementos que había en la casa: vajilla, sábanas, almohadas, y los materiales entendemos necesarios para pintar la casa.
Sra. ARRIOLA.- (…) usted es un perito muy reconocido y muy valorado en su carrera y en su trabajo (…) en función de esa experiencia, esa larga experiencia y reconocimiento que usted tiene. Para usted, ¿estuvo allí o no la niña? (…)
Sr. COTTIER.- Al principio, cuando vi la escena me pareció muy falto de higiene, y teniendo en cuenta que estuve al momento de lo que sería el encuentro de cadáver, me pareció que el cuerpo estaba muy limpio, en relación a lo que era la casa.
Yo no puedo establecer científicamente si estuvo o no, pero sí lo me llamó la atención el que el ADN de la niña y de otras personas masculinas estuvieron en contacto con los elementos más importantes. Hasta el momento nunca se había tenido una evidencia de dónde estuvo la niña o del pasaje de la niña, sino hasta el resultado de ADN.
Sr. D’ONOFRIO.- Corremos un segundo sus dos ADN hallados. Si hubiera estado materialmente días ahí, como lo relata el fiscal en la causa, ¿no tendrían que haberse encontrado rastros materiales, más allá de un escamado de la niña y de sus captores?
Sr. COTTIER.- Nosotros buscamos mucho lo que eran los rastros, con el contacto inclusive en el baño, y se levantó toda evidencia que a pesar de la suciedad del lugar podría quedar en la escena, a pesar insisto de la contaminación desde el punto de vista de la higiene del lugar. No puedo sinceramente establecer si estuvo o no, sí me llama la atención el ADN, que en ningún momento estuvo en contacto con la niña. Eso es seguro por lo que dieron los resultados del ADN. Al momento de hacer el relevamiento no había muchos indicios levantables desde el punto de vista de cosas que sean extrañas, como sogas o plásticos como para tener una protección del cuerpo para que no se ensucie. Inclusive en las siguientes inspecciones oculares se sacaron todas las posibilidades en donde pudo estar la chica, es decir en contacto con la cama, dar vuelta el colchón. Llama la atención por qué las ventanas no tenían la cinta de enrollado para levantarlas. Tal vez yo pensé y hasta se investigó si no fue un elemento de sujeción para transporte, si hubiese estado el cuerpo ahí.


La investigación criminal se especializa en ver si pudo o no haber estado. Una de las cosas que daría una conclusión es lo que serían los rastros papilares, que no se encontraron, junto con otros datos.
Sr. CUESTAVILOCH. Perito planimétrico del grupo Casos especiales de La Plata
Era un inmueble deshabitado. Creo que estaba en reparación. Había tachos de pintura, elementos, baldes con pinceles.
Sr. RUESGA.- ¿Estaba sucio?
Sr. CUESTAVILOCH.- Sí. Había colchones, camas; un lugar medio raro. (..) Esa fue la sensación; todo cerrado, las cortinas trabadas, las ventanas trabadas por dentro. Un lugar no abandonado, pero donde algo pasaba. Esa es la sensación personal que uno siente. En mi caso, porque estuve un poco más en el tema y trato de observar esas cosas.
Sr. RUESGA.- ¿Daba la sensación de que podría haber habido alguien en cautiverio?
Sr. CUESTAVILOCH.- Cautiverio, aguantadero, cosas raras; me daba esa sensación.
Sra. DI FLORIO. Mi rol fue levantar evidencias que se podían procesar en el laboratorio químico de La Plata.
SR. RUESGA.- ¿Qué aspecto tenía el inmueble por dentro con relación a todo lo que pudiste ver?
SRA. DI FLORIO.- Era como todo desordenado y como si no estuviera habitado habitualmente. Tenía una cocina, pero allí no estaban los elementos de cocina que uno esperaría encontrar cuando se habita. Había ollas, vasos, pero estaban en otra habitación, en una mesita de una de las últimas habitaciones. Y en la cocina mucho no había. Las camas no estaban tendidas, no había ropa de cama habitual, estaba más bien bastante descuidada y no muy limpia.


 
Sargento Villalba, perito en rastros. Participa en el segundo allanamiento
Sr. RUESGA.- ¿Qué impresión te dió la casa adentro, el inmueble? ¿Estaba habitable?
Sr. VILLALBA:- Había cosas de pintura, como que se hubiera trabajado allí. Una de las habitaciones estaba completamente vacía. Tenía una mesa, y por el mobiliario no parece que hubiese gente viviendo. Había una heladera con cosas. En el baño no parece que pudiera funcionar, no me dio la impresión que fuera algo continuo.
 
Del relato de los peritos surge en forma coincidente que parecía un lugar deshabitado, sucio, con elementos que pueden hacer pensar que está siendo reparado o arreglado (tachos de pintura, baldes con pinceles entre otros elementos); con elementos amontonados. Quienes se animan a compartir una percepción de si Candela podría o no haber estado allí coinciden en que es altamente improbable, aunque no pueden descartarlo. Que hubiera sido muy difícil mantener allí a alguien en cautiverio. Otra cosa es que el lugar diera la impresión de poder ser un “aguantadero”, algo raro, como manifiesta uno de los peritos.


El Dr Lisa, al ser consultado sobre el particular, teniendo en cuenta que en su caso la percepción que pudo construir acerca de si en ese lugar pudo o no haber estado Candela, resulta relevante puesto que es el fiscal que tiene a cargo el allanamiento. Si bien “de paso” por la casa, es el único fiscal que efectivamente estuvo allí y, de una u otra forma tuvo que hacer cierta composición de lugar.
Sr. Lisa.- Personalmente considero que la chica estuvo ahí, pero fue un lugar de tránsito. No la tuvieron cautiva ahí. Se notaba que el baño estaba lleno de polvo, y lo único que se encontró fue eso, no había pelos. Es decir, no es que la casa estaba armada para eso.
Sr. LISA.- De hecho, al otro día, cuando fui, estaba el baño, que después lo revisaron. La verdad que se notaba que no se usaba hacía largo tiempo.
Sra. GAINZA.- ¿Qué es lo que usted vio para decir que hacía rato que no se usaba el baño?
Sr. LISA.- Estaba lleno de polvillo; todo lo que era la bañera, vidrios. De hecho, era una casa que la estaban pintando. Eso me dio la sensación que el baño no se usaba.
Sr. LISA.- (…)Había bastante polvillo, no por rasquetear, sino de algo que estaba en desuso.
Reitero que considero que fue en tránsito, desconozco cuál ha sido el motivo. Pienso que la han tenido allí, en algún momento, no sé cuánto tiempo, y que luego la sacaron.
Sr. D ‘ONOFRIO.- Por un lado, tenemos el movimiento de los inquilinos, de los que habían estado...
Sr. LISA.- Por eso, hoy, a la lejanía, digo que pudo haber sido un lugar de tránsito, porque este muchacho que estaba pintando, no estaba.
Sr. D’ONOFRIO.- Su razonamiento es que estuvo antes de ese fin de semana, o sea que todo este movimiento fue el fin de semana. Esto lo pregunto para ubicarme en el tiempo.
Sr. LISA.- No le puedo decir cuándo estuvo. Pudo haber estado una noche; pudo haber pasado que el futuro inquilino-pintor se haya ido y entonces la trasladaron ahí, pero no sé cuando.
Sr. D´ONOFRIO.- Usted me dice que cree que la nena no estuvo ahí. Sr. LISA.- Es una apreciación personal. Yo puedo ofrecerles mis apreciaciones personales en la corta experiencia sobre lo que creo. De hecho, la causa no la leí nunca en su totalidad. No la leí antes ni después ni cuando me llamaron. Ni siquiera leí la resolución de la Cámara. Lo desconozco. Yo presté colaboración en determinados momentos, que fueron las que les mencioné, y luego continúa el caso la fiscalía.
Usted disiente con el relato del doctor Tavolaro…
Sr. LISA.- No conozco el relato.
Sr. D´ONOFRIO.- El fiscal Tavolaro lo que relata es que considera que la nena estuvo cautiva en ese lugar. De hecho, en algún momento hasta se barajó la hipótesis de que Altamirano era el cuidador de la nena. Por eso, en lo que usted disiente es en que la nena no estuvo cautiva ahí.
Sr. LISA.- No estuvo cautiva ahí.


Todo este relato coincide con las apreciaciones en torno a lo descuidado del aspecto de la casa, a la percepción de estar deshabitada que ya fuera señalada por los peritos. Luego su relato pasa, cuando mucho, de considerar que Candela estuvo allí “de tránsito”, que “pudo haber estado una noche; pudo haber pasado que el futuro inquilino-pintor se haya ido y entonces la trasladaron ahí, pero no sé cuándo, que “desconozco cuál ha sido el motivo”.


“Pienso que la han tenido allí, en algún momento, no sé cuánto tiempo, y que luego la sacaron.” Es tan absurdo que él mismo termina afirmando que “no estuvo cautiva ahí”.

Ahora bien, si a partir de los argumentos del Dr. Naldini, de las percepciones de los peritos y de la “apreciación personal” del Dr. Lisa es altamente improbable que Candela Sol Rodríguez haya estado en Kiernan 992 ¿Cómo es posible que dentro de esa vivienda haya aparecido ADN de la niña en dos objetos transportables?

Es decir si la prueba no se corresponde ni con los “postulados de la lógica”, “la sicología” y “la experiencia”, conforme a las “libres convicciones” o “sana crítica racional”, premisas de nuestro ordenamiento ritual (Art 210) resulta legítimo llegar a la conclusión que la prueba pudo haber sido manipulada para sostener la construcción policial del “lugar del hecho”.


El ADN
El día 5 de septiembre se tuvo la novedad de que en el bols y en el vaso de calle Kiernan había ADN de Candela. Hasta ese día, desde el punto de vista pericial, el allanamiento de calle Kiernan era uno más de los tantos que se habían realizado. Es decir, la búsqueda de evidencias visibles había resultado negativa. Las otras evidencias, las no visibles, eran una posibilidad latente. Por otra parte y, pese a que desde el mismo día 1° de septiembre, a través de distintas testimoniales, había quedado en claro que los movimientos “sospechosos” de calle Kiernan 992 estaban en realidad vinculados a la posibilidad de alquilar el inmueble por parte de Gladys Cabrera; para la opinión pública esa era la casa donde había estado Candela.

El día 2, no obstante lo dicho día 2, 759/760 02/09/11 se produce una DECLARACION con RESERVA DE IDENTIDAD, ayer fue a buscar a su hija detenida en comisaria Barrio Mitre, la hija le dijo que había recibido un mensaje de MARIELA que vive en una casa que es aguantadero que vende droga, al lado de CHARRUAS 1081 que escuchó como en la casa de al lado una nena gritaba, rasguñaba las paredes y la arrastraban. Habitan Charrúas 1081 NELLY Y OSVALDO en f765/767 2-9-11 que concluye con órdenes de ALLANAMIENTO de CHARRUAS 1080, 1000 Y 1085. 826/827 04-09-11 TESTIGO RESERVA DE IDENTIDAD, refiere 23/8 involucra a NESTOR y NELLY, dice haber visto a la vuelta de su casa el 23/8 a CANDELA. Que vio a NESTOR llevarle comida a CANDELA, que a esta le prometieron ropa y comida y se la llevaron a la casa NESTOR Y NELLY que queda en CHARRUAS 1081 Villa Tesei. Después escuchó frenada de auto y al salir escucha que una nena gritaba ayuda, ayuda, la subieron a un gol azul del sobrino de Néstor y se la llevaron a la casa rosa de KIERNAN. Que Nelly no fue de viaje y regresó el martes a la noche.
 
El Bol
GOMEZ (recolecta la evidencia física del bol) Sr. GÓMEZ.- Ni en el ambiente A, ni en el ambiente B, ni en el ambiente C se practicó un hisopado. Lo que sí practiqué fue la recolección de evidencias, y en el ambiente C en concreto –por donde apunta su pregunta-, puse un bowl de color rosado, que tenía unas partículas de granos de arroz, en un sobre grande para preservarlo. (…) Yo interpreté que ese bol era importante, porque tenía arroz dentro de su recipiente,
Sr. D´ONOFRIO.- Ese bol fue trasladado al laboratorio.
Sr. GÓMEZ.- Exacto. Después, por directiva de la superioridad o del fiscal, se dispuso dónde se enviaría,
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Y ese bol tenía restos de granos de arroz?
Sr. GÓMEZ.- Tenía restos, granos de arroz. No en abundancia. Pocos. Se ve en las fotos.
 
Ya le digo: la idea era después ver qué tratamiento se le iba a dar en el laboratorio que correspondiere, hubiera huellas dactilares o no…Es decir, el perito, generalmente, en este tipo de escenas, se encuentra con situaciones complejas y uno tiene que decidir, en segundos tal vez, ¿qué hago con esto? Hay que preservarlo, y después se verá cuál es el análisis que se hará sobre la evidencia. Es decir, la superioridad (o el Fiscal) decide qué tipo de análisis (papiloscopía, ADN, etc) se le va a realizar a lo colectado y dónde.
Sra. ARRIOLA.- La persona que toma la decisión de si se trata de analizar huellas o si es un ADN de toque es la Policía Científica en el lugar, porque ese bol también podría haber sido utilizado para analizar huellas dactilares. Sra. JAUREGUIBERRY.- Creo que es quien dirige la investigación, que es el fiscal. Nuestro Código de Procedimiento Penal dice que es el fiscal el que dirige la investigación. Le decimos que es uno u otro.
Cuando un perito puede elegir, no elige objetos sucios para muestra de ADN, por ejemplo la perito Di Florio, que fue quien hisopó el vaso para obtener muestras de ADN, explicó por qué eligió ese objeto entre otros que estaban sobre la mesa:
Sr. ASESOR.- ¿Pudiste hacer hisopado de todas las otras cosas, o sólo del vaso?
Sra. DI FLORIO.- Lo que pasa es que había ollas. Uno dentro de todo lo que tiene va evaluando qué es lo más probable, porque si no se tendría que hisopar absolutamente todo. Uno evalúa qué es lo que más puede llegar a tener contacto. Las ollas estaban muy sucias. No te voy a decir que no era probable que hubiera en una olla células de descamación (..). Las ollas estaban sucias, y entonces hisopamos lo que era más probable. (…) No descartamos con liviandad. A veces hay soportes sucios, con mucha tierra encima y por más que busques se sabe que va a ser negativo por la interferencia que tiene.
En igual sentido se expresó el Comisario Mayor Cottier, jefe de Criminalística de Policía Científica manifestó:
Sra. ARRIOLA.- ¿Le llamó la atención cuando supo que allí habría habido evidencias de ADN de la niña?
Sr. COTTIER.- Me llamó la atención porque los elementos levantados allí no eran muy higiénicos (…)
Sr. D’ONOFRIO.- Recuerda el bol que estaba sobre la mesada, que se secuestró, que tenia rastros de …
Sr. COTTIER.- Sí, tenía rastros de comida.
Sr. D’ONOFRIO. Tenía rastros de comida. Aparentemente, ¿de horas o de días?
Cottier (…) buscamos la relación para ver si eso se utilizó para dar de comer a alguien, para darle de comer a un perro o a la niña, si alguien hubiera comido en ese elemento, que no era muy higiénico.
 
Llamativamente la genetista Stella Jaureguiberry, jefa del Laboratorio de Genética Forense de la Policía Científica, que fue quien recibió el bol para proceder a su hisopado, nos dijo:
Jaureguiberry: El bol vino por completo al laboratorio y fui yo quien hizo el hisopado (...)
Sra. ARRIOLA.- ¿Estaba muy sucio ese bol?
Sra. JAUREGUIBERRY.- No. Estaba limpio. Es más, no tenía restos de comida, a gatas había unos granos. Si en alguna oportunidad tuvo comida, se sacó antes. A mi no me llega con restos alimenticios importantes, a gatas con muy pocos residuos.Estaba limpio. A la vista no había nada que llamara la atención (..).


El contraste entre ambas caracterizaciones es muy llamativo. ¿Alguien se ocupó de limpiar el bol antes que llegara a manos de la Dra. Jaureguiberry? Si fuera así ¿Con qué propósito?

Tal vez para asegurarse que la pieza iba a ser aceptada para su análisis, no correr el riesgo que el laboratorio la rechazara para un estudio de ADN por su estado de suciedad, habida cuenta de que en esa pieza se habría plantado ADN de Candela. Pero si el bol fue lavado cómo se explica que aparecieran también muestras de ADN masculino 50% compatible con el ADN de Gladys Cabrera (hijo o padre más probablemente)?

Será el especialista Comisario Mayor Cottier quien despejará el interrogante:
Cottier: (…) si se lava un elemento con detergente o elementos especiales y se guarda, puede quedar (se refiere al ADN) con el tiempo (…) . No es una certeza ni una acusación. Se trata de un intento de sumar una explicación lógica, que dé cuenta de las posibles y gravísimas disfuncionalidades policiales que esta aseveración presupone, al absurdo que la Cámara III de Apelaciones y Garantías de Morón ya señalara respecto de que aparezca ADN de Candela en la casa donde no estuvo. Explicación que, por otra parte surge del análisis de los datos que en la causa y en los testimonios se encontraron. A otros les corresponderá investigar profundamente estos hechos y juzgarlos.


El vaso
En el mismo sentido debe referirse brevemente al hisopado del vaso en el que se halló ADN de Candela. Lo que en primer lugar llama la atención, como ya se señalara, es la poco habitual interrupción del procedimiento del levantamiento de evidencias físicas. Esta interrupción generó un lapso de 10 hs antes de su reinicio. La muestra del vaso fue tomada en la segunda etapa del allanamiento. El único reaseguro de que nadie pudo aprovechar esta interrupción para manipular la prueba es la presencia del Subteniente Mariano Giménez y el Sargento Guillermo Aybar, ambos numerarios de la Comisaría 2° de Villa Tesei.


La segunda circunstancia es que en este caso no se preservó el objeto sino que el hisopado se realizó en el lugar a cargo de la Sgto Di Florio. El hisopo y no el objeto es en este caso lo que se envía a peritar al laboratorio.


Consultada en la Comisión, Di Florio respondería
Sr López Muntaner: Y ese hisopo adonde va? Quién lo lleva?
Di Florio: En este caso lo llevé a personal de Morón. Dejé la constancia en el acta, que todo va para ADN, y que se lo dejamos por una orden superior, no recuerdo de quien, en la Comisaría; no me acuerdo a quien se lo dejé, pero figura en el acta. Entregamos la muestra, el material de ADN y luego eso iba a San Martín (se refiere al laboratorio genético).
(..) La tarea termina en el levantamiento; yo no proceso, lo mío termina en el levantamiento. Yo lo entrego a la persona que me dicen que la entregue. En un caso normal yo me lo hubiera llevado a La Plata y de La Plata se envía a San Martín. (…)
Actualmente según manifestó el Subcomisario Méndez, Jefe de Casos especiales de la Policía Científica; las directivas cambiaron:
Los tenemos transportables los tenemos que incautar. Hoy transportamos los elementos”. “Es una directiva que nos dan ahora a nosotros en casos de trascendencia pública o por la gravedad o por directiva expresa.” (..) “En vez de hacer un hisopado, transportamos el objeto (se refiere a un ejemplo de una experiencia reciente en Pinamar: Consola). Pero qué se hizo aquí? Se hizo un hisopado, porque es lo más práctico. Pero, hoy por hoy, repito: traemos elementos para asegurar la muestra.”
 
Tanto en el caso del bol como en el del hisopado es posible manipular los objetos, plantar ADN? La mayoría de los peritos consultados manifestaron que es sumamente difícil, más aún en este caso en que el ADN detectado es mixto, es decir mezcla de ADN de Candela con otros ADN. Al mismo tiempo todos señalaron que es posible. Debe señalarse, por su prestigio y jerarquía un concepto que aportó a la Comisión la Dra. Jaureguiberry
Sr Dónofrio: (…) Es posible que se pueda obtener muestras de ADN de toque de un ser sin vida?
Sra Jaureguiberry: Si hablamos de las células, de las primeras capas de la piel que están muertas, no. Tendría que frotar mucho como para sacar y que aparezcan células epiteliales de alguien. Pero, insisto, generalmente, en un cadáver, lo que va más va a predominar es la sangre. (…) la sangre tiene gran cantidad de ADN, al igual que la saliva. Entonces, si alguien quisiera contaminar, tomaría por empezar esas muestras (…) O sea que el perito se da cuenta cuando es ADN de toque y cuándo es un fluído biológico. Y en un cadáver hay que ir más allá para que los ADN den. Y después de unos días de haber fallecido, tienen que buscar más fluídos biológicos que ADN de toque.
Sra Gainza: ¿Pero es absolutamente improbable?
Sra Jaureguiberry: Improbable no hay nada.
Para el Fiscal Dr Tavolaro, en cambio, existen “imposibles”. En su testimonio se refirió también a este punto:
Dr Tavolaro ( …) Ese vaso estaba dentro de ese cuarto cerrado. Hubo que romper la puerta para sacar el vaso y ver lo que había dentro del mismo. Lo único que había en la mesada de la cocina era el tazón azul. Eso ni se tocó. Se embolsó, y la doctora Jaureguiberry lo analizó en el laboratorio. (..) Las dudas que ustedes tuvieron las tuve yo, pensando: “me lo plantaron”. Pero eso es imposible. Aparte, porque es salival, es algo de algún vivo; al muerto no se le puede sacar saliva.
 
Como se señala precedentemente no hubo que romper la puerta puesto que estaba abierta. Se accedía fácilmente al cuarto donde se hallaba el vaso. El “tazón” era en realidad un bol y no era de color azul, sino rosa violáceo. Pero lo relevante en este análisis consiste en que el Fiscal sostiene la imposibilidad de que hayan plantado ADN, en que el perfil de ADN colectado era “salival”.


La Perito Jaureguiberry, elogiada por el Fiscal Tavolaro, difiere con él. Ante la Comisión señaló: “Los peritos analizamos las distintas muestras biológicas, y la sangre tiene gran cantidad de ADN, al igual que la saliva” (..)

Pero al referirse a la naturaleza de las muestras colectadas dirá: “Para mí es ADN de toque por las bajas concentraciones. La saliva siempre genera más.”

Es decir, el Fiscal basa su convicción en un error. Para Jaureguiberry el ADN encontrado no es salival porque se halla en bajas concentraciones. El Fiscal confunde ADN de toque con ADN epitelial. Además de incurrir es este error, avanza definiendo que no sólo estamos ante ADN epitelial sino que provino de un fluído: la saliva. De allí infiere que se trata de algo imposible puesto que “al muerto no se le puede sacar saliva”. Ni se trata de saliva ni tampoco es veraz que a un cadáver no pueda extraérsele ADN de toque.

Tal vez el Fiscal prefirió referenciarse en este tema con el Comisario General Pablo Vázquez, jefe de Policía científica y de él provenga esta información puesto que así lo manifestó ante la Comisión: “Lo que yo, objetiva y concretamente, le estoy diciendo es que a partir de la actividad pericial existe un perfil genético que se localizó en el vaso, que fue consecuencia de descamación epitelial, que seguro ha sido saliva” ( ..) Se señalan estas referencias por la importancia desmedida que la acusación fiscal en el marco de la causa ha dado a la prueba de ADN para demostrar que Candela estuvo en Kiernan 992 e imputar, en primera instancia a Gladys Cabrera y Néstor Altamirano. Por ello se señala el criterio explicitado por Stella Maris Jaureguiberry respecto al hallazgo de ADN. Dirá la genetista “En realidad, al ADN lo tenemos que tomar siempre para exculpar. Eso es lo correcto, esa es la idea. A veces se malinterpreta. Lo único que decimos es: apareció un perfil genético, rodeado por un montón de perfiles genéticos. No es que no aparecieron otros. Hay otros. No están las personas que trajeron.” Si en una vivienda donde todos los indicios demuestran que una persona no estuvo, aún así, aparece su perfil genético; la única posibilidad es que se haya “plantado” la muestra. Al respecto expresa el Dr Naldini en los considerandos de su fallo: “Todo lo hasta aquí expuesto, más lo señalado en los puntos I y II que anteceden (que a Kiernan se fue por motivos no vinculados a la investigación y que estuvo muy concurrida en esos días) me hacen dudar justificadamente de los resultados de las pericias genéticas de cotejo de ADN; ya que se halló ADN de quien, conforme un razonamiento lógico de la prueba incorporada hasta este momento, no habría estado en el lugar (me refiero a Candela), sin  embargo no se encontró de quienes positivamente sabemos que sí estuvieron.

La doctrina y la jurisprudencia coinciden en señalar que los dictámenes periciales no obligan a la jurisdicción, y que el juez, a través de un razonamiento realizado mediante las reglas que gobiernan el pensamiento humano (lógica, sicología y experiencia común), pueden apartarse de sus conclusiones”.



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Fuente: (AgePeBA - Agencia Periodística de Buenos Aires)
 
 

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