viernes, 19 de octubre de 2012

Informe final de la Comisión Especial de Acompañamiento para el esclarecimiento del Asesinato de Candela Sol Rodriguez – Parte 1/6

I. Sobre Averiguación de Paradero (del 22 al 31 de Agosto de 2011)
El espectacular accionar policial durante la búsqueda de la niña, tuvo como objetivo responder a la presión mediática y desviar la investigación del verdadero territorio en que se desarrollaba el caso. Además este accionar atentó dramáticamente contra la posibilidad de encontrar con vida a Candela. Basta observar la conformación de la Mesa o Comité de Crisis, como indicador claro del verdadero propósito de la actuación policial.
 
I.1 La Averiguación de Paradero no prevé la conformación de una Mesa o Comité de Crisis. La Mesa de crisis está protocolizada para delitos complejos, en particular secuestros extorsivos.
La conformación de una Mesa de Crisis está protocolizada para abordar los casos de delitos complejos. Particularmente, para el caso de secuestros extorsivos, en el año 2005, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires elaboró el Protocolo de Respuesta Policial en Secuestros Extorsivos que incluye la conformación de la Mesa de Crisis.
En este protocolo, Punto 1. Modalidad de Respuesta se señala que “En todo momento la intervención policial en cualquiera de las órbitas que se encontrase (Seguridad o Investigaciones en Función Judicial) deberá priorizar la vida del o los cautivos, impidiendo por todos los medios posibles el agravamiento de la situación y respetando lo establecido en el presente protocolo.” En los Puntos 2 y 3 del mismo se establecen las responsabilidades de Comando y las definiciones de los conceptos básicos que deben manejarse en el abordaje de un secuestro extorsivo. Entre ellos se establece y caracteriza la Mesa de Crisis:
 
2. Responsabilidad de Comando
La responsabilidad del comando operacional para lograr la liberación del cautivo y la reunión de las pruebas necesarias para la identificación y aprehensión del o los responsables recaerá en la persona del Director de la Delegación Departamental de Investigaciones en Función Judicial (D.D.I.) en cuya jurisdicción territorial haya sido denunciado o se haya tomado conocimiento directo del hecho, salvo disposición en contrario que emane de autoridad superior competente en la materia. Toda decisión adoptada deberá respetar las instrucciones emanadas de la autoridad judicial.
 
3. Definiciones.
1.1. Secuestro Extorsivo.
Se entenderá por Secuestro Extorsivo lo determinado por el Artículo 170 del Código Penal de la Nación Argentina. Este se dará siempre que una o varias personas sustrajeren, retuvieren u ocultaren a otra u otras para sacar rescate.
1.2. Comando Operacional. Se refiere al lugar físico en donde se reúnen todos los miembros responsables de los diferentes equipos que intervienen en la investigación, se vuelca la información pertinente y el responsable de ejercer la conducción operativa toma las decisiones tendientes a alcanzar las metas propuestas según la modalidad de respuesta.
1.3. Mesa de Crisis. Se conforma con la reunión de todos los elementos con participación activa en la investigación y el responsable de ejercer comando operacional. Todos los integrantes de la misma tienen deber de asesoramiento para con el responsable del comando operacional y de ningún modo podrán ejercer la toma de decisiones.
1.4. Contención. Es la función desarrollada por un equipo interdisciplinario en el campo de la salud mental y física dirigida al abordaje y contención emocional durante la crisis y la pertinente asistencia posterior tanto de las víctimas pasivas como activas.
1.5. Orientación. Es la tarea llevada a cabo por personal policial especializado a los fines de orientar al grupo familiar de la víctima activa en cuanto al manejo de la información, el proceso de negociación, las comunicaciones telefónicas y toda otra cuestión que esté estrechamente vinculada a la investigación en desarrollo.
1.6. Víctima Activa. Tiene esa denominación la o las personas que son retenidas en lugar desconocido y por cuya liberación se solicita el pago de rescate.
1.7. Víctima Pasiva. Está referido al núcleo de personas más cercano a la víctima activa, sobre quienes pesa la tarea de negociación para lograr su liberación.
 
Es preciso señalar que cada semana desaparecen entre 3 y 4 niñas/os o adolescentes en la provincia de Buenos Aires. En ningún caso, salvo el de la desaparición de Candela Sol Rodríguez, se ha conformado una Mesa o Comité de crisis de estas características. No obstante lo expuesto, veamos qué responden integrantes de la Cúpula Policial y del Ministerio Público Fiscal al respecto.
Sra. GAINZA.- ¿Qué día se constituye el Comité de Crisis? ¿Hay un protocolo para constituir el Comité de Crisis? ¿Es habitual que se constituya un Comité de Crisis cuando se produce la desaparición de una menor?
Sr. PAGGI.- Comúnmente, cuando la desaparición se denuncia en forma inmediata y toma este tipo de ribetes se constituye el Comité de Crisis. Esto fue inmediato, creo que la madre tardó cuatro horas en hacer la denuncia, una hora más o una hora menos, pero ahí anduvo. Y el primero que se constituyó fue el coordinador operativo, en este caso el comisario general Matzkin, con otros comisarios generales. No debemos olvidar que fue un día feriado, tengo entendido, el 22 de agosto. Yo no me encontraba aquí, estaba en  Necochea haciendo otras tareas, pero volví al otro día y me presenté en Villa Tesei.
 
El Comisario General Paggi no responde a lo que se le pregunta. En virtud del protocolo de Averiguación de Paradero (Ver Anexo) como del Protocolo de Secuestros Extorsivos, haber constituido una Mesa o Comité de Crisis integrada por la Cúpula Policial constituye un acto desmesurado e improcedente y es Paggi el responsable de haberla convocado, de haberla sugerido al Ministro de Justicia y Seguridad o bien de haber cumplido una orden resuelta por el propio Ministro sin alertarlo acerca de la falta de pertinencia de esta decisión. Por acción o por omisión es el principal responsable.
Responde que la mesa se conforma cuando “toma este tipo de ribetes “. ¿De qué se trata? ¿Qué significan “esos ribetes”? Se refiere a la repercusión mediática que el hecho comienza a tener.
Sra. GAINZA.- ¿Siempre se constituye un comité frente a la desaparición de un menor?
Sr. PAGGI.- No siempre todos los comisarios generales estuvieron en un Comité de Crisis, como ha ocurrido en el caso en concreto.

Elude nuevamente la respuesta; pero marca otro aspecto de lo que resulta desmesurado, hasta extravagante diríamos: que todos los Comisarios Generales estuvieran en la Mesa de Crisis. ¿Por qué? ¿Para qué¿ Con qué objetivo?
También a la Dra. Guillermina Rapazzo le sorprende la decisión de crear un Comité de Crisis
Sra. GAINZA (a Guillermina Rapazzo- Auxiliar letrada de UFI número 6 en la Fiscalía General de Morón.) Usted es una persona visiblemente joven pero, por lo que sé, pertenece a una familia judicial y debe tener bastante experiencia. ¿Conoce alguna otra circunstancia donde se haya formado un Comité de Crisis en la provincia de Buenos Aires por una averiguación de paradero?
Dra. RAPAZZO.- No. Dentro de la provincia de Buenos Aires, no le sé decir. Dentro del Departamento Judicial, por lo menos de Morón, en los 11 años que trabajo, yo no trabajé particularmente con ningún Comité de Crisis.
Sra. GAINZA.- ¿En alguna averiguación de paradero, tampoco?
Dra. RAPAZZO.- No. En ninguna causa, exactamente. Yo, particularmente, no trabajé nunca en ninguna causa con Comité de Crisis. Fue la primera vez.
Sra. GAINZA.- ¿Nunca se preguntó por qué para una averiguación de paradero habían constituido un Comité de Crisis?
Dra. RAPAZZO.- No, no me lo pregunté. Sí, cuando llegué, no esperaba encontrarme con todo eso.
Sra. GAINZA.- ¿Vio que era una decisión lógica y normal en el Ministerio de Seguridad de la Provincia el hecho de trasladar 1600 efectivos?
Dra. RAPAZZO.- No, pero también había algo particular, desde el momento en que Carola llamó a todas las cámaras. Teníamos alrededor de 20 cámaras de televisión delante de la comisaría, más todas las marchas que se hicieron desde un primer momento. Creo que era un tema de público conocimiento en todo el país a las 24 horas de la desaparición de la nena.
Sra. GAINZA.- ¿O sea que las respuestas del Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia fueron dadas en relación a que había trascendido y no, digamos, a la importancia del caso?
Dra. RAPAZZO.- No, yo no le puedo decir lo que dijo el Ministerio.
Sra. GAINZA.- Usted me está diciendo...
Dra. RAPAZZO.- No. Yo le estoy diciendo lo que usted me preguntó, si había visto alguna vez algo así. Yo le contesté que no lo vi. La situación tampoco era normal como para que estén a las 24 horas de desaparecer una persona, en una averiguación de paradero. Nosotros, casualmente, en la Fiscalía número 6, una semana antes, en el turno anterior, tuvimos una averiguación de paradero exactamente igual, con la misma comisaría, y a los 3 días apareció la nena. Nunca salió en ningún medio de televisión, porque no se los llamó. En el último turno que tuvimos ahora, tuvimos otra nena desaparecida y tampoco salió en ningún lado. Tenemos constantemente averiguación de paraderos que no salen en la televisión.”
 
Además del Crio. Gral. Paggi, otros integrantes de la Cúpula Policial fueron consultados sobre este tema por la Comisión. Tal el caso del Crio. General Walter Osvaldo Carballo, Superintendente de Investigaciones Complejas y Crimen Organizado:
Sr. D’ ONOFRIO.- Le voy a preguntar algo de valoración personal; si puede, me contesta. Este caso, al principio era una averiguación de paradero. Después, se aplicaron los protocolos de secuestro extorsivo, aunque no fue reconocido como tal. Apelando a su experiencia, ¿por qué cree usted que la propia cúpula de la fuerza haya estado, en el momento que se constituye el Comité de Crisis, con las tres cabezas de la fuerza, y que se haya manejado de la manera que se manejó, máxime cuando hay cientos de estos casos al año en la provincia de Buenos Aires?
Sr. CARBALLO.- No lo sé. Todos manejamos en nuestros estamentos una serie de información. Le puedo decir que, durante los días que se estuvo ahí -soy testigo de ello-, todo el mundo estaba desesperado por encontrar a la nena. El esfuerzo que se hizo fue descomunal; gente trabajando 24 horas, con dos horas de descanso por día, y a volver a allanar casas. Con "el diario del lunes" es muy fácil hablar. Cuando uno está "jugando el partido", hace lo que puede y a veces se equivoca. Somos perfectibles y humanos.
Sr. D’ ONOFRIO.- El día después, ya con el hallazgo de la criatura muerta, ¿cuál fue su rol y cómo siguió este Comité de Crisis? ¿ Cómo siguió la investigación?
Sr. CARBALLO.- Siguió la mesa chica. Dos días después, volví a mi oficina; quedó mi gente, porque la emergencia era encontrarla viva a la nena. Quedaron Paggi, Matzkin y Castronuovo en el lugar. Íbamos cuando nos llamaban si necesitaban algo. Igualmente, mi gente quedó toda. De hecho, quedó ahí mi segundo.
 
Lo propio se le consultó al Crio. Gral. Hugo Matzkin, entonces Superintendente de Coordinación Operativa.
Sr. MATZKIN.- Nosotros acá nos encontramos con lo siguiente y le respondo la pregunta: nos encontramos con un evento que se llama averiguación de paradero, el cual, la averiguación de paradero, si alguien me puede decir cómo está tipificado en el Código, es delicado. O sea, la averiguación de paradero es algo que se tipificó como para poder hacer un relleno de un vacío fundamental sobre una temática que ha evolucionado en forma impresionante.
No sé si tienen ustedes idea de la cantidad de averiguaciones de paradero que se maneja en la provincia de Buenos Aires por año. Un promedio de cinco mil, y a todas se les da trascendencia, todas tienen en general un comité de crisis. Todas tienen trascendencia y evolución, y cuando la situación pone en riesgo la vida de la persona es en donde nosotros ponemos mucho más hincapié. He escuchado hablar sobre que se puso hincapié en esto por la mediatización, y no es así. La mediatización juega en contra de la vida de la persona y ahí es donde la policía y la justicia deben poner el máximo de empeño para que se pueda solucionar.
 
Resulta llamativo que el Comisario General Hugo Matzkin señale que al promedio de 5.000 averiguaciones de paradero año se les da trascendencia y que todas tienen en general un comité de crisis. Es falso. Prácticamente ninguna lo tiene, entre otras razones por lo que ya se ha expuesto anteriormente.
Concluimos, en primera instancia, que la Mesa de Crisis del Caso Candela se define a menos de 36 hs de producida la desaparición de la niña para generar espectacularidad del accionar policial ante la “explosión mediática” como llaman en la jerga a la presencia de los medios en el lugar. Un aprendizaje del Caso Pomar. Como nos dirá más adelante Chebriau, el jefe de la DDI Matanza.
 
I.2 La policía hace uso de los medios masivos de comunicación para desarrollar su propia estrategia.
La espectacularidad del accionar policial es una de las características salientes de la etapa que denominamos Averiguación de paradero. A partir de la ausencia de líneas claras de trabajo, parece más destinada a dar respuesta a la “explosión mediática” que a buscar el paradero de la niña. Las acciones parecen estar dirigidas a lograr una justificación pública: “estamos trabajando”.



En esta primera etapa aparece un predominio desusado y desmedido de la actividad policial. Ya desde el 24/08 los medios masivos de comunicación señalan que se hicieron cientos de allanamientos, se rastrilló el conurbano y se sumaron 10 comisiones de policía. Día 25/08: Se ordenaron más de 500 allanamientos, 26/08: Perros adiestrados para buscar cadáveres rastrillaron parte de las 900 hectáreas que pertenecen al INTA y siguieron “peinando” descampados .Se mencionan 14 perros rastreadores buscando a Candela cuando la Policía de Investigaciones de la Provincia sólo tiene un perro rastreador. 27/08: ya se analizaron “más de mil llamadas”. 28/08: Se ordenó el allanamiento de varios prostíbulos de la Provincia. La búsqueda se extendió en todo el país, se sumaron 1.600 efectivos y dos helicópteros y 143 móviles policiales identificables. 29/08: Se llevaban realizados 498 registros de terrenos baldíos, 806 registros domiciliarios, 1.188 chequeos de llamadas telefónicas, el rastrillaje de 680 hectáreas y el análisis de 150 cámaras de videos municipales y particulares. Mientras que los rastrillajes aéreos completaban los 90 kilómetros cuadrados. "Nunca vi un despliegue así, si no hay resultados positivos no es por falta de investigación", dijo el fiscal general de Morón en declaraciones a la prensa el 29/08. Tanto en los testimonios de los altos mandos de la policía de la Provincia de Buenos Aires (Comisario General Juan Carlos Paggi, Comisario general Hugo Matzkin, Comisario General Roberto Castronuovo, entre otros) como en las voces de los responsables de llevar a cabo la investigación (Fiscal General Nieva Woodgate, Fiscal Marcelo Tavolaro y Lisa, Auxiliar letrada de la UFI 6; Guillermina Rapazzo) se reitera que resulta inexplicable la magnitud y el carácter invasivo y caótico de la presencia de los medios en el escenario de los hechos.


Más grave aún resulta la naturalización de este tipo de presencia. ¿Sólo incapacidad de los más altos funcionarios judiciales, policiales y políticos para limitarla en pos de preservar la investigación y, sobre todo la vida de Candela? ¿O también complicidad para encubrir los verdaderos móviles del asesinato?
 
Con el objeto de ejemplificar el carácter extraordinario del despliegue mediático y la falta grave que implica la no intervención político institucional ante este hecho, se incluyen fragmentos de algunos de los testimonios:
Sr. TAVOLARO.- “Vi una moto que me esperaba y era la policía que me estaba esperando para guiarme hasta el objetivo, y hasta se asustó el de la moto porque apareció esa otra moto, que terminó siendo de Telefé Noticias. Era la misma moto que había estado detenida en la puerta de mi casa. Había una garita de seguridad y lo tenían identificado. Es decir, la exposición mediática no era manejada por mí.”
Sr. LOPÉZ MUNTANER.- (…) ¿Por qué cree usted que el tema del caso Candela ha tomado tanta repercusión en forma inmediata, a diferencia de otros casos similares, que todavía hoy siguen estando en la situación a resolver? ¿Qué hipótesis usted maneja del por qué ha llevado tanta relevancia en la prensa, ha llevado tanta relevancia en el gobierno, dentro de la policía?
Sr. PAGGI.- Yo podría responder dentro de la policía, y esa respuesta casualmente tiene que ver con las otras hipótesis que usted me presenta. O sea, el caso tomó estado público y automáticamente se mediatizó de una manera muy fuerte, el mismo día de la desaparición. Yo llego el 23 a las primeras horas de la tarde y ya había –por lo menos- cinco equipos móviles de exteriores instalados en la casa y otros tantos en la comisaría. Ignoro por qué y quién agitó tanto las aguas para que se produjese este fenómeno tan mediatizado.”(...) “Y creo que a partir de allí, desde el mismo día que se mediatizó, el mismo día de la desaparición, no bajó el nivel – si me permite la palabra- de exposición. Eso es lo que puedo responder. Ignoro por qué”
Sr. LÓPEZ MUNTANER.- ¿Usted cree que la policía utilizó algún método para poder morigerar esta situación?
Sr. PAGGI.- ¿Para morigerar el caso en los medios?
Sr. LÓPEZ MUNTANER.- Sí.
Sr. PAGGI.- No había forma de morigerarlo, porque cada vez eran más. A medida de que iban pasando los días venían más medios. Era una cosa que no se podía –no sé cómo decirlo-, pero llegó un momento que a mí me costaba llegar a la casa. (…) Yo iba observando que los equipos de exteriores eran cada vez más, llegó un momento que había cubierto toda la cuadra. Nunca bajó el nivel.
Sra. GAINZA.- ¿Usted ha utilizado los servicios de una consultora AR?
Sr. PAGGI.- ¿Usted se refiere a Alejandra Rafuls?
Sra. GAINZA.- Sí.
Sr. PAGGI.- Yo tenía un empleado del ministerio que había sido sugerido por parte de la consultora. Pero yo no utilicé los servicios de la consultora, porque yo no le pagaba.
Sra. GAINZA.- ¿Usted no tenía relación con  la consultora?
Sr. PAGGI.- La relación que tenía con la consultora era de poder hablar con ellos, cuando me avisaban de alguna situación concreta sobre notas que iban a salir en los medios o algo así. Pero otro tipo de relación que tuviera que ver con lo contractual, no.
Sra. GAINZA.- No entiendo. ¿Por qué le avisaba la consultora que iba a salir algo en los medios? ¿Por una relación de amistad?
Sr. PAGGI.- No particularmente conmigo.
Sra. GAINZA.- ¿Con algún otro policía?
Sr. PAGGI.- No. No sé cómo era el tema de la consultora. Vuelvo a reiterar: hubo un empleado que estuvo trabajando, haciendo prensa en el ministerio –particularmente en el área de policía- que había trabajado en esa consultora. Y esa consultora lo que ha hecho conmigo era avisarme: “mañana sale tal cosa”. Nada más que eso. Cuál era la relación, dónde y con quién en el gobierno o dentro del ministerio no le puedo certificar. Sería falaz si lo digo de otro modo.
 
Es probable, ante lo señalado por el Comisario General Juan Carlos Paggi que, la relación con la Consultora AR sí le hubiera servido para “morigerar el caso en los medios” Ahora bien, no para impedir que malograran la investigación, sino para lograr que no dañaran la imagen de la actuación policial en ella.
 
Esta Consultora asesora en imagen al Comisario General desde que asumió la función de Jefe de Policía con rango de Subsecretario.
 
En cuanto al papel de los medios estimamos pertinente incluir algunas de las opiniones del periodista Esteban Rodríguez, abogado, profesor universitario y autor del libro “Justicia mediática”. Refiriéndose a la responsabilidad de los medios dirá que… “cuando digo los medios no estoy pensando solamente en los empresarios que financian las coberturas de sus trabajadores, sino también en los movileros y camarógrafos, en los presentadores de noticias y en cada uno de aquellos periodistas o editores que, sin saber nada sobre el tema no ahorraron palabras para explicar lo que no entendían, lo que no sabían y lo que no podían ni debían decir, al menos en ese momento: cuando había una niña que no aparecía.” (…) “Los periodistas no sólo se apostaron en la puerta de la casa de Candela sino en la fiscalía. De esa manera seguían al fiscal en cada uno de los operativos que éste disponía. Así llegaron a cubrir los allanamientos y rastrillajes en vivo; bailaron malambo en el terreno donde fue encontrado el cuerpo de Candela; duplicaban cada una de los interrogatorios a los testigos, toda vez que cuando estos salían de declarar de tribunales o la comisaría eran abordados por las cámaras de televisión. Difundiendo imágenes de la niña; su página de Facebook; trascendiendo grabaciones que no habían sido chequeadas ni siquiera por los investigadores. Todo eso lo hacían trasmitiendo en “cadena nacional”. Bastaba que uno cambiase de canal para encontrarse con la misma entrevista enfocada de otro ángulo. La muerte de Candela se explica también en la mala praxis periodística”.
 
El mismo periodista sostiene que “ha llegado el momento de empezar a debatir la protocolarización de la labor periodística” lo que no quiere decir que “haya que regular los contenidos o que exista un comité de censura –como reclamaba Rousseau en El Contrato Social- que diga qué se puede decir y qué no.”
 
“Estamos hablando de que hay que protocolizar el oficio periodístico: Reglar las prácticas periodísticas para ganar en calidad, seriedad y responsabilidad informativa. Hay que adecuar la práctica periodística a estándares que sean respetuosos de los derechos humanos y la democracia, respetuosos de los derechos de las víctimas y los niños, pero también de los ciudadanos.”
 
Es importante destacar que existen antecedentes de intervención político institucional ante situaciones de estas características. El ex camarista León C. Arslanian, ex Ministro de Seguridad en los períodos 1998/1999; 2004/2007 estableció un protocolo de intervención de medios ante secuestros extorsivos.

Este protocolo se elaboró con la participación de representantes de medios y fue puesto a consideración pública.
 
Lejos de recuperar la experiencia, el Ministerio de Justicia y Seguridad favoreció una presencia obscena de los medios en el lugar de la desaparición de la niña, llegando inclusive a enviar mensajes absolutamente fuera de lugar si se tiene en consideración el rol de quien los emite. Como ejemplo los mensajes del Comisario General Paggi en los que nos convocaba: “hoy todos somos padres de Candela”. Es altamente probable que la policía, en forma particular el Comisario General Juan Carlos Paggi, tuviera íntimo convencimiento de que el hecho iba a ser esclarecido y que terminaría con el hallazgo de Candela Sol Rodríguez con vida. Esta circunstancia sin duda alentó la exposición y sobre exposición mediática del Jefe de la bonaerense. La policía negoció permanentemente la información con los medios. Pero también terminó siendo presa del propio poder mediático. Administró la información, la vendió, la adelantó, la distorsionó.
 
Y, desde allí, el “Caso Candela” ingresa a cada hogar de la Argentina y de otros puntos de América Latina y de Europa. Señaló el periodista Ricardo Ragendorfer en la sesión del día 11 de abril: “La policía, a su vez, a través de los uniformados que tenían cierta relación con ciertos periodistas, les tiraba migajas. En última instancia, el papel del periodismo en este caso -el papel de la “patria movilera”, yo diría-, es un capítulo aparte, porque a diferencia de otras situaciones en las cuales actuó de un modo algo desaprensivo por motivos vampíricos, que tienen que ver con el oficio mismo, acá, lejos de llevar adelante su misión, que es la de relatar la primera versión de la historia, eran una parte de esta historia, eran un engranaje menor puesto al servicio de otra estrategia. Tal vez la estrategia policial.”
 
Carola Labrador, la madre de Candela, se refirió a la filtración de la famosa llamada de amenaza extorsiva del 29 de agosto, difundida por la señal C5N, y replicada en forma inmediata por todos los canales: Sra. LABRADOR.- El llamado es raro, también. De esos llamados hubo muchos, dos mil y pico de llamados y ellos tomaron ése para mandarlo a los medios instantáneamente que encontramos a Candela.
Sr. ASSEFF.- ¿Quiénes son ellos?
Sra. LABRADOR.- La Policía. La Policía manejó todo.”
 
Veamos que dice el Fiscal General Federico Nieva Woodgate: Nieva Woodgate: De acuerdo con el mismo texto de la ley, el artículo 33 de la Ley de Ministerio Público dice: “Los integrantes del Ministerio Público sólo podrán dar información judicial del ámbito de su competencia cuando ello no afecte la privacidad o la seguridad de las personas ni los asuntos públicos que requieran reserva, o la eficacia y el trámite de las investigaciones en curso. La violación de la presente disposición habilitará la imposición de sanciones disciplinarias”.
Esto hace que los fiscales o los agentes fiscales pongan en conocimiento de la Fiscalía General el trámite que están realizando en la medida en que ellos lo consideran conveniente y de trascendencia pública. ¿Por qué? Porque, además, la misma ley, específicamente, pone a cargo de la Fiscalía de Cámaras coordinar las relaciones del Ministerio Público con los medios de comunicación social.
Por lo tanto, en un caso de gran trascendencia pública y con gran demanda de los medios se corre el grave riesgo de poner en peligro la investigación a través de la presión misma de los medios de alguna información que no debería haberse dado. Por eso, los fiscales en mi departamento judicial, cuando tienen algo parecido, en cuanto al manejo de la información, proceden de esta forma, y en este caso en particular asumí yo la comunicación con la prensa a fin de reservar precisamente lo que había que reservar en común, por supuesto, con el fiscal que estaba llevando la causa. De todas maneras, la información que yo transmití la recibí de los fiscales que trabajan en la causa, no la obtuve yo directamente.
Sr. D’ONOFRIO.- De hecho los medios estaban transmitiendo y registrando la llegada del personal judicial y policial. Esto era una irregularidad.
Sr. NIEVA WOODGATE.- Sin ninguna duda.
 
El periodista Tomás Eliaschev, ante la Comisión, también analizó este tema:
Sr. ELIASCHEV.- El planteamiento que haría, y que tiene que ver con la pregunta sobre el rol de los medios, es que en realidad eso tiene que ver con el rol de estos fiscales ante los medios y el tema de cómo abordan las cuestiones ante la opinión pública brindando la información.
Hay una declaración de Woodgate que dice si yo voy a detener a Pedro Picapiedra no voy a decirlo, como dando a entender con las declaraciones algunas cosas que generen confusión entre los sospechosos.
Creo que hubo claramente, sobre todo de parte del fiscal general, una gran irresponsabilidad muy grande al plantear el tema de la sexualidad de la niña y al hablar sobre el cuerpo, insistir en eso, y en revelar información en forma inadecuada. Es una práctica muy difundida: es decir, fiscales y jueces que trabajan con los colegas y que los transforman en correas de transmisión de lo que pueden ser operaciones.
En ese sentido, mi apreciación es crítica, porque me parece que hablaron de más, antes y después. Yo no puedo referir irregularidades en la investigación misma, que pueda demostrar, pero sí llama mucho la atención cómo se manejaron con la prensa, a tal punto que el fracaso es admitido por ellos mismos. Existe una declaración de Woodgate que dice: “no sé qué más podríamos haber hecho para evitar esto”. Da un poco de impotencia escucharlo, porque si leemos las cifras vemos que 1600 policías rastrillaron toda la zona. ¿Qué pasó, hubo un agujero negro? La casa estaba a 8 cuadras de donde la encontraron. Es decir que el fracaso de la investigación es evidente en ese sentido. Se hizo mal el rastrillaje, hubo algún policía que tenía que hacer determinada cuadrícula y no la hizo.
Eso llama mucho la atención y no ha habido una explicación satisfactoria al respecto, porque si la nena hubiera sido encontrada en otro lugar podríamos decir que ahí no buscaron, pero la encontraron en un lugar en donde supuestamente buscaron. ¿Cómo puede ser? Todo esto me parece un hecho muy significativo.
 
Volviendo a lo expresado por el Comisario General Paggi:
Sra. COMERIO.- ¿Cómo se filtra la información a los medios?
Sr. PAGGI.- A veces ellos estaban ahí presentes viendo el desplazamiento y seguían a los móviles policiales a dos o tres cuadras. Por ejemplo, cuando uno va a hacer allanamientos es preferible que los haga Policía Científica, porque uno ya entra con los peritos, que son los que levantan rastros. Los móviles de científica son Ivecos, son móviles grandes, bastante grandes, y entonces es fácil de verlos y seguirlos hacia dónde van.
Sra. COMERIO.- Muchas veces los medios llegan antes.
SR. PAGGI.- Comúnmente se adelantan al convoy, por decirlo de alguna manera, que es la seguidilla de vehículos policiales.
Sra. COMERIO.- ¿Eso no se puede limitar de alguna manera?.
Sr. PAGGI.- Sería cortar la libertad de expresión y no estoy en condiciones de hacer ese tipo de cosas.
Sra. COMERIO.- Pero para la correcta investigación, ¿no se podría haber previsto algo?
Sr. PAGGI.- Uno trabaja con mecanismos para tratar de evitarlo, pero no siempre se puede. Cuando ellos están en el territorio se mueven detrás o adelante de uno.
 
La policía hace uso de los medios masivos de comunicación, en forma específica los medios televisivos y entre ellos C5N para desarrollar su estrategia. Los medios son funcionales a esa estrategia. La muerte de Candela se explica también por la presencia descontrolada que tuvieron en el caso. Aún más responsables resultan las autoridades políticas de Justicia y Seguridad que priorizaron el acuerdo con los medios a limitar su presencia y así impedir que se viera obstaculizada la investigación, intentando preservar a toda costa la vida de la niña.
 
I.3 Esta Mesa o Comité de Crisis atentó dramáticamente contra la posibilidad de abordar con éxito el hallazgo con vida de Candela.
La Mesa de Crisis no tuvo conducción estratégica a pesar de estar integrado por las máximas autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad de la provincia de Buenos Aires y del Fiscal y equipo de la fiscalía a cargo de la investigación.
 
Como consecuencia de esta falta de conducción:
1 No hubo en su seno diferenciación clara de funciones ni de método de trabajo, por lo que los roles se superpusieron en forma permanente, particularmente entre las máximas autoridades policiales.
 
Veamos el rol y funciones de Juan Carlos Paggi, según su testimonio:
“Mi rol específico es el mismo que tenía dentro de la institución, toda vez que yo estaba a cargo de la Superintendencia General, que era un espacio de trabajo permanente, de coordinación, de control y de supervisión. Era una coordinación estratégica que tenía que articular entre las diferentes policías, ya que como ustedes saben no es una sola policía la que tiene la provincia de Buenos Aires, sino que son varias. Trabajaba para lograr que se cumplan los lineamientos que establecía de quien yo dependía, que era el jefe de la cartera de Seguridad, el ministro. Ocurrida la desaparición en el caso que nos ocupa, el ministro me encomendó la misión de articular todos los medios, para ponerme primero a disposición del fiscal interviniente, que era quien dirigía la investigación, y, segundo, para poner a disposición del fiscal todos los recursos humanos, materiales, logísticos y tecnológicos que hicieran falta para la investigación. Eso fue lo que hice, amén de la actividad de haberme puesto a disposición del fiscal, como auxiliar de la justicia.”
Sr. ARRIOLA.- ¿Nos puede relatar cómo funcionaba el Comité?
Sra. RAPAZZO.- Estaba Paggi, Matzkin, Castronuovo, gente de la DDI La Matanza, gente de la DDI Morón, gente de la DDI San Martín. No recuerdo todos los nombres. Estaba Soria, de la DDI Morón, con quien trabajamos habitualmente y nosotros lo conocemos, y estaban empleados de la DDI La Matanza, de la DDI San Isidro. Había 1600 policías en total trabajando. El Comité estaba conformado por los generales, el fiscal, y a veces estábamos los actuarios, quienes nos íbamos turnando, porque a las tres o cuatro de la mañana alguien tenía que dormir. En el caso que no haya estado ningún fiscal, se le comunicaba inmediatamente o bajaba al lugar, o tomaban las decisiones los fiscales.
Sra. ARRIOLA.- ¿Nos podría explicitar un poquito más como era el funcionamiento? Nos relata quiénes estaban, pero queremos saber si se hacía un análisis de la información.
Sra. RAPAZZO.- Se hacía el análisis de la información que llegaba y se decía qué era lo que se iba a hacer respecto de eso. Se analizaron varias hipótesis, se chequeaban todos los 911, que eran alrededor de 1900 en total, hasta que no se llamó más. La primer semana creo que tuvimos 700 llamadas, así que cada 911 que entraba, o llamado a la casa de la madre, porque estaba el teléfono de la casa y el teléfono del celular, se chequeaban, y de ahí surgían las hipótesis. Se tomaban las testimoniales. Algunas testimoniales se tomaban en la fiscalía, otras en la comisaría, y otras en la oficina que nos habían puesto en un camión en la plaza de Hurlingham. Se trataba de hacer todo, se manejaban las hipótesis y el fiscal decidía qué se iba a hacer. Si había algún lugar para allanar, el fiscal decía si se iba a allanar y le pedía la orden al juez.
 
¿Cómo describe el propio fiscal Tavolaro esta Mesa de Crisis?
Sr. RUESGA.- “Me gustaría empezar preguntándole, para dar inicio a esta audiencia, ¿cómo califica usted, desde su función, la investigación policial de este caso?”
Sr. TAVOLARO.-“. Estaba el jefe de la Policía, el subjefe, los veinte directores de la DDI de la Provincia. Estaban todos juntos conmigo mientras buscábamos a la nena con vida. Estuvieron siempre al lado mío, y en sí nunca encontré absolutamente nada que me hiciera sospechar.”
 
2 No hubo análisis y jerarquización de la información.
La ausencia de hipótesis y, en consecuencia, de líneas de trabajo que dieran sentido y jerarquía a la extraordinaria cantidad de información que iba ingresando día a día desde el momento de la desaparición de Candela (22 de agosto) hasta el hallazgo sin vida de su cuerpo (31 de agosto), provocaron una pérdida dramática de tiempo y de importantes recursos humanos empleados en el seguimiento de información falsa, irrelevante y, muchas veces absurda. Carola Labrador dice en la Comisión al respecto:
“Hasta hemos ido a Moreno con un montón de patrulleros y un montón de gente a buscarla en un campo porque una mujer había dicho que Candela estaba ahí tirada. Habíamos ido a ese campo que está en Moreno: Paggi, esa mujer del péndulo, un montón de policías y yo en un auto. Y así sucedía con un montón de cosas. Armaban estos circos para distraerme, porque en realidad estaban armando.”
 
Sobre estas “hipótesis” se refirió también el entonces Jefe de Policía:
Sra. COMERIO.- ¿Sólo los llamados se tomaron como hipótesis?
Sr. PAGGI.- No, también se tomaron como hipótesis las averiguaciones que se podían realizar en el vecindario, entre las amigas y cualquier otro tipo de relación que surja, con datos de interés para ser sumados a la causa, de las cuales el fiscal permanentemente estaba en conocimiento. Recuerdo que se presentó una persona que tenía un péndulo, y que dijo que con ese péndulo la veía a Candela; no sé cómo triangulaba el péndulo, ignoro el mecanismo, pero era una mujer mayor que decía saber dónde estaba Candela, en un galpón, cercano a la zona de Moreno, y que nos podía acercar. Y allá fue una comisión con la señora y el péndulo, se atendió todo. Lamentablemente, no existía el galpón, no estaba la chica en ese lugar, pero se documentó todo. Dice Juan Carlos Paggi “ De estos hechos, tuvimos mil novecientas y pico de llamadas. Les dimos respuestas absolutamente a todas. “(..)
(..) Cada llamado terminó siendo una hipótesis”
 
El 24 de agosto el Ministro Ricardo Casal diría a los medios “tenemos mil hipótesis y algunas han sido desechadas. Por ejemplo, desechamos que haya sido una venganza al padre de la menor, que se encuentra preso”.
 
Sobre las “mil hipótesis” se refirió el periodista Ricardo Ragendorfer:
Sr. RAGENDORFER.- De algún modo, como una “mise en scène”, como una suerte de escena, se ha seguido un montón de líneas de investigación. Durante esos primeros diez días, los investigadores no han hecho otra cosa que decir: “no descartamos ninguna hipótesis”. Yo francamente tiemblo cuando escucho esa frase, “no descartamos ninguna hipótesis”. Porque, cuando uno tiene más o menos una idea de lo que sucedió, sí se descartan algunas hipótesis. Cuando no se descarta ninguna hipótesis es que no se tiene ningún conocimiento sobre el hecho. Pero, digamos, no es que se hayan rastreado kilómetros de terreno en ese caso, no es que se hayan allanado decenas y decenas de locales nocturnos, no es que se hayan puesto bajo la lupa pedófilos o redes de trata de personas; porque realmente, podía haber allí una punta del ovillo de lo que pasó, sino tal vez para soslayar alguna otra cosa que era precisamente el secuestro extorsivo. Tal vez para enmascarar esa negociación paralela que se fue armando, posiblemente, entre los investigadores y quienes tenían en su poder a esta nena. O sea, digamos, se han explorado decenas de hipótesis pero no con el objeto de distraer. Y en ese sentido, a la pregunta específica suya sobre si existiría alguna otra hipótesis para resolver este misterio, yo diría que sí. La hipótesis que se debe seguir apunta a la investigación que se hizo.”
 
3 La falta de conducción, también generó superposición de roles en el trabajo de contención de la familia de Candela y de interceptación y reunión de información al interior de la vivienda de Carola Labrador (este aspecto se desarrolla en el punto I.4). Paradójicamente, absoluta incapacidad para generar condiciones mínimas de trabajo justamente en el lugar donde la información relevante respecto del desarrollo del evento iba a ocurrir, lo que denota una vez más falta absoluta de conducción del proceso.
 
Todos los protagonistas vinculados a la investigación hicieron referencia a este punto. Lo “comentaban”, como si no fuera su responsabilidad encausarlo:
Fiscal TAVOLARO.- Hasta con el ruego de la madre, mientras la nena estaba con vida, era imposible entablar una conversación en la casa de ella porque siempre había cincuenta familiares, con chicos que iban y venían. Me daba pena, pero se trataba de cincuenta personas que tenían que hacer silencio para recibir esas llamadas, ya que ellos habían decidido desde el inicio empapelar Hurlingham con el teléfono de esa casa. Habían puesto el teléfono de la casa en un celular, entonces todas las llamadas se recibían ahí. Después vino la prensa y yo les imploraba: “por favor, que se quede el círculo más íntimo, solamente, la tía, y nada más”. Era imposible seguir porque no había forma de acercarse a la casa, con todos los vecinos en la puerta.”
 
El Comisario General Carballo, ilustró a la Comisión sobre cómo debe encararse la contención y la orientación a la familia, conforme el protocolo, y las dificultades que enfrentaron en este caso:
Sr. CARBALLO.- Uno trata de seducir y de convencer en la experiencia de qué es lo mejor para la familia y lo mejor para que cuando se termine ese hecho traumático, se puedan recuperar del mismo. Eso implica que las casas se manejan con un límite de gente, con un horario y con asignaciones de trabajo para la gente de la familia. Ahora, en una casa en donde hay 25 personas que entran, salen, opinan y gritan, es imposible trabajar. “
 
Mientras tanto, algunas investigaciones periodísticas, los ingresos al 911 y declaraciones testimoniales (entre otras las del padre de Candela) que iban ingresando al expediente y la información que, indudablemente, la policía tenía acerca de la realidad criminológica del territorio de San Martín, particularmente el fenómeno del narcotráfico, indicaban que se encendía una luz de alerta allí. Que había que investigar en ese territorio. Veamos que nos dice Paggi al respecto:
Sra. LARRABURU.- Una pregunta, volviendo al tema de la declaración del padre. Antes y después de la declaración del padre, ¿qué investigaciones policiales se llevaban a cabo en San Martín, atento que son oriundos de allí y que en su declaración el padre nombra a cuatro personas de San Martín?
Sr. PAGGI.- Yo dije cuatro, pero pudo haber sido cinco o tres. Yo no estuve cuando el padre declaró.
Sra. LARRABURU.- Me refiero a qué tareas desde el punto de vista policial o del Comité de Crisis se llevaron a cabo para hacer los operativos que se hicieron en otros lugares, atento justamente a esos antecedentes que había en cuanto a lo familiar.
Sr. PAGGI.-Además de los testigos de identidad reservada, que deben ser varios, hubo cientos de testimoniales que se volcaron en la causa. En este caso se allanaron, por ejemplo, locales nocturnos en la zona de San Martín, todo lo que es ruta 8, y se llevaron adelante otras investigaciones que tenían que ver con la línea de narcotráfico que yo les mencioné recién, y de unos “Melli”. Se iban descartando hipótesis, en la medida que se consumaban las tareas que se iban disponiendo desde la Fiscalía. La Fiscalía decía, por ejemplo, “Vayan a tal lado, hagan un relevamiento y seguimiento de vehículos, para ver qué pasa en esta casa” y después se allanaba o no, pero eso tenía que ver con la decisión y la manda judicial.
Sra. LARRABURU.- La pregunta es si se hicieron antes o después de la declaración en San Martín.
Sr. PAGGI.- Si, ya se venían haciendo, porque ya se habían allanado locales nocturnos en San Martín y también se habían hecho experiencias tecnológicas con respecto a la antena donde cerró el aparato de la nena. Se venía trabajando.
 
Paggi nuevamente será vago en sus apreciaciones; no había rumbo alguno. “deben ser varios testigos”; “cientos de testimoniales”, “descartando hipótesis”, “sumando tareas”; “investigaciones que tenían que ver con la línea de narcotráfico que yo les mencioné recién, y de unos “Melli”. Dos mil llamadas. Dos mil hipótesis. Ninguna seria, como veremos.
Estamos en condiciones de señalar que el escenario principal de la búsqueda (Hurlingham) no se corresponde con indicadores precisos que apuntaron desde el primer día hacia otro territorio (San Martín). Conclusión: Se la buscó, principalmente, donde no estaba.
 
I.4 El jefe y el Subjefe de Policía. El Jefe de Investigaciones. El Jefe de la DDI La Matanza. Roles y funciones en la Mesa de Crisis. El fiscal y la conducción de la investigación.
Pongamos, en primer lugar, el foco en la figura del Jefe de Policía, porque es preciso profundizar su rol en esta etapa del desarrollo del evento, aún a riesgo de reiterar algunos conceptos, puesto que se trata de la etapa en la cual la niña estaba con vida.
 
El rol del Jefe de Policía
Dentro del esquema de disfuncionalidad operativa y distorsiones de las responsabilidades inherentes a los distintos integrantes de la cúpula policial que integraron la mesa de crisis, el caso más llamativo es el del Comisario General Juan Carlos Paggi, entonces Jefe de Policía y virtual Subsecretario de Seguridad del Ministerio de Seguridad. Si nos atenemos a sus propios dichos cuando testimonió ante la Comisión el pasado 24 de abril, una de sus funciones se vinculaba estrechamente a “brindar contención” a la madre de la víctima, mientras se desarrollaba la búsqueda de Candela: “Yo me entrevistaba una o dos veces por día con la madre, porque mi obligación era no sólo la contención, sino además era mantenerla informada de cuál era el avance de la situación”.
 
Otros de los integrantes de la Mesa de Crisis ratificaron en sus testimonios ante la Comisión esta circunstancia. Tal el caso del entonces Superintendente de Investigaciones, Crio. General Roberto Castronuovo:
Sr. CASTRONUOVO.- Ahí el contacto directo lo tenía el jefe Paggi con Carola, y era el que la contenía emocionalmente.
 
Ya hemos desarrollado en el punto I.3 lo errático, desordenado, alejado de los protocolos y plagado de superposiciones del accionar policial. Pero queremos detenernos en un punto que por la desmesura del alejamiento de los canales orgánicos, establecidos en los protocolos y en el uso, nos llama  poderosamente la atención. Nos referimos a la contención familiar, en este caso particular, centrado en Carola Labrador, la madre de Candela.
 
Como ya señalamos, el Protocolo de Respuesta Policial ante secuestros extorsivos, en su punto 3.4 define la contención como “la función desarrollada por un equipo interdisciplinario en el campo de la salud mental y física dirigida al abordaje y contención emocional durante la crisis y la pertinente asistencia posterior tanto de las víctimas pasivas como activas”.
 
En el punto 4.3.5 se desarrolla las funciones, conformación y dependencia orgánica y funcional del Grupo de Contención. Entre otros se establece: “4.3.5.1. Dependerá funcionalmente del Director de la D.D.I. durante el tiempo que dure el cautiverio del secuestrado, conservando su dependencia orgánica de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado quien podrá disponer los relevos y reemplazos que considere necesarios en orden a la mejor prestación del servicio y dejando constancia escrita de los argumentos que fundan dicha decisión”.
 
Al parecer, hubo un exceso de “contención” o como ya señalamos, una caótica superposición de funciones. El comisario inspector Marcelo Chebriau, Jefe de la DDI Matanza, también estuvo a cargo de la “contención”. Así lo manifestó en su testimonio ante la Comisión:
Sr. CHEBRIAU.- Cuando llegamos (23 de agosto), se dio la coincidencia de que, al llegar, llegaba también la madre de Candela a la comisaría de Villa Tesei. Evidentemente, la comisaría había aplicado el protocolo desde la parte preventiva de seguridad, como se puede ver en las actuaciones. Había cumplido con la iniciación de una contención familiar, y había desarrollado todo tipo de comunicaciones respecto de una averiguación de paradero. (…) lo que no se había logrado todavía materializar, de alguna forma, era tener una contención realmente efectiva desde el punto de vista de lo operativo. Creo que durante todo el evento, en realidad, nunca lo pudimos terminar de materializar. (…) “La primera orden que recibo del general Matzkin (el 23 de agosto) es cuando, precisamente, llega Carola con una hermana, que no era Betiana. Betiana estaba en la casa. Él me llama por mi nombre, y me dice: “Marcelo, hacete cargo ya de la contención; hacelo personalmente; brindá la contención”.
 
En varios momentos de su exposición volvió y amplió sobre este tema, intentando caracterizar el tipo de contención que la gente a su cargo brindó:
Sr. CHEBRIAU.- El tipo de contención que puedo realizar con mi grupo no es una contención psicológica, sino una contención operativa. Esto significa que ese grupo tiene por finalidad, primero, tratar de alguna forma de emprolijar todas las situaciones que ocurren en un evento de desaparición, de secuestro, dentro de la casa.
 
Por supuesto, además de Paggi y Chebriau, también el Grupo de Contención de la Superintendencia de Investigaciones Complejas, compuesto por un “equipo interdisciplinario en el campo de la salud mental y física dirigida al abordaje y contención emocional durante la crisis” realizó su tarea. La diferencia es que, en este caso es el área que le corresponde por protocolo, formación y experiencia ocuparse de este tema.
 
En el testimonio brindado a la Comisión por el Comisario General Carballo, Superintendente de Investigaciones Complejas, como ya señalamos, se abordó tema. Pese a los esfuerzos por tratar de armonizar las evidentes superposiciones de funciones, quedaron de manifiesto las anomalías. De su relato se desprende que su equipo arribó a la casa de la familia de Candela “a partir del segundo día”. Que a su arribo, ya hacía 12 horas que el equipo de Chebriau estaba dentro de la casa. El equipo de Delitos Complejos se ocupa de los dos aspectos que señala el Protocolo de Respuesta Policial ante secuestros extorsivos: Equipo de contención y Orientadores, que es “el que hace un poco de nexo entre lo que está pasando dentro de la casa de la familia de la víctima, el personal que está trabajando afuera y el fiscal”. En cuanto al perfil profesional del equipo, son “licenciados en psicología, de los cuales los cabezas de equipo, que son Gabriela Trabazo y Alejandro Osorio, tienen más de 17 o 18 años de experiencia”.
 
En cuanto a la superposición con el equipo de Chebriau manifestó: “Tiene que ver con formas de trabajar. Chebriau, junto con Matzkin, era el investigador directo del tema. Cuando mando la gente a un hecho, mando a mi orientador y a mi gente; trabajan todos en equipos y tienen su modalidad. No digo que es mejor ni peor.”
 
Vamos a destacar algunos fragmentos de la conversación para ilustrar con mayor precisión la situación:
Sra. ARRIOLA.- Entonces, su gente estuvo sobre todo haciendo contención en la casa.
Sr. CARBALLO.- Sí.
Sra. ARRIOLA.- ¿Cómo llamaría esa contención que hicieron?
Sr. CARBALLO.- Hicimos lo que pudimos.
Sra. ARRIOLA.- ¿De qué tipo es esa contención?
Sr. CARBALLO.- En realidad, nosotros estamos preparados para hacer este tipo de trabajo. Estos muchachos vienen trabajando hace casi diez años en el tema de secuestros extorsivos.
Sra. ARRIOLA.- ¿Usted conoce el término “contención operativa”?
Sr. CARBALLO.- Es un término que no existe. Está mal usado. Uno trata de ayudar y de acompañar. ¿Qué es la contención operativa?
Sra. ARRIOLA.- Hubo una persona que vino y habló de “contención operativa” (en referencia a las expresiones de Chebriau).
Sr. CARBALLO.- Un burro.
 
También apareció la función de “contención” de Paggi:
Sr. ASSEFF.- ¿La familia escuchaba los consejos dados por los orientadores?
Sr. CARBALLO.- Muy poco. En realidad, ellos se guiaban por lo que les decía Paggi.
Sr. ASSEFF.- Entonces, ¿en la práctica el orientador era Paggi?
Sr. CARBALLO.- Es que cuando uno baja, asume ese compromiso, lo cual no quiere decir que no esté capacitado para hacerlo. (…) Por ejemplo; si estamos todos juntos y mañana viene la presidenta, todos quedamos desvirtuados ante la figura de quien más jerarquía tiene. Cuando alguien que tiene un escalón de conducción alto baja a un lugar, desvirtúa el trabajo de todos los demás.
Sra. ARRIOLA.- ¿Es común que ocurra eso?
Sr. CARBALLO.- Jamás. Desde el año 1997, que trabajo en secuestros, no lo vi nunca. Tal vez, se solidarizó con la señora, se sintió tocado por el tema. Las cuestiones humanas uno no las puede medir.
 
En síntesis, el Equipo de “contención y orientación familiar” trabajó durante todo el período de la búsqueda, hasta la aparición del cuerpo de Candela y el posterior traslado de la familia a otra vivienda. Pero también se montó la “contención operativa” a cargo de Chebriau, por pedido de Matzkin; y Paggi que “la contenía emocionalmente”. ¿Cómo vivió esto Carola Labrador? ¿Cómo recuerda y reflexiona sobre esta particular circunstancia la madre de Candela? En su testimonio ante la Comisión manifestó:
Sra. LABRADOR: Ahí empezaron a armar ese comité. En principio nos reuníamos en la comisaría de Villa Tesei; ahí yo conocí a Paggi, a Castronuovo, a Matzkin y a Chebriau. Chebriau vino a mi casa el martes a la noche. Estábamos todo el tiempo en comunicación con ellos, yo iba a cada rato, me llevaban, me hablaban. Supuestamente, me contaban todos los allanamientos que hacían, dónde iban. Todo lo que yo hacía era porque creía que estaba bien, y yo, como les dije a ellos, era una buena alumna. Hice todo lo que ellos me decían, me comporté bien. Nunca salí a los medios a decir nada que ellos no me hayan dicho que dijera. Todo lo que salí a decir me lo decían ellos. Lo de los teléfonos, lo de “los tenemos rodeados”. Me refiero a Paggi, a Castronuovo y Matzkin.
Sr. D’ONOFRIO.- Si bien fue muy claro, para ratificar, recibías continuamente, durante los días de la búsqueda, instrucciones de la policía respecto a lo que tenías que decir a los medios. ¿Quién específicamente daba esas instrucciones?
Sra. LABRADOR.- Castronuovo era el que me decía todo lo que tenía que hacer.
Sr. D´ONOFRIO.- ¿Qué explicaciones le daban, si es que se le la daban, cuando la instruían para hablar con la prensa? Daba la sensación de que usted sabía a quién le estaba hablando. Parecía que le estaban dando una salida a la persona que la tenía retenida para que la entregue. ¿Le daban alguna explicación?
Sra. LABRADOR.- No. Me decían que éramos un triángulo la fiscalía, la policía y yo; que si yo me caía se caía todo, y que ese triángulo no podía quebrarse; que tenía que hacer lo que ellos me decían…
“Todo lo que yo decía era lo que ellos me decían que diga. Ellos me indicaban todo lo que tenía que hacer, incluso controlaban mis movimientos, me monitoreaban todo el tiempo, me encerraban y me tenían ahí, convencida, porque yo estaba convencida de que estaba bien lo que hacía y de que ellos estaban buscándola”.
Sr. D’ONOFRIO.- ¿Vos tenías conocimiento de esa llamada antes que se hiciera pública? (HACIENDO REFERENCIA A LA LLAMADA QUE SE FILTRÓ E HIZO PÚBLICA EL CANAL C5N)
Sra. LABRADOR.- Esa llamada es rara, porque yo encuentro a mi hija, reconozco a mi hija, y pasan la llamada. Es raro. (…) Yo creo que eso fue armado por uno de ellos, que fue totalmente creado en contra mío para tapar algo (…) Yo creo que ellos armaron lo de la llamada cuando hayamos el cuerpo (…) De esos llamados hubo muchos, dos mil y pico de llamados y ellos tomaron ése para mandarlo a los medios instantáneamente que encontramos a Candela.
Sr. ASSEFF.- ¿Quiénes son ellos?
Sra. LABRADOR.- La Policía. La Policía manejó todo.
Y una de las cosas que para mí fue lo que me marcó fue lo que dije cuando encontré a Candela. No sé si había alguna cámara en ese momento. Me di vuelta y la falté el respeto a Paggi y a Guillermina Rappazo: “¿Dónde buscaron? ¿Qué hicieron? ¡Qué mentirosos que son! Vos qué buscaste, si mi hija apareció muerta!” Y ahí fue que dije: “Hijita, te prometo que no va a haber más Candelas. Te prometo que voy a buscar justicia. Esto no va a pasar más”.
Yo creo que esas palabras fueron las que me condenaron a mí, para que ellos armaran toda esa movida de prensa, esa trampa macabra en ese momento. Porque ellos pensaron, le mataron a la hija, se va a quedar tranquila.
Yo no digo que esta gente mató a Candela, pero creo que ellos sabían quién la tenía y quién la mató.
 
Estos fragmentos de dichos y diálogos con los senadores son por demás elocuentes. Pueden interpretarse como la expresión de una madre dolida. Pero contrastándola con los datos que hemos analizado, dejan en pié una pregunta que debemos responder: Algunos funcionarios policiales de la cúpula policial ¿Sabían quién la tenía y quién la mató? ¿Es posible que buena parte de la sobreactuación policial que ya analizamos se realizara en paralelo a una negociación encubierta? Puede explicar la sobreactuación policial, cercana muchas veces al disparate, pensar que en paralelo se desarrollaba una suerte de “operación controlada” fallida, tal como manifestó a la Comisión el periodista Ricardo Ragendorfer: “…tal vez, los investigadores, los encargados operativos de llegar hacia la línea de Candela, habrían llevado una negociación paralela con sus captores” (…) “la policía tenía en sus manos una especie de operación controlada. Creía tener una operación controlada, que es como se denomina a una investigación, a un rastreo, sobre los cuales los investigadores tienen el control real, en vivo y en tiempo real de las personas que investigan, con el objeto de caer sobre ellos en el momento –tanto procesal como mediático- más adecuado. Ese es el objetivo de la operación controlada específica. Obviamente, algo había salido mal”.
 
Lo cierto es que queda claro que la “contención” brindada por Paggi, Castronuovo y Chebriau, ejerció un verdadero “control” de Carola Labrador, contrastando con el “descontrol” general de las operaciones policiales y la impericia y falta de conducción del fiscal Tavolaro. El hecho inexplicable y sin sentido, como que el Jefe de la Policía, con rango de Subsecretario, se ocupe de la “contención emocional” de la víctima, algo que el Superintendente de Delitos complejos afirma que “jamás” sucedió, que no lo vio nunca; cobra sentido si se piensa en la importancia central que tenía el control político de la situación, el garantizar que no se rompiera el “triángulo” que formaban la fiscalía, la policía y Carola Labrador; porque si Carola Labrador caía “se caía todo”, porque “ese triángulo no podía quebrarse”.
 
El Jefe de la DDI Matanza: Marcelo Chebriau.
Es convocado por el Comisario general Hugo Matzkin el 23 de agosto en horas de la noche. En su testimonio, el Comisario Mayor Marcelo Chebriau, se refiere acerca de su rol en el caso y a su informal conducción de un también informal “Grupo Antisecuestro”:
Sr. CHEBRIAU.- En el verano del 2009, ocurre el caso Bergara - del que seguramente, todos habrán escuchado hablar-, en la zona sur. Bergara significó un secuestro extorsivo con características organizativas. De hecho, se desarrolló en un tiempo bastante prolongado. Circunstancias que no habíamos tenido, que no habían acontecido dentro del espectro de la Provincia, desde el último esclarecimiento de un secuestro extorsivo de tales dimensiones organizativas, que había sido el de Patricia Nine. En el hecho de Bergara no participamos nosotros, porque se convocaron a otras dependencias, y participó en forma directa la DDI Quilmes.


Creo que todos sabrán que desde el año 2007 -desde la gestión del doctor Arslanian- en nuestra Provincia existen homologados dos protocolos, a través de los cursos de capacitación y de inserción de diferentes mecanismos para tratar, de alguna forma, de desarrollar de una mejor manera la actividad de la policía.
Así, en el año 2007, se generan dos protocolos de actuación: uno está referido a la temática de la piratería del asfalto y el otro protocolo homologado es el de secuestro extorsivo. (EN REALIDAD FUE EN 2005) En ese protocolo, quedan claramente establecidas cada una de las pautas –tengo una copia del protocolo acá-, que debe cumplir el personal policial en cada evento de secuestro extorsivo, privaciones ilegales de la libertad coactiva, o algún evento que amerite alguna presunción de secuestro extorsivo.
Incluso, luego, por directivas internas y dentro de los mismos protocolos, se divide la actuación entre lo que sería una acción prevencional de la policía de seguridad y la característica propia de la actividad de la policía de investigaciones, en donde el jefe de la DDI jurisdiccional es el que tiene que asumir la responsabilidad de encabezar la mesa de crisis. En cada evento de esa naturaleza, se conforma una mesa de crisis: jefe de DDI a la cabeza, jefe departamental como segundo de esa mesa de crisis, y por último los jefes operativos directos que van a tomar intervención en el evento.
A partir del hecho de Bergara -y evidentemente alguien, mirando los buenos resultados que nosotros teníamos desde Matanza-, se me convoca y se me indica que a partir de esa fecha, la DDI Matanza, más allá de su misión específica, iba a cumplir el rol de una si se quiere “unidad coordinadora” dentro de todo el espectro de la Provincia, para que sirva de soporte a las distintas dependencias en donde se sucediera el evento, principalmente teniendo como eje principal y a partir del inicio del evento que nosotros nos pudiéramos hacer presentes. Por supuesto que esa mesa de crisis seguía encabezada por un jefe jurisdiccional, y con conocimiento de la autoridad judicial nosotros comenzamos a participar en una especie de “coordinador operativo” de la cabeza de esa mesa de crisis.


El Crio. Mayor Chebriau ratifica que la mesa de crisis está protocolizada para trabajar secuestros extorsivos, que está conducida por el Jefe de la DDI de la jurisdicción donde acontece el evento, que lo secunda el jefe de la Departamental que corresponde y que se integran a ella jefes operativos.
Las máximas autoridades son de la jurisdicción. Lo que no dice el Crio. Mayor Chebriau es que, de ser necesario, por la complejidad y características del secuestro, por protocolo, se convoca a Delitos Complejos del Ministerio (superintendencia centralizada) para que acuda con su equipo especializado en apoyo. Veamos cómo caracteriza al área el Comisario General Fernando Carballo, Superintendente de Investigaciones Complejas:
Sr. CARBALLO.- Estoy a cargo desde hace cinco años de la Superintendencia de Investigaciones Complejas. A la Superintendencia de Investigaciones Complejas se la podría definir, en cuanto a su misión, en dos áreas: una que es la de investigación y de operatividad propia para hechos encomendados por el señor ministro, y la otra es un área de asistencia a los investigadores.
Esa área de asistencia a los investigadores está constituida por la Dirección de Análisis de las Comunicaciones, donde se hacen las actividades que ustedes han visto siempre en los diarios, cuando se dice “tal teléfono habló con tal teléfono, el sistema…”. Esa es la Dirección de Análisis de las Comunicaciones. Hace el seguimiento telefónico para toda la Provincia y para otros hechos en colaboración. Ahí también se hacen pericias de celulares de teléfonos. Como área de asistencia, trabaja para todos. No tiene investigaciones propias, sino que tiene un área de ayuda a los investigadores. (…)
Antisecuestro está diseñada para tomar las causas que quedaron viejas después de las investigaciones, porque como las brigadas tienen el diario y hacen el inicio de la investigación, en un momento a los diarios que atiende la brigada se les hace imposible seguir una causa muy larga. Entonces, ahí está “compleja”, para ayudar en el momento de un secuestro y para lo posterior.
 
Este rol, asistir a los investigadores (con el análisis de las comunicaciones y durante y después de un secuestro para el cual son requeridos) fue realizado por el equipo de Chebriau. ¿Por qué la DDI Matanza se hace cargo de la tarea de una superintendencia centralizada, especializada en investigaciones complejas? ¿Desde cuándo, por decisión de quién? Chebriau nos dice que la DDI Matanza, desde el secuestro extorsivo de Leonardo Bergara, por decisión de “alguien” es convocada para cumplir el rol de “unidad coordinadora” de secuestros extorsivos en toda la provincia. Es decir, que ha reemplazado al área centralizada del Ministerio desde el secuestro de Leonardo Bergara. Desde entonces es “coordinador operativo de la cabeza de la mesa de crisis”, una figura no concordante con lo establecido por el protocolo y que no está respaldada por ninguna normativa interna.
 
Es preciso detenernos un momento en el secuestro de Leonardo Bergara para poner en contexto de qué se trató la decisión de crear esta “unidad coordinadora” para secuestros extorsivos en el año 2009.
 
El secuestro de Bergara se produce a 4 años del último secuestro extorsivo de esa duración y características: Patricia Nine, en octubre de 2004.
 
Leonardo Bergara estuvo secuestrado 33 días, desde el 22 de diciembre 2008. Se pagó el rescate en Pinamar y fue encontrado luego de un llamado al 911 en una vivienda que pertenecía al jefe de calle de El Pato (Florencio Varela). El secuestro de Leonardo Bergara fue interpretado rápidamente como un mensaje de los uniformados al gobernador por este motivo.
 
Aclarará luego Chebriau:
Sr. CHEBRIAU.- Desde ese hecho de Bergara hasta el hecho de Candela, nosotros tuvimos intervención en más o menos 90 hechos (…)
Sr. ASSEF.- ¿La mayoría eran secuestros?
Sr. CHEBRIAU.- La mayoría eran secuestros. Lo que pasa es que en los secuestros hay que entrar a diferenciar los falsos secuestros, los autosecuestros, y es muy común, principalmente en menores, que los eventos arranquen con una situación de secuestro extorsivo, porque lamentablemente, hay muchas cosas para charlar respecto de eso.
(…) A todo esto, estaba conformada la mesa de crisis, porque en la averiguación de paradero no se formaliza la mesa de crisis como en el secuestro extorsivo, pero no obstante eso, ya después del hecho de la familia Pomar, si bien no estaba homologado, tomando nosotros como parámetro el protocolo de secuestro extorsivo –digo “nosotros” porque por ahí alguna idea sumamos- tratamos de alguna forma de tener un protocolo interno dentro de Investigaciones para desarrollar los paraderos.
¿Por qué? Porque si bien los paraderos con los años han venido suscitando cada vez mayor atención pública, cuando entré a la policía la atención que se le prestaba a los paraderos era totalmente diferente. Es algo que no es delito, sino que es una situación en la que, en la mayoría de los casos, casi en su totalidad, son voluntarios; involucra otro tipo de actividad. A medida que fueron corriendo los años, gracias a Dios, eso se ha ido mejorando. De hecho, se ha tratado en lo posible de que la compatibilidad entre el accionar en el secuestro extorsivo y en el paradero sea mínima.
Si bien el protocolo tiene algunas cuestiones diferentes, prácticamente es el eje central de lo que se necesita para un secuestro extorsivo, aunque no existiera esa comunicación, pero sí por la difusión mediática que ya tenía el hecho.
Sra. ARRIOLA.- Hablando de protocolo, el protocolo indica que comienza a trabajar la DDI que tiene jurisdicción….
Sr. CHEBRIAU.- Por eso dije hoy que el presidente de la Mesa de Crisis, por protocolo, es el jefe de la DDI jurisdiccional, en este caso el comisario mayor Soria.
Lo que sucede es que esa Mesa de Crisis no estaba título de un secuestro, sino que era de averiguación de paradero. Entonces a esa mesa se sumaron algunos miembros de la cúpula. De hecho, la gente de la fiscalía tuvo un monitoreo permanente. Otra cosa, porque lo dice el protocolo: nosotros jamás abandonamos cualquier tipo de actividad operativa sin antes tener un “visu” del fiscal que intervine.
 
Pese a lo confuso de su respuesta; algunos puntos aparecen mucho mas definidos:
1) Confirma que “en la averiguación de paradero no se formaliza la mesa de crisis como en el secuestro extorsivo”
 
2) Que, no obstante, después del Caso Pomar, del cual él llamativamente ha participado puesto que no le corresponde la jurisdicción (recordemos que el Caso Pomar se desarrolló en Pergamino), deciden armar un “protocolo interno dentro de Investigaciones para desarrollar los paraderos“. ¿Quiénes deciden “de alguna forma tener un protocolo interno”? Él y su equipo puesto que señala que “por ahí alguna idea sumamos”. Si hay repercusión mediática, hay que “armar una mesa de Crisis”; no importa de qué se trate. Sin protocolo ni norma interna que lo respalde. Inclusive si el hecho no configura delito.
 
3) Confirma que, por protocolo de secuestro extorsivo, quien preside la Mesa de Crisis es el Jefe de la DDI jurisdiccional. “Por eso dije hoy que el presidente de la Mesa de Crisis, por protocolo, es el jefe de la DDI jurisdiccional, en este caso el Comisario Mayor Soria.” Se contradice. Es mendaz. No fue el Comisario Mayor Soria quien presidió esa Mesa. La presidieron las máximas autoridades del Ministerio de Seguridad: el Ministro, el Jefe de policía Comisario General Paggi, el segundo Jefe: Hugo Matzkin y el Superintendente de Investigaciones Comisario General Roberto Castronuovo, porque, según Chebriau, esta Mesa de Crisis “no estaba a título de un secuestro, sino que era de averiguación de paradero”.
 
4) Nos confirma también que quienes lo convocan: Hugo Matzkin y Roberto Castronuovo (en realidad veremos que es Hugo Matzkin quien lo convoca efectivamente) saben que están ante un secuestro extorsivo o, al menos, ante la hipótesis de un secuestro extorsivo. Porque de lo contrario ¿Por qué generan una mesa de crisis y convocar al “gabinete antisecuestros” o “unidad coordinadora de secuestros extorsivos”?.
 
5) Sostiene que “la gente de la fiscalía tuvo un monitoreo permanente (referido a la Mesa de Crisis de la que viene hablando). Otra cosa, porque lo dice el protocolo: nosotros jamás abandonamos cualquier tipo de actividad operativa sin antes tener un “visu” del fiscal que intervine.” Veremos en el desarrollo del Informe que se trata de una aseveración absolutamente mendaz. En el expediente judicial solo se menciona dos veces la mesa de crisis y con nombres diferentes: mesa operativa y comité de crisis. En los legajos de Actuaciones complementarias policiales, la justificación habitual de las acciones es “por orden de la Superioridad”, es decir la cúpula policial.
 
El rol y funciones del Subjefe de Policía, Crio. General Matzkin:
Sr. Ruesga: (…) le vamos a pedir que nos detalle cuál era su rol dentro de la fuerza al momento de ocurrir la desaparición de la menor Candela.
Sr. MATZKIN.- Mi rol era el de superintendente de Coordinación Operativa de Seguridad. O sea, de mi dependían en ese momento cuatro regiones; la región Norte, Sur, Oeste y la región Interior. Cada una de esas regiones tiene un comisario general que, en ese momento, dependía directamente de mí. Por ejemplo, la región Oeste comprende La Matanza, Merlo, Moreno y General Rodríguez; la región Sur comprende La Plata, Lomas de Zamora, Lanús, Almirante Brown, etcétera; la región Norte comprende San Isidro, San Martín y toda el área de incumbencia de la zona de Pilar.
Debajo de esos comisarios generales están los jefes departamentales de cada una de las departamentales de seguridad, las cuales están compuestas por personas que realizan los trabajos de seguridad. El personal de seguridad es el mismo que nosotros estamos acostumbrados a ver en las comisarías o en los patrulleros. También estaba comprometida la Infantería, la Caballería y el área centralizada. (…) Completar
 
No obstante ser el máximo responsable de la policía de seguridad en toda la provincia, es decir de la policía que debe ocuparse de la prevención y represión del delito tal como lo ha explicitado, veremos más adelante que es Hugo Matzkin quien se ocupa de tomar decisiones que claramente, por protocolo vigente, corresponden al área de Investigaciones y, dentro de ella al Jefe de la DDI de Morón en este caso.
Sr. RUESGA.- ¿Es normal que cuando ocurre un hecho de esta características se conforme una mesa de crisis? ¿Eso está reglamentado o normado en algún lugar?
Sr. MATZKIN.- Quizás el nombre impacte, pero la implementación de la mesa de crisis se realiza en toda causa que implique un delito complejo o que la causa lo amerite. Esta mesa no sólo debe ser jerárquica, sino que debe tener experiencia. Quisiera hacer un alto acá para hacer una aclaración.(…) La mesa de crisis creció con el tema de los secuestros extorsivos. Cuando tuvimos secuestros extorsivos en la provincia de Buenos Aires, una de las formas de abordaje para su desarticulación fue basada en las experiencias más competentes que podían salir de una mesa de crisis. Esta fue evolucionando en su calidad funcional; me refiero a que la jerarquía no estaba presente en ese momento.
 
Hugo Matzkin confirma lo que Marcelo Chebriau ya ha señalado: la mesa de crisis se conforma ante delitos complejos, particularmente secuestros extorsivos. Sostiene que: (…) Hace bastante tiempo que la policía quiere invertir en experiencia para una mesa de crisis a fin de que la misma no solo esté basada en jerarquía. Durante muchos años vimos que las posiciones jerárquicas – comisarios inspectores, mayores, generales- eran de escritorio. No voy a discutir que allí había sapiencia, pero creo que para llegar a cierta jerarquía se debe andar un largo camino y así tener la experiencia necesaria a fin de poder desenvolverse. Me parece que esto es la esencia de la mesa de crisis. Esto no es contemporáneo, sino que se viene trayendo desde hace tiempo.
 
Indudablemente la composición de la Mesa de crisis del caso Candela no se organiza en base a este criterio ya que la misma se integra con prácticamente toda la plana mayor, mas de 20 Directores Generales, entre tantos otros. La mayoría, entonces “de escritorio” al decir de Matzkin.
 
Inmediatamente, tratando de ilustrar que hay casos en los que se justifica la presencia de los Comisarios Generales en circunstancias complejas, dirá (…) “Yo estaba en esta misma Legislatura cuando tiraron abajo una reja, y fui a hacer las mediaciones correspondientes. La responsabilidad implica estar donde a uno le corresponda. No es sorprendente para mí porque –y lo digo con toda la humildad del mundo- yo voy a las canchas, y me parece que el personal, a pesar de que esté al final de su carrera, debe guardar la responsabilidad de tener que acompañar al resto del personal y darle la valoración correspondiente.
 
Matzkin nos dice que él no es de escritorio. Que está donde debe estar. Es bueno el ejemplo que ofrece cuando habla de lo sucedido en los incidentes en la legislatura (marzo 2012). Si bien no era necesario que estuviera el máximo jefe de seguridad en esas circunstancias, allí estuvo, acompañando a sus subalternos.
 
Nos preguntamos en cambio ¿qué hacía en la comisaría 2ª de Villa Tesei el 23 de agosto de 2011 en horas de la noche? ¿Por qué motivos fue? ¿Por qué motivos convoca a Marcelo Chebriau esa misma noche si no es un área que dependía en ese momento de él? Recordemos que la DDI Matanza no tiene incumbencia en la jurisdicción y no estaba bajo su mando sino bajo las órdenes de Roberto Castronuovo, entonces Jefe de Investigaciones de la Provincia de Buenos. Además de tomar decisiones que, en todo caso, hubiera correspondido tomar al Jefe de Investigaciones, también sobrepasa a otra superintendencia: la de Delitos Complejos coordinada por el Comisario General Fernando Carballo, puesto que envía a Chebriau a realizar lo que por protocolo debería efectivizarse desde esa Superintendencia.
Sra. ARRIOLA.- Cómo nos explica que después de tres días de producida la desaparición, habiendo estado algunos de ustedes en el mismo territorio, recién ahí se haya convocado al Director de Investigaciones Complejas, y que este llegue al mismo tiempo que Chebriau.
Sr. MATZKIN.- El Superintendente de Delitos Complejos, con el cual me une la mejor de las relaciones porque fue mi segundo, llegó conmigo al lugar; él viajó conmigo. Si no me equivoco, el 23 a la noche él me pregunta a donde iba. Le dije que me iba a dar una vuelta por allí –yo vivo en Haedo que es a diez minutos de Villa Tesei-, entonces me dijo que me acompañaba.
Por lo tanto, él llego en el primer momento y no vino en calidad de amigo mío, sino que lo hizo como Superintendente de Delitos Complejos. De hecho el convocó a su servicio porque tiene un equipo muy sólido para la contención y el análisis de cualquier circunstancias que se pueda coadyuvar.
 
Sin embargo el Comisario General Carballo en ningún momento dice que llegó con el Comisario General Matzkin a la comisaría. Tampoco dice que llegó el 23.Cuando su equipo llega a la casa de Carola Labrador, en realidad ya está el equipo de Marcelo Chebriau instalado realizando la tarea que le corresponde realizar a Complejas:
Sr. RUESGA.- ¿Cuál ha sido su función específica en el caso Candela?
Sr. CARBALLO.- Me convocaron creo que 48 horas después -ya estaba el tema en la televisión- a los fines de que coordine mi gente con la que era necesaria.
 
Volvamos a lo señalado por Matzkin:
Sra. ARRIOLA.- Perdón, hay algo que no me queda claro; ¿Carballo estuvo desde el primer momento?
Sr. MATZKIN.- Vino conmigo esa noche.
Sra. ARRIOLA.- Y ya quedó como parte de su equipo.
Sr. MATZKIN.- Después le explico, porque luego se empezó a convocar gente, pero primero le respondo esa parte. Él viene conmigo para acompañarme en lo personal y en lo funcional. (…)
El superintendente de Investigaciones estaba en otra tarea en La Plata averiguando el paradero de una ciudadana, no recuerdo si era en Los Hornos o en Melchor Romero. Entonces, me llama y me pregunta si necesito algo. Le digo que resuelva primero ese tema y que luego se integre, pero que me mande lo mejor que tenga. Es lógico porque uno pide trabajar con un equipo que tenga la sabiduría y la experiencia correspondiente. De hecho, dentro de ese grupo vino Chebriau.
Sra. ARRIOLA.- ¿Dentro del grupo que manda Castronuovo?
Sr. MATZKIN.- Ya estaba el grupo de la DDI local conformado por el comisario mayor Soria, que es la base inicial. No sé la hora exacta, ya que hay que tener en cuenta que tuvimos un desarrollo continuo de trabajo, pero empezó a venir la gente que se convocó. Vino el equipo de Chebriau, la organización operativa referente a cómo manejar las entradas de llamadas, y no me acuerdo si bajaron otros equipos más. Estoy seguro que sí porque se fueron sumando combis de Lomas de Zamora, Esteban Echeverría. Toda era gente calificada para este tipo de tarea.
Sra. ARRIOLA.- ¿Usted dice que Castronuovo mandó a Chebriau?
Sr. MATZKIN.- Sí, pero pienso que no fue por buena voluntad, sino que fue por el requerimiento de gente capacitada para el caso.
Sra. ARRIOLA.- ¿Le pidió que mande a Chebriau?
Sr. MATZKIN.- Le pedí que me mande gente capacitada y que mande a Chebriau.
Sra. ARRIOLA.- Es un poco llamativo que habiendo un área centralizada de investigaciones complejas, se mande a una persona que está en una DDI descentralizada, como es la de La Matanza.
Sr. MATZKIN.- Me voy a explayar un poco más. Llegamos con Carballo. Luego junto con el general Bianchi fuimos abordando la situación, ya que él estaba desde las doce del mediodía de ese día. Yo llego a la noche porque vengo desde La Plata. Bianchi estaba junto al gabinete formado inicialmente. Después cuando llegamos con Carballo se van convocando los recursos propios. Quiero dejar en claro lo siguiente; la intervención de delitos complejos es una intervención que por su capacidad operativa –yo la conduje por un tiempo- no está para trabajar on line. Lo que sí trabaja en tiempo real es la contención y, eventualmente, la orientación. Esto se hace con el equipo de psicólogos y orientadores.
Sra. ARRIOLA.- Cosa que no ocurrió en este caso.
Sr. MATZKIN.- Sí, bajaron los psicólogos.
Sra. ARRIOLA.- Después.
(…)
Sr. MATZKIN.- Delitos complejos tiene un muy buen equipo de analistas, tanto en lo que es la tecnología, como la investigación y la contención para el evento concluido, por lo que entonces en el primer momento lo que sí aporta Delitos Complejos, y de hecho lo hizo, es, no solamente su gabinete de psicólogos que nacionalmente está reconocido al respecto, sino también el equipo de orientación que tiene la DDI de La Matanza que aborda las temáticas de secuestros en la provincia de Buenos Aires.
 
Hugo Matzkin no dice lo que efectivamente ocurrió. Intenta enmascararlo. Es mendaz. Delitos Complejos no aporta el equipo de orientación que tiene la DDI de La Matanza, es decir el equipo de Chebriau, sencillamente porque no tiene mando sobre él. Delitos Complejos envía su equipo pero, como ya se ha dicho, cuando llegan, el equipo de Chebriau está haciendo su tarea. De todos modos se quedan a realizar los dos equipos la misma tarea: contener.
 
Chebriau nos hablará de “contención operativa”, un término inexistente, una falacia para intentar justificar su presencia allí. El Comisario General Carballo tratará de explicar lo inexplicable, de acomodar los roles. Pero finalmente concluirá en que quien habla de contención operativa es “un burro”, como ya hemos visto.
Sr. CARBALLO.- En realidad, lo que tenía Chebriau era lo que nosotros llamamos el orientador. Era el policía adentro de la casa, que era el nexo con la familia. Tiene que ver con formas de trabajar. Chebriau, junto con Matzkin, era el investigador directo del tema.
 
Claramente Carballo explica que ambos: Matzkin y Chebriau se han hecho cargo de la investigación. Matzkin sin tener siquiera responsabilidad en el tema.
Sr. D’ONOFRIO.- Lo que usted me dice de cuando hay diferentes áreas me queda absolutamente claro. Pero acá lo que no termino de entender, y no en el accionar suyo, sino en la concepción de la conducción misma, es lo siguiente: si usted está a cargo a nivel provincial de un área de Delitos Complejos, ¿por qué no se hizo cargo de esta investigación?
Sr. CARBALLO.- Yo no sé si usted recuerda que cuando empecé a hablar dije que el Área de Complejas está creada para hacerse cargo de las investigaciones que el ministro decida. No de todas. No es que porque es compleja, Complejas se hace cargo, porque entonces no podría tener 150 personas. Necesitaría 2000. Cuando el ministro decide, por “equis” circunstancia, la policía local está cuestionada, la Fiscalía no confía en la policía o lo que sea, manda a Complejas, que es de todos y de ningún lado. Y eso es resorte del ministro.
 
Es muy clara la aseveración de Carballo, que contrasta con la grotesca y mendaz explicación que, en cambio, dará finalmente Matzkin:
Sr. MATZKIN.- De hecho se conjugaron dos equipos en ese aspecto como para que tuviese multiplicidad de esencias, y que se conjugan perfectamente bien. No es el primer trabajo que el equipo de Orientación de Investigaciones trabaja con el equipo de Complejas, por el contrario. O sea, lo que se ha logrado en los últimos tiempos es que conjuguen, que mancomunen su trabajo, y que cada cual sepa cómo trasladar su desempeño a lo profesional. (…) Y es lo que ha hecho el Equipo Antisecuestro, valga el nombre que tiene, porque es un nombre que se usa casi internacionalmente, que lo que hace es tener toda la disponibilidad operativa que tiene Investigaciones para poder abordar el tema investigativo más el equipo de Orientación y Enlace, pero Carballo llegó conmigo, y por ende después fueron llegando el doctor Soria, la doctora Rapazzo, y estuvo inclusive el jefe de la zona norte, Marcelo Ferreyra; inclusive fue uno de los primeros que fueron a –me voy yendo del tema pero después lo recuperaremos-, entrevistarse a la cárcel por el tema del padre. O sea, no es que se trabajó en forma extemporánea; no, al contrario, es un equipo muy homogéneo de trabajo.
 
Matzkin se ha ocupado de ordenar la intervención de la policía de investigaciones cuando no está bajo su órbita, como ya se ha señalado. ¿Por qué? Probablemente porque es el área de la que proviene, la que más conoce. Probablemente porque sabe que se trata de un territorio complejo para la policía, territorio en el que se desarrolla uno de los negocios más importantes del conurbano: el narcotráfico, del cual la policía forma parte. Probablemente porque sabe que hay que “controlar” la situación dentro de la casa. Y para eso no hay nada mejor que el “equipo antisecuestros” de Chebriau.
 
El rol del Jefe de Policía de Investigaciones:
En cuanto al rol del Comisario general Roberto Castonuovo, es preciso señalar que:

1 Entra en contradicción con Hugo Matzkin.
Este nos había dicho que “El superintendente de Investigaciones estaba en otra tarea en La Plata averiguando el paradero de una ciudadana, no recuerdo si era en Los Hornos o en Melchor Romero. Entonces, me llama y me pregunta si necesita algo. Le digo que resuelva primero ese tema y que luego se integre, pero que me mande lo mejor que tenga. Es lógico porque uno pide trabajar con un equipo que tenga la sabiduría y la experiencia correspondiente. De hecho, dentro de ese grupo vino Chebriau.”
Sin embargo, Castronuovo nos refiere:
Sr. CASTRONUOVO.- Soy anoticiado por el comisario Matzkin en la asistencia de este hecho. El mismo me dice que no hacía falta mi presencia en el lugar donde ya se había hecho presente él mismo y había formado lo que se denomina el Comité de Crisis. A partir del día 25, después del mediodía, me hago presente en la Comisaría de Villa Tesei. A partir de ese momento las tareas que desarrollé, más que nada tuvieron que ver con un cierto rastrillaje profundo que estábamos haciendo en el lugar, de lo cual me hice cargo yo de la segunda parte del rastrillaje, hasta el día del hallazgo del cuerpo.
 
Muy probablemente sea ésta la versión más cercana a la realidad ya que, como se ha dicho, Hugo Matzkin se hace cargo de lo que corresponde a Castronuovo. Lo desplaza, asume su lugar y define la intervención de Chebriau. La tarea que le corresponde a él como responsable de seguridad se la deja, en parte, a Castronuovo:
Sr. CASTRONUOVO.- … No he tenido acceso yo a todos los elementos probatorios de la causa. Ya he dicho que el momento en que llegué fue tres días después a incorporarme a la mesa de crisis, y participé en los rastrillajes. Yo le solicité autorización a Paggi para hacer los rastrillajes, hacerlos yo, porque había tenido, siendo jefe distrital en Lomas de Zamora, un caso muy parecido al caso Candela. Me refiero al caso de Evelyn Sol Ferreyra (…)
Había advertido que el Comité de Crisis estaba debidamente conformado y que por la potencialidad investigativa no me necesitban, y pedí autorización para hacer rastrillajes. Le pedí a Paggi y me dijo que sí, y me aboque a eso hasta el día que apareció. (…) Entonces, es posible que haya más elementos en la causa, y no quisiera que usted lo tome como que yo no voy en profundidad, pero hay cosas que ignoro.
 
1 Castronuovo ratifica con esta descripción que él queda desplazado de su responsabilidad como jefe de Investigaciones, al menos en esta etapa.
En la descripción de su tarea en el Comité de Crisis no parece ser quien toma las responsabilidades, más parece un colaborador, un asistente. La primera conclusión a la que arribamos es que no cumplió con las responsabilidades propias de su cargo, una falta grave.
 
2 Dedica la mayor parte de la sesión de la comisión a justificar su relación con el Topo Moreyra (informante de la policía, que comienza declarando espontáneamente en la causa y termina imputado como “autor intelectual” del asesinato de Candela).



Al ser preguntado acerca de su relación con el “Topo” Moreyra, Castronuovo señala la importancia que tiene para él hablar de esta relación en la Comisión. Tanto es así que durante más de una hora hablará y describirá cómo fue ese encuentro. (ver versión taquigráfica) .

El exceso de explicaciones, la obsesión por justificar el encuentro entre un Comisario general y un informante (“buchón”) de la policía que lleva más de 18 años cumpliendo esa función, en la casa de un alcalde del Servicio Penitenciario con el objeto de obtener información para capturar a “Mameluco” Villalba, más que resultar un indicador de la contracción al deber y al trabajo policial dejó al desnudo la fuerte competitividad que se pone de manifiesto entre los cuadros policiales que disputan lugares cada vez más expectantes. Para la mayoría de los cuadros integrantes de la cúpula policial, lo que estaba en juego era la posibilidad de ocupar el sillón del Jefe ante un posible cambio. Veamos cómo explicita.

Castronuovo esta situación:
Sra. GAINZA.- Le quiero hacer dos preguntas. En primer lugar, ¿cómo es su relación profesional, o cómo era en ese momento, con el jefe de la Fuerza, el comisario Paggi? ¿Usted tenía una relación fluida con él o había algún tipo de de molestias en la relación profesional? (..)
Sr. CASTRONUOVO.- La primera pregunta me sorprende un poco, porque usted sabrá que la nuestra es una carrera de muchos años. Yo en este momento tengo treinta años de servicio. Y es altamente competitiva.
 
Luego dirá que no mezcla lo personal con lo laboral para concluir más adelante en que “la captura de Villalba me iba a beneficiar y posicionar bien y, además, iba a quedar bien la Policía , el Ministerio y la Provincia, porque era una vergüenza que estuviera prófugo”.

Recordemos rápidamente que en ese encuentro el “Topo” Moreyra acepta entregar a Mameluco Villalba a Castronuovo, quedando de acuerdo que esta captura se produciría el 7 de agosto. Castronuovo ordena el operativo al mando de Aristis que nunca encuentra al Topo ni mucho menos a Mameluco en el lugar pactado. El 10 de agosto será finalmente la policía federal quien capture a Villalba.

Resulta muy llamativo que la persona que “cambia de escudería” según palabras del propio Castronuovo, (en referencia a que no entrega a Mameluco a la bonaerense sino a la federal), un mes más tarde sea imputado como autor intelectual del crimen de Candela Sol Rodriguez y, entre sus captores se encuentre justamente Roberto Castronuovo. Veamos también por qué motivos Moreira iba a entregar a Mameluco Villalba según Castronuovo:
 
3 Se desentiende de la implicación que un subordinado suyo tiene con el narcotráfico.
Sra. GAINZA.-. ¿A cambio de qué Moreira iba a dar datos o a entregar a Villalba, cuestión que ponía en riesgo su vida? ¿El pedía protección por algo? ¿Pedía una recompensa económica? ¿Qué pedía a cambio?
Sr. CASTRONUOVO.- Moreira decía que tenía un severo enfrentamiento con Villalba y con Chazarreta. Que tenía un cierto grado de parentesco. Yo no recuerdo si eran parientes. Había una mujer también.(..)
Sr. CASTRONUOVO.- Él tenía un enfrentamiento con Chazarreta y con Villalba. Él decía que era todo lo mismo, que se daban “vueltos” entre ellos. Y que él se había venido hasta La Plata para no quedar comprometido con la captura de Villalba.(..)
Sr. D´ONOFRIO.- (…) En principio surge el nombre de Chazarreta como miembro de la fuerza. ¿Eso está verificado? ¿Es así? ¿Estaría identificado?
Sr. CASTRONUOVO.- Posteriormente se identificó, sabiendo los trascendidos periodísticos, creo, porque sinceramente no he tenido una penetración profunda en la investigación, esa es la realidad. (..) Después que Alfredo Omar Rodríguez dijera lo que dijera y mencionara a Chazzarreta, se presentó un efectivo de San Martín en la causa. El hombre se expresó más o menos en el mismo sentido, muy vagamente, y se me hizo saber que no relacionó a este policía Chazzarreta en forma directa, sino que dijo por terceras personas que Sancho sí estaba relacionado con Chazzarreta, con Britez y con Gómez. Nombra a estos tres policías.
Es decir, a esa altura había tres policías nombrados en la comisaría. A partir de allí, recuerdo que el jefe de la DDI La Matanza, Chebriau, le consultó al jefe Paggi, porque creo que fue la gente que testimonió, y probablemente haya sido ante el fiscal, no sé si había un empleado de la fiscalía presente. Se presentó un policía mencionando el nombre de Chazarreta y demás. Inmediatamente Paggi dijo “llamá a Asuntos Internos”, y supongo que así lo habrá hecho Chebriau. Le pedí una copia de la comunicación a Asuntos Internos, comunicando esta situación.(…)
Sr. D´ONOFRIO.- Le voy a ir haciendo un pin-pong, con distintos temas. El tema de Chazarreta es porque también llegó a conocimiento de la comisión que además tenía estrecha colaboración con Chebriau. ¿Esto es real? Porque cuando lo consultamos, el comisario general Paggi nos dijo que no lo recordaba. Dijo que había sido destinado a La Matanza, pero que no habría llegado a prestar servicio. Pero no pudo tener claramente cuál era el destino.
Sr. CASTRONUOVO.- La verdad que no lo sé. Habrá que preguntarle a Chebriau. Yo hice toda mi carrera en seguridad, asi que desconozco desde el primero hasta el último minuto de la carrera de Chebriau y de todos los empleados de Investigaciones que nunca estuvieron bajo mi mando, por lo cual no puedo decir si trabajó con él o no. Tampoco me preocupé en averiguarlo, porque, sinceramente, no es una cuestión que a mí me competa.
 
Es muy grave que el Comisario General Castronuovo enterado de que el motivo por el cual Moreyra quiere entregar a Mameluco Villalba es un “vuelto” que involucra a un efectivo policial que públicamente está sindicado como “narco policía”, no haya denunciado a Chazarreta en la justicia penal y en asuntos internos a fin de que fuera investigado en forma inmediata. Resulta por otra parte grotesco que luego señale que “un efectivo de San Martín (…) en la causa se expresó más o menos en el mismo sentido, muy vagamente, y se me hizo saber que no relacionó a este policía Chazarreta en forma directa, sino que dijo por terceras personas que Sancho sí estaba relacionado con Chazarreta, con Britez y con Gómez”.
 
Castronuovo supone en relación a esta denuncia “que así lo habrá hecho Chebriau. Le pedí una copia de la comunicación a Asuntos Internos, comunicando esta situación” y también supone que “la causa seguramente debe estar avanzada. Sabíamos que Asuntos Internos estaban trabajando porque se manejaba en forma directa con la fiscalía.” Castronuovo se desentiende de una situación irregular que conoce desde hace, por lo menos, un mes.
 
Castronuovo confirmará que: “he hecho toda mi carrera en seguridad, asi que desconozco desde el primero hasta el último minuto de la carrera de Chebriau y de todos los empleados de Investigaciones que nunca estuvieron bajo mi mando, por lo cual no puedo decir si trabajó con él o no. Tampoco me preocupé en averiguarlo, porque, sinceramente, no es una cuestión que a mí me competa.”
 
A fojas 5.403/5.404 (Cuerpo XXII) de la causa, surge del testimonio de Roberto Mauricio Rodríguez (hermano de Juancho, el padre de Candela) que “en cuanto a lo que se dedica (hablando del Topo Moreyra), en sí nunca le conocí trabajo alguno, que la fama siempre la tuvo de buchón. Que si sabe todo el barrio, que cuando tenía problemas, siempre recurría a un policía del barrio de nombre Sergio Chazarreta que frecuentaba la esquina de la casa del Topo, que cuando se refiere a problemas, dice que en el barrio se comentaba que el Topo andaba con la droga y que cuando tenía problema con eso el tal Chazarreta le sacaba las papas del fuego”.
Sra. GAINZA.- ¿El lugar donde trabajaba Chazarreta era una dependencia a su cargo?
Sr. CASTRONUOVO.- Sí, la Unidad de Ejecución de Capturas, que es una dependencia de menor rango, con muy poca operatividad, que depende orgánicamente de la Superintendencia de Investigaciones.
 
Qué extraño y al mismo tiempo grave resulta que al jefe de Investigaciones del Ministerio de Justicia y Seguridad no le competa que un efectivo señalado como “narco policía” reviste en una dependencia de la cual él es el máximo responsable, pese a que tiene información sobre esta situación a través de un informante desde hace tiempo. Del mismo modo, resulta llamativo que desconozca a qué se dedica el responsable de la DDI con asiento en el distrito más grande del conurbano, puesto que es uno de los 18 jefes que le dependen. Podríamos comprender que no supiera el “primer minuto de la carrera de Chebriau” pero no “el último”, que es justamente el tiempo en el que es su subalterno.
 
I.5 El rol del Fiscal Dr Marcelo Tavolaro en esta etapa de la investigación.
En la etapa que estamos analizando, desde la desaparición hasta el hallazgo del cuerpo sin vida de la niña, el Fiscal delegó en la policía la conducción de la investigación, tanto por su falta de idoneidad como por lo extraordinario de la repercusión mediática y la presión política que iba adquiriendo el caso.
 
A partir de la etapa que se inicia con el hallazgo del cuerpo sin vida de la niña resulta altamente probable que la delegación en la actuación policial fuera una estrategia para sortear la difícil circunstancia de tener que esclarecer rápidamente el asesinato. Aquí hubo complicidad. Se desarrolla profusamente en los Puntos III y IV del Informe las evidencias irrefutables de esta aseveración.
 
En este apartado, señalaremos algunos de los ejemplos que, tanto en el expediente como en los testimonios sostienen palmariamente que al Fiscal no condujo a la policía. Veamos. Dijo el Fiscal Tavolaro en la sesión de la Comisión Candela el 9 de mayo: “Nosotros nos enteramos que el papá de Candela existía y que estaba preso 72 horas después de la denuncia. Eso nunca lo supimos de entrada. Para ella un padre abandónico, que se había ido de la casa, que hacía ocho años que no lo veía.”
 
Esta expresión se contradice con la declaración de Carola Labrador en la Comisión, con dos testimoniales que obran en el expediente y con el hecho concreto que durante el día 23 personal policial concurre al Penal de Magdalena a corroborar esta circunstancia.
 
Carola Labrador al ser interrogada por la Comisión acerca de si había manifestado que su marido estaba preso contesta:
Sra. LABRADOR.- A las 7 de la tarde, el lunes 22 a las 7 de la tarde, momento en que hice la denuncia, porque el policía que me tomó la denuncia me dijo que me vaya a mi casa y que venga después. “Yo no me voy”, le dije, “Me quedo hasta hacer la denuncia”, y me dijo que me vaya, que se había ido con su papá. Entonces le dije que no, porque el padre estaba preso hace un año y medio, y que novio no tenía porque tenía 11 años. Ella no desaparece de mi casa, a mi hija me la robaron.
 
En la denuncia que realiza Carola Labrador en la Comisaría 2ª de Villa Tesei no figura la hora en que se recibió, lo que impide establecer con certeza las acciones desarrolladas a partir de ella. Se omiten nombres del padre, lugar y fecha de nacimiento. No podemos señalar si le fue o no preguntada la situación del padre. Pero si hay constancias de que ya al día 23 la policía tiene conocimiento de que el padre de Candela está privado de libertad.
En cuanto a las testimoniales del día 23 de agosto, Juan Manuel Falasco, vecino que vive a 40 mts. del domicilio de Carola y que fuera inicialmente señalado como uno de los partícipes del secuestro de la niña, dice en Cuerpo I fojas 55 a 56, que “conoce al progenitor de Candela, de quien solo recuerda su nombre, Juan, que este lo conoce desde hace cuatro años, que actualmente y desde hace un año y cuatro meses está detenido en la Unidad Carcelaria de Magdalena..”
 
Obra del mismo modo una Testimonial de Claudio Martín Zoloa, Ofl. Ppal. Cría Ituzaingó 4ta; concurre a la CARCEL DE MAGDALENA, para comprobar si CANDELA fue a visitar a su PADRE. (Actuaciones Complementarias Policiales, Cuerpo I, Fs. 39) del 23 de agosto. Es decir, a pocas horas de la denuncia, la policía ya sabía que Alfredo Omar Rodríguez estaba detenido.
 
Entonces, recapitulando. Desde el día 23 (o 22 si es que Carola Labrador lo dijo al formular la denuncia en la comisaría y el Oficial Ayudante no lo registró) la policía ya sabía que el papá de Candela estaba privado de libertad en Magdalena. ¿Cómo es que el Fiscal Tavolaro se entera a las 72 hs? ¿Se enteró después que la policía volvió de corroborar esa circunstancia?
 
En la misma sesión en la que el fiscal Tavolaro presta su testimonio, el Senador Assef le pregunta:
Sr. ASSEF.- ¿La madre nunca lo dijo?
Sr. TAVOLARO.- No, nunca lo dijo. Cuando le revelamos que el marido estaba preso, nos dijo que “me daba vergüenza decirlo, que no lo quería decir, pero que no tengo ningún tipo de contacto con él”. Pero después, a la vuelta de la persona que mandamos a Magdalena, habiendo acreditado el contacto con el padre de Candela, y al tener los registros de visita a la cárcel, donde figuraban las visitas de la nena, de la mujer; figuraba hasta la visita íntima, y entonces dijo que le daba vergüenza decirlo.
 
Si Tavolaro se enteró 72 hs después de la denuncia, no pudo “mandar” a una persona a Magdalena el día 23 a corroborar si allí estaba el padre de Candela. El “mandamos” no se ajusta a los tiempos que Tavolaro refiere: Uno de los dos datos es incorrecto.
 
No deja de llamar la atención que tan rápidamente el propio ministro Ricardo Casal, apenas un día después de mantener la primera testimonial del padre de Candela, el 24 de agosto, dijera “en absoluto la investigación puede vincularse con el padre de la nena”:
“Casal realizó declaraciones tras la reunión que mantuvo en la comisaría de Villa Tesei con los investigadores, y descartó que la desaparición de la niña pueda vincularse con la situación de su padre, bajo arresto en un caso de piratería del asfalto. "Hay varias pistas, estamos avanzando, es un trabajo que es supervisado por el fiscal", dijo el ministro.
"Tenemos mil hipótesis, algunas han sido desechadas, pero en principio no podemos dar más información", agregó el ministro, y advirtió que "en absoluto" la investigación puede vincularse con la situación del padre de la niña.
(24/08/11-18:48-http://www.clarin.com/sociedad/Candela_Rodrigueznena_desaparecida-Hurlingham_0_541746044.html)
 
¿A través de qué elementos llega a esta conclusión tan rápidamente? ¿Por qué también tan rápidamente comunica a la opinión pública esta circunstancia?
El Fiscal Tavolaro no acuerda con esta apreciación del Ministro Casal. Muy por el contrario, en su testimonio ante la Comisión dirá:
Sr. ASSEFF.- ¿Usted dice que le han ocultado información, alguien de entorno familiar?
Sr. TAVOLARO.- Yo estoy seguro, bueno, seguro, mi fuero íntimo me dice que alguien, y no lo puedo decir de la policía, porque ellos dieron vuelta todo…
Sr. ASSEFF.- ¿Usted descarta a la madre e involucra a alguien del entorno familiar que tenía más conocimiento?
Sr. TAVOLARO.- En muchas cosas la madre no tenía idea; eso me consta, no conocía los hechos por los que su marido estaba detenido.
Sr. GAINZA.- ¿No conocía o no le dijo?
Sr. TAVOLARO.- No me dijo que estaba detenido, pero cuando entró en confianza, no sabía por qué el marido estaba preso,
Sr. ASSEFF.- Pero usted dijo que sabía a lo que dedicaba el esposo.
Sr. TAVOLARO.- No, eso sí, desde luego.
Sr. ASSEFF.- ¿No sabía el hecho puntual?
Sr. TAVOLARO.- Exactamente. Para hablar en claro, cuando venía la plata, ella no preguntaba de dónde era. Sabía que era de una actividad ilícita, pero no preguntaba de qué venía. Por eso yo no me refiero tanto a la mamá.
Sr. ASSEFF.- También es una modalidad delictual no informarle a nadie.
Sr. TAVOLARO.- Yo ahora no voy a tener oportunidad, pero frente a los resultados de la pericia de voz, “decile a su marido…”, era lo primero que iba a hacer con Rodríguez, porque era enfrentar una realidad.
Sra. GAINZA.- ¿Qué quiere decir con eso?
Sr. TAVOLARO.- Si alguien llama, uno de los acusados de la causa, y dice “decile a la…. que le pregunte al marido dónde dejó la plata”, le tengo que preguntar a Rodríguez “¿tiene algo que decirme al respecto?” Yo no le puedo sacar agua a las piedras. “¿ Usted qué me dice de esto?”. Eso se lo tengo que preguntar.
 
Retomaremos este pasaje del testimonio del Dr. Tavolaro en el análisis que se amplía en el Punto IV y VI. Baste por ahora, para esta etapa de la investigación, señalar esta contradicción.
En cuanto a la relación histórica que la familia Labrador tiene con el territorio de San Martín, el Fiscal Tavolaro tampoco parece haberse enterado a tiempo.
Sr. D’ONOFRIO.- Doctor: realmente a mí me llama poderosamente la atención, no que usted no haya tomado conocimiento, sino que la policía no le haya informado el mismo día de quién se trataba la familia, porque a la misma hora que usted se dirige a la comisaría, al día siguiente a la desaparición, a mí me llaman por teléfono y me dicen “¿Viste que le pasó a la hija de Beto Labrador?”. Eran archiconocidos en San Martín, y la policía de San Martín no lo podía desconocer, al igual que los investigadores que estuvieron desde el primer día. (…) Que a usted lo hayan mantenido huérfano de esa información hasta el tercer día, creo que le ha hecho perder un tiempo maravilloso para encarar la investigación. (…)
Sr. D’ONOFRIO.- ¿Pero no le llamó la atención que la policía no le haya dado esta información vital para saber quién era la familia?
Sr. TAVOLARO.- Si la hubiera conocido, me hubiera llamado la atención. (…)
Sr. D’ONOFRIO.- Creo que acá habría que abrir un paréntesis de por qué la policía no le informó a usted esto en las primeras 72 horas. No le estoy haciendo un cargo usted, sino a la policía.
Sr. TAVOLARO.- Vamos a hablar claro. A mí, realmente, si me constara que ellos lo sabían, como dice usted, me llamaría poderosamente la atención. (…)
Sr. TAVOLARO.- La madre ni lo dijo. Si sé –eso lo supe de entrada- que una persona que atendía el teléfono en la casa era un señor que creo que era candidato a concejal en San Martín, o algo por el estilo.”
 
El Fiscal Tavolaro admite que sí sabe que hay una persona que atiende el teléfono que era candidato a Concejal de San Martín (en realidad se trata de Sergio Torres (“Kempes”, ex concejal del Partido Justicialista de San Martín, territorio en el que el padre de Carola; Alberto“ Beto” Labrador militó políticamente llegando a ser Concejal desde 1987 hasta 1991) pero no parece conocer que la historia de vida de la familia se desarrolló fundamentalmente en San Martín, no en Hurlingham. Un dato descriptivo, importante al menos para contextualizar la situación.
 
En cuanto a la situación que se dio durante esos días al interior de la vivienda de Carola Labrador, el Fiscal diría a la Comisión:
Sr. Tavolaro “ (..) Pero yo creo que en esa casa cuando se desarrollaron los hechos era insólito, porque todos hemos vivido situaciones de gente que la han secuestrado, o sabemos que estaba secuestrada o lo que sea, pero no era habitual ver en una casa 60 personas en dos habitaciones. Es decir, no parece eso algo normal, eso de decir “estamos con vos, te contenemos”. Cualquiera hubiese tomado la determinación, la persona que esté ahí, una persona como la mamá, o alguien de su entorno hubiese tomado la determinación, una hermana, un cuñado, una tía, una abuela, de decir “se mandan todos a mudar, me quedo mi hija y yo”, pero eso nunca pasó.”
Sr. ASSEFF.- Doctor, ¿la gente que estaba en la casa eran familiares?
Sr. TAVOLARO.- Familiares. El equipo de contención hacía lo que podía. Había un psicólogo puesto por Atención a la Víctima de la provincia de Buenos Aires, pero era un cotorrerío, hablando mal y pronto, con gente iba y venía, les cambiaban los pañales a los chicos en el sillón, estaban dando vueltas, entraban, se iban, y todos pretendiendo colaborar. Y está el dicho que decían los chicos, que lo leí por ahí: cuando quieras que no se encuentre algo, hay que ponerlo en el lugar que más se vea. Me parece que en este “tole tole” alguien tendría que haber dicho “váyanse”.(..)
 
Lo que resulta en verdad insólito no es que hubiera “60 personas en dos habitaciones” sino que el Fiscal, primer responsable de la investigación diga que “alguien tendría que habar dicho “váyanse”. ¿Quién correspondía que dijera “váyanse” si no era él mismo o bien él ordenándole a la policía que lo hiciera? Tavolaro parece aquí un “comentarista”, alguien ajeno a la responsabilidad de la investigación. Verdaderamente alarmante.
 
La misma actitud sostendrá respecto de la presencia de la prensa:
Sr. RUESGA.- ¿Hubo algún obstáculo que usted tuvo que sortear?
Sr. TAVOLARO.- La exposición mediática. La madre vive a tres cuadras de la fiscalía, nos vemos casi a diario. Ella también entendió que por ahí tuvo demasiada exposición mediática, y reconoce que colaboró con esto, lo cual tuvo un correlato nefasto, una publicidad nefasta, que impidió. Por ejemplo, cuando yo llevaba testigos, que les garantizaba la reserva de identidad, y tenían que pasar delante de todas las cámaras de televisión.
Sr. RUESGA.- ¿Usted no tenía facultades para sacar a la gente?
Sr. TAVOLARO.- Si yo les digo a los periodistas “váyanse de la puerta”, al día siguiente ustedes me están juzgando porque violenté la libertad de expresión de la prensa.
 
Tal vez justamente la actitud pertinente no sea ni violentar la libertad de expresión de prensa ni permitir alegremente que la prensa obstaculice la  investigación. El Fiscal no tuvo el más mínimo reflejo para actuar en ese sentido. Podría haber pedido ayuda. Ni siquiera hoy registra la situación con algún nivel de autocrítica.
 
En cuanto a la llamada del día 29 de agosto (que luego vincularemos también con la prensa y la actitud del fiscal con ella) nos dirá Ricardo Ragendorfer:
Sr. RAGENDORFER.- Es decir, que esa llamada efectuada el 29 de agosto, fue irradiada por todos los medios el 31 de agosto, en paralelo a las noticias que se daban sobre el hallazgo del cuerpo de la nena. Exactamente, a las 19 y 30 de ese día miércoles, en mi calidad de columnista del noticiero 360 TV Digital, sacamos al aire una breve entrevista, en la cual se hablaba de todas estas cuestiones con el fiscal general de Morón, una pieza clave de esta historia: Federico Nieva Woodgate, a quien textualmente le pregunto: “¿Los investigadores y el fiscal Marcelo Tavolaro, que está a cargo de la investigación, efectuaron algún rastreo sobre esa grabación telefónica?”. La respuesta del fiscal general fue: “El fiscal Tavolaro no sabía nada acerca de aquella grabación”.
Esto, por un lado, era como una especie de pequeño explosivo que detona en medio del lugar donde había explotado una carga explosiva mucho más fuerte, que fue, desde luego, la muerte de Candela. Pero esto también significaba que esa llamada, cuya grabación constituía una prueba de valía, también significaba un punto de partida o un elemento importantísimo para la localización de quienes ese 29 de agosto tenían a Candela con vida.
 
El Fiscal Tavolaro no conocía esta llamada hasta el momento de ser filtrada a los medios de prensa según el Fiscal General Federico Nieva Woodgate. Tavolaro afirma lo contrario a Nieva Woodgate, entrando en contradicción:
Sr. TAVOLARO.- Aparte, esa escucha la escuché yo en vivo y en directo en su momento. Si ustedes leen la causa, la SIDE nos comunica a Matzkin y a mí, y yo lo escuché cuando eso sucedió, el domingo, a la hora en que esa llamada se había producido
.
Doblemente grave: Si la escuchó, ¿qué valoración hizo de ella? ¿Qué medidas tomó? Pero hay más; respecto de la filtración de esa llamada a C5N, dirá Tavolaro
Sr. TAVOLARO.- ¿Cómo se filtró? me encantaría que se averigüe. Estoy primero en la fila para zapatearle el traste a quien sea.(..)
Sr. D`ONOFRIO.- El fiscal general nos refirió respecto a esta llamada que nunca hubo un sumario administrativo para determinar de dónde se había filtrado. Obviamente, quedaba descartado que había sido de parte del Ministerio Público y que de él no dependía investigar otro poder del Estado. ¿Usted no generó ninguna investigación a raíz de eso?
Sr. TAVOLARO.- Sí transmití mi queja.
D´ONOFRIO.- Por lo que usted dice, eran la SIDE o usted.
Sr. TAVOLARO.- Exacto; o el otro interlocutor de la policía, Matzkin. De parte mía no tenía que hacer ninguna actuación interna.
Sr. D`ONOFRIO.- Entonces, ¿fue Matzkin?
Sr. TAVOLARO.- No sé. Habrá sido, ¿por qué no? Le soy sincero: mi teléfono hacia un ruido espantoso. En sí, no sé. Y les digo –no se me enojen los muchachos de la prensa- pero tenían unos equipos fabulosos para captar lo que sea.
Sr. D´ONOFRIO.- Grave delito para investigar.
Sr. TAVOLARO.- De mí no, si les muestro ahora, porque lo deje ahí, al celular oficial que tengo, un Nokia, al que iban las grabaciones. Es lo que paga la Provincia, son prehistóricos. Es decir, aquí no puedo grabar nada. Y en la fiscalía todavía no habían llegado los cortes en los CD respectivos como para que yo lo pueda haber difuminado.
Y creo que Matzkin, tampoco. La verdad, de dónde salió, no lo sé.
 
Tavolaro dice claramente “Habrá sido Matzkin” Esta afirmación (aunque luego puesta en duda por él mismo) revela la gravedad institucional ante la que nos encontramos. Nadie sabe qué organismo filtró la comunicación. Y nadie ha investigado la filtración, aún consintiendo que se trata de una situación gravísima. Máxime el momento en que fue trasmitida. Tavolaro, con un desparpajo asombroso dirá “me encantaría que se averigüe. Estoy primero en la fila para zapatearle el traste a quien sea.”
 
Nuevamente ¿Que lo averigüe quién? El es quien debe averiguarlo. Sin lugar a dudas. Resulta inconcebible que ni siquiera atine a registrar que se trata de sí mismo.
 
El Dr. Tavolaro reconocerá en un momento de su testimonio ante la Comisión que (los fiscales) parecen “maridos engañados”: siempre son los últimos en enterarse.
Sra. LARRABURU.- Me gustaría hacer varias preguntas sobre esto. Justamente, sobre esto de que la policía no lo notificó, si le llama la atención o no, más aún cuando usted dijo al principio de la charla que ya demoraron varias horas en notificarlo a usted sobre las denuncias y que en la comisaría no le plantearon ninguna de las posibilidades en cuanto a este grupo familiar.
Sr. TAVOLARO.- La demora es desde que tenemos el teléfono en el hecho que se le ocurra. No me pregunte por qué, pero parecemos “maridos engañados”: siempre somos los últimos en enterarnos. Es decir, hay un protocolo, pero hoy por hoy muchas veces en las comisarías está al frente un oficial ayudante con seis meses de escuela y se acabó. Entonces, está más ocupado en hacer su famoso PU, los partes y todo eso que en llamarme a mí. Es algo habitual. Tampoco van a llamar desde el lugar del hecho. Le “modulan” al compañero en la comisaría, porque no tienen crédito en el celular, y no llega.”
 
Si bien el Fiscal se refiere específicamente a la demora que se produce por problemas logísticos o de falta de formación de los oficiales ayudantes; advierte también que “siempre” se enteran últimos. Genera la percepción de que se trata de una dinámica habitual, casi un “modus operandi”.
 
Explicitación grave que no solo refuerza la consideración que hacemos acerca del manejo de la investigación que tuvo la policía en este caso, sino que a decir de Tavolaro, “es algo habitual”.
 
Resulta indudable que el Dr Marcelo Tavolaro trabajó mucho durante esos días. Varios testimonios lo refieren. El mismo lo dirá ante la Comisión:“
Sr. TAVOLARO.- … intenté en todo momento el esclarecimiento, y las pruebas están en el sentido que casi dormía en el famoso camión. Si volvía a mi casa, lo hacía tres horas por día, a cambiarme, y seguía trabajando, y en todas las diligencias siempre estuve yo. Pudo haber alguna simultaneidad de algún testigo que aparecía, porque yo estaba en ese momento en otro lado (...) si no había tomado yo personalmente la declaración, en la primera de cambio, cuando tenía oportunidad, se la ratificaba y comparecían los testigos ante mí para ver si lo que habían dicho era así”.
 
No dudamos del empeño puesto por parte del Fiscal. Pero sí es dudoso que haya estado él en todas las diligencias. Veremos en el desarrollo de los Puntos III y IV que en modo alguno fue así. No era fácticamente posible que fuera así. Lo que sí era posible e imprescindible es que dirigiera la investigación y en ese sentido definiera en qué diligencias era indispensable su presencia.
 
El Fiscal Marcelo Tavolaro dejó en manos de la policía la conducción de la investigación. El Informe demostrará que, ya en la etapa de investigación posterior al hallazgo del cuerpo sin vida de Candela será cómplice del armado de la causa.
 
Saquemos algunas conclusiones generales sobre las funciones que reseñamos de los principales protagonistas de la investigación en esta etapa de Averiguación de Paradero: El Jefe de Policía, y virtual Subsecretario de Seguridad, Crio. General Paggi, parece haber cumplido, centralmente, la función de brindar contención emocional a la madre de la víctima. El Crio.
 
General Matzkin, Superintendente de Coordinación Operativa, es decir el que se ocupa de la Policía de Seguridad, asumió la conducción de la investigación. En un pasaje de sus dichos ante la Comisión, ensayó una justificación: “Tengo un conocimiento, o sea, que a nadie se le puede escapar que tengo conocimiento en tecnología y que he evolucionado en el tiempo para la investigación…”. Por el contrario, el responsable del área de Investigaciones, Crio. Gral. Castronuovo, se dedicó a tareas de Seguridad, ocupándose de “un cierto rastrillaje profundo”, “hasta el día del hallazgo del cuerpo”. Pese a esto, después quedará en la Mesa Chica que conduce la investigación. Por su parte, el Crio. Mayor Marcelo Chebriau, fuera de competencia (no tiene existencia formal el supuesto “Equipo Antisecuestros” que coordina) y fuera de jurisdicción (es de la DDI La Matanza) secundará a Matzkin en la investigación. ¿Por qué tanto desorden, tan fuera de sentido para cualquier actuación, mucho más para una averiguación de paradero? Todo parece indicar que se percibía la existencia de otro contexto para el caso. En este otro contexto, Quizás en este otro contexto, distinto de una averiguación de paradero, la función y perfil de cada uno “encaje” lógicamente.
 
En cuanto al fiscal Tavolaro, según sus propios dichos, le llevó cerca de tres días enterarse que el padre de Candela estaba detenido en el penal de Magdalena, gracias a la ayuda del sistema nacional. Ampliemos sus dichos ya consignados sobre este tema:
Sr. TAVOLARO.- La ayuda que tuvimos del sistema nacional fue porque nosotros no nos enteramos que el padre existía en el momento en que ella hace la denuncia, sino a las 72 horas. Si ella hace la denuncia a las 7 y 30 de la tarde del día 22, recién el miércoles, a última hora, eran las 9 de la noche, mandé una persona inmediatamente para la cárcel de Magdalena para que la entreviste, para saber si era cierto que esa persona existía; además, con un apellido muy común: Rodríguez.
 
Ya señalamos que el día martes, a pocas horas de la desaparición, el Oficial Principal Martín Zoloa informa que fue al penal de Magdalena para comprobar si Candela no había ido a visitar al padre. Con todo, en otro pasaje de su testimonio, al referirse a su versión del móvil del homicidio: “una venganza no convencional”, hará una curiosa afirmación, que hace pensar que algo sabía, o tal vez se dio cuenta después.
Sr. TAVOLARO.- Presumo que es una venganza al padre. (…) Es más, yo creo que el fin último nunca fue matar a la nena.
Sr. ASSEFF.- ¿Entonces por qué la mata?
Sr. TAVOLARO.- Yo creo que explotó de tal manera en los medios que sabían que el que caía pegado al lado de la nena armaba un “despelote de la gran siete”. Nótese que cuando yo estoy en San Martín, ese fin de semana, sábado y domingo, con el operativo que hizo Gendarmería y después los dos allanamientos puntuales, el miércoles aparece el cuerpo de la nena, creo que estuve muy cerca…
 
Recordemos que, según la autopsia, la muerte de Candela se puede fijar desde las últimas horas del domingo 28 hasta avanzado el lunes 29 de agosto. ¿Qué está afirmando Tavolaro? Que cuando ese fin de semana se producen los rastrillajes y los allanamientos en San Martín, ESTUVO MUY CERCA. ¿Muy cerca de qué? De encontrar a Candela. ¿Dónde? En donde estuvo haciendo los rastrillajes y allanamientos puntuales, San Martín. Como estuvo muy cerca, los que retenían a Candela se asustaron. Y la mataron, aunque esto no era lo previsto. Porque “sabían que el que caía pegado al lado de la nena armaba un despelote de la gran siete”. ¿Qué despelote armaba? Hasta donde se puede entender, si se descubría el lugar del cautiverio, y se tenía éxito en la operación, se rescataba a Candela con vida y los culpables eran detenidos. ¿Qué despelote se armaba? ¿Qué despelote de la gran siete? O preguntado de otra manera: ¿Qué se iba a descubrir, que circunstancia iba a aflorar si se sabía quiénes estaban “pegados” al lado de la nena. Ellos (¿quiénes?) “sabían que el que caía pegado al lado de la nena armaba un “despelote de la gran siete”. Habrá que responderlo. En el punto VI del Informe se profundiza este tema crucial para la investigación. Por ahora, es conveniente adelantar qué matriz criminológica caracteriza en los últimos tiempos al territorio de San Martín, aludido por el Fiscal Tavolaro, y su historia reciente.
 
I.6 Las disputas por el control del territorio de San Martín
Entre el 2001 y el 2004, se producen en el territorio de San Martín verdaderas guerras por el control del territorio. La Villa 9 de Julio y Corea, son escenarios privilegiados de este fenómeno, que adopta la modalidad de guerras de clanes o familias. La situación recrudece con fuerza a partir del 2008. El homicidio y el secuestro de familiares son las metodologías más usuales. Se dan también verdaderas batallas campales entre bandas. La más espectacular se produjo en la Villa 9 de Julio el 3 de septiembre de 2009 (“Batalla de las 300 balas”), en que dos grupos antagónicos se enfrentaron a los tiros disputándose el territorio de venta (Ver anexo Fuentes Periodísticas).Tanto en los expedientes judiciales como en las crónicas periodísticas se van haciendo familiares ciertos nombres: Los Gómez, Los Pacheco, Los Goncebat, vinculados a la Villa 9 de Julio; Los Soria (Gardelitos) y Los Barrera (Los Ranitas), vinculados a Villa Corea.
 
Los narco – secuestros
Los secuestros a familiares de narcos son tanto un negocio rentable como una de las maneras de disciplinamiento que han llegado a ser usuales en San Martín y otras localidades del conurbano.
 
Félix Nicolás “Boli” Díaz: Uno de los precursores de los narco - secuestros. Fue detenido en junio del 2002 (secuestros de Alejandro De Natale y de Alexis Parra. abril y junio de 2001) y señalado como la cabeza de una banda autora de resonantes secuestros: desde el empresario Abraham Awada hasta el de Cristian Riquelme (junto a miembros de la familia Bettiga). No se pudo comprobar judicialmente su participación. (Cristian Bettiga (22), entre otros, fue condenado a 16 años de prisión por estos hechos). En el tema secuestros narcos y venta de drogas (San Martín y Zona Norte) el "Boli" trabajaba con los hermanos "Valenzuela". A mediados del 2004 un tribunal de San Martín lo condenó a 20 años de prisión. En enero de 2005 murió apuñaleado en un baño del penal de Ezeiza, donde cumplía su sentencia.
 
Los Valenzuela: Carlos Valenzuela es el jefe de la familia (su hermano Enrique oficiaba de lugarteniente). Su especialidad: los secuestros extorsivos y el narcotráfico. En 1997 lo condenaron a cinco años y 10 meses de prisión en una causa por drogas: la Policía lo había sorprendido en Ingeniero Maschwitz con 12 kilos de cocaína y 4 fusiles FAL (en ese procedimiento, junto a los Valenzuela estaba uno de los históricos miembros de la superbanda de Luis "El Gordo" Valor). Cumplió dos años y medio y salió en libertad. Pero en 2000 participó en el robo a un camión de caudales en Neuquén, que complicó su situación anterior. En 2001, el Tribunal Oral Federal Nº 2 de San Martín pide su captura por violar la libertad condicional.
Se mantiene prófugo, desapareciendo de Villa Corea (su feudo). El 1º de julio de 2004, parte de su familia fue víctima de un tremendo crimen mafioso. Su hermano menor, Enrique (42) fue masacrado en su casa de José C. Paz junto a la esposa, Roxana (36), y a su hijo menor Eric (14). A todos los apuñalaron una decena de veces y los degollaron. Para la Justicia de San Martín se trató de un ajuste de cuentas entre narcos. A fines de septiembre de 2004 es detenido por la policía de San Martín en una casa de la calle Libertad y Pasaje 2, ubicada a una cuadra de Villa Corea. Una vez detenido, Valenzuela fue remitido al Complejo Penitenciario de Marcos Paz. En una investigación publicada por Clarín en setiembre de 2003, las fuentes policiales y judiciales consultadas ya lo señalaban como uno de los líderes de las 24 bandas más peligrosas del conurbano, del que dependían entre 7 y 8 células más pequeñas de venta de droga. Se lo señalaba como jefe de un clan dueño de gran parte del negocio mayorista de cocaína en la zona de San Martín. En esa época, se le adjudicaba ser el cerebro detrás de algunos narcosecuestros. Entre ellos el de Juan Marcelo Ramírez. Su nombre figura en la causa 15.046/02 abierta por el secuestro de este joven, de 27 años, miembro de una familia paraguaya de Villa Martelli (10 de diciembre de 2002). Se pedía medio millón de dólares de rescate. Ramírez nunca apareció con vida. María Ramírez, madre de Juan Marcelo, sostiene que la novia de éste (que también era amante de Valenzuela) lo entregó bajo la sospecha falsa de que la familia manejaba dinero de la droga.
 
Juan Marcelo Ramírez (27): Secuestrado el 10 de diciembre de 2002. Se vincula al caso como un narco secuestro. La familia siempre lo negó, se especuló con que los secuestradores tenían información equivocada. En un principio se pidió 500.000 dólares. Hubo muchas comunicaciones de negociación y dos pruebas de vida. La última, el 17 de diciembre. La familia, comerciantes paraguayos de Villa Martelli. El secuestro se produjo en el barrio Libertador de José León Suárez, frente a la casa de una novia de Juan Marcelo Ramírez (sospechada de entregadora). Los que lo secuestraron iban vestidos de policías y simularon un arresto. La causa es la Nº 15.046/02 del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 1 de San Isidro, Dr. Roberto Marquevich. La causa pasó a tramitarse ante el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 de San Martín - Secretaría Nº 5, bajo el registro Nº 3828, por una "cuestión de competencia". La familia Ramírez había denunciado al Juez Marquevich por "incursión en la causal de mal desempeño de las funciones que el cargo irroga" (expediente 252/03, caratulado "Ramírez María Domitila y Ramírez González Venancio c/ Dr. José Roberto Marquevich". El Consejo de la Magistratura se expidió sobre el tema por Resolución 272/04, del 15 de julio de 2004. Resuelve “Declarar abstracta la denuncia presentada por los Sres. María Domitila Ramírez y Venancio Ramírez González y archivar las actuaciones”, ya que, para ese entonces, el juez Marquevich había sido removido de su cargo el 8/06/04 por el Jurado de Enjuiciamiento, en causa Nº 10 caratulada "Doctor Roberto José Marquevich s/ pedido de enjuiciamiento" que resolvió la remoción del Doctor Roberto José Marquevich “por haber incurrido en la causal constitucional de mal desempeño” (…) “en razón de haber actuado con parcialidad y desprecio por las normas que regulan la libertad ambulatoria en relación a Ernestina Herrera de Noble, imputada en el trámite de la causa Nº 7552/01 "Barnes de Carlotto, Estela, en representación de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, s/ denuncia". El cuerpo de Juan Marcelo Rodríguez nunca apareció. En agosto de 2005 hubo indicios aportados por dos detenidos de otra causa sobre dónde estaba el cuerpo, con resultado negativo. En julio de 2007, el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 3 de San Martín condenó a tres detenidos imputados del delito: Julio Robledo, Claudio Maiz y Daniel Adrián Pérez. (17 años para los dos primeros, 12 para Pérez). En mayo de 2008, un nuevo indicio sobre el paradero del cuerpo, lleva al allanamiento de una panadería en José León Suárez. Se presumía que el cadáver fue enterrado, allí. Otra versión señala que habría sido carbonizado en los hornos.
 
Un caso reciente se vincula con éste: En febrero de 2011, Juan Carlos Pérez, 63 años, (padre de Daniel Adrián (Pilo) Pérez), es asesinado brutalmente en su casa de José León Suárez. Masacrado a martillazos en su cama. No hubo robo. La justicia sospecha que los autores fueron integrantes de la banda que actuó en el secuestro de Ramírez, como una advertencia a Pilo Pérez, que está detenido en el penal de Río Gallegos. Siempre se supo que hay más integrantes de la banda que los detenidos. Uno de los principales sospechosos, aunque no se pudo demostrar judicialmente su participación, fue Carlos Valenzuela.
 
Oscar Meza: De la banda de los Pacheco (Villa 9 de Julio). Imputado por la tentativa de homicidio contra Fernando Gómez (uno de los menores de los Gómez), figura como víctima en uno de los primeros secuestros en los que intervino la Unidad Especial Antisecuestros de la Zona Norte. Nunca apareció. Presumiblemente asesinado. (octubre del 2003).
 
Gerardo Goncebat: Manejaba la droga en la 9 de Julio. En 1998, mientras estaba preso, una banda secuestró a su sobrina de 3 meses, que días más tarde apareció sana y salva. El 3 de octubre de 2001, secuestraron a su hermano menor (Carlos Goncebat), el rescate fue de $ 120.000, pero la víctima nunca apareció.
 
Miguel "Mameluco" Villalba: Manejaba Villa 18, y fue extendiendo su influencia a todo San Martín. Entre 2002 y 2003, fue víctima del secuestro de su hermano y el de un integrante de la banda. Se pagó rescate.
 
Gustavo Sancho: Secuestran a su hijo Alan Sancho, el 6 de diciembre de 2009. Fue liberado el 8 de diciembre, luego de 30 horas de cautiverio. La información oficial consigna que no se pagó rescate y que se trató de un secuestro convencional. Hay seis imputados en la causa (Juan Manuel Palmisano, Edgardo y Juan Carlos Villavicencio, José María Andrada, Alejandro Azcurra y Roberto Trubbo). Está en etapa de definición el tribunal que se hará cargo del Juicio Oral (Tribunal Oral Federal N° 5 o el TOC1, ambos de San Martín). La Procuración General de la Nación pidió a la Corte Suprema de Justicia que el juicio debe ser realizado por la Justicia ordinaria (TOC 1 de San Martín): “En autos no se presentan las circunstancias tales como: el prolongado lapso de cautiverio, la intervención del imputado en otros hechos de similares características, o que éste formara parte de una organización delictiva destinada a la ejecución sistemática de secuestros, con el consiguiente riesgo para la seguridad pública, por lo que corresponde al tribunal bonaerense asumir su jurisdicción para entender en esta causa”. Pese a estas circunstancias, existen fuertes sospechas que el secuestro se relaciona con actividades del padre de la víctima vinculadas al narcotráfico. Así mismo, se relacionó este hecho con el caso Candela, siendo una de las líneas de investigación, a partir de declaraciones de Rodríguez, padre Candela.
 
María Alejandra Romagnoli y Antonio Américo Gómez: El 8 julio de 2011 se produce un doble secuestro, sus víctimas Romagnoli, cuñada de Carola Labrador y Gómez (alias "Piti Meco"), primo de Sandro (Pitufo) Gómez Peloso, pareja de Romagnoli. El hecho se produjo en las instalaciones del Club Esperanza (en Libertad y Washington) de José León Suárez, al lado de Villa Corea, donde Romagnoli atiende un buffet y pequeño supermercado. Casada con hermano (o primo hermano según otras versiones) de Carola, con el que tuvo dos hijos. Candela asistía frecuentemente con su madre al club (hay numerosas fotos y videos de ella en el club). Pitufo Gómez, a su vez, tiene vinculación o parentesco con el Huevo Martín (de apellido), presunta pareja de Betiana Labrador (hermana de Candela), en versiones periodísticas. La modalidad del secuestro remedó un operativo policial, unos siete hombres, armados con fusiles FAL, llevaban chalecos policiales y se movían en dos autos. El cautiverio duró 15 horas. Las víctimas fueron abandonadas en Pilar. Trascendió que se pagaron $30.000 de rescate. Romagnoli atribuyó su secuestro al hecho de que, el día anterior a su captura, su marido había cobrado una importante cantidad de dinero por el seguro de una camioneta. A mediados de septiembre, se produjeron siete detenciones vinculadas a esta causa. Las detenciones se concretaron tras una orden del fiscal federal de San Martín Jorge Sica, con participación de la DDI San Martín. En principio, según fuentes de la causa, no tendrían vinculación con el caso Candela.
 
Según versiones periodísticas (de fuente barrial o de funcionarios policiales y judiciales que mantienen en reserva su identidad), este hecho se enmarcaría en una serie de “narco secuestros” ocurridos en la zona a lo largo de 2011. Al contrario del de Romagnoli, ninguno de los casos fue  denunciado.
 
Entre otros: Secuestro de la esposa de Antonio Américo Gómez (“Piti Meco”) y su hija: De similar modalidad al de Romagnoli. Despliegue de gente, balizas, simulación de un operativo policial. Una semana después, un segundo secuestro habría tenido como blanco a un puntero del barrio de Corea, que pagó “rescate mixto” (50.000 dólares y 10 kilos de cocaína)
 
Hijo del “Gordo Pío”: en Villa La Cárcova. Supuestamente secuestrado por la misma banda.
 
“Huevo” Martín: vinculado en versiones periodísticas a Betiana Labrador. Habría sido secuestrado en mayo de 2011.



Se habla de al menos siete casos en el primer semestre de 2011. El diario Clarín, en su edición del 4 de septiembre de 2011, publica una nota de Virginia Messi en la que se afirma: “Entonces, un informante se presentó a la Policía y sostuvo que la responsable de semejante seguidilla era una banda integrada por policías en actividad, gente del Bajo Boulogne y hasta por un antiguo secuestrador detenido en su momento por los casos de Luis Traverso (padre del ex futbolista Cristian Traverso) y Rubén Astrada (padre del ex jugador Leonardo Astrada), ocurridos en 2003. Los nombres que aportó habrían sido descartados, al menos en el caso de María Alejandra Romagnoli”.


Por su parte, el diario La Nación publica en su edición del 23 de abril de 2012 una nota (“Policías y asaltantes secuestran narcotraficantes en el conurbano”) firmada por Gustavo Carabajal en la que plantea la continuidad de esta metodología con posterioridad al homicidio de Candela. Se refiere a los hechos “una fuente judicial”: "Sabemos que los hechos existieron pero no hubo denuncias porque las víctimas desarrollan una actividad ilegal y no quieren que se las investigue. Uno de los secuestros ocurrió en diciembre: un jefe narco de San Martín pagó 100.000 dólares y 20 kilos de cocaína como rescate por su hija", explicó un funcionario judicial que solicitó mantener su nombre en reserva”. Extraoficialmente se señala que la víctima, en este caso, sería Sofía Andrada, hija del “Piturro” Andrada, signado como narcotraficante de Corea.
 
Al igual que en otras notas periodísticas, aparece la vinculación de efectivos de la policía con los hechos: “Tal como ocurrió en la investigación del secuestro y asesinato de Candela Rodríguez, en agosto pasado, en esta sucesión de casos volvió a aparecer un personaje conocido en el mundo del hampa como "Neneco". Según fuentes consultadas por La Nación, es un suboficial bonaerense que intervino en los secuestros narcos previos al de Candela”. "Neneco", cuyo nombre se mantiene en reserva porque no fue imputado por ningún fiscal, aunque varios pequeños traficantes lo acusaron de haberlos retenido ilegalmente por unas horas para robarles la droga y el dinero que llevaban, reclutaría parte de la mano de obra en la villa Santa Rita, de Don Torcuato”.
 
Otros policías frecuentemente mencionados en relación a su complicidad con el tráfico de drogas y los narco secuestros en la zona son el subcomisario Claudio Brítez (alias “el Cheto”) y un suboficial Gómez (alias el Chaqueño). La relación de la policía con el narcotráfico se retoma en los Puntos II: Sobre el hallazgo del cuerpo y Punto VI. La Línea investigativa que no se siguió: San Martín.
 
Conclusión del análisis del punto I:
El espectacular accionar policial durante la búsqueda tuvo como objetivo responder a la presión mediática en el contexto pre electoral del momento y desviar la investigación del verdadero territorio en que se desarrollaba el caso. Atentó dramáticamente contra la posibilidad de encontrar con vida a Candela. Produjo encubrimiento de autores y móvil del asesinato. La policía supo desde el primer día cuál era el contexto en el que se había producido la desaparición: narcotráfico y narco-secuestros, mercado delincuencial del que también forma parte un sector de la policía.
 
El Fiscal Marcelo Tavolaro dejó en manos de la policía la conducción de la investigación.
 
La cúpula policial, lejos de poner límite a la presencia descontrolada de los medios masivos de comunicación, en forma específica los medios televisivos, priorizó operaciones de prensa que resultaran funcionales a su estrategia. La muerte de Candela se explica, también, por el descontrol de la participación de los medios en la cobertura del caso. Aún más responsables son las autoridades políticas de Seguridad y Justicia que no lograron limitar la difusión de la información a través de los medios de forma tal de impedir que se viera obstaculizada la investigación y preservar a toda costa la vida de la niña.
 
Las características reseñadas a lo largo de este punto, hacen pensar que la única explicación lógica a un accionar tan desencaminado es que se desarrollaba una acción paralela, en ese contexto, cobran sentido muchos de los absurdos que plantea el accionar policial en esta etapa.
 

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Fuente: (AgePeBA - Agencia Periodística de Buenos Aires)

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