lunes, 17 de septiembre de 2012

Red de Mafia Rusa

La organización llegó a planear comprar un niño en Francia por 5.500 euros para vender posteriormente sus órganos.

La mafia rusa había comenzado a extender sus tentáculos por Guipúzcoa. Compra de niños para vender sus órganos, amenazas, extorsión, daños contra el patrimonio, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, prostitución, planes de secuestro... son sólo algunas de las presuntas actividades delictivas que un grupo de personas procedentes de países del Este diseñaban y ejecutaban desde el territorio guipuzcoano. Pero la Guardia Civil truncó sus planes y desmanteló la organización. La operación se ha saldado con 26 personas detenidas, entre ellas el presunto cabecilla de la organización, uno de los llamados 'niños de la guerra'.

El Juzgado de Instrucción número 3 de San Sebastián investigaba la organización desde hacía dos años. Las diligencias se llevaron en secreto durante meses para evitar que el trabajo policial cayera en saco roto, hasta que el pasado lunes la magistrada dictó un auto en el que ordenaba la continuación de la causa contra 25 personas imputadas. El auto judicial señala que «ha quedado acreditada» la existencia de una compleja red de ciudadanos del Este de Europa afincada en Guipúzcoa que, «a modo de mafia rusa», se dedicaban a extorsionar a empresarios de su misma nacionalidad, así como a ciudadanos particulares.

La juez mantiene que la organización estaba «perfectamente estructurada y jerarquizada», con reparto de tareas y funciones entre sus miembros. También señala que estaba diseñada con arreglo a criterios de «estricta subordinación» y dirigida funcionalmente a que los ciudadanos de países pertenecientes a la antigua Unión Soviética afincados en Guipúzcoa pagasen cantidades de dinero que les exigían bajo la amenaza de muerte para ellos y sus familias.

La organización estaba liderada por Alberto M. S. El individuo, conocido como Vor V Zakone (Ladrón de ley), tiene doble nacionalidad -española y rusa-, al ser uno de los 'niños de la guerra' que fueron enviados a la antigua Unión Soviética durante la Guerra Civil. El acusado, que actualmente está en prisión, llevaba diez años residiendo en Guipúzcoa y no tenía actividad laboral alguna, si bien figuraba en alguno de los locales comerciales que la organización poseía en el territorio. Alberto disfrutaba de un elevado nivel de vida y utilizaba vehículos de alta gama.

El acusado fue detenido el pasado mes de enero junto a su mujer, Marina S.K. En el registro de su domicilio, situado en el Paseo de los Olmos de la capital guipuzcoana, la Guardia Civil encontró recibos de envíos de dinero a países del Este, material informático, mil euros, joyas y un kilo de cocaína.

Tráfico de drogas y robos
Según el auto judicial, las actividades ilícitas en las que la organización tomaba parte iban desde la extorsión, el robo, tráfico de drogas... e incluso habían tratado de vender órganos para transplantes. La Guardia Civil llegó a frustrar un intento de compra de un niño. Los agentes tuvieron conocimiento de que tres miembros de la organización que pertenecían a la célula de robos habían ideado abandonar España para dirigirse a Francia con la intención de comprar un menor por 5.500 euros para «vender posteriormente sus órganos». La Guardia Civil abortó la operación y detuvo a los sospechosos.

La organización se servía de algunos locales que regentaban otros miembros de la red para celebrar sus reuniones y esconder el material robado antes de revenderlo. El auto judicial también detalla que la mafia contaba con una «célula de extorsión» que operaba a las órdenes directas del cerebro de la organización y cuyos miembros residían en Aia, donde se encontraron diversos efectos procedentes de robos así como escrituras públicas de compra de viviendas en Rusia.

La organización disponía también una célula de secuestros, cuyo responsable llegó a ordenar «un 'secuestro exprés' de un empresario europeo afincado en el País Vasco». Este grupo fue desmantelado la pasada primavera cuando sus miembros intentaban abandonar España a través del puerto de Barcelona. Sus integrantes se disponían a embarcar en dirección a Italia en un 'Renault Safrane' con matrícula francesa.

Los miembros de la red mafiosa habían fijado su residencia en Lloret de Mar (Tarragona), donde la Guardia Civil intervino diversos material.

 
Fuente: Elcorreodigital.com

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